ESTE ES UN BLOG PARA COMPARTIR IDEAS Y EXPRESARSE LIBREMENTE, ESPERO LES GUSTE....
martes, 19 de abril de 2016
MI OBELISCO Y YO - CICLO TEATRO ABIERTO
Presentamos "Mi obelisco y yo", de Osvaldo Dragún. Con la dirección de Román Podolsky y actuaciones de Horacio Peña (El Guarda), Irene Almusz (Mujer del paraguas), Claudio Da Passano (El Inmigrante), Malena Figó (La Joven), Osqui Guzmán (El Joven), Luciano Caceres (Él), Raúl Rizzo (La autoridad) y Horacio Roca (El hombre del paraguas). Además, disfrutamos de la entrevista de Darío Grandinetti a Román Podolsky, Silvia Vladimisky, Marta Ibarreta sobre la historia de este ciclo.
La Televisión Pública comienza a celebrar los 30 años de la recuperación de la democracia en la Argentina, con este ciclo homenaje a Teatro Abierto, la propuesta creada e impulsada por los directores Roberto "Tito" Cossa y Osvaldo Dragún con la que la cultura ofreció, en el año 1981, una resistencia ética y política contra la censura y el terror de la dictadura cívico militar y que se convirtió en un ejemplo mundial de resistencia civil.
Con presentación y entrevistas de Darío Grandinetti, el ciclo permitirá a todo el país conocer trece obras adaptadas para televisión que formaron parte de la programación original de Teatro Abierto.
La TV Pública estrena el ciclo homenaje a Teatro Abierto, la propuesta creada e impulsada por Roberto Cossa y Osvaldo Dragún con la que la cultura ofreció, en 1981, una resistencia ética y política contra la censura y el terror de la dictadura cívico militar.
La Televisión Pública comienza a celebrar los 30 años de la recuperación de la democracia en la Argentina, con este ciclo homenaje a Teatro Abierto, la propuesta creada e impulsada por los directores Roberto "Tito" Cossa y Osvaldo Dragún con la que la cultura ofreció, en el año 1981, una resistencia ética y política contra la censura y el terror de la dictadura cívico militar y que se convirtió en un ejemplo mundial de resistencia civil.
Con presentación y entrevistas de Darío Grandinetti, el ciclo permitirá a todo el país conocer trece obras adaptadas para televisión que formaron parte de la programación original de Teatro Abierto.
La TV Pública estrena el ciclo homenaje a Teatro Abierto, la propuesta creada e impulsada por Roberto Cossa y Osvaldo Dragún con la que la cultura ofreció, en 1981, una resistencia ética y política contra la censura y el terror de la dictadura cívico militar.
DESDE EL SUR - CAPÍTULO 9: FANTÁSTICO, EXTRAÑO, MARAVILLOSO
Descripción
200 años de literatura Argentina, de Borges a Arlt, de Juan José Saer a Esteban Echeverría entre otros, revisados por autores jóvenes contemporáneos que recién comienzan a hacerse un nombre entre los grandes de la literatura nacional. El programa tiene tres ejes narrativos: uno de contexto histórico trabajado con material de archivo que atravesará desde 1810 a la actualidad. El segundo, es llevado adelante por las reflexiones de escritores que van cambiando a lo largo de los trece capítulos y el tercero está compuesto por fragmentos de textos escogidos que son leídos con voz en off y trabajados con imágenes abstractas o concretas utilizando el lenguaje de la video poesía.
200 años de literatura Argentina, de Borges a Arlt, de Juan José Saer a Esteban Echeverría entre otros, revisados por autores jóvenes contemporáneos que recién comienzan a hacerse un nombre entre los grandes de la literatura nacional. El programa tiene tres ejes narrativos: uno de contexto histórico trabajado con material de archivo que atravesará desde 1810 a la actualidad. El segundo, es llevado adelante por las reflexiones de escritores que van cambiando a lo largo de los trece capítulos y el tercero está compuesto por fragmentos de textos escogidos que son leídos con voz en off y trabajados con imágenes abstractas o concretas utilizando el lenguaje de la video poesía.
9 TRABAS PSÍQUICAS QUE SÓLO AMARGAN Y ENTORPECEN TU EXISTENCIA
¿EL AUTOSABOTAJE ES PARA TI ALGO FAMILIAR Y CONOCIDO? ES POSIBLE QUE SU FUENTE SE ENCUENTRE EN ALGUNA DE ESTAS 9 REALIDADES PSÍQUICAS
La mente puede ser una de tus mejores herramientas o tu principal obstáculo. Puede suceder que en ti encuentres la fuerza para encarar un reto –y quizá superarlo– o, en otro sentido, el miedo que te impida acometerlo. Así como puedes entusiasmarte y poner toda tu energía en la prosecución de un objetivo, así también puedes sabotearte y trazar tú mismo la ruta de tu fracaso.
¿Es posible encontrar el aurea mediocritas de la vida psíquica, ese justo punto medio en que seamos capaces de ver las cosas como son, vivirlas en sus circunstancias, volverlas parte de nuestra existencia en su justo valor?
No lo sabemos bien a bien, pero quizá podemos comenzar por abandonar algunos de estos nueve hábitos mentales que –consideramos– no hacen más que estorbar nuestro camino libre por la vida.
No perdonar a los otros
En diversas tradiciones y disciplinas, lo mismo espirituales que religiosas o de la ciencia y la filosofía, el resentimiento se objeta por sus efectos nocivos en nuestro ánimo. Un acto que se sintió como una ofensa, que nos hizo sufrir o que nos llevó a la ira o la decepción pueden convertirse en verdaderos fantasmas que persistan en su persecución y su acecho, todos los días de nuestra vida.
Efectos: Depresión, tensión, estrés (y las consecuencias fisiológicas asociadas con estos trastornos: propensión a enfermedades como la obesidad, cardíacas o diabetes, trastornos de sueño, etcétera).
