En sus días tempranos, la blancura lechosa, fantasmal del feto podría ser tanto de un ser humano como de un equino. Pero para el día 85, la figura agraciada del caballo ya ha alcanzado los 14 centímetros.
Las imágenes de los fetos fueron tomadas a través de un cristal mientras estos flotaban en formol. La siguiente imagen del embrión fue capturada mientras este estaba en tránsito de una yegua a otra, en la Unidad de Fertilidad Equina en Newmarket, Reino Unido. Flach tuvo pocos minutos con una placa de Petri para poder capturar la formidable imagen.
FUENTE: PIJAMASURF