sábado, 29 de noviembre de 2014

NANOESCULTURAS, EL ARTE MÁS PEQUEÑO DEL MUNDO

El arte se presenta de muchas maneras, pero pocas veces podemos verlo a esta escala. Las esculturas de Jonty Hurwitz son más finas que un cabello, caben en la cabeza de un insecto o encajan dentro del ojo de una aguja. Y todo gracias a la ciencia.

Jonty Hurwitz



Jonty Hurwitz es un artista científico. Para ello fuerza los límites del arte. En concreto los límites de las dimensiones y el tamaño. Sus preciosas esculturas son las más pequeñas del mundo, algunas más finas que un cabello humano. Otras caben en la cabeza de una hormiga. Esto es lo que ocurre cuando unes la ciencia con el arte.

Así lo afirma el propio Jonty Hurwitz: "es tan interesante cuando atraes a un científico al mundo del arte. Consigues inspirarte e ilusionarte como nunca". Y es que el proceso para esculpir sus obras de arte tiene mucho de científico. Básicamente, Hurwitz emplea la nano
impresión 3D para realizar sus escultura. Esta técnica es uno de los procesos más modernos y punteros que ha dado la tecnología, así que ¿por que no aprovecharla para algo más que el desarrollo de nuevos dispositivos? Sin duda una idea original que bien ha merecido la pena.

Nano esculturas

Lo que hace Jonty Hurwitz no es otra cosa que "escultura científica", como él lo llama. Varias son las piezas que inspiradas en las leyes matemáticas y físicas consiguen un resultado sencillamente espectacular. Pero probablemente las más llamativas de todas sean sus tres nano esculturas. Estas tres obras de arte son de una delicadeza y una sofisticación sin igual. Especialmente bonita es "Psique revivida por el beso del amor" o Cupido, una escultura cumbre de Antonio Casanova y cuyo original se encuentra en el Louvre de París.


Galería­ de imágenes

Jonty Hurwitz

Jonty Hurwitz

Jonty Hurwitz


Jonty Hurwitz

Jonty Hurwitz

Jonty Hurwitz

Jonty Hurwitz

Jonty Hurwitz


Jonty Hurwitz



Llevar la delicadeza de esta obra al nivel de las micras es sencillamente una idea genial. La puesta en escena no puede ser más evocadora, un pedazo de esencia humana colocada sobre la cabeza de una hormiga. Otra de sus esculturas, "Confianza", cabe dentro del ojo de una aguja y mide la mitad de un cabello. "Intensidad" es otra genial pieza, un poco más grande pero sigue cabiendo en un pelo humano. Una expresión perfecta de cómo lo efímero aparece donde menos te lo esperas. Un pedacito, nunca mejor dicho, de arte único.


Nano arte, nano ciencia
Para poder realizar estas esculturas, Jonty Hurwitz ha usado varias técnicas punteras de fotografía e impresión 3D. Esto lleva un trabajo considerable, tal y como se pude ver en las imágenes de su estudio. El proceso comienza con la captura de la escena en una compleja sala llena de cámaras. De esta manera se obtienen todos los ángulos y detalles de la figura que se va a esculpir a posteriori. El modelo ha de ser lo más detallado posible.


Galería­ de imágenes

Montaje Jonty 5

Montaje Jonty3


Montaje Jonty 2


Montaje Jonty1


Con todo el apartado visual obtenido, la información se pasa al ordenador que maneja la impresora 3D especial que realiza la escultura. Para ello, Jonty Hurwitz usa una técnica denominada litografía multifotónica. Es, como dice Hurwitz, arte creado con física cuántica. La litografía multifotónica consiste en iluminar un polímero con luz ultra violeta para solidificarlo. Si usamos el foco de luz normal con un microscopio podemos enfocarlo para que incida con una precisión increíble. Esto tiene un efecto similar a la 
luz UV pero en un área pequeñísima. De hecho, las esculturas de Jonty Hurwitz absorben solo dos fotones y se solidifica.

Esta absorción y solidificación que ocurre solo en una zona minúscula forma lo que llamamos un voxel, como si fuese un pixel material. Estos vóxeles son la base de la escultura que es creada, fotón a fotón, formando la figura mediante un proceso informatizado. Los vóxeles son ensamblados uno a uno lentamente durante un proceso que tarda horas. De esta manera tan delicada se esculpen en tamaños minúsculos auténticas piezas de arte, gracias a la capacidad técnica que aporta la impresión 3D, uno de los últimos retoños de la ciencia. Por último, para poder observar las esculturas necesitamos un microscopio de electrones, ya que no podemos ver esto con un microscopio normal. Una manera increíble de combinar dos aspectos esenciales en la vida del ser humano de una forma maravillosa.

FUENTE: HIPERTEXTUAL

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