ESTE ES UN BLOG PARA COMPARTIR IDEAS Y EXPRESARSE LIBREMENTE, ESPERO LES GUSTE....
jueves, 28 de marzo de 2013
LA MARIONETA DE MARFIL DE BRNO, MOROVIA, DE 26.000 AÑOS DE ANTIGUEDAD
Prehistoria al Día
sab, 02 mar 2013 19:56 CST
En 1891 en la ciudad de Brno, Moravia, cerca de Dolni Vestonice, se descubrió el enterramiento de un hombre que iba acompañado de un extraordinario ajuar funerario; dicho ajuar incluía una escápula de mamut, colmillos, dientes de caballo, así como las costillas y el cráneo de un rinoceronte lanudo. También estaba acompañado de 600 conchas del tipo Dentalium, dos grandes discos perforados de piedra y catorce discos más pequeños realizados sobre diversas materias primas.
Pero lo más asombroso de todo fue la recuperación de tres piezas de marfil de mamut talladas, que representaban la cabeza, el cuerpo y el brazo izquierdo de una marioneta con una antigüedad de unos 26.000 años.
La cabeza y el cuerpo de la marioneta miden en su conjunto 20,3 centímetros de largo, y son visibles los agujeros para hacer pasar los hilos para atar las piernas de la marioneta al resto del cuerpo. (Ref. Las Sociedades Paleolíticas de Europa,Gamble 1999).
En la fotografía de la derecha, extraída de Dons Maps, podemos ver los agujeros para hacer pasar los hilos.
Se considera que el indiviuo enterrado junto a esta ajuar funerario debía ser un chamán; además el análisis de sus restos ha desvelado que padecía de periostitis.
Pero la reflexión que me gustaría plantear es el significado de la marioneta; la confección de una marioneta debe tener la finalidad de ser utilizada en una representación; el tiempo libre y el ocio de los seres humanos del paleolítico nos es ajeno y desconocido, pero no por ello debemos rechazar que tuvieran sus mecanismos de entretenimiento o incluso de narración de leyendas con escenificaciones.
Podría haber sido utilizada en una representación para entretenimiento del grupo, para contar historias de sus antepasados, o para enseñar a los niños, o bien recreando algún tipo de ritual chamánico, quien sabe.
Recientemente se han propuesto teorías sobre la representación del movimiento en el arte paleolítico; en determinadas pinturas se aprecian una serie de dibujos superpuestos que representan distintas secuencias del movimiento de un animal y que a la luz y al movimiento de la antorcha podrían sugerir un principio de animación cinematográfica.
sab, 02 mar 2013 19:56 CST
© Libor Balák
En 1891 en la ciudad de Brno, Moravia, cerca de Dolni Vestonice, se descubrió el enterramiento de un hombre que iba acompañado de un extraordinario ajuar funerario; dicho ajuar incluía una escápula de mamut, colmillos, dientes de caballo, así como las costillas y el cráneo de un rinoceronte lanudo. También estaba acompañado de 600 conchas del tipo Dentalium, dos grandes discos perforados de piedra y catorce discos más pequeños realizados sobre diversas materias primas.
Pero lo más asombroso de todo fue la recuperación de tres piezas de marfil de mamut talladas, que representaban la cabeza, el cuerpo y el brazo izquierdo de una marioneta con una antigüedad de unos 26.000 años.
La cabeza y el cuerpo de la marioneta miden en su conjunto 20,3 centímetros de largo, y son visibles los agujeros para hacer pasar los hilos para atar las piernas de la marioneta al resto del cuerpo. (Ref. Las Sociedades Paleolíticas de Europa,Gamble 1999).
En la fotografía de la derecha, extraída de Dons Maps, podemos ver los agujeros para hacer pasar los hilos.
La estatuilla parece representar la forma de un muñeco (masculino) y tenía restos de ocre rojo. Estaríamos ante la primera marioneta conocida de la historia de la humanidad.
Se considera que el indiviuo enterrado junto a esta ajuar funerario debía ser un chamán; además el análisis de sus restos ha desvelado que padecía de periostitis.
Pero la reflexión que me gustaría plantear es el significado de la marioneta; la confección de una marioneta debe tener la finalidad de ser utilizada en una representación; el tiempo libre y el ocio de los seres humanos del paleolítico nos es ajeno y desconocido, pero no por ello debemos rechazar que tuvieran sus mecanismos de entretenimiento o incluso de narración de leyendas con escenificaciones.
Podría haber sido utilizada en una representación para entretenimiento del grupo, para contar historias de sus antepasados, o para enseñar a los niños, o bien recreando algún tipo de ritual chamánico, quien sabe.
Recientemente se han propuesto teorías sobre la representación del movimiento en el arte paleolítico; en determinadas pinturas se aprecian una serie de dibujos superpuestos que representan distintas secuencias del movimiento de un animal y que a la luz y al movimiento de la antorcha podrían sugerir un principio de animación cinematográfica.
Y es que quizás las representaciones o escenificaciones podrían haber sido más habituales de lo que creemos en estas sociedades de cazadores-recolectores del paleolítico.
FUENTE: SOTT
TÓTEMS DE CONSUMISMO: CARGADORES EN SHANGAI LLEVANDO A CUESTAS LA DESMESURA DE ESTE SISTEMA
Co.Exist
mar, 26 mar 2013 16:43 CDT
mar, 26 mar 2013 16:43 CDT
© Alain Delorme
En años recientes se ha insistido con cierta alarma sobre la naturaleza perjudicial del consumo llevado a niveles excesivos, este modo de vida en que tácita o abiertamente se nos obliga a comprar sin cesar, a desechar y desperdiciar sin remordimiento a sabiendas de que todo es sustituible y reemplazable, de que todo lo podemos tener de nuevo.
Para crear conciencia en torno a este fenómeno que trasciende lo meramente económico para convertirse incluso en una manera de ser y estar en el mundo, el fotógrafo de origen francés Alain Delorme creó estos retratos en que se observa a cargadores de Shanghái, inmigrantes en su mayoría, llevando a cuestas una cantidad inhumana de mercancías. Increíble, literal y justificadamente, pues en realidad se trata de imágenes manipuladas digitalmente con toda intención.
Al respecto Delorme dice:
Estos inmigrantes son incluso más impresionantes. En primer lugar [son] como superhéroes capaces de llevar esta carga. Pero pronto tenemos la sensación de que los objetos que están cargando están a punto de tragarlos, que los sobrepasan, justo como en el caso del consumidor.Tótems es el nombre de esta serie: el apilamiento de los objetos, pero también su adoración.