Alternativa de solución: Perdonar, como aconsejan las religiones, lo cual, por otro lado, puede no ser sencillo, no porque seamos especialmente rencorosos sino por otras razones que usualmente se refieren a la propia historia de vida de cada cual. Etimológicamente perdonar es el “mayor don”, la máxima ofrenda que alguien puede dar a otra persona, pero curiosamente, no como un acto de magnanimidad, esto es, de narcisismo y egolatría, sino más bien justo en sentido opuesto, de amor auténtico, como un don que se da al otro o se recibe del otro. En pocas palabras perdonar es también situar al otro en su justa medida, su lugar de persona distinta, con su propia historia –y la relación que ésta tuvo con la nuestra.
No perdonarte a ti mismo
Todos tenemos circunstancias personales que no nos hacen sentir bien con nosotros mismos. La negatividad propia de la existencia nos alcanza bajo las formas del fracaso, la sumisión, la vergüenza, el miedo, el abandono, el rencor, etc, lo cual es inevitable. La vida también conlleva eso. La diferencia, en todo caso, es cómo vivimos con eso. ¿Tenemos siempre presente esas situaciones? ¿Las llevamos como una carga que nos impide movernos con soltura y fluidez? ¿Son recordatorios constantes que ante una circunstancia parecida nos hacen repetir el fracaso?
Efectos: Depresión, tensión, estrés, frustración.
Alternativa de solución: ¿Qué significa perdonarse a uno mismo? Como en el punto anterior, la respuesta pasa por aceptar las circunstancia de la vida, en un primer momento, como algo dado, fatal en el sentido que Nietzsche dio a ese término: lo necesario porque ya sucedió y no es posible cambiarlo. Sin embargo, y este el segundo momento de la solución posible, sí se puede entenderlo, abrazarlo como parte de la existencia, preguntarnos por los efectos que eso tuvo sobre nuestra vida. Perdonar, en este sentido, sería comprender.
Todo o nada
Aunque la vida está llena de matices, hay quienes poseen una aproximación que no admite más que absolutos: bueno o malo, éxito o fracaso, amor u odio, alegría o tristeza, etcétera.
Efectos: Pánico, baja autoestima, frustración, estrés.
Alternativa de solución: Este es posiblemente uno de los hábitos mentales más difíciles de destrabar, pues requiere de un trabajo sostenido respecto del origen e implicaciones de dicha exigencia perfeccionista. De entrada, sin embargo, es posible ejercitarse en el pensamiento de la diversidad, aceptar –tanto para uno mismo como en relación con los demás– que el rigor y la vida son términos contradictorios, opuestos entre sí.
Sostener ideales (para ti y para los demás)
Los ideales son importantes en la vida. En cierta aspecto pueden motivarnos, impulsarnos para trabajar en pos de su consecución. No obstante, en otro sentido también pueden ser grandes obstáculos, sobre todo si desde el origen están vinculados a lo inalcanzable. Pensar en una pareja ideal, por ejemplo, puede ser causa más que suficiente para no tener nunca una relación satisfactoria. Y lo mismo vale si creemos que existe tal cosa como una “vida ideal”, un “trabajo ideal”, una “familia ideal”, etc. Además, es muy posible que al tener un estándar elevado (tanto que nada ni nadie, ni siquiera tú, eres capaz de cumplirlo) las personas involucradas en esa exigencia terminen por frustrarse, fatigarse y, en última instancia, alejarse.
Efectos: Frustración, soledad.
Alternativa de solución: Un camino que podría llevar a la salida de este laberinto es el de la empatía. Al entender que todos somos seres humanos –con nuestras propias dificultades, resultado de nuestra historia de vida–, podemos observar las cualidades de cada persona en su justa medida, no a través del prisma deformante de la idealización.
Creer que nada mejorará nunca
Hay una forma elemental, un tanto vacua del pesimismo que lleva a ciertas personas a creer que el mundo es un lugar esencial e irremediablemente horrible, que todo lo que sucede no es más que tragedia y dolor y que cualquier esfuerzo que se realice es inútil, pues al final de todos los caminos se encuentra la muerte.
Efectos: Depresión, soledad, aburrimiento, insatisfacción.
Alternativa de solución: Ante un pesimismo de esa naturaleza hay, al menos, dos posibles alternativas. Una llamaría a transformar radicalmente esa visión de mundo, a reconocer que el mundo también está lleno de circunstancias gratificantes y alegres (lo cual no es falso). La otra opción es persistir en ese pesimismo pero convirtiéndolo en fuente de acción, a la manera de los estoicos y otros filósofos afines, para quienes el sufrimiento inherente del mundo fue, extrañamente, el motivo para sobreponerse y convertirse uno mismo en artífice de la existencia propia.
Querer tener el control (o pensar que lo tienes)
Si hay otro concepto con el que la vida no se lleva muy bien es el del control. Por decirlo de alguna manera, las mejores cosas de la existencia no se controlan y, cuando intentamos controlarlas, someterlas a un régimen y un código de reglas, lo más probable es que eso signifique su fin (el amor, por ejemplo). Además, visto desde otra perspectiva, esta práctica es un tanto paradójica, pues con cierta frecuencia la obsesión por el control es una especie de punto ciego respecto de las fuerzas que verdaderamente dirigen la vida subjetiva; es decir, al querer controlar la vida no nos damos cuenta de que hay algo más que está determinando la nuestra, sobre la cual, irónicamente, no tenemos dominio.
Efectos: Soledad, frustración, insatisfacción.
Alternativa de solución: Bruce Lee dijo famosamente “Fluye, sé como el agua”, y Jung escribió: “Hasta que vuelvas consciente el inconsciente, éste dirigirá tu vida y lo llamarás destino”. En vez de dedicar tus esfuerzos a querer controlar la vida, quizá sería mejor vivirla conscientemente –con todo lo que ello implica.
La mente puede ser una de tus mejores herramientas o tu principal obstáculo. Puede suceder que en ti encuentres la fuerza para encarar un reto –y quizá superarlo– o, en otro sentido, el miedo que te impida acometerlo. Así como puedes entusiasmarte y poner toda tu energía en la prosecución de un objetivo, así también puedes sabotearte y trazar tú mismo la ruta de tu fracaso.
