lunes, 25 de febrero de 2013

TLALTECUHTLI: LA DIOSA DE LA TIERRA

el 2 de octubre de 2006 se descubrió este monumental monolito que mide  4.19 metros de alto por 3.62 metros de ancho, con espesor de 40 centímetros y peso aproximado de 12 toneladas.

Para la restauradora de Tlaltecuhtli, María Barajas Rocha, el hallazgo del monolito con ojos en forma de media luna y cabello color rojo obscuro (símbolo de la noche, del inframundo), revela la evolución escultórica de los mexicas. Ella puntualiza, que por el tipo de relieve más monumental y el empleo de una mayor gama de colores, particularmente el rojo, como el borgoña, Tlaltecuhtli hace referencia a la época de auge de la cultura azteca, a finales del reinado de Ahuízotl y principios del reinado de Moctezuma (aproximadamente entre los años 1502 y 1521).

Tlaltecuhtli, afirma el arqueólogo Matos Moctezuma, fue venerada exclusivamente por la clase sacerdotal del pueblo mexica. Dicha deidad se concebía a la vez, según la cosmovisión azteca, como paridora y devoradora de vida.La escultura de la divinidad encontrada en las profundidades de los vestigios del Templo Mayor, señala Matos Moctezuma, representa a la advocación femenina de Tlaltecuhtli (Señor o Señora de la Tierra), ser supremo que en muchos mitos prehispánicos aparece como la venerada madre que da nacimiento a todo lo que existe en el mundo y en el universo (plantas, animales, seres humanos, el sol y la luna), pero también como el ser monstruoso que los devora en el momento de la muerte.












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