Para crear conciencia en torno a este fenómeno que trasciende lo meramente económico para convertirse incluso en una manera de ser y estar en el mundo, el fotógrafo de origen francés Alain Delorme creó estos retratos en que se observa a cargadores de Shanghái, inmigrantes en su mayoría, llevando a cuestas una cantidad inhumana de mercancías. Increíble, literal y justificadamente, pues en realidad se trata de imágenes manipuladas digitalmente con toda intención.
Al respecto Delorme dice:
Estos inmigrantes son incluso más impresionantes. En primer lugar [son] como superhéroes capaces de llevar esta carga. Pero pronto tenemos la sensación de que los objetos que están cargando están a punto de tragarlos, que los sobrepasan, justo como en el caso del consumidor.Tótems es el nombre de esta serie: el apilamiento de los objetos, pero también su adoración.
© Alain Delorme
© Alain Delorme
© Alain Delorme
FUENTE: SOTT
NOAM CHOMSKY: ¿QUIÉN ES EL DUEÑO DEL MUNDO?
David Barsamian: El nuevo imperialismo estadounidense parece ser sustancialmente diferente a la variedad más antigua en que Estados Unidos es una potencia economía en declive y por lo tanto está viendo menguar su poder e influencia políticos. Noam Chomsky: Yo pienso que hablar sobre la declinación estadounidense debería tomarse con reservas.
Es en la Segunda Guerra Mundial cuando Estados Unidos realmente se convirtió en una potencia mundial. Había sido la economía más grande del mundo por mucho desde antes de la guerra, pero era una potencia regional en cierta forma. Controlaba al Hemisferio Occidental y había hecho algunas incursiones en el Pacífico. Pero los británicos eran la potencia mundial.
La Segunda Guerra Mundial cambió eso. Estados Unidos se convirtió en la potencial mundial dominante. Estados Unidos tenía la mitad de la riqueza del mundo. Las otras sociedades industriales estaban debilitadas o destruidas. Estados Unidos estaba en una posición de seguridad increíble. Controlaba el hemisferio, y tanto el Atlántico como el Pacífico, con una enorme fuerza militar.
Por supuesto, eso declinó. Europa y Japón se recuperaron, y tuvo lugar la descolonización. Para 1970, Estados Unidos había descendido, si se le quiere llamar así, a alrededor del 25 por ciento de la riqueza del mundo; aproximadamente como había sido, digamos, en los años 20. Seguía siendo la potencia mundial abrumadora, pero no como había sido en 1950. Desde 1970, está bastante estable, aunque por supuesto hubo cambios.
En la última década, por primera vez en 500 años, desde la conquista española y portuguesa, Latinoamérica ha empezado a hacer frente a algunos de sus problemas. Empezó a integrarse. Los países estaban muy separados unos de otros. Cada uno estaba orientado por separado hacia el Oeste, primero Europa y luego Estados Unidos.
Esa integración es importante. Significa que no es tan fácil tomar a los países uno por uno. Las naciones latinoamericanas pueden unificarse en defensa contra una fuerza exterior.
El otro acontecimiento, que es más importante y mucho más difícil, es que los países de Latinoamérica están empezando individualmente a enfrentar sus enormes problemas internos. Con sus recursos, Latinoamérica debe ser un continente rico, particularmente Sudamérica.
Latinoamérica tiene una enorme cantidad de riqueza, pero está muy altamente concentrada en una élite pequeña, regularmente europeizada y a menudo blanca, y existe al lado de una enorme pobreza y miseria. Hay algunos intentos de empezar a hacer frente a eso, lo cual es importante – otra forma de integración – y Latinoamérica de alguna manera se está apartando del control estadounidense.
Se habla mucho sobre el cambio del poder mundial: India y China van a convertirse en las nuevas grandes potencias, las potencias más ricas.
De nuevo, uno debería ser bastante reservado al respecto.
Por ejemplo, muchos observadores comentan sobre la deuda estadounidense y el hecho de que gran parte de ella está en manos de China. Hace unos años, en realidad, Japón tenía la mayor parte de la deuda estadounidense, ahora superada por China.
Además, todo el marco para la discusión de la declinación de Estados Unidos es engañoso. Se nos enseña a hablar sobre un mundo de estados concebidos como entidades unificadas y coherentes.
Si uno estudia la teoría de las relaciones internacionales, hay lo que se llama la escuela “realista”, que dice que hay un mundo de estados anárquico, y que los estados buscan su “interés nacional”. Eso es en gran parte mitología. Hay algunos intereses comunes, como la supervivencia. Pero, en su mayor parte, la gente dentro de una nación tiene intereses muy diferentes. Los intereses del director ejecutivo de General Electric y del conserje que limpia sus pisos no son los mismos.
Parte del sistema doctrinal en Estados Unidos es la pretensión de que todos somos una familia feliz, que no hay divisiones de clases, y que todos estamos trabajando juntos en armonía. Pero eso es radicalmente falso.
En el siglo XVIII, Adam Smith dijo que la gente que posee la sociedad hace las políticas: los “mercaderes y manufactureros”. El poder de hoy está en las manos de las instituciones financieras y las multinacionales.
Estas instituciones tienen un interés en el desarrollo chino. Así que si usted es, digamos, el director ejecutivo de Walmart o Dell o Hewlett-Packard, se siente perfectamente contento de tener una mano de obra muy barata en China trabajando bajo condiciones horribles y con pocas restricciones ambientales. En tanto China tenga lo que se llama crecimiento económico, está bien.
En realidad, el crecimiento económico de China es un poco un mito. China es en gran medida una planta de ensamblaje. China es un exportador importante, pero aun cuando el déficit comercial estadounidense con China ha aumentado, el déficit comercial con Japón, Taiwán y Corea ha descendido. La razón es que se está desarrollando un sistema de producción regional.
Los países más avanzados de la región – Japón, Singapur, Corea del Sur y Taiwán – envían tecnología avanzada, partes y componentes a China, la cual usa su fuerza laboral barata para ensamblar productos y enviarlos fuera del país.
Y las corporaciones estadounidenses hacen lo mismo: Envían partes y componentes a China, donde la gente los ensambla y exporta los productos finales. A esto se le llama exportaciones chinas, pero son exportaciones regionales en muchos casos y, en otros, es realmente un caso en que Estados Unidos se está exportando a sí mismo.
Una vez que rompemos el marco de los estados nacionales como entidades unificadas sin divisiones internas dentro de las mismas, podemos ver que hay un cambio del poder mundial, pero es de la fuerza laboral mundial a los dueños del mundo: el capital transnacional, las instituciones financieras mundiales.
