LOS GARAWAN KURA DE NIGERIA RONDAN CON SUS HIENAS ENCADENADAS Y OTROS ANIMALES COMO MONOS Y SERPIENTES REALIZANDO ACTOS DE ESQUIVO ENTRETENIMIENTO CON UN PODEROSO ESTILO
En Nigeria, un grupo de hombres genera temor y admiración pavoneándose magnéticamente con sus hienas mascotas por los suburbios. Son los garawan kura, parte de una subcultura conformada por hombres de dudosa profesión que suelen chantajear e intimidar a las personas y logran empleos en sectores clandestinos. El fotógrafo Pieter Hugo, quien retrató a estos sofisticados arrabaleros, cuenta que la mayoría de ellos están relacionados, conforman un clan (como si se tratara de una sociedad secreta de brujos posmodernos), suelen traficar con otros animales, incluyendo serpientes y llegan a montar espectáculos itinerantes.
Habiendo domado o al menos controlado con bocazas y cadenas a estos feroces animales que no sólo son carroñeros sino que también cazan y suelen considerarse despiadados, utilizan el aura que los rodea para vender medicinas, realizar trucos de prestidigitación y escamotear a otros ciudadanos.
Ver a los garawan kura recuerda escenas de ciencia ficción distópica, con una estética mejor representada por la película Mad Max. De alguna manera, toman las características de las hienas como animales de poder: son nocturnos, generalmente poco gregarios, toman su propio camino y se aprovechan de los desechos y de los resquicios que la sociedad y la naturaleza permiten. Si alguna vez pensaste que en tu barrio había tipos rudos, estas imágenes probablemente te harán pensarlo dos veces.
El estilo de estas mascotas voraces evoca páramos de Mad Max o zonas distópicas de arrabal
En Nigeria, un grupo de hombres genera temor y admiración pavoneándose magnéticamente con sus hienas mascotas por los suburbios. Son los garawan kura, parte de una subcultura conformada por hombres de dudosa profesión que suelen chantajear e intimidar a las personas y logran empleos en sectores clandestinos. El fotógrafo Pieter Hugo, quien retrató a estos sofisticados arrabaleros, cuenta que la mayoría de ellos están relacionados, conforman un clan (como si se tratara de una sociedad secreta de brujos posmodernos), suelen traficar con otros animales, incluyendo serpientes y llegan a montar espectáculos itinerantes.
Habiendo domado o al menos controlado con bocazas y cadenas a estos feroces animales que no sólo son carroñeros sino que también cazan y suelen considerarse despiadados, utilizan el aura que los rodea para vender medicinas, realizar trucos de prestidigitación y escamotear a otros ciudadanos.
Ver a los garawan kura recuerda escenas de ciencia ficción distópica, con una estética mejor representada por la película Mad Max. De alguna manera, toman las características de las hienas como animales de poder: son nocturnos, generalmente poco gregarios, toman su propio camino y se aprovechan de los desechos y de los resquicios que la sociedad y la naturaleza permiten. Si alguna vez pensaste que en tu barrio había tipos rudos, estas imágenes probablemente te harán pensarlo dos veces.
Los hombres hiena son parte de un temible clan en Lagos, Nigeria
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