¿Es posible encontrar el aurea mediocritas de la vida psíquica, ese justo punto medio en que seamos capaces de ver las cosas como son, vivirlas en sus circunstancias, volverlas parte de nuestra existencia en su justo valor?
No lo sabemos bien a bien, pero quizá podemos comenzar por abandonar algunos de estos nueve hábitos mentales que –consideramos– no hacen más que estorbar nuestro camino libre por la vida.
No perdonar a los otros
En diversas tradiciones y disciplinas, lo mismo espirituales que religiosas o de la ciencia y la filosofía, el resentimiento se objeta por sus efectos nocivos en nuestro ánimo. Un acto que se sintió como una ofensa, que nos hizo sufrir o que nos llevó a la ira o la decepción pueden convertirse en verdaderos fantasmas que persistan en su persecución y su acecho, todos los días de nuestra vida.
Efectos: Depresión, tensión, estrés (y las consecuencias fisiológicas asociadas con estos trastornos: propensión a enfermedades como la obesidad, cardíacas o diabetes, trastornos de sueño, etcétera).
Alternativa de solución: Perdonar, como aconsejan las religiones, lo cual, por otro lado, puede no ser sencillo, no porque seamos especialmente rencorosos sino por otras razones que usualmente se refieren a la propia historia de vida de cada cual. Etimológicamente perdonar es el “mayor don”, la máxima ofrenda que alguien puede dar a otra persona, pero curiosamente, no como un acto de magnanimidad, esto es, de narcisismo y egolatría, sino más bien justo en sentido opuesto, de amor auténtico, como un don que se da al otro o se recibe del otro. En pocas palabras perdonar es también situar al otro en su justa medida, su lugar de persona distinta, con su propia historia –y la relación que ésta tuvo con la nuestra.
No perdonarte a ti mismo
Todos tenemos circunstancias personales que no nos hacen sentir bien con nosotros mismos. La negatividad propia de la existencia nos alcanza bajo las formas del fracaso, la sumisión, la vergüenza, el miedo, el abandono, el rencor, etc, lo cual es inevitable. La vida también conlleva eso. La diferencia, en todo caso, es cómo vivimos con eso. ¿Tenemos siempre presente esas situaciones? ¿Las llevamos como una carga que nos impide movernos con soltura y fluidez? ¿Son recordatorios constantes que ante una circunstancia parecida nos hacen repetir el fracaso?
Efectos: Depresión, tensión, estrés, frustración.
Alternativa de solución: ¿Qué significa perdonarse a uno mismo? Como en el punto anterior, la respuesta pasa por aceptar las circunstancia de la vida, en un primer momento, como algo dado, fatal en el sentido que Nietzsche dio a ese término: lo necesario porque ya sucedió y no es posible cambiarlo. Sin embargo, y este el segundo momento de la solución posible, sí se puede entenderlo, abrazarlo como parte de la existencia, preguntarnos por los efectos que eso tuvo sobre nuestra vida. Perdonar, en este sentido, sería comprender.
Todo o nada
Aunque la vida está llena de matices, hay quienes poseen una aproximación que no admite más que absolutos: bueno o malo, éxito o fracaso, amor u odio, alegría o tristeza, etcétera.
Efectos: Pánico, baja autoestima, frustración, estrés.
Alternativa de solución: Este es posiblemente uno de los hábitos mentales más difíciles de destrabar, pues requiere de un trabajo sostenido respecto del origen e implicaciones de dicha exigencia perfeccionista. De entrada, sin embargo, es posible ejercitarse en el pensamiento de la diversidad, aceptar –tanto para uno mismo como en relación con los demás– que el rigor y la vida son términos contradictorios, opuestos entre sí.
Sostener ideales (para ti y para los demás)
Los ideales son importantes en la vida. En cierta aspecto pueden motivarnos, impulsarnos para trabajar en pos de su consecución. No obstante, en otro sentido también pueden ser grandes obstáculos, sobre todo si desde el origen están vinculados a lo inalcanzable. Pensar en una pareja ideal, por ejemplo, puede ser causa más que suficiente para no tener nunca una relación satisfactoria. Y lo mismo vale si creemos que existe tal cosa como una “vida ideal”, un “trabajo ideal”, una “familia ideal”, etc. Además, es muy posible que al tener un estándar elevado (tanto que nada ni nadie, ni siquiera tú, eres capaz de cumplirlo) las personas involucradas en esa exigencia terminen por frustrarse, fatigarse y, en última instancia, alejarse.
Efectos: Frustración, soledad.
Alternativa de solución: Un camino que podría llevar a la salida de este laberinto es el de la empatía. Al entender que todos somos seres humanos –con nuestras propias dificultades, resultado de nuestra historia de vida–, podemos observar las cualidades de cada persona en su justa medida, no a través del prisma deformante de la idealización.
Creer que nada mejorará nunca
Hay una forma elemental, un tanto vacua del pesimismo que lleva a ciertas personas a creer que el mundo es un lugar esencial e irremediablemente horrible, que todo lo que sucede no es más que tragedia y dolor y que cualquier esfuerzo que se realice es inútil, pues al final de todos los caminos se encuentra la muerte.
Efectos: Depresión, soledad, aburrimiento, insatisfacción.
Alternativa de solución: Ante un pesimismo de esa naturaleza hay, al menos, dos posibles alternativas. Una llamaría a transformar radicalmente esa visión de mundo, a reconocer que el mundo también está lleno de circunstancias gratificantes y alegres (lo cual no es falso). La otra opción es persistir en ese pesimismo pero convirtiéndolo en fuente de acción, a la manera de los estoicos y otros filósofos afines, para quienes el sufrimiento inherente del mundo fue, extrañamente, el motivo para sobreponerse y convertirse uno mismo en artífice de la existencia propia.
Querer tener el control (o pensar que lo tienes)
Si hay otro concepto con el que la vida no se lleva muy bien es el del control. Por decirlo de alguna manera, las mejores cosas de la existencia no se controlan y, cuando intentamos controlarlas, someterlas a un régimen y un código de reglas, lo más probable es que eso signifique su fin (el amor, por ejemplo). Además, visto desde otra perspectiva, esta práctica es un tanto paradójica, pues con cierta frecuencia la obsesión por el control es una especie de punto ciego respecto de las fuerzas que verdaderamente dirigen la vida subjetiva; es decir, al querer controlar la vida no nos damos cuenta de que hay algo más que está determinando la nuestra, sobre la cual, irónicamente, no tenemos dominio.