Fuente: www.futuromx.com
(El nuevo libro de Noam Chomsky es “Power Systems: Conversations on Global Democratic Uprisings and the New Challenges to U.S. Empire. Conversations with David Barsamian“. Chomsky es profesor emérito de lingüística y filosofía en el Instituto Tecnológico de Massachusetts en Cambridge, Massachusetts.)
Es en la Segunda Guerra Mundial cuando Estados Unidos realmente se convirtió en una potencia mundial. Había sido la economía más grande del mundo por mucho desde antes de la guerra, pero era una potencia regional en cierta forma. Controlaba al Hemisferio Occidental y había hecho algunas incursiones en el Pacífico. Pero los británicos eran la potencia mundial.
La Segunda Guerra Mundial cambió eso. Estados Unidos se convirtió en la potencial mundial dominante. Estados Unidos tenía la mitad de la riqueza del mundo. Las otras sociedades industriales estaban debilitadas o destruidas. Estados Unidos estaba en una posición de seguridad increíble. Controlaba el hemisferio, y tanto el Atlántico como el Pacífico, con una enorme fuerza militar.
Por supuesto, eso declinó. Europa y Japón se recuperaron, y tuvo lugar la descolonización. Para 1970, Estados Unidos había descendido, si se le quiere llamar así, a alrededor del 25 por ciento de la riqueza del mundo; aproximadamente como había sido, digamos, en los años 20. Seguía siendo la potencia mundial abrumadora, pero no como había sido en 1950. Desde 1970, está bastante estable, aunque por supuesto hubo cambios.
En la última década, por primera vez en 500 años, desde la conquista española y portuguesa, Latinoamérica ha empezado a hacer frente a algunos de sus problemas. Empezó a integrarse. Los países estaban muy separados unos de otros. Cada uno estaba orientado por separado hacia el Oeste, primero Europa y luego Estados Unidos.
Esa integración es importante. Significa que no es tan fácil tomar a los países uno por uno. Las naciones latinoamericanas pueden unificarse en defensa contra una fuerza exterior.
El otro acontecimiento, que es más importante y mucho más difícil, es que los países de Latinoamérica están empezando individualmente a enfrentar sus enormes problemas internos. Con sus recursos, Latinoamérica debe ser un continente rico, particularmente Sudamérica.
Latinoamérica tiene una enorme cantidad de riqueza, pero está muy altamente concentrada en una élite pequeña, regularmente europeizada y a menudo blanca, y existe al lado de una enorme pobreza y miseria. Hay algunos intentos de empezar a hacer frente a eso, lo cual es importante – otra forma de integración – y Latinoamérica de alguna manera se está apartando del control estadounidense.
Se habla mucho sobre el cambio del poder mundial: India y China van a convertirse en las nuevas grandes potencias, las potencias más ricas.
De nuevo, uno debería ser bastante reservado al respecto.
Por ejemplo, muchos observadores comentan sobre la deuda estadounidense y el hecho de que gran parte de ella está en manos de China. Hace unos años, en realidad, Japón tenía la mayor parte de la deuda estadounidense, ahora superada por China.
Además, todo el marco para la discusión de la declinación de Estados Unidos es engañoso. Se nos enseña a hablar sobre un mundo de estados concebidos como entidades unificadas y coherentes.
Si uno estudia la teoría de las relaciones internacionales, hay lo que se llama la escuela “realista”, que dice que hay un mundo de estados anárquico, y que los estados buscan su “interés nacional”. Eso es en gran parte mitología. Hay algunos intereses comunes, como la supervivencia. Pero, en su mayor parte, la gente dentro de una nación tiene intereses muy diferentes. Los intereses del director ejecutivo de General Electric y del conserje que limpia sus pisos no son los mismos.
Parte del sistema doctrinal en Estados Unidos es la pretensión de que todos somos una familia feliz, que no hay divisiones de clases, y que todos estamos trabajando juntos en armonía. Pero eso es radicalmente falso.
En el siglo XVIII, Adam Smith dijo que la gente que posee la sociedad hace las políticas: los “mercaderes y manufactureros”. El poder de hoy está en las manos de las instituciones financieras y las multinacionales.
Estas instituciones tienen un interés en el desarrollo chino. Así que si usted es, digamos, el director ejecutivo de Walmart o Dell o Hewlett-Packard, se siente perfectamente contento de tener una mano de obra muy barata en China trabajando bajo condiciones horribles y con pocas restricciones ambientales. En tanto China tenga lo que se llama crecimiento económico, está bien.
En realidad, el crecimiento económico de China es un poco un mito. China es en gran medida una planta de ensamblaje. China es un exportador importante, pero aun cuando el déficit comercial estadounidense con China ha aumentado, el déficit comercial con Japón, Taiwán y Corea ha descendido. La razón es que se está desarrollando un sistema de producción regional.
Los países más avanzados de la región – Japón, Singapur, Corea del Sur y Taiwán – envían tecnología avanzada, partes y componentes a China, la cual usa su fuerza laboral barata para ensamblar productos y enviarlos fuera del país.
Y las corporaciones estadounidenses hacen lo mismo: Envían partes y componentes a China, donde la gente los ensambla y exporta los productos finales. A esto se le llama exportaciones chinas, pero son exportaciones regionales en muchos casos y, en otros, es realmente un caso en que Estados Unidos se está exportando a sí mismo.
Una vez que rompemos el marco de los estados nacionales como entidades unificadas sin divisiones internas dentro de las mismas, podemos ver que hay un cambio del poder mundial, pero es de la fuerza laboral mundial a los dueños del mundo: el capital transnacional, las instituciones financieras mundiales.
Fuente: www.futuromx.com
(El nuevo libro de Noam Chomsky es “Power Systems: Conversations on Global Democratic Uprisings and the New Challenges to U.S. Empire. Conversations with David Barsamian“. Chomsky es profesor emérito de lingüística y filosofía en el Instituto Tecnológico de Massachusetts en Cambridge, Massachusetts.)
FUENTE: SOCIOLOGOSPLEBEYOS
EL EROTISMO COMO PRODUCTO DE CONSUMO: LA MATERIALIZACIÓN DEL PLACER
El estudio de la sexualidad humana es uno de los fenómenos que mayor interés ha despertado en diversas disciplinas, no obstante, han sido la medicina, la psicología, y la biología, las que han monopolizado el discurso social acerca del comportamiento sexual.
