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Según informó LifeSiteNews.com el gobierno de Obama a través de la Security and Exchange Commission (SEC) decidió que el acuerdo entre Pepsi y Senomyx (la empresa que produce sustancias químicas para 'mejorar el sabor' de los productos Pepsi utilizando tejido de riñón embrionario humano) constituye 'simplemente un tema de operación normal de negocios.'
El problema comenzó en 2011, cuando la organización Children of God for Life (CGL) denunció por primera vez el macabro hecho acerca de la alianza de Pepsi con Senomyx, lo que llevó a la protesta masiva y un boicot mundial de los productos de Pepsi.
En ese momento, se reveló que Pepsi tenía muchas otras opciones a su disposición para producir los productos químicos para acentuar el sabor, que es lo que hacen sus competidores, sin embargo elegió seguir usando células de fetos humanos abortados - o como Senomyx engañosamente dice, "receptores humanos aislados del sabor".
Unos meses más tarde, los accionistas de Pepsi presentaron una resolución pidiendo a la compañía a "adoptar una política corporativa que reconozca los derechos humanos y emplee estándares éticos que no impliquen el uso de los restos de seres humanos abortados en la investigación privada." Sin embargo, la Administración de Obama cerró esta propuesta de 36 páginas, decidiendo que el Pepsi utilice bebés abortados para dar sabor a sus productos de bebidas es 'sólo un negocio habitual, y no un tema importante'.
"No estamos hablando acerca de qué tipo de lápices de Pepsi quiere utilizar - estamos hablando de la explotación de los restos de un niño abortado con fines de lucro", dijo Alina Vinnedge, Directora Ejecutiva de la organización CGL, acerca de la decisión tomada por del organismo del gobierno de Obama.
"Usar los riñones de niños abortados (HEK-293) para producir acentuadures del sabor de sus bebidas esta muy lejos de ser una operación de rutina"
De acuerdo a los informes, el tejido fetal abortado para hacer los productos químicos para acentuar el sabor de Pepsi, no termina en el producto final vendido a los clientes -se utilizaría para evaluar qué tan efectivamente responden los receptores humanos al gusto y aromas químicos. Pero el hecho de que Pepsi los utilice, pudiendo disponer de otras alternativas de dudosa procedencia, ilustra el desprecio de la compañía por las implicaciones éticas y morales en el tema.
FUENTE: SOTT
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