Bessler destruyó su máquina al día siguiente de la exposición, pero tres años después presentó en Merseburg una versión mejorada de la misma máquina.
Ésta, sin recibir ningún tipo de energía ( al menos visible ) era capaz de moverse de derecha a izquierda y además levantar perpendicularmente un peso de 31,5 kilos, certificado por un comité de hombres prominentes que analizó el aparato in situ.
Un caso certificado por el propio terrateniente que le propuso la experiencia, el príncipe Kart, se realizó en su castillo de Weissentein en una habitación sin paredes contiguas que fue completamente cerrada con los propios sellos reales y que al reabrirse 14 días después mostró cómo la máquina continuaba girando regularmente tal cual había sido dejada.La habitación fue vuelta a sellar y se reabrió nuevamente un mes y nueve días después, el 4 de enero de 1718, constatándose una vez más que la máquina continuaba funcionando normalmente.
Las máquinas de Orffyreus ( a las cuales se las llegó a llamar popularmente “Las Ruedas del Demonio “ ) parecían contener su secreto en el interior de su eje, una vara de cierto grosor, aunque no el necesario para esconder un mecanismo potente, e intrigaron a científicos y pensadores de la talla de Gottileb Leiniz.
En 1727, Orffyreus construyó su última máquina de movimiento perpetuo llevándose sus secretos ( probablemente relacionados con el magnetismo ) a la tumba a los 75 años de edad.
FUENTE: ENERGIASLIBRES
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