La necesidad de una mirada sociológica, que vea la sexualidad humana más allá de un conjunto de sustancias químicas, da lugar a este artículo, el cual parte una concepción del sexo como fenómeno cultural, fruto de un contexto histórico determinado. El origen de este documento, así mismo, se encuentra en la investigación “El erotismo como producto de consumo” discutida en el “X Congreso de Sociología” celebrado el pasado julio en la ciudad de Pamplona.[1]
Dentro de la investigación, se partió de un tipo concreto de sexualidad, aquella que es ejercida de forma libre, sin más objetivo que la consecución del placer; así como de un contexto histórico determinado, el de la sociedad de consumo. Nuestra motivación fue observar cómo se entrelazaba el comportamiento del homo consumers y el homo sexualis.
La adquisición de productos eróticos nos dice algo más que una simple transacción económica, nos habla de un nuevo mercado, un nuevo enfoque, y una nueva forma de vivir el placer sexual. Para adentrarnos en esta temática, se estudiaron los comercios destinados a su venta: dado que uno de nuestros objetivos era observar los cambios y evoluciones, se realizaron una serie de cuestionarios destinados a los trabajadores, acompañándose todo ello de la consecuente observación participante del equipo de investigación.
Por otra parte, se establecieron dos modelos a analizar, a saber, el tradicional o “sex-shop” y el emergente o “tienda erótica”. Con ello se pretendió hacer patente la diferencia de enfoque que se está produciendo en este tipo de industria. El primero, surgido en España a principios de la década de los 80, se ubica en un país con un pasado de grandes limitaciones sexuales y tabúes, que una vez dentro de un contexto democrático de mayores libertades, busca ejercer su derecho al placer. Se caracteriza por ubicarse en calles secundarias, escondiéndose de la moral imperante.
Por el contrario, el modelo emergente “tienda erótica” busca minimizar la referencia al sexo, eliminando el material con contenido explícito, tales como películas o revistas pornográficas.
Una vez analizados los dos modelos más populares de comercios, el lector se preguntará las razones para hacer esto. La respuesta principal y eje central de este artículo es que: en la sociedad de consumo la propia adquisición de productos nos rebela algo más que un intercambio; por ello las claves están tanto en los comercios como en las interacciones que tienen lugar dentro de ellos.
Durante muchos años, este sector estuvo relegado a una imagen de decadencia y prohibición, el estereotipo social de personas que los frecuentaba era el de homosexuales, gente de “mal vivir” y principalmente hombres solitarios que buscaban satisfacer sus impulsos sexuales a través del onanismo.
Actualmente, un cambio de actitud en cuando a la sexualidad y a la percepción del cuerpo, derivado en su mayor parte de encontrarnos dentro de una sociedad que ya no criminaliza el placer, ha producido un cambio de enfoque radical, las nuevas tiendas se ubican en calles principales e incluso dentro de centros comerciales y el nuevo consumidor es una mujer que no se esconde y reivindica su derecho al placer sexual. Con ello surge un nuevo tipo de consumidor y, en consecuencia, emerge un nuevo estereotipo prototípico valorado socialmente de forma positiva, el del individuo liberado e individualista, aquel que consume para demostrar a su vez su independencia en todos los ámbitos, incluido el de la sexualidad, su no necesidad del otro. Bien podría ser el ensalzamiento del individualismo, como una de las cualidades del perfecto habitante del mundo occidental, la tierra sobre la que floreció la aceptación y popularización de los aparatos de placer autoerótico.
Éste cambio no sólo ha originado beneficios a los usuarios, el mercado ha sabido muy bien cómo sacar partido de ésta nueva permisividad.
No solamente el aumento de negocios revelan una mejora en el sector, sino que la diversificación de la producción hacia la creación de estos productos, en empresas cuya oferta nunca estuvo relacionada con esta temática, nos muestra qué está pasando en el mercado, marcas como Phillips, especializada durante décadas a la producción de televisores, bombillas, lavadoras, entre otros aparatos domésticos, actualmente cuenta con una línea de vibradores y masajeadores sexuales, publicitados como el regalo perfecto para conseguir la vida sexual ideal.
La intimidad de los cuerpos, antes estéril de producir ningún beneficio económico, se convierte en un nuevo campo que explotar por el consumo.
Este nuevo enfoque, también incluye una nueva idea de cómo debe ser una sexualidad realmente nueva y moderna, en el sexo a la última moda, publicitado y vendido como el auténticamente liberado, deben estar presentes éstos aparatos, por ello, los consumidores, no sólo los adquieren para potenciar su placer, sino para demostrarse a sí mismos y al resto de individuos, que ellos forman parte de esa nueva comunidad libre de tabúes y prejuicios. Esto nos lleva a la siguiente reflexión ¿La posibilidad en sí misma de poder adquirir un producto, es sinónimo de un verdadero progreso en cuanto a la percepción de nuestro cuerpos? ¿Poder comprarlos significa encontrarnos en la panacea de la libertad sexual? Inevitablemente, desde un análisis crítico la respuesta es un no rotundo, si bien es cierto que si comparamos el estado de la percepción de la sexualidad de 50 años a esta parte, es evidente su evolución, pero no es cierto que nos encontremos en el punto más álgido.
Por una parte, actualmente se siguen evitando las conversaciones sobre temas relacionados con la sexualidad, e incluso, si nos remitimos a los datos de la última encuesta del CIS, casi un 70% afirma no haber recibido nunca educación sexual,[2] por lo que ¿De que sirve encontrarnos con bonitos escaparates y sofisticados anuncios si realmente no estamos evolucionando desde la raíz?
El modelo por el que se ha optado sólo modifica la imagen, la superficie, hace de la concepción de la sexualidad un elemento más sofisticado, glamoroso, chic; produciendo incluso estimuladores con perlas y brillantes de altísimo valor en el mercado.
Por otra parte, dentro del postmodernismo, los bienes del consumo se han convertido, más que en un bien de estatus, en un objeto donde materializar nuestros sentimientos. rRegalados para demostrar nuestro afecto y adquiridos para mostrar nuestra personalidad. Son, al fin y al cabo, los tótems del siglo XXI, a los que rendimos culto e incluso otorgamos el poder mágico de definirnos.
Nos encontramos ante un modelo de sexualidad mediatizado cada vez más por infinidad de aparatos tecnológicos que nos prometen, a cambio de una cuantiosa suma de dinero, acercarnos al paraíso carnal a través del plástico.