Efectos: Soledad, frustración, insatisfacción.
Alternativa de solución: Bruce Lee dijo famosamente “Fluye, sé como el agua”, y Jung escribió: “Hasta que vuelvas consciente el inconsciente, éste dirigirá tu vida y lo llamarás destino”. En vez de dedicar tus esfuerzos a querer controlar la vida, quizá sería mejor vivirla conscientemente –con todo lo que ello implica.
Creer que eso que quieres simplemente llegará
Creer en el “príncipe azul” es más común de lo que podemos suponer, pues en cierta forma ese término puede ser metáfora de otras cosas. En un primer momento, en efecto, puede referirse a la espera del “hombre perfecto” que por fin cubrirá todos los satisfactores de una relación, pero en otros sentidos también podemos extender la noción y pensar que hay personas cuyas vidas transcurren en espera de esas condiciones ideales que arribarán un día y que, a partir de entonces, provocarán que comiencen a vivir realmente.
Efectos: Frustración a mediano y largo plazo.
Alternativa de solución: Darse cuenta de que las cosas no “llegan” sino que se trabaja en pos de ello, paso a paso, día a día, sostenidos por el amor y el deseo.
Generalizar y abstraer en exceso
Generalizar y abstraer son recursos propios de nuestra forma de aprehender el mundo. Sin estas prácticas sería imposible generar conocimiento. Sin embargo, cuando se trata de cuestiones subjetivas y psicológicas son hábitos que de alguna manera deforman la realidad, nos hace ignorar esos detalles finos que justamente son los que dan su propia singularidad a las distintas circunstancias de la existencia.
Efectos: Perder el sentido de la vida, incapacidad para conectar con otros.
Alternativa de solución: Dejar las generalizaciones y abstracciones para las labores teóricas o académicas. Entender que la vida tiene que vivirse en singularidad, al hilo de lo que sucede, tomando cada situación en su justo contexto.
Ser ingrato
Entre los muchos efectos positivos que puede tener la gratitud, uno de los más importantes (y que, además, podríamos ubicar fuera de la esfera de la moralidad) es el hecho de que dar las gracias significa reconocer. Si alguien nos prestó, digamos, un martillo que necesitábamos, agradecer ese gesto es reconocer de entrada que carecíamos de dicha herramienta, pero también que en nuestra vida contamos con la posibilidad de acercarnos a alguien para pedirla y tenerla. Parece algo mínimo, pero hay personas que justamente por su dificultad para agradecer no pueden tejer vínculos así en su vida.
Efectos: Soledad, amargura, frustración.
Alternativa de solución: Para este punto quizá no existe otra solución más que, simplemente, comenzar a agradecer. Quizá incluso en exceso, pues sólo así podemos darnos cuenta de las cosas que tenemos y las que no, y actuar en función de ello.
(Ilustraciones: Henn Kim)
Creer en el “príncipe azul” es más común de lo que podemos suponer, pues en cierta forma ese término puede ser metáfora de otras cosas. En un primer momento, en efecto, puede referirse a la espera del “hombre perfecto” que por fin cubrirá todos los satisfactores de una relación, pero en otros sentidos también podemos extender la noción y pensar que hay personas cuyas vidas transcurren en espera de esas condiciones ideales que arribarán un día y que, a partir de entonces, provocarán que comiencen a vivir realmente.
Efectos: Frustración a mediano y largo plazo.
Alternativa de solución: Darse cuenta de que las cosas no “llegan” sino que se trabaja en pos de ello, paso a paso, día a día, sostenidos por el amor y el deseo.
Generalizar y abstraer en exceso
Generalizar y abstraer son recursos propios de nuestra forma de aprehender el mundo. Sin estas prácticas sería imposible generar conocimiento. Sin embargo, cuando se trata de cuestiones subjetivas y psicológicas son hábitos que de alguna manera deforman la realidad, nos hace ignorar esos detalles finos que justamente son los que dan su propia singularidad a las distintas circunstancias de la existencia.
Efectos: Perder el sentido de la vida, incapacidad para conectar con otros.
Alternativa de solución: Dejar las generalizaciones y abstracciones para las labores teóricas o académicas. Entender que la vida tiene que vivirse en singularidad, al hilo de lo que sucede, tomando cada situación en su justo contexto.
Ser ingrato
Entre los muchos efectos positivos que puede tener la gratitud, uno de los más importantes (y que, además, podríamos ubicar fuera de la esfera de la moralidad) es el hecho de que dar las gracias significa reconocer. Si alguien nos prestó, digamos, un martillo que necesitábamos, agradecer ese gesto es reconocer de entrada que carecíamos de dicha herramienta, pero también que en nuestra vida contamos con la posibilidad de acercarnos a alguien para pedirla y tenerla. Parece algo mínimo, pero hay personas que justamente por su dificultad para agradecer no pueden tejer vínculos así en su vida.
Efectos: Soledad, amargura, frustración.
Alternativa de solución: Para este punto quizá no existe otra solución más que, simplemente, comenzar a agradecer. Quizá incluso en exceso, pues sólo así podemos darnos cuenta de las cosas que tenemos y las que no, y actuar en función de ello.
(Ilustraciones: Henn Kim)
FUENTE: PIJAMASURF
HACER UN ZOOM A LAS PLUMAS DE AVES REVELA QUE SON MÁS BELLAS DE LO QUE SE PIENSA (FOTOS)
COLORES, TEXTURAS Y SIMETRÍA IRIDISCENTE EN LAS PLUMAS DE LAS AVES, UNA MUESTRA DE LA COMPLEJIDAD SEDUCTORA DE LA EVOLUCIÓN
Las plumas de las aves desde siempre han sido admiradas por sus intrincadas formas, brillos y colores, simbolizando de hecho el cielo y el paraíso. El fotógrafo Robert Clark nos hace pensar en esta divina simbología y geometría de las aves con la serie de fotos de Feathers: Displays of Brilliant Plumage, libro publicado por Chronicle Books, una mezcla de viaje estético y reflexión académica sobre este mundo plumífero.
