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Las armas siempre me han fascinado.
Aun recuerdo la sensación de portarlas y disparar con ellas, desde una simple pistola, a un subfusil o un arma de asalto, una ametralladora pesada, una granada, la goma dos, un antiaereo, o un cañón antitanque.
El servicio militar obligatorio me dio la oportunidad de poder sopesar y utilizar esta tecnología.
Nunca he utilizado un arma contra un ser vivo y sin embargo su tecnología, su poder han supuesto a lo largo de la historia la diferencia entre tener derecho a contarla o no.
Pero las armas de las que aquí vamos a hablar no son armas normales.
Son armas entregadas por los dioses, tecnología de los dioses que, para mi entender, quiere decir armas extraterrestres, ya que no me imagino a ningun dios creador del universo que precise de tecnología.
Pero en cualquier caso, su utilización nos afecto a todos nosotros, humanos mortales o a nuestros antepasados mismos.
Hoy he querido empezar no con un arma destructora sino con una creadora
Ame-no-nuboko
Para conocerla deberemos ir hasta los tiempos más remota, según la mitología japonesa.
La Creación del Cielo y de la Tierra (天地開闢 Tenchikaibyaku?) según la mitología japonesa, es la historia que describe el nacimiento legendario del mundo celestial y del mundo terrenal, el nacimiento de los primeros dioses y el nacimiento del archipiélago japonés.
Esta historia es descrita de primera mano al comienzo del Kojiki, primera obra escrita en Japón (712) y del Nihonshoki (720); bases literarias de la mitología japonesa y del sintoísmo. No obstante, el relato varía en algunos aspectos en ambos escritos, pero el más aceptado para los japoneses es el relato del Kojiki.
http://es.wikipedia.org/wiki/Mito_japon%C3%A9s_de_la_Creaci%C3%B3n
Según la mitología japonesa en el principio, tras la formación del Cielo y de la Tierra, en la alta planicie del cielo tres dioses se crearon a sí mismos( De nuevo la mención a la Trinidad, cuyo antecedente es la dualidad. Primero fue El Creador que lo comprendía todo y cuando todo estuvo, surgió un compañero una dualidad antagónica el ying y el yang, que dieron origen al tiempo y espacio. Es la teoria de big bang hecha cuento para su comprensión por los mortales de la época).
Al comienzo, el Universo estaba sumido en una especie de materia batida espesa e informe, sumida en el silencio. Posteriormente, se escucharon sonidos que indicaban el movimiento de las partículas. Con este movimiento, la luz y las partículas más ligeras se elevaron; pero las partículas no eran tan rápidas como la luz y no pudieron ascender más. Es así, que la luz quedó en la parte superior del Universo, y debajo de ella, las partículas formaron en primer lugar las nubes y luego el Cielo, que sería llamado como Takamagahara (高天原? ”Llanura de los cielos altos”). El resto de las partículas que no habían ascendido seguían formando una masa enorme, espesa y oscura, y sería llamada la Tierra.
Al formarse Takamagahara aparecieron los tres primeros dioses de la mitología japonesa:
Ame-no-mi-naka-nushi-no-kami ( 天之御中主神? ”Señor del Augusto Centro del Cielo”), (equivale al Padre en el cristianismo)
Taka-mi-musuhi-no-kami ( 高御産巣日神? ”Augustísimo engendrador” o “Divinidad de la Augusta Energía Vital”) y (equivale al hijo en el cristianismo)
Kami-musuhi-no-kami ( 神産巣日神? ”Divino engendrador” o “Divinidad de la Divina Energía Vital”). (equivale al espíritu santo en el cristianismo)
(En la física fractal equivalen al triángulo que representa al cuerpo primario u origen de la geometría fractal que dió origen al universo)
Posteriormente, en Takamagahara surgieron dos dioses de un objeto que parecía a un brote de caña:
Umashi-ashi-kabi-hikoji-no-kami (宇摩志阿斯訶備比古遅神? ”Antiguo príncipe encantador brote de caña”) y
Ame-no-toko-tachi-no-kami ( 天之常立神? ”El que permanece eternamente en el Cielo”)
Estas cinco deidades, conocidos como Kotoamatsukami (別天神? ”Deidades Celestiales Independientes”); se formaron de manera espontánea, no tenían un sexo definido, no tuvieron una pareja (hitorigami) y luego de su surgimiento se ocultaron. Estos dioses no son vueltos a ser mencionados en el resto de la mitología.