Un análisis más profundo de este fenómeno, nos revela que el aumento de productos no responde a la simple ecuación de un aumento de la tolerancia y la libertad sexual; sino que se trata de un síntoma más de la sociedad de la abundancia, la cual ahora también se introduce entre nuestras sábanas para mostrarnos que cuanto más caro, y más tecnológico, mejor.
Por otra parte, tanto la publicidad relacionada con estos productos, como los productos en sí mismos, están mayormente enfocados a un público determinado: la clase media, joven, heterosexual y preferiblemente blanca. Los anuncios relacionados con ellos siempre muestran la misma imagen: parejas heterosexuales, jóvenes y blancas, recreando el modelo de lo que socialmente se desea. Relegados a un espacio vacío y a la práctica inexistencia, quedan la sexualidad de los ancianos, la de los tullidos, la homosexualidad; el mestizaje se queda como algo exótico, y la sexualidad de los mayores como un terrenos inexistente.
Por lo que llegados a este punto se vuelve a afirmar: Sí, se ha evolucionado, pero lo han hecho los de siempre, y en el mismo camino; ahora somos más libres, más libres, sí, más libres para comprar. Todavía queda un largo camino que recorrer para que la sexualidad y el placer sexual, sean un beneficio al que todos los individuos puedan acceder sin ningún tipo de estigma.
El mercado ha conseguido integrar los productos eróticos en las dinámicas de consumo, potenciando su atractivo hacia perfiles de consumidores mucho más amplios. Esto implica que su objetivo ha sido encontrar la estrategia para difuminar las connotaciones negativas relativas al sexo, elaborando productos sofisticados y elegantes para potenciar sus beneficios. Sin embargo su finalidad real no es el verdadero bienestar sexual de los ciudadanos. El mercado ha encontrado una nueva mina de oro en el recodo más íntimo de los individuos, el goce sexual, y está dispuesto a explotarlo hasta el límite.
Seguimos dentro de una sociedad coitocentrista dominantemente heterosexual, en la que el discurso dominante se basa en el etiquetaje y la delimitación. Se podría hablar incluso de un cambio más simbólico que real. Los individuos conciben el acto de consumir como una liberalización debido a la ilusión de individualismo que les proporciona, aunque realmente continuemos limitados a los entresijos del capital.
Por Caterina Nicolau Oliver, Teresa Escrich Gallardo y Sara Amos Rubio
La necesidad de una mirada sociológica, que vea la sexualidad humana más allá de un conjunto de sustancias químicas, da lugar a este artículo, el cual parte una concepción del sexo como fenómeno cultural, fruto de un contexto histórico determinado. El origen de este documento, así mismo, se encuentra en la investigación “El erotismo como producto de consumo” discutida en el “X Congreso de Sociología” celebrado el pasado julio en la ciudad de Pamplona.[1]
Dentro de la investigación, se partió de un tipo concreto de sexualidad, aquella que es ejercida de forma libre, sin más objetivo que la consecución del placer; así como de un contexto histórico determinado, el de la sociedad de consumo. Nuestra motivación fue observar cómo se entrelazaba el comportamiento del homo consumers y el homo sexualis.
La adquisición de productos eróticos nos dice algo más que una simple transacción económica, nos habla de un nuevo mercado, un nuevo enfoque, y una nueva forma de vivir el placer sexual. Para adentrarnos en esta temática, se estudiaron los comercios destinados a su venta: dado que uno de nuestros objetivos era observar los cambios y evoluciones, se realizaron una serie de cuestionarios destinados a los trabajadores, acompañándose todo ello de la consecuente observación participante del equipo de investigación.
Por otra parte, se establecieron dos modelos a analizar, a saber, el tradicional o “sex-shop” y el emergente o “tienda erótica”. Con ello se pretendió hacer patente la diferencia de enfoque que se está produciendo en este tipo de industria. El primero, surgido en España a principios de la década de los 80, se ubica en un país con un pasado de grandes limitaciones sexuales y tabúes, que una vez dentro de un contexto democrático de mayores libertades, busca ejercer su derecho al placer. Se caracteriza por ubicarse en calles secundarias, escondiéndose de la moral imperante.
Por el contrario, el modelo emergente “tienda erótica” busca minimizar la referencia al sexo, eliminando el material con contenido explícito, tales como películas o revistas pornográficas.
Una vez analizados los dos modelos más populares de comercios, el lector se preguntará las razones para hacer esto. La respuesta principal y eje central de este artículo es que: en la sociedad de consumo la propia adquisición de productos nos rebela algo más que un intercambio; por ello las claves están tanto en los comercios como en las interacciones que tienen lugar dentro de ellos.
Durante muchos años, este sector estuvo relegado a una imagen de decadencia y prohibición, el estereotipo social de personas que los frecuentaba era el de homosexuales, gente de “mal vivir” y principalmente hombres solitarios que buscaban satisfacer sus impulsos sexuales a través del onanismo.
Actualmente, un cambio de actitud en cuando a la sexualidad y a la percepción del cuerpo, derivado en su mayor parte de encontrarnos dentro de una sociedad que ya no criminaliza el placer, ha producido un cambio de enfoque radical, las nuevas tiendas se ubican en calles principales e incluso dentro de centros comerciales y el nuevo consumidor es una mujer que no se esconde y reivindica su derecho al placer sexual. Con ello surge un nuevo tipo de consumidor y, en consecuencia, emerge un nuevo estereotipo prototípico valorado socialmente de forma positiva, el del individuo liberado e individualista, aquel que consume para demostrar a su vez su independencia en todos los ámbitos, incluido el de la sexualidad, su no necesidad del otro. Bien podría ser el ensalzamiento del individualismo, como una de las cualidades del perfecto habitante del mundo occidental, la tierra sobre la que floreció la aceptación y popularización de los aparatos de placer autoerótico.
Éste cambio no sólo ha originado beneficios a los usuarios, el mercado ha sabido muy bien cómo sacar partido de ésta nueva permisividad.
No solamente el aumento de negocios revelan una mejora en el sector, sino que la diversificación de la producción hacia la creación de estos productos, en empresas cuya oferta nunca estuvo relacionada con esta temática, nos muestra qué está pasando en el mercado, marcas como Phillips, especializada durante décadas a la producción de televisores, bombillas, lavadoras, entre otros aparatos domésticos, actualmente cuenta con una línea de vibradores y masajeadores sexuales, publicitados como el regalo perfecto para conseguir la vida sexual ideal.
La intimidad de los cuerpos, antes estéril de producir ningún beneficio económico, se convierte en un nuevo campo que explotar por el consumo.
