Normalmente no nos damos cuenta, pero la civilización es un proceso constante, una guerra incansable contra la naturaleza. En estas fotografías se muestran los escenarios de batallas ganadas por la naturaleza contra la depredación del progreso humano, ideas de la razón que parecen ser devoradas nuevamente por el sueño.
Desde discretas cabañas que apenas muestran la presencia del hombre reorganizando algunos pocos elementos del paisaje, hasta las enormes estructuras herrumbrosas de parques de diversiones abandonados, estas escenas parecen poemas escritos a dos manos en dos tiempos, una más consciente, una más salvaje que otra.
Desde discretas cabañas que apenas muestran la presencia del hombre reorganizando algunos pocos elementos del paisaje, hasta las enormes estructuras herrumbrosas de parques de diversiones abandonados, estas escenas parecen poemas escritos a dos manos en dos tiempos, una más consciente, una más salvaje que otra.
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