martes, 2 de abril de 2013

LOS PEQUEÑOS GESTOS DE CADA UNO SON LOS QUE CAMBIARÁN AL MUNDO


Entramos en un pequeño café, pedimos y nos sentamos en una mesa. Luego entran dos personas.:
- Cinco cafés. Dos son para nosotros y tres "pendientes".
Pagan los cinco cafés, beben sus dos cafés y se van. Pregunto:
- ¿Qué son esos “cafés pendientes”?
Me dicen:
- Espera y verás.
Luego vienen otras personas. Dos chicas piden dos cafés, pagan normalmente. Después de un tiempo, vienen tres abogados y piden siete cafés:
- Tres son para nosotros, y cuatro “pendientes”.
Pagan por siete, se toman los tres y se marchan. Después un joven pide dos cafés, bebe sólo uno, pero paga los dos. Estamos sentados, hablamos y miramos a través de la puerta abierta la plaza iluminada por el sol delante de la cafetería. De repente, en la puerta aparece un hombre vestido muy pobre y pregunta en voz baja:
- ¿Tienen algún "café pendiente"?

Este tipo de caridad, por primera vez apareció en Nápoles. La gente paga anticipadamente el café a alguien que no puede permitirse el lujo de una taza de café caliente. Allí dejaban en los establecimientos de esta manera no sólo el café, sino también comida. Esa costumbre ya ha salido de las fronteras de Italia y se ha extendido a muchas ciudades de todo el mundo.

"El café pendiente" - Tonino Guerra, contó la historia de uno de sus directores Federico Fellini y Vittorio De Sica. Incidente que, según él, puede traer lágrimas a cualquiera.

¿Y tú? ¿Te quedas mirando o dejas un café pendiente?



No hay que esperar a que los demás cambien. ( si queremos que esto lo arreglen los políticos o los economistas estamos listos) Si somos capaces de cambiar nuestros pensamientos, nuestra aptitud, el mundo cambiará ante nuestros ojos. Esto ocurre para cualquier tipo de sociedad, no somos diferentes de cualquier otro lugar. Si queremos un mundo diferente, hagamos un mundo diferente, cambiemos en nosotros lo que queramos ver cambiado en el mundo. Este tipo de experiencias son símbolos poderosos que invitan a compartir a recordar que no hay ley mas cierta que la dice que para tener abundancia de algo,tenemos primero que ser capaces de darlo. El problema es que no acabamos de creernoslo.

FUENTE: LIPE2000

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