Clark antes había hecho las fotos para el artículo de National Geographic "Feather Evolution: The Long, Curious, and Extravagant History of Feather", del naturalista Carl Zimmer. En dicho trabajo se explora la evolución de este apéndice ornitológico a través de fósiles. Las plumas de las aves tienen diferentes funciones, entre ellas proveer calor y camuflaje, así como una función afrodisíaca en la selección sexual, como es el caso del plumaje atestado de ojos iridiscentes de los pavo reales.
Clark nos muestra un epítome de la elegancia en estas plumas con miradas a detalles, enfocándose en la textura y en la geometría miniatura: una fiesta visual imperdible. Vemos en las imágenes plumas de faisanes, guacamayas, aves del paraíso, un quetzal y otras especies regias.
Clark antes había hecho las fotos para el artículo de National Geographic "Feather Evolution: The Long, Curious, and Extravagant History of Feather", del naturalista Carl Zimmer. En dicho trabajo se explora la evolución de este apéndice ornitológico a través de fósiles. Las plumas de las aves tienen diferentes funciones, entre ellas proveer calor y camuflaje, así como una función afrodisíaca en la selección sexual, como es el caso del plumaje atestado de ojos iridiscentes de los pavo reales.
Clark nos muestra un epítome de la elegancia en estas plumas con miradas a detalles, enfocándose en la textura y en la geometría miniatura: una fiesta visual imperdible. Vemos en las imágenes plumas de faisanes, guacamayas, aves del paraíso, un quetzal y otras especies regias.
FUENTE: PIJAMASURF
20 POÉTICAS FORMAS DE REFERIRSE A LA ESENCIA VITAL EN LA ALQUIMIA CHINA
UNA POÉTICA LISTA QUE NOS VIENE DE LA ALQUIMIA INTERNA TAOÍSTA (NEIDAN) CON LA QUE INTRODUCIMOS AL MISTERIO DE LA PREPARACIÓN DE LA PÍLDORA DE LA INMORTALIDAD
Al igual que en la alquimia occidental, dentro de la alquimia interna taoísta (neidan) se utiliza una serie de metáforas de metales, animales, colores y cuerpos celestes (entre otros) para referirse a las diferentes sustancias en sus diferentes fases; esto es parte de la inspiración poética de los alquimistas así como del hermetismo con el cual se protege la sabiduría de aquellos que no cuentan con la inteligencia o la moral necesaria para penetrar los secretos. El maestro Fu Jinquan de la dinastía Qing explica:
En su introducción al libro de Wang Mu, Foundations of Internal Alchemy, el traductor Fabrizio Pregadio sugiere que los lectores no deben intentar entender "el núcleo mirando la superficie", sino que deben buscar en el fondo, en las hendiduras, en los bordes.
La esencia vital es uno de los tres tesoros que en la filosofía taoísta componen la anatomía humana, la cual integra lo material con lo espiritual. La esencia se conoce como jing 精, qi es la energía o el aliento y shen es el espíritu. "En los textos alquímicos, la palabra esencia denota las funciones vitales y la fundación misma de la vida, de una forma comparable a las secreciones y a las hormonas", explica Pregadio; "El taoísmo como la medicina china concuerdan en que es en el campo de cinabrio donde se coagula el elixir, el lugar donde la semilla germina". El campo de cinabrio generalmente se ubica debajo del ombligo en el dantian inferior ("campo de cinabrio", "campo del elixir") (el dantian medio es llamado el "palacio escarlata", ubicado al nivel del corazón y el dantian superior, donde el espíritu es refinado en vacuidad, es el tercer ojo). Un viejo texto atribuido a Xu Jingyang dice que "el yang original es lo mismo que la esencia original, emanado de los arroyos del Misterio más allá del Misterio. La esencia original no tiene forma y reside dentro del aliento original. Recibe un estímulo externo, y entonces se mueve: se separa del aliento original". Se dice tambien que no es la esencia del acto sexual sino "la saliva en la boca del Soberano de Jade", quien representa el Origen, el estado del cielo anterior. La esencia entonces no debe tomarse de manera literal aunque comprenda también los líquidos corporales como el semen o la menstruación, su naturaleza no se limita a estas sustancias sino que tiene una contraparte celeste o divina.
Para crear la medicina (yao) se necesitan los tres tesoros, esencia, aliento y espíritu: la esencia (la simiente) se transmuta en aliento o energía (el movimiento), el qi luego se transmuta en espíritu (el regente) y una versión del shen (yishen, Espíritu Único) se refina para regresar al vacío. Así se cumple el proceso inverso de la famosa frase: del 1 surge el 2, del 2 surge el 3 y del 3 surgen los 10 mil seres (una metáfora del todo); la alquimia invierte el proceso: el 3 regresando al 2, el 2 regresando al 1 y el 1 regresando al vacío.
Weng Baougang provee la siguiente lista (tomada del libro Foundations of Internal Alchemy) de nombres para referirse a la esencia, y añade que existen más. La esencia (jing) está asociada al elemento o movimiento metal, a los números 4 y 9 y al trigrama Kan (agua, lo abismal). Compartimos esta bella lista, que recuerda a la poética que encontró Borges en las sagas islandesas de Snorri Sturluson:
Po: Alma de la Luna
Viejo Caballero
Kan masculino
Plomo verdadero
Nieve blanca
Licor dorado
Tigre de agua
Flor de oro
Plomo negro
Madre del elixir
Pistilo de jade
Aliento de la fase de la Luna del Tigre
Plomo del brote amarillo
Sol rojo en la piscina del fondo
Caballero vestido de seda
Caballero de pelo blanco
Blanco dentro del negro
Medio kilo de médula de liebre
Nacido en Ren y en Gui (puntos de acupuntura)
Medio kilo de metal del primer cuaternario de la Luna
Esencia lunar de Wu en Kan
Twitter de del autor: @alepholo
FUENTE: PIJAMASURF
En los textos alquímicos hay palabras sutiles, palabras llanas, palabras claras, palabras alusivas, palabras metafóricas, palabras turbias, así como palabras astutas y palabras indirectas. Hay doctrinas sobre el Elixir y hay instrucciones orales. Es como si un dragón divino primero primero se oculta y luego surge, sólo para volverse invisible otra vez dejando una escala en el camino del este y una garra en el camino del oeste. Esto requiere gran atención del lector.
