NALANDA QUIZÁS HAYA SIDO EL CENTRO DEL CONOCIMIENTO MÁS DESTACADO EN LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD. FUE UNA UNIVERSIDAD BUDISTA EN LA QUE SE ENSEÑÓ FILOSOFÍA Y CIENCIA DE OTRAS CULTURAS Y ESCUELAS, UNA JOYA ARQUITECTÓNICA Y UN ESPACIO INCLUYENTE PARA DIFERENTES ESTUDIANTES DE TODO ASIA, QUE FUNCIONÓ POR UNOS 800 AÑOS
Ubicada en Bihar, en el noroeste de la India, cerca de la frontera sur con lo que hoy es Nepal, Nalanda fue el gran faro del conocimiento de la India medieval. Aunque existen indicios de universidades más antiguas que Nalanda (la Universidad de Taxil, también en la India), se considera que Nalanda fue la primera gran universidad en la historia de la humanidad y una de las más longevas, con casi 800 años de actividad. La universidad ocupaba más de 14 hectáreas, llegó a albergar a unos 10 mil alumnos y era considerada una obra maestra arquitectónica, recibiendo patronazgo de varios emperadores. Incluso hoy sus ruinas son uno de los sitios arqueológicos más visitados de la India, y un esfuerzo multinacional ha creado recientemente una nueva Universidad de Nalanda.
Reportes históricos sostienen que desde el siglo III de nuestra era se construyó en la zona un estupa para conmemorar a Shariputra, el discípulo más brillante del Buda, quien habría alcanzado la iluminación ahí mismo. El lama tibetano Taranatha, del siglo XVII, menciona que también en el siglo III Nagarjuna y su discípulo Aryadeva habitaron en la zona, siendo de alguna manera los fundadores espirituales de la universidad. Nagarjuna es la figura central en la transmisión del budismo mahayana, que sería la difusión académica fundamental de Nalanda. El inicio histórico aceptado de Nalanda es en la era del imperio Gupta, probablemente durante el imperio de Kumaragupta (415-455).
Un prestigio comparable con el que tenía el Museo de Alejandría como centro de conocimiento en Occidente, lo tiene en Asia Nalanda, y una tragedia para el saber similar a la quema de la Biblioteca de Alejandría (la cual habría sido destruida en parte por Julio César, luego por el patriarca cristiano Teófilo y finalmente por la invasión musulmana) fue la destrucción de Nalanda a finales del siglo XII. Tanto Nalanda como Alejandría se caracterizaron por reunir saberes de las más diversas culturas de su tiempo y permitir acceso al conocimiento a individuos de los más diversos credos y, en contraparte, fueron destruidas por la intolerancia religiosa. Es imposible saber realmente cuántos libros albergaba Nalanda, pero se manejan cifras de hasta 9 millones, algo que algunas personas consideran exagerado y estiman algo más cercano a cientos de miles de ejemplares -en Alejandría se calcula también que existieron cientos de miles de manuscritos-.
Además de estudios budistas, los estudiantes de Nalanda aprendían medicina, astronomía, gramática, lógica, sánscrito, estudiaban los Vedas y filosofía sankhya, entre otras, lo que muestra el carácter incluyente y ecuménico de este centro. Pupilos de Corea, Japón, China, el Tíbet, Indonesia, Persia y Turquía estudiaron allí. Destacados maestros budistas del mahayana y del vajrayana como Aryadeva, Atisha, Naropa, Chandrakirti, Dharmakirti, Shantarakshita, Dignaga, Arhyabata y otros, aprendieron y enseñaron en Nalanda. Hasta la fecha, el Dalái Lama se considera como parte del linaje de los grandes maestros de Nalanda.
Nalanda fue destruida por el general turco Bakhitayar Khilji en el año 1193, según fue documentado en el libro Tabaqat-i Nasiri del historiador persa Minhaj-i-Siraj. En esta redada habrían muerto también cientos de monjes y se señala legendariamente que la biblioteca ardió por varios meses, llenando el cielo de humo y cenizas. Nalanda siguió funcionando durante cerca de 1 siglo, pero ya venida a menos. Las invasiones musulmanas fueron terminando con el budismo en la India, pues esta religión, ya desde siglos antes, se encontraba marginada. El budismo dejaría prácticamente de existir en su tierra madre en el siglo XIII y continuaría su desarrollo en Tailandia, Indonesia, China, el Tíbet, Japón, Corea y otros países de Asia.