(De la figura del triangulo, o la Trinidad pasamos a la figura del pentágono que seguro que a todos los lectores les recuerda algo:
Se trata del número aureo, que significa número de oro, la proporción aurea que está presente entre las partes del pentágono
Posteriormente, surgen otros dos dioses:
Kuni-no-toko-tachi-no-kami ( 国之常立神? ”El que permanece eternamente sobre la Tierra”) y
Toyo-kumo-no-no-kami ( 豊雲野神? ”Señor íntegro”)
También estos dioses surgieron de manera espontánea, no tenían un sexo definido y pareja y se ocultaron al nacer.
Luego, nacen cinco parejas de dioses (totalizando a diez deidades); cada pareja consiste en una deidad masculina y una deidad femenina:
U-hiji-ni ( 宇比地邇神? ”Señor del limo de la tierra”) y su joven hermana (y esposa) Su-hiji-ni ( 須比智邇神? ”Señora del limo de la tierra”),
Tsunu-guhi ( 角杙神? ”El que integra los orígenes”) y su joven hermana (y esposa) Iku-guhi ( 活杙神? ”La que integra la vida”),
Ō-to-no-ji ( 意富斗能地神? ”El antepasado de la gran región”) y su joven hermana (y esposa) Ō-to-no-be ( 大斗乃弁神? ”La antepasada de la gran región”),
Omo-daru ( 於母陀流神? ”El perfectamente hermoso”) y su joven hermana (y esposa) Aya-kashiko-ne ( 阿夜訶志古泥神? ”La venerable”) e
Izanagi ( 伊邪那岐神? ”Varón Augusto” o “Primer Hombre”) y su joven hermana (y esposa) Izanami ( 伊邪那美神? ”Mujer Augusta” o “Primer Mujer”)
Todas las deidades que abarcan desde Kuni-no-koto-tachi hasta Izanami, son llamados en conjunto como Kamiyonanayo ( 神世七代? ”Siete Generaciones Divinas”).
Al contrario de los dioses espontáneos que se ocultaron, las cinco parejas de dioses decidieron reunirse y discutir sobre el destino de la Tierra, que todavía era una masa blanda e informe. Al final, decidieron que la pareja más joven, Izanagi e Izanami, debía hacer el trabajo y le encomendaron un augusto mandato: “Arreglad, consolidad esta tierra en movimiento”. Al aceptar la orden recibieron una lanza celestial llamada Ama-no-Nuboko, cubierta con piedras preciosas.
Es preciso destacar y diferenciar entre los dioses y los dioses emparejados. Al igual que en otras mitologías los dioses emparejados masculinos y femeninos son en realidad seres como nosotros con cuerpo y genero. significan culturas de seres creados por los dioses y que a la luz de los ojos del hombre primitivo serían también dioses aunque estos necesitaran de la tecnología.
Al principio la Tierra estaba totalmente desordenada, era el caos. Los dioses ordenan entonces a Izanagi y a Izanami ordenar y consolidar la tierra. Para hacerlo, se les entrega una inmensa lanza adornada con piedras preciosas, llamada Ame-no-nuboko (lanza celestial).
Entonces Izanagi e Izanami fueron al puente entre el cielo y la tierra llamado Amenoukihashi y hundieron la lanza en el mar inferior, la agitaron y al sacarla, las gotas que de ella resbalaban formaron la isla de Onogoro-shima(literalmente “espontáneamente coagulada”) (lo que sería la isla de Hokkaido).
Descendiendo de los cielos, Izanagi e Izanami resolvieron construir allí su hogar, así que clavaron la lanza en el suelo para formar el Pilar Celestial Ama-no-mi-hashira que les ayudaría a fortalecer su unión. Y alrededor de este el palacio llamado Yahirodono (la habitación cuya área es de 8 brazos), hogar de dioses.
La habitación de ocho brazos es el octaedro uno de los sólidos fundamentales que Platón asociaba al aire.
Se trata del signo asociado al infinito a la espiral del tiempo, a la forma del ADN
Izanagi propuso que ambos debían girar alrededor de la columna Ama-no-mi-hashira, Izanami debía ir hacia la derecha e Izanagi, a la izquierda y al encontrarse procearían. Sin embargo, luego de haberse encontrado en el pilar, Izanami fue la primera en hablar diciendo “¡Oh, en verdad eres un joven hermoso y amable!” y luego Izanagi: “¡Oh, qué joven más hermosa y amable!”. Izanagi reprendió a Izanami diciendo: “No es correcto que sea la mujer quien hable primero”.
Después unidos ya los hermanos, engendraron dos hijos, quienes nacieron deformes: Hiruko (literalmente “Niño sanguijuela” ), débil en demasía, que fue abandonado a las aguas del mar en un bote hecho de juncos; y su hija Awashima (literalmente “Isla de Espuma” ), que tampoco les satisfizo, por lo que la convirtieron en la isla Awa, misma que se encuentra en la costa de Osaka.