En su introducción al libro de Wang Mu, Foundations of Internal Alchemy, el traductor Fabrizio Pregadio sugiere que los lectores no deben intentar entender "el núcleo mirando la superficie", sino que deben buscar en el fondo, en las hendiduras, en los bordes.
La esencia vital es uno de los tres tesoros que en la filosofía taoísta componen la anatomía humana, la cual integra lo material con lo espiritual. La esencia se conoce como jing 精, qi es la energía o el aliento y shen es el espíritu. "En los textos alquímicos, la palabra esencia denota las funciones vitales y la fundación misma de la vida, de una forma comparable a las secreciones y a las hormonas", explica Pregadio; "El taoísmo como la medicina china concuerdan en que es en el campo de cinabrio donde se coagula el elixir, el lugar donde la semilla germina". El campo de cinabrio generalmente se ubica debajo del ombligo en el dantian inferior ("campo de cinabrio", "campo del elixir") (el dantian medio es llamado el "palacio escarlata", ubicado al nivel del corazón y el dantian superior, donde el espíritu es refinado en vacuidad, es el tercer ojo). Un viejo texto atribuido a Xu Jingyang dice que "el yang original es lo mismo que la esencia original, emanado de los arroyos del Misterio más allá del Misterio. La esencia original no tiene forma y reside dentro del aliento original. Recibe un estímulo externo, y entonces se mueve: se separa del aliento original". Se dice tambien que no es la esencia del acto sexual sino "la saliva en la boca del Soberano de Jade", quien representa el Origen, el estado del cielo anterior. La esencia entonces no debe tomarse de manera literal aunque comprenda también los líquidos corporales como el semen o la menstruación, su naturaleza no se limita a estas sustancias sino que tiene una contraparte celeste o divina.
Para crear la medicina (yao) se necesitan los tres tesoros, esencia, aliento y espíritu: la esencia (la simiente) se transmuta en aliento o energía (el movimiento), el qi luego se transmuta en espíritu (el regente) y una versión del shen (yishen, Espíritu Único) se refina para regresar al vacío. Así se cumple el proceso inverso de la famosa frase: del 1 surge el 2, del 2 surge el 3 y del 3 surgen los 10 mil seres (una metáfora del todo); la alquimia invierte el proceso: el 3 regresando al 2, el 2 regresando al 1 y el 1 regresando al vacío.
Weng Baougang provee la siguiente lista (tomada del libro Foundations of Internal Alchemy) de nombres para referirse a la esencia, y añade que existen más. La esencia (jing) está asociada al elemento o movimiento metal, a los números 4 y 9 y al trigrama Kan (agua, lo abismal). Compartimos esta bella lista, que recuerda a la poética que encontró Borges en las sagas islandesas de Snorri Sturluson:
Po: Alma de la Luna
Viejo Caballero
Kan masculino
Plomo verdadero
Nieve blanca
Licor dorado
Tigre de agua
Flor de oro
Plomo negro
Madre del elixir
Pistilo de jade
Aliento de la fase de la Luna del Tigre
Plomo del brote amarillo
Sol rojo en la piscina del fondo
Caballero vestido de seda
Caballero de pelo blanco
Blanco dentro del negro
Medio kilo de médula de liebre
Nacido en Ren y en Gui (puntos de acupuntura)
Medio kilo de metal del primer cuaternario de la Luna
Esencia lunar de Wu en Kan
Twitter de del autor: @alepholo
FUENTE: PIJAMASURF
5 GRANDES CIENTÍFICAS DE LA ANTIGÜEDAD QUE EL PATRIARCADO NO PUDO BORRAR DE LA HISTORIA
QUIZÁ NO TE HABLARON DE ELLAS EN LA ESCUELA, PERO ESTAS MUJERES DE CIENCIA REALIZARON CONTRIBUCIONES EN EL CAMPO DE LAS MATEMÁTICAS, LA ASTRONOMÍA, LA BOTÁNICA Y LA MEDICINA
Las contribuciones de las mujeres a la ciencia no son pocas ni recientes. A pesar de que muchas hayan tenido que enfrentar los prejuicios que dominaban en su época y las mantenían al margen de la educación han llegado hasta nuestros días testimonios de la vida, obra e inteligencia de algunas de ellas. Estas son cinco científicas de la antigüedad de las que seguramente no te hablaron en la escuela.
1. Hipatia de Alejandría
Se estima que esta filósofa neoplatónica nació entre finales del siglo IV y principios del siglo V en Alejandría (Egipto), ciudad que en ese entonces se encontraba ocupada por los griegos. Debido a su notoria inteligencia su padre, un conocido matemático, astrónomo y filósofo de nombre Teón, decidió enseñarle su oficio y le inculcó el amor por la ciencia. Ella llevó una vida ascética dedicada al conocimiento, destacó en las matemáticas y escribió varios tratados sobre geometría y álgebra. También logró avances en el campo de la astronomía, inventando el densímetro y mejorando el diseño del astrolabio. Desafortunadamente su trabajo se perdió en el incendio de la Biblioteca de Alejandría pero todas las fuentes coinciden en su genio, dedicación y ética intachable. Como testimonio de su agudeza y disciplina mental podemos citar las siguientes palabras: “Conserva celosamente tu derecho a reflexionar, porque incluso el hecho de pensar erróneamente es mejor que no pensar en absoluto”.
2. Merit Ptah
La figura de esta mujer que llegó a ser la médico de cabecera en la corte del faraón alrededor del siglo XXVIII antes de la era común puede ser observada en una tumba localizada en una necrópolis cercana a la pirámide de Saqqara en Egipto. Es la primera galena cuyo nombre conocemos, a pesar de que en dicha época las mujeres con frecuencia se convertían en doctoras y parteras.