Este nuevo enfoque, también incluye una nueva idea de cómo debe ser una sexualidad realmente nueva y moderna, en el sexo a la última moda, publicitado y vendido como el auténticamente liberado, deben estar presentes éstos aparatos, por ello, los consumidores, no sólo los adquieren para potenciar su placer, sino para demostrarse a sí mismos y al resto de individuos, que ellos forman parte de esa nueva comunidad libre de tabúes y prejuicios. Esto nos lleva a la siguiente reflexión ¿La posibilidad en sí misma de poder adquirir un producto, es sinónimo de un verdadero progreso en cuanto a la percepción de nuestro cuerpos? ¿Poder comprarlos significa encontrarnos en la panacea de la libertad sexual? Inevitablemente, desde un análisis crítico la respuesta es un no rotundo, si bien es cierto que si comparamos el estado de la percepción de la sexualidad de 50 años a esta parte, es evidente su evolución, pero no es cierto que nos encontremos en el punto más álgido.
Por una parte, actualmente se siguen evitando las conversaciones sobre temas relacionados con la sexualidad, e incluso, si nos remitimos a los datos de la última encuesta del CIS, casi un 70% afirma no haber recibido nunca educación sexual,[2] por lo que ¿De que sirve encontrarnos con bonitos escaparates y sofisticados anuncios si realmente no estamos evolucionando desde la raíz?
El modelo por el que se ha optado sólo modifica la imagen, la superficie, hace de la concepción de la sexualidad un elemento más sofisticado, glamoroso, chic; produciendo incluso estimuladores con perlas y brillantes de altísimo valor en el mercado.
Por otra parte, dentro del postmodernismo, los bienes del consumo se han convertido, más que en un bien de estatus, en un objeto donde materializar nuestros sentimientos. rRegalados para demostrar nuestro afecto y adquiridos para mostrar nuestra personalidad. Son, al fin y al cabo, los tótems del siglo XXI, a los que rendimos culto e incluso otorgamos el poder mágico de definirnos.
Nos encontramos ante un modelo de sexualidad mediatizado cada vez más por infinidad de aparatos tecnológicos que nos prometen, a cambio de una cuantiosa suma de dinero, acercarnos al paraíso carnal a través del plástico.
Un análisis más profundo de este fenómeno, nos revela que el aumento de productos no responde a la simple ecuación de un aumento de la tolerancia y la libertad sexual; sino que se trata de un síntoma más de la sociedad de la abundancia, la cual ahora también se introduce entre nuestras sábanas para mostrarnos que cuanto más caro, y más tecnológico, mejor.
Por otra parte, tanto la publicidad relacionada con estos productos, como los productos en sí mismos, están mayormente enfocados a un público determinado: la clase media, joven, heterosexual y preferiblemente blanca. Los anuncios relacionados con ellos siempre muestran la misma imagen: parejas heterosexuales, jóvenes y blancas, recreando el modelo de lo que socialmente se desea. Relegados a un espacio vacío y a la práctica inexistencia, quedan la sexualidad de los ancianos, la de los tullidos, la homosexualidad; el mestizaje se queda como algo exótico, y la sexualidad de los mayores como un terrenos inexistente.
Por lo que llegados a este punto se vuelve a afirmar: Sí, se ha evolucionado, pero lo han hecho los de siempre, y en el mismo camino; ahora somos más libres, más libres, sí, más libres para comprar. Todavía queda un largo camino que recorrer para que la sexualidad y el placer sexual, sean un beneficio al que todos los individuos puedan acceder sin ningún tipo de estigma.
El mercado ha conseguido integrar los productos eróticos en las dinámicas de consumo, potenciando su atractivo hacia perfiles de consumidores mucho más amplios. Esto implica que su objetivo ha sido encontrar la estrategia para difuminar las connotaciones negativas relativas al sexo, elaborando productos sofisticados y elegantes para potenciar sus beneficios. Sin embargo su finalidad real no es el verdadero bienestar sexual de los ciudadanos. El mercado ha encontrado una nueva mina de oro en el recodo más íntimo de los individuos, el goce sexual, y está dispuesto a explotarlo hasta el límite.
Seguimos dentro de una sociedad coitocentrista dominantemente heterosexual, en la que el discurso dominante se basa en el etiquetaje y la delimitación. Se podría hablar incluso de un cambio más simbólico que real. Los individuos conciben el acto de consumir como una liberalización debido a la ilusión de individualismo que les proporciona, aunque realmente continuemos limitados a los entresijos del capital.
Por Caterina Nicolau Oliver, Teresa Escrich Gallardo y Sara Amos Rubio
FUENTE: SOCIOLOGOSPLEBEYOS
NATURALEZA ASOMBROSA: LAS NUBES ASPERATUS
Se llaman nubes asperatus, una denominación provisional puesto que todavía y dada la novedad del fenómeno, aún no está catalogada como nube en la Organización Meteorológica Mundial.
En realidad desde 1951 no se ha catalogado ninguna nube nueva, sin embargo, desde la The Cloud Appreciation Society se está intentando que esta asperatus sea incluída como una nueva clasificación de nube.
Nube asperatus sobre Estonia | Fuente | Licencia Creative Commons
Dicen que estar bajo un cielo cubierto con ellas es como mirar la superficie del mar cuando estás sumergido en el fondo y que su nombre proviene de su textura áspera y arrugada.
Estas ondulatus asperatus aparecen en forma de gran sábana ondulada y aunque tienen ese aspecto de tormentosas, no suelen venir acompañadas de lluvía y se especula que están formadas por fuertes corrientes de viento superiores a 2000 metros.
Sin embargo, todo es bastante especulativo ya que hoy por hoy, todavía no se tienen claras las causas de formación de estas espectaculares nubes.
FUENTE: ALDEA-IRREDUCTIBLE
ACTUALMENTE HAY MÁS ESCLAVOS QUE NUNCA ¿CUÁNTOS DE ELLOS TRABAJAN PARA TI?
Pagina para el test de la esclavitud es: http://slaveryfootprint.org/#sthash.X…
La esclavitud es una práctica cuya vigencia cuestiona los fundamentos éticos de la sociedad contemporánea; actualmente existen 27 millones de esclavos y muchos de ellos trabajan para ti.
Generalmente tendemos a concebir la esclavitud como un oscuro episodio de nuestro pasado histórico. Sin embargo, al analizar con cierto detenimiento las condiciones actuales, y si recurrimos a algunos datos que afloran en estudios recientes, entonces podemos comprobar que este lamentable fenómeno social goza de mayor vigencia que nunca. Lo anterior resulta ciertamente paradójico si tomamos en cuenta que desde 1981 no existe país alguno que permita, al menos dentro de su marco legal, esta actividad.
