lunes, 27 de enero de 2014

TAO TE KING - LAO TSE


El concepto totalizador del Tao sirve para definir el llamado Orden Natural que el Taoísmo propone como el funcionamiento armónico de la naturaleza. Así, el Tao es el ejemplo a seguir que los taoístas toman para aplicarlo a los diferentes aspectos de la vida. 
Hay un flujo en el universo que se llama Dao, o Tao. El Dao fluye lentamente, nunca para y es increíblemente poderoso, manteniendo las cosas del universo en orden y equilibrio. Se manifiesta a través de cambios de estaciones, ciclos vitales o mutaciones de poder u orden. El Dao es la ley de todo. Si sigues el Dao te haces uno. Además, conviene comprender el qi (término chino: vapor, aliento o energía), porque el qi y el Dao van de la mano, ya que el qi es la energía que circula en el universo, por lo que se puede decir que el Dao es flujo de qi. 
El concepto del Tao se basa en aceptar que la única constante en el universo es el cambio y que debemos aceptar este hecho y estar en armonía con ello. El cambio es el flujo constante del ser al no ser, de lo posible a lo real, yin a yang, femenino a masculino.

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