LOS CUENTOS DE HADAS SIEMPRE ESTÁN FUERA DE SU CONTEXTO ORIGINAL: DE HECHO, LA MIGRACIÓN LINGÜÍSTICA Y ÉTNICA ES LO QUE APORTA PARTE DE SU EXOTISMO Y FASCINACIÓN.
Las intervenciones sobre imágenes de Disney no son nuevas –de hecho, pareciera que “princesas Disney” es toda una categoría de contenidos en sí misma. Parece que la familiaridad de Ariel, Aurora, Bella o Jasmine apelara a algo primigenio dentro de los jóvenes, y que, para madurar y producirse imágenes de su propio tiempo, tuviesen que desbancar las imágenes anteriores.
O también pueden darse casos como los del autor del Tumblr Let There Be Doodles, que se propuso modificar a 10 princesas de Disney con distintas etnias “sin una agenda política en mente”, salvo tal vez “el deseo de ver un poco más de diversidad.”
No se trata en este caso de “denunciar” el eurocentrismo de Disney (pues desde hace muchos años, la compañía trata de ser incluyente en el aspecto racial, que se traduce en públicos, mercados y potenciales diversos de consumo), sino de jugar a modificar los contextos, una operación cara a Duchamp y los alumnos de maestría en humanidades: descontextualiza y vencerás.
“Los cuentos de hadas a menudo son sacados de sus contextos culturales. La mayoría de los cuentos de hadas que conocemos fueron alterados fuera de su contexto cultural original. Aladdin era originalmente chino”, lo que nos hace pensar que el multiculturalismo es una categoría relativamente nueva que describe un proceso antiguo. Tal vez inmemorial, incluso, que tiene que ver con la velocidad de transmisión de las historias.
Las intervenciones sobre imágenes de Disney no son nuevas –de hecho, pareciera que “princesas Disney” es toda una categoría de contenidos en sí misma. Parece que la familiaridad de Ariel, Aurora, Bella o Jasmine apelara a algo primigenio dentro de los jóvenes, y que, para madurar y producirse imágenes de su propio tiempo, tuviesen que desbancar las imágenes anteriores.
O también pueden darse casos como los del autor del Tumblr Let There Be Doodles, que se propuso modificar a 10 princesas de Disney con distintas etnias “sin una agenda política en mente”, salvo tal vez “el deseo de ver un poco más de diversidad.”
No se trata en este caso de “denunciar” el eurocentrismo de Disney (pues desde hace muchos años, la compañía trata de ser incluyente en el aspecto racial, que se traduce en públicos, mercados y potenciales diversos de consumo), sino de jugar a modificar los contextos, una operación cara a Duchamp y los alumnos de maestría en humanidades: descontextualiza y vencerás.
“Los cuentos de hadas a menudo son sacados de sus contextos culturales. La mayoría de los cuentos de hadas que conocemos fueron alterados fuera de su contexto cultural original. Aladdin era originalmente chino”, lo que nos hace pensar que el multiculturalismo es una categoría relativamente nueva que describe un proceso antiguo. Tal vez inmemorial, incluso, que tiene que ver con la velocidad de transmisión de las historias.
FUENTE: PIJAMASURF