Desde hace una década ya se había documentado en un estudio de Richard Re, publicado en la Harvard International Review, que alrededor del mundo existen, por lo menos, 27 millones de esclavos – y aunque resulte difícil de creer esto significa que actualmente hay más esclavos que a mediados del siglo XIX, cuando el auge de esta práctica provocaba que 25 millones de personas vivieran bajo este denigrante régimen – .
La mayoría de los esclavos contemporáneos se encuentran sometidos bajo este modelo producto de la obtención de prestamos financieros, informales, que deben luego de pagar con su trabajo. Pero si bien este formato tiene sujetos a aproximadamente el 90% de las personas que calificarían como esclavos, obviamente no es la único manifestación del sometimiento ilegal de una persona para realizar labores forzadas. Aquí deberíamos de incluir miles de casos de explotación infantil, trata de personas – sobretodo en contextos de prostitución – , o incluso lo que sucede con inmigrantes alrededor del mundo, a quienes les retienen sus pasaportes y les obligan a trabajar en condiciones miserables bajo la amenaza de ser entregados a las autoridades locales.
Un reporte publicado recientemente por la SumAll Foundation, se propuso traducir en cifras la actualidad de la esclavitud. Por medio del infográfico que resultó de este ejercicio, sabemos que, por ejemplo, un esclavo en Brasil, está destinado a generar $8,700 dólares a lo largo de toda una vida de arduo y forzado trabajo, mientras que su equivalente en la India deberá contentarse con solo $2,000. En cuanto a rentabilidad, lo más cotizado es poseer un esclavo sexual ya que este representa ganancias a su dueño de unos $18,000 dólares, si se encuentra en Tailandia, o de $49,000 si opera en California.
FUENTE: LAMATRIXHOLOGRAFICA
¿POR QUÉ LOS ROMANOS NO USABAN EL CERO?
Cuando hablamos de números romanos, nos damos cuenta de que en el imperio romano se comenzaba a contar con el número uno. Pero, ¿por qué los romanos no usaban el cero? Sigue leyendo y lo sabrás.
¿Por qué los romanos no usaban el cero?
Hay diferentes sistemas numéricos, y cada uno de estos tiene que ver con el avance de los pueblos que los utilizan. Hoy en día, nosotros usamos el sistema posicional, en el que el valor de un carácter depende de su posición. Por ejemplo, el 3 tiene diferentes valores si el número es 325 que 453.
Sin embargo, los romanos –como otras grandes civilizaciones como los griegos, los aztecas o los pre-árabes– utilizaban el sistema aditivo, es decir, que es la transcripción de lo que contamos. Por tanto, el V solo puede ser V (cinco o 5).
Los sistemas aditivos, mediante métodos como el ábaco, pueden llegar a convertirse en sistemas más avanzados como el posicional. Los romanos jamás utilizaron la aritmética para realizar cuentas, pero sí este artilugio. Pero frente a otros pueblos –los aztecas, los hindúes, en China y en Babilonia–, los romanos no dieron ese salto evolutivo matemático.
Los sistemas posicionales utilizan un símbolo discreto y convencional para representar a los números, mientras que los sistemas aditivos realizan una representación gráfica de ese número. Además, los sistemas aditivos necesitan símbolos especiales para números de orden mayor en magnitud que el número base ‒por ejemplo, de 100 o de 1000–.
Precisamente, por tener un sistema aditivo, los romanos no necesitaban el cero. Para expresar cifras como 2002, utilizaban MMII, sin necesidad de indicar que entre los dos 2 había ausencia de cientos y decenas.
Por su parte, las primeras civilizaciones con sistemas posicionales utilizaban huecos en la escritura, aunque eso generaba muchos errores de comprensión, y poco a poco se fue creando el cero como hoy lo conocemos.
Origen del cero
El cero es un carácter que significa vacío, no solo es un marcador de posición, sino un número real que tiene un significado ‒nada, nulo, ninguno–. Sin el cero hoy no existiría la matemática moderna.
El cero nació en la India, durante la dinastía Gupta, en el siglo VI, mediante un largo proceso. Gracias a esta invención, la civilización más venerada por el mundo occidental, que es la romana, pasa a ser una “burra” de las matemáticas, ya que sin cero no hay forma de hacer un montón de cálculos, al tiempo que muchos otros darán resultados erróneos.
Hoy en día, son los números árabes los que todos utilizamos, gracias al matemático árabe al-Khwarizmi, que lo adoptó y lo introdujo en Europa. Sin embargo, existió durante mucho tiempo una especie de negación de ello por las diversas culturas occidentales –principalmente los italianos–.
Por su parte, los antiguos mayas hicieron su propio cero, con forma de concha estilizada, y cuyo sistema estaba basado en base 20, y no 10, algo realmente curioso.
Esta es la fascinante historia de por qué los romanos no usaban el cero. Sin duda, es algo muy interesante y que nos hace entender un poco más como funcionan hoy en día nuestros números, y también la importancia del cero para la matemática.
FUENTE: OJOCIENTIFICO
CIENTÍFICOS QUIEREN DEVOLVER A LA VIDA 24 ESPECIES EXTÍNTAS
¿Qué especies se podrían recuperar?
Lamentablemente entre estas especies "recuperables" mediante un proceso al que han denominado "de-extinción" no podemos encontrar a los dinosaurios, su ADN, tal como pudo comprobar Jack Horner (paleontólogo y asesor de Jurassic Park), está demasiado degradado. Pero aún así la lista es muy interesante.
Alguna de las especies más significativas serían:
El periquito de California. Esta especie se extinguió en 1904 entre otras razones por el uso de sus coloridas plumas en sombreros de señoras.
El guacamayo cubano, víctima de la deforestación. Se extinguió antes del 1900.
El uro, extinguido en 1627, habitaba Europa, Asia y el norte de África.
El pájaro carpintero Imperial, que lleva sin ser visto más de 50 años. Se da por extinto porque toda su hábitat ha sido destruida.
El mamut, gracias a los restos que se han encontrado congelados, y que se extinguieron hace 4000 años.
La moa de Nueva Zelanda. Esta especie, de las conocidas como "aves elefante", era una especie corredora como el avestruz, tenían más de dos metros de altura. Se extinguieron debido a la excesiva caza hecha por los Maorí alrededor del año 1400.
El bucardo, una especie de cabra montesa oriunda de los Pirineos, se extinguió hace poco, en el año 2000. Y ¿cómo no?, también debido a la caza excesiva.
