Caminos, conexiones de Internet, rutas aéreas y la iluminación nocturna de las ciudades, forman parte de la huella del ser humano contemporáneo y son, todos, caóticos patrones captados en imágenes que combinan fotografías satelitales con visualizaciones de data.
Este maravilloso ejercicio de visualización “cenital”, además de ser una lección en torno a la estética del caos, nos convida a iniciar una serie de interesantes reflexiones. Por un lado tenemos las actividades identitarias de la sociedad contemporánea, las cuales se resumen en torno a manifestaciones de la tecnología, ya sea en los modos de transporte, en la interconexión digital o en la cuasi omnipresencia de la luz eléctrica en nuestra cotidianidad urbana. Y aunque pudiese contemplarse, aún por muchos, como una especie de discurso aleatorio, lo cierto es que nuestra huella documentable desde un satélite nos dice mucho sobre la actualidad humana.
Pero también, llegando un poco más a profundidad, esta serie de fascinantes imágenes representan un increíble recordatorio: el orden del caos. Gracias a ellas nos damos cuenta de que lo que podría entenderse como una serie de actividades “salpicadas” y no relacionadas, forman en verdad una majestuosa red de convergencias y sincronías que se empalman para dar vida a una entidad unificada (como el mandala que se forma a partir de miles de granos de arena aparentemente dispersos). Finalmente, y ligada a esta segunda reflexión, emerge otra premisa: el caos no solo goza de un orden, es decir, lo inesperado sigue siendo parte de un diseño perfecto, sino que eventualmente se envuelve siempre en una ineludible belleza (la clave está en la perspectiva o tal vez, mejor dicho, en la amplitud de visión con la que se observa: la sabiduría del zoom out, y más allá, la conciencia de que el máximo acercamiento mostrará exactamente lo mismo que la máxima distancia de observación).
Las siguientes imágenes surgen de una combinación entre fotografías satelitales sobre las cuales se sobrepone la visualización de data tecno-demográfica como las rutas de carretera en un continente, el tráfico aéreo o la interconectividad digital.
La presencia poblacional en la Tierra queda impresa en esta imagen captada poco más de una semana antes de que alcancemos, oficialmente, los siete mil millones de habitantes.
Imagen que muestra los conductos petrolíferos, las vías ferroviarias y las rutas aéreas en América del Norte.
Los patrones de la globalidad representados por el tráfico aéreo, las carreteras, las rutas marítimas, la contaminación lumínica, las líneas de electricidad…
África no está exenta del impacto humano. Esta imagen muestra la presencia de tecnología humana en el continente.
Carreteras y vías ferroviarias en América del Sur.
La manta del tráfico aéreo cubre por completo Norte y Sudamérica.
Tráfico aéreo sobre Europa y Asia.
*Más imágenes en Telegraph
FUENTE: PIJAMASURF
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