Algunos nacionalistas indios consideran que la destrucción de Nalanda y sus innumerables manuscritos es una de las causas del declive del conocimiento en matemáticas, astronomía, alquimia y anatomía en ese país. Algunos manuscritos budistas, sin embargo, fueron salvados por monjes y viajeros chinos y tibetanos, quienes copiaron y tradujeron algunos escritos en sánscrito. Pensar en la gloria de la sabiduría de Nalanda y en la barbaridad de su destrucción, sin duda entristece el espíritu.
Reportes históricos sostienen que desde el siglo III de nuestra era se construyó en la zona un estupa para conmemorar a Shariputra, el discípulo más brillante del Buda, quien habría alcanzado la iluminación ahí mismo. El lama tibetano Taranatha, del siglo XVII, menciona que también en el siglo III Nagarjuna y su discípulo Aryadeva habitaron en la zona, siendo de alguna manera los fundadores espirituales de la universidad. Nagarjuna es la figura central en la transmisión del budismo mahayana, que sería la difusión académica fundamental de Nalanda. El inicio histórico aceptado de Nalanda es en la era del imperio Gupta, probablemente durante el imperio de Kumaragupta (415-455).
Un prestigio comparable con el que tenía el Museo de Alejandría como centro de conocimiento en Occidente, lo tiene en Asia Nalanda, y una tragedia para el saber similar a la quema de la Biblioteca de Alejandría (la cual habría sido destruida en parte por Julio César, luego por el patriarca cristiano Teófilo y finalmente por la invasión musulmana) fue la destrucción de Nalanda a finales del siglo XII. Tanto Nalanda como Alejandría se caracterizaron por reunir saberes de las más diversas culturas de su tiempo y permitir acceso al conocimiento a individuos de los más diversos credos y, en contraparte, fueron destruidas por la intolerancia religiosa. Es imposible saber realmente cuántos libros albergaba Nalanda, pero se manejan cifras de hasta 9 millones, algo que algunas personas consideran exagerado y estiman algo más cercano a cientos de miles de ejemplares -en Alejandría se calcula también que existieron cientos de miles de manuscritos-.
Además de estudios budistas, los estudiantes de Nalanda aprendían medicina, astronomía, gramática, lógica, sánscrito, estudiaban los Vedas y filosofía sankhya, entre otras, lo que muestra el carácter incluyente y ecuménico de este centro. Pupilos de Corea, Japón, China, el Tíbet, Indonesia, Persia y Turquía estudiaron allí. Destacados maestros budistas del mahayana y del vajrayana como Aryadeva, Atisha, Naropa, Chandrakirti, Dharmakirti, Shantarakshita, Dignaga, Arhyabata y otros, aprendieron y enseñaron en Nalanda. Hasta la fecha, el Dalái Lama se considera como parte del linaje de los grandes maestros de Nalanda.
Nalanda fue destruida por el general turco Bakhitayar Khilji en el año 1193, según fue documentado en el libro Tabaqat-i Nasiri del historiador persa Minhaj-i-Siraj. En esta redada habrían muerto también cientos de monjes y se señala legendariamente que la biblioteca ardió por varios meses, llenando el cielo de humo y cenizas. Nalanda siguió funcionando durante cerca de 1 siglo, pero ya venida a menos. Las invasiones musulmanas fueron terminando con el budismo en la India, pues esta religión, ya desde siglos antes, se encontraba marginada. El budismo dejaría prácticamente de existir en su tierra madre en el siglo XIII y continuaría su desarrollo en Tailandia, Indonesia, China, el Tíbet, Japón, Corea y otros países de Asia.
Algunos nacionalistas indios consideran que la destrucción de Nalanda y sus innumerables manuscritos es una de las causas del declive del conocimiento en matemáticas, astronomía, alquimia y anatomía en ese país. Algunos manuscritos budistas, sin embargo, fueron salvados por monjes y viajeros chinos y tibetanos, quienes copiaron y tradujeron algunos escritos en sánscrito. Pensar en la gloria de la sabiduría de Nalanda y en la barbaridad de su destrucción, sin duda entristece el espíritu.
FUENTE: PIJAMASURF