3. Artemisia II de Caria
Fue una botanista e investigadora médica que vivió en el siglo IV antes de la era común. Ella fue la responsable del descubrimiento de una variedad de usos de la planta artemisia vulgaris, también conocida como hierba de San Juan. Dicha planta puede incrementar la irrigación sanguínea en el útero y la zona pélvica, por lo cual es útil para reducir los cólicos menstruales, lograr la expulsión de la placenta, evitar que se malogre un embarazo y también inducir un aborto, además de ayudar a combatir los efectos de la fatiga, el estrés y prevenir infecciones.
4. Agnodice
Esta mujer originaria de Atenas y contemporánea de Artemisia es probablemente la primera ginecóloga conocida. El índice de mujeres que morían durante el parto y el sufrimiento con el que lo enfrentaban motivó a Agnodice a estudiar medicina, si bien para lograrlo tuvo que hacerse pasar por hombre. Consciente de que el castigo para cualquier mujer que osara practicar la medicina era la pena de muerte se marchó a Alejandría, donde estudió bajo la tutela de Herófilo, un celebre anatomista de la época. Aunque tras obtener su formación como ginecóloga y obstetra continuó utilizando ropas de hombre para hacer sus visitas médicas eventualmente se descubrió su verdadera identidad, lo cual la hizo muy popular entre las pacientes, quienes se sentían cómodas solicitando su ayuda en los partos. Esta popularidad la hizo blanco de envidias y enemigos, quienes la acusaron de practicar la medicina ilegalmente. Agnodice tuvo que enfrentar un juicio y hubiera recibido la pena de muerte de no ser por la intervención de las mujeres de Atenas, que testificaron a su favor. Como resultado, se aprobó una nueva ley que permitió a las mujeres adquirir formación médica.
5. Aglaonice de Tesalia
Vivió entre el siglo I y II de la era común y ha pasado a la historia como una astrónoma de innegable talento. Aglaonice no tenía empacho en hacer demostraciones de sus habilidades de observación y cálculo, que le permitían predecir eclipses lunares con mucha exactitud, lo cual hizo creer a algunos que podía desaparecer la Luna a su antojo y, por ello, las astrónomas que se asociaron con ella recibieron el mote de “las brujas de Tesalia”.
Puede ser que mucho del trabajo de estas y otras científicas de la antigüedad se haya perdido pero eso no significa que no hayan contribuido a la formación de las civilizaciones que hoy conocemos, de la misma manera en que las mujeres de hoy pueden formar y transformar la cultura en la que vivimos, a pesar de los muchos retos e injusticias que aún deban enfrentar.
FUENTE: PIJAMASURF
Las contribuciones de las mujeres a la ciencia no son pocas ni recientes. A pesar de que muchas hayan tenido que enfrentar los prejuicios que dominaban en su época y las mantenían al margen de la educación han llegado hasta nuestros días testimonios de la vida, obra e inteligencia de algunas de ellas. Estas son cinco científicas de la antigüedad de las que seguramente no te hablaron en la escuela.
1. Hipatia de Alejandría
Se estima que esta filósofa neoplatónica nació entre finales del siglo IV y principios del siglo V en Alejandría (Egipto), ciudad que en ese entonces se encontraba ocupada por los griegos. Debido a su notoria inteligencia su padre, un conocido matemático, astrónomo y filósofo de nombre Teón, decidió enseñarle su oficio y le inculcó el amor por la ciencia. Ella llevó una vida ascética dedicada al conocimiento, destacó en las matemáticas y escribió varios tratados sobre geometría y álgebra. También logró avances en el campo de la astronomía, inventando el densímetro y mejorando el diseño del astrolabio. Desafortunadamente su trabajo se perdió en el incendio de la Biblioteca de Alejandría pero todas las fuentes coinciden en su genio, dedicación y ética intachable. Como testimonio de su agudeza y disciplina mental podemos citar las siguientes palabras: “Conserva celosamente tu derecho a reflexionar, porque incluso el hecho de pensar erróneamente es mejor que no pensar en absoluto”.
2. Merit Ptah
La figura de esta mujer que llegó a ser la médico de cabecera en la corte del faraón alrededor del siglo XXVIII antes de la era común puede ser observada en una tumba localizada en una necrópolis cercana a la pirámide de Saqqara en Egipto. Es la primera galena cuyo nombre conocemos, a pesar de que en dicha época las mujeres con frecuencia se convertían en doctoras y parteras.
3. Artemisia II de Caria
Fue una botanista e investigadora médica que vivió en el siglo IV antes de la era común. Ella fue la responsable del descubrimiento de una variedad de usos de la planta artemisia vulgaris, también conocida como hierba de San Juan. Dicha planta puede incrementar la irrigación sanguínea en el útero y la zona pélvica, por lo cual es útil para reducir los cólicos menstruales, lograr la expulsión de la placenta, evitar que se malogre un embarazo y también inducir un aborto, además de ayudar a combatir los efectos de la fatiga, el estrés y prevenir infecciones.
4. Agnodice
Esta mujer originaria de Atenas y contemporánea de Artemisia es probablemente la primera ginecóloga conocida. El índice de mujeres que morían durante el parto y el sufrimiento con el que lo enfrentaban motivó a Agnodice a estudiar medicina, si bien para lograrlo tuvo que hacerse pasar por hombre. Consciente de que el castigo para cualquier mujer que osara practicar la medicina era la pena de muerte se marchó a Alejandría, donde estudió bajo la tutela de Herófilo, un celebre anatomista de la época. Aunque tras obtener su formación como ginecóloga y obstetra continuó utilizando ropas de hombre para hacer sus visitas médicas eventualmente se descubrió su verdadera identidad, lo cual la hizo muy popular entre las pacientes, quienes se sentían cómodas solicitando su ayuda en los partos. Esta popularidad la hizo blanco de envidias y enemigos, quienes la acusaron de practicar la medicina ilegalmente. Agnodice tuvo que enfrentar un juicio y hubiera recibido la pena de muerte de no ser por la intervención de las mujeres de Atenas, que testificaron a su favor. Como resultado, se aprobó una nueva ley que permitió a las mujeres adquirir formación médica.