Poco contentos con aquellos dos primeros hijos, decidieron acudir a Takamagahara y consultar ante los dioses primordiales, quienes les dijeron que los nacimientos habían sido nefastos, debido a que Izanami había hablado antes que el varón. De nuevo en la tierra, repitieron la ceremonia correctamente, siendo Izanagi el primero en decir las palabras de amor y su matrimonio fue entonces exitoso.
Aquí existe un paraleismo entre las tablillas sumerias que hablan de que los experimentos iniciales para construir humanos fracasaron.
De esta unión nació el Ōyashimakuni (“país de las ocho grandes islas”):
• Ahaji-no-ho-no-sawake-no-shima (淡道之穂之狭別島): actualmente, isla de Awaji;
• Iyo-no-futana-no-shima (伊予之二名島): actualmente, isla de Shikoku. Esta isla poseía un cuerpo y cuatro caras. Los nombres de las cuatro caras son las siguientes:
○ Ehime (愛比売): provincia de Iyo;
○ Iyorihiko (飯依比古): provincia de Sanuki;
○ Ohogetsuhime (大宣都比売): provincia de Awa;
○ Takeyoriwake (建依別): provincia de Tosa.
• Oki-no-mitsugo-no-shima (隠伎之三子島): actualmente, isla de Oki. Apodado como Ame-no-oshikorowake (天之忍許呂別?);
• Tsukushi-no-shima (筑紫島): actualmente, isla de Kyūshū. Esta isla poseía un cuerpo y cuatro caras. Los nombres de las cuatro caras son las siguientes:
○ Shirahiwake (白日別): provincia de Tsukushi;
○ Toyohiwake (豊日別): provincia de Toyo;
○ Takehimukahitoyojihinewake (建日向日豊久士比泥別): provincia de Hi;
○ Takehiwake (建日別): Kumaso.
• Iki-no-shima (伊伎島): actualmente, isla de Iki. Apodado como Amehitotsubashira (天比登都柱);
• Tsu-shima (津島): actualmente, isla de Tsushima. Apodado como Ame-no-sadeyorihime (天之狭手依比売);
• Sado-no-shima (佐度島): actualmente, isla de Sado;
• Ohoyamatotoyoakitsu-shima (大倭豊秋津島): actualmente, isla de Honshū. Apodado como Amatsumisoratoyoakitsunewake (天御虚空豊秋津根別).
(en el mito no se mencionan la isla de Hokkaidō ni las islas Ryukyu porque en el momento de la redacción de la leyenda, estas islas eran desconocidas para los japoneses).
Tuvieron también las seis menores de Japón:
• Kibi-no-kojima (吉備児島): península de Kojima. Apodado como Takehikatawake (建日方別);
• Azuki-jima (小豆島): Shōdōshima. Apodado como Ohonodehime (大野手比売);
• Oho-shima (大島): Suō-ōshima. Apodado como Ohotamaruwake (大多麻流別);
• Hime-jima (女島): Himeshima. Apodado como Amehitotsune (天一根);
• Chika-no-shima (知訶島): Islas Gotō. Apodado como Ame-no-oshio (天之忍男);
• Futago-no-shima (両児島): Archipiélago Danjo. Apodado como Amefutaya (天両屋).
Y dieron vida a las diez divinidades:
• O-wata-tsumi, dios del mar
• El matrimonio Hayaaki-tsu-iko y Hayaaki-tsu-hime, dioses de los ríos y padres de los ocho dioses del agua.
• Shima-tsu-hiko, dios del viento
• Ku-kuno-chi, dios de los árboles
• O-yama-tsumi, dios de las montañas
• Kayanu-hime, diosa de los llanos, madre de otros ocho dioses de la tierra.
• Ameno-tori-bune
• O-getsu-hime, diosa de los alimentos
• Kagu-tsuchi, dios del fuego
Izanami murió al dar a luz al infante Kagutsuchi (encarnación del fuego) o Ho-Masubi (causante del fuego). Su parte fue horrible para Izanami, quien devorada por el fuego cayó postrada en terrible dolor, retorciéndose entre vómitos, excremento y orina, de los que nacieron el dio y la diosa del barro y el dios de la cosecha y la diosa serpiente del agua.
Sumido en cólera, Izanagi le tajó la cabeza a Kagutsuchi con su espada, dándole muerte al momento, pero haciendo también el doble prodigio de que su sangre diera vida a otras ocho nuevas divinidades, del fuego, de las rocas, triturador de las raíces, triturador de las rocas, de la lluvia, del sol, del viento, de los valles, y que de los restos mortales de Kagutsuchi se hiciera nacer a otras tantas nuevas divinidades de las montañas, protectoras de caminos, de laderas, del refugio, de la oscuridad, de los bosques, etc.