El Smilodon o tigre dientes de sable murió hace unos 10000 años debido a los cambios climáticos que conllevaron el final de la última Edad de Hielo.
Recuperar alguna de estas especies extintas hace algunos años puede, en cierta manera, restituir el daño hecho al medio ambiente. Lo que puede que sea más contraproducente es volver a la vida especie extintas hace 10.000 años, como por ejemplo el smilodón o el mamut, ¿no te parece? ¿Crees tú que puede ser algo positivo volver a la vida especies extintas?
FUENTE: OJOCIENTIFICO
"IN THE WOMB", FETOS ANIMALES EN EL VIENTRE MATERNO
Viaje al desarrollo del feto animal desde su concepcion hasta el parto.
National Geographic ha presentado el documental In the Womb: Animals (Animales en el útero), en el que a través de las últimas técnicas de tratamiento de imagen y vídeo digital consiguen fotografiar los periodos de gestación de varios animales.
Las fotografías son espectaculares. Han utilizado los últimos avances en efectos especiales, informática e imágenes tomadas con ecografías 4-D para mostrar el desarrollo embrionario y fetal de un delfín, un elefante y un perro dentro del vientre materno, desde el día de su concepción hasta el de su nacimiento.
La técnica no es nueva, y ya fue utilizada para realizar el documental “In the womb – En el útero” donde se veía el desarrollo de un feto humano.
El productor del reportaje, Peter Chinn, explica que para conseguir esto una combinación de varias ecografías tridimensionales, cámaras diminutas y algún retoque con ordenador, para hacer las imágenes mas bellas.
Aún así estos embriones son los más detallados y cercanos a la realidad que podemos ver a día de hoy.
Posteado por Dragonerrante.
FUENTE: TEJIENDOELMUNDO
CONCURSOS DE BELLEZA INFANTILES... TERROR EN ESTADO PURO
Vestidos rosas… futuros negros
Pequeñas muñecas de carne y hueso; uñas postizas, bronceado artificial, sonrisas ensayadas, fundas en los dientes blancas y relucientes, lentillas de colores, tacones altos y costosos y relucientes vestidos, elaborados peinados y ¿por qué no? joyas carísimas para darle ese toque distinguido… el sueño de cualquier niña en Estados Unidos, pese a las elevadas probabilidades de que ese sueño acabe por convertirse en pesadilla.
Los certámenes de belleza infantil se han convertido en las últimas décadas en todo un fenómeno de masas y sobre todo, en un lucrativo negocio para los que manejan sus hilos. Actualmente se calcula que mueven alrededor de unos 5000 millones de dólares cada año. Toda una red mediática y de lo más lucrativa que gira en torno a las pequeñas niñas, de unos cinco a doce años, que literalmente son lanzadas por sus padres a este mundo plastificado en donde todo se rige por puras apariencias.
Los certámenes proliferan año a año e incluso en el canal estadounidense We TV se puede ver un “realiti” titulado “Little Miss Perfect”, donde la gracia está más en ver las luchas y envidias de las familias de las niñas que los posados y bronceados de éstas. Y es que en esas familias, por no decir en esas madres, está el verdadero origen de estos peculiares concursos.
El que tu niña luzca muy mona en una de estas pasarelas no es algo gratuito y, por defecto, no está al alcance de todas las familias. Generalmente, la inscripción en un certamen de importancia media suele costar unos 800 o 100 dólares, a esto hay que sumar el desplazamiento al lugar donde se celebre, hoteles, comidas… un buen pico en maquillaje y peluquería y otro pico todavía mayor en vestidos y atrezzo, ya que no vale cualquier trapito y en muchas ocasiones las niñas lucen diseños creados en exclusividad por grandes modistos. Con esto tan solo quiero centrar un poco en vuestra imaginación la familia “tipo” que presenta a sus mascotas hijas a estos certámenes.
Fotografías de Susan Anderson
Ya sé que yo no soy nadie para criticar lo que hace esta gente, allá cada uno con la educación que les da a sus hijos, pero no puedo remediar el pensar que algo falla en los cerebros de estos padres al actuar de este modo, no puedo dejar de imaginar que tras todo esto se ocultan ciertos complejos y carencias que intentan enmendar con capas de rímel y pestañas postizas en sus hijas que, como no, se muestran encantadas viéndose convertidas en pequeñas princesas y con su felicidad colmada por las continuas atenciones de sus queridas madres.
Pero… ¿Qué ocurre cuando la niña no gana el concurso? Porque muchas son las que se presentan pero está claro que solo una lo gana. ¿Le dan una palmadita en la espalda y la degradan a su viejo chándal y deportivas? ¿O consciente o inconscientemente la hacen culpable de no ser lo suficientemente buena?
Los psicólogos seguro que se frotan las manos al ver estas ferias ambulantes y todas esas miles de futuras clientes en potencia. Y lo mejor es que la suerte de las perdedoras sea mejor que la de las vencedoras, que se verán inmersas en un mundo de adultos a una edad demasiado temprana perdiendo por completo esos años que todos sabemos que son los mejores de nuestras vidas. Con un poco de suerte, pasados unos años, unas pocas acabarán siendo grandes estrellas de las pasarelas o quizás del cine o la música (los caminos de las pasarelas son inescrutables), otras no correrán tanta suerte y los excesos podrán con ellas esfumándose su efímera fama en los suburbios de los barrios ricos, entre alcohol, drogas y prostitución.
Pero para estos padres estos riesgos son solo minucias sin interés, a ellos lo que les importa es que sus hijas sean las que más brillan, las que tienen la sonrisa más brillante y la espalda más recta, en definitiva, las que sean aquello que ellas no consiguieron ser.
Recordamos ya de pasada el caso de la pequeña reina de la belleza de Colorado, JonBenet Ramsey, que en 1996 era violada y asesinada en la mansión de sus multimillonarios padres, presuntos autores del propio crimen.
JonBenet Ramsey (Más info)
También, para quien le interese, recomiendo la película “Pequeña Miss Sunshine”, de Jonathan Dayton y Valerie Faris. Que en clave de humor muestra a una familia americana completamente desestructurada que viaja a un concurso de belleza preadolescente, echando un conmovedor vistazo a las recompensas de ser un perdedor dentro de una cultura obsesionada con la victoria.
En los últimos años estos certámenes están siendo importados a otros países, como China, Tailandia o la India, supongo que no hace falta que os explique los premios que reciben las niñas en estos lugares…
FUENTE: TEJIENDOELMUNDO