El subconsciente, acepta todo y cada uno de los mensajes como reales, no duda, no evalúa si eso es bueno o malo para nuestras vidas, simplemente actúa en función de esa idea, que considera verdadera, de allí que si alguien introdujo mediante alguna sugestión que no somos buenos para determinadas tareas, esa persona jamás podrá desarrollarse en esas tareas, o al menos hasta que erradique de su subconsciente esa sugestión por otra contraria.
En cambio nuestra mente consciente, actúa de diferente manera, cualquier deseo o pensamiento, primero nace en nuestra mente consciente, pero también es la que “discute” todo nuestros deseos, con su capacidad de análisis y razonamiento, inmediatamente hace un balance de posibilidades de que nuestro deseo se convierta en realidad, pone y trae inmediatamente a nuestro mapa mental una lista detallada de las pocas posibilidades que tenemos y de todos los escollos que hay entre nuestro deseo y la posibilidad de que se hagan realidad, así como también nos recuerda sistemáticamente todos y cada uno de los intentos fracasados que tuvimos hasta el presente.
Por lo tanto es importante tener en claro que, nuestro consciente genera un deseo, pero automáticamente genera una o mas dudas de que nuestro deseo logre ser una realidad, y por el otro lado el subconsciente acepta absolutamente todo como real y es justamente allí, donde se encuentra nuestro enorme poder mental .
La solución es fácil en la teoría, pero difícil en la práctica, ya que nuestro consciente insiste en evaluar, no deja de querer ser el protagonista y timón de nuestra vida, ya que se supone que si tenemos la gran capacidad del razonamiento, hay que emplearla y nos hace creer que el es, quien dispone de nuestro poder mental.
Pero realmente el gran poder de la mente, esta en nuestro subconsciente, por lo tanto, a él le tenemos que dar todo el crédito. Para aplicar el poder de la mente, tenemos que seguir el enorme principio de la Fé, creer ciegamente que algo que aún no hemos logrado, ya lo tenemos, sin dudas, sin temores y sin volver a pensar en el tema, ya que “pensar en el tema” significa dejar actuar a nuestro consciente con sus razonamientos y dudas.
A modo de ejemplo sencillo, piense en algo que Ud. ya tiene en el presente, puede ser una casa, un trabajo, un hijo, una pareja, etc. Su mente consciente no está deseando eso, ya lo tiene, no duda de que lo tenga, está aceptado totalmente de que eso existe en su vida, bueno de igual manera debe de creer y aceptar que ya tiene, algo que aún y momentáneamente no posee.
Acepte eso como real, y exactamente así, sin dudar, es lo que su gran poder mental plasmará en la realidad de su vida.
FUENTE: UNAREDHUMANA
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