Ella fue enterrada en el “Monte Hiba”, en la frontera de las viejas provincias de Izumo y Hōki, cerca de Yasugi en la Prefectura de Shimane. Como no podía ser de otra manera fue a parar al Yomi, tierra de los muertos. Izanagi, impotente ante el dolor de su pérdida fue tras ella, con la intención de traerla al mundo terrenal.
Izanagi encontró muy poca diferencia entre Yomi y el mundo terrenal, excepto por la oscuridad eterna. Sin embargo, esta oscuridad sofocante fue suficiente para provocarle dolor en ausencia de la luz y la vida en la tierra de arriba. Rápidamente busco a Izanami y la encontró. En un principio Izanagi no pudo verla por completo debido a que las sombras ocultaban su apariencia. Sin embargo le pidió que regresara con él, pero ella le dijo que era demasiado tarde, ya que había comido el alimento del inframundo y que ahora estaría en la tierra de los muertos, sin embargo trataría de convencer a los dirigentes del Yomi para que la dejaran irse y pidió a Izanagi que no entrase durante ese momento.
Izanagi esperó y esperó, pero al final se impacientó, así que rompió una punta de la peineta que llevaba, le prendió fuego para que le sirviese de antorcha y se adentró en el Yomi para buscar a su esposa, quebrando de este modo una de las reglas de la tierra de los muertos. Lo que vio allí fue espantoso: los gusanos se retorcían ruidosamente en el cuerpo putrefacto de Izanami.
Gritando ruidosamente, Izanagi no tuvo control sobre su miedo y comenzó a correr, intentando volver a la vida y abandonando a su esposa muerta. Izanami se despertó chillando indignada por haberla humillado con aquella contemplación de su vergonzoso estado y lo persiguió. En cuestión de segundos shikomes salvajes o resto de mujeres putrefactas también persiguieron al asustado Izanagi, guiadas por Izanami para atraparlo. Pensando rápidamente, Izanagi lanzó su gorro, el cual se convirtió en un racimo de uvas negras. Las shikome tropezaron con éstas pero continuaron su búsqueda. Después, Izanagi lanzó su peine, que se convirtió en un grupo de brotes de bambú. Ahora eran las criaturas de Yomi quienes comenzaron a perseguirlo, pero Izanagi orinó en un árbol, creando un gran río que aumentó su aplomo. Desafortunadamente, todavía persiguieron a Izanagi, forzándolo a lanzar melocotones sobre ellos. Él sabía que esto no los retrasaría por mucho tiempo, pero él ya estaba casi libre, porque los límites de Yomi ahora estaban más cerca.
Izanagi llegó rápidamente a la entrada y empujo un canto rodado en la boca de la caverna, la cual era la entrada a Yomi. Izanami gritó detrás de esta impenetrable barricada y le dijo entonces: “Oh, mi amado marido, si así actúas haré que mueran cada día mil de los vasallos de tu reino”, a lo que Izanagi contestó “Oh, mi amada esposa, si tales cosas haces yo daré nacimiento cada día a mil quinientos”.
Finalmente llegaron a un acuerdo, mediante el cual la cifra de nacimientos y fallecimientos se mantienen en la misma proporción. Ella le dijo que debía aceptar su muerte y él prometió no volver a visitarla. Entonces ambos declararon el fin de su matrimonio. Esta separación significó el comienzo de la muerte para todos los seres, causada por las manos de la orgullosa Izanami, la esposa abandonada de Izanagi.
Izanagi por su parte volvió a la Isla de Tsukushi (antiguamente Kyusyu) a purificarse de su transito por las tierras impuras del Yomi. Mientras se desnudaba y removía los adornos de su cuerpo, cada artículo que el dejaba caer al suelo formó una deidad. Incluso surgieron más dioses cuando él se sumergió en el agua para lavarse. Los más importantes fueron creados de su rostro una vez que este se lo lavo:
Amaterasu (encarnación del sol) de su ojo izquierdo,
Tsukuyomi (encarnación de la luna) de su ojo derecho, y
Susanowo (encarnación del viento o de la tormenta) de su nariz
Izanagi se dispuso a dividir el mundo entre ellos con Amaterasu heredando los cielos, Tsukiyomi tomando el control de la noche y la luna y el dios tormenta Susanowo poseyendo los mares.[/u]
Como no podría ser de otra manera, la creación y la destrucción siempre van de la mano…
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