5. Aglaonice de Tesalia
Vivió entre el siglo I y II de la era común y ha pasado a la historia como una astrónoma de innegable talento. Aglaonice no tenía empacho en hacer demostraciones de sus habilidades de observación y cálculo, que le permitían predecir eclipses lunares con mucha exactitud, lo cual hizo creer a algunos que podía desaparecer la Luna a su antojo y, por ello, las astrónomas que se asociaron con ella recibieron el mote de “las brujas de Tesalia”.
Puede ser que mucho del trabajo de estas y otras científicas de la antigüedad se haya perdido pero eso no significa que no hayan contribuido a la formación de las civilizaciones que hoy conocemos, de la misma manera en que las mujeres de hoy pueden formar y transformar la cultura en la que vivimos, a pesar de los muchos retos e injusticias que aún deban enfrentar.
FUENTE: PIJAMASURF
CHAMANES DEL AMAZONAS CREAN ENCICLOPEDIA DE MEDICINA TRADICIONAL: ¿POR QUÉ ESTA ES UNA BUENA NOTICIA PARA LA HUMANIDAD?
ESTA PRECIOSA ENCICLOPEDIA REÚNE EL CONOCIMIENTO DE HERBOLARIA DE 5 CHAMANES DE LA TRIBU DE LOS MATSÉS, EN EL AMAZONAS
En la medida que entendamos que tal vez lo más preciado que tenemos como especie es el conocimiento acumulado a lo largo de la historia, entonces ese horizonte actualizado en tiempo real, me refiero al futuro que como humanos compartimos, sin duda nos mostrara un más grato paisaje. Este conocimiento, en combinación con las vivencias y experiencias que lo forjan, es la fuente más importante de potencial sabiduría que tenemos a nuestro alcance: millones de horas de observación de astros, de comportamiento animal, ensayos botánicos, pruebas y errores múltiples, reflexiones, intuiciones y remedios que, entre otros bits de información ya experimentada, dan vida a un gran tesoro.
Si bien esta información está ya de una u otra manera inscrita en la memoria colectiva, es fundamental que, además de ejercerse, sea documentada. Así, cuando la atención general se distraiga y tienda a olvidarla, existirá la posibilidad de revivirla una y otra vez. A fin de cuentas recordemos que buena parte de las respuestas que como especie requerimos para enfrentar los retos por delante yacen justo ahí, en premisas y conocimientos adquiridos en otros momentos de la historia y que con el tiempo, la prisa y la ignorancia, han ido diluyéndose.
Si bien esta información está ya de una u otra manera inscrita en la memoria colectiva, es fundamental que, además de ejercerse, sea documentada. Así, cuando la atención general se distraiga y tienda a olvidarla, existirá la posibilidad de revivirla una y otra vez. A fin de cuentas recordemos que buena parte de las respuestas que como especie requerimos para enfrentar los retos por delante yacen justo ahí, en premisas y conocimientos adquiridos en otros momentos de la historia y que con el tiempo, la prisa y la ignorancia, han ido diluyéndose.
Por eso el que una tribu del Amazonas se haya organizado para crear una enciclopedia de medicina tradicional, garantizando así la conservación de esta invaluable información, es algo que todos debemos celebrar. Y es que no sólo se trata de un importante antecedente en la conservación del conocimiento ancestral, también es un recordatorio para todos de que estamos justo parados sobre un radiante tesoro –compuesto por tradiciones, sabiduría popular, etc.– y es además, en otro plano, un vehículo para salvaguardar las raíces culturales de un grupo.
A lo largo de más de 500 páginas se reúne el conocimiento herbolario de cinco chamanes de la tribu de los matsés, que habitan la región amazónica ubicada entre Brasil y Perú. En la iniciativa colaboró la organización Acaté, cuyos miembros ayudaron a organizar la información detallada alrededor de las plantas utilizadas en la medicina tradicional de este grupo, así como los numerosos malestares para los cuales se emplean.
A lo largo de más de 500 páginas se reúne el conocimiento herbolario de cinco chamanes de la tribu de los matsés, que habitan la región amazónica ubicada entre Brasil y Perú. En la iniciativa colaboró la organización Acaté, cuyos miembros ayudaron a organizar la información detallada alrededor de las plantas utilizadas en la medicina tradicional de este grupo, así como los numerosos malestares para los cuales se emplean.
Hace unos meses advertíamos que cuando muere un chamán o un viejo curandero de un determinado grupo, con él suele morir una gran cantidad de información, pues aunque es muy probable que haya transmitido su conocimiento a algún discípulo, pocas veces éste está documentado por escrito, lo cual conlleva que parte del saber termine perdido. Y curiosamente la muerte de uno de los más sabios curanderos matsés, que ocurrió antes de que pudiese transmitir sus incontables remedios, fue lo que motivó la iniciativa de esta enciclopedia.
Para evitar que el conocimiento termine en manos de corporaciones o mercenarios, algo que ya ha ocurrido con premisas ancestrales de botánica medicinal que terminan sirviendo para elaborar fórmulas patentadas y explotadas industrialmente, la obra sólo se imprimió en la lengua propia de este grupo. Y como complemento a la publicación de la misma, se implementará un programa de educación que enlazará a los chamanes con jóvenes estudiantes, para garantizar una transmisión viva no sólo del conocimiento herbolario sino también de los usos y costumbres matsés.
Twitter del autor: @ParadoxeParadis
Para evitar que el conocimiento termine en manos de corporaciones o mercenarios, algo que ya ha ocurrido con premisas ancestrales de botánica medicinal que terminan sirviendo para elaborar fórmulas patentadas y explotadas industrialmente, la obra sólo se imprimió en la lengua propia de este grupo. Y como complemento a la publicación de la misma, se implementará un programa de educación que enlazará a los chamanes con jóvenes estudiantes, para garantizar una transmisión viva no sólo del conocimiento herbolario sino también de los usos y costumbres matsés.
Twitter del autor: @ParadoxeParadis
FUENTE: PIJAMASURF