jueves, 22 de enero de 2015

SAHARA LIBRE: UNA ANTROPÓLOGA EN EL DESIERTO


“Los fosfatos, que para el colonizador europeo son de enorme interés, para el nómada camellero y pastoril del Sahara no significan nada o casi nada, o, por lo menos, significan otra cosa. En cambio, una hierba minúscula que nosotros contemplamos indiferentes, es para él de gran importancia” Julio Caro Baroja, antropólogo, 1955.

"En los campamentos de refugiados, las mujeres fueron adoptando la costumbre de permanecer con su madre, ya que, como no les quedaba más remedio que vivir sin hombres, más valía vivir con la madre y las hermanas que no con la suegra y las cuñadas.  A una situación fuera de lo habitual correspondió una respuesta fuera de lo habitual." Sophie Caratini, antropóloga.


'El conflicto del Sáhara en menos de 3.000 palabras', es un cómic de Mauro Entrialgo, sobre la historia de Sáhara Occidental y que se puede descargar de forma gratuita aquí: en su web

Ideal para entrar en contexto de manera muy digerible.
"Es un tema delicado y he consultado a mucha gente. Aunque seleccionar determinados hechos implica un sesgo, he intentado ser objetivo. Está claro que ante un tema polarizado como éste siempre habrá críticas" se exculpaba ya el autor. De todas formas, la activista y defensora de los derechos del pueblo saharaui Aminetu Haidar fue la que acompañó al autor a presentar esta obra.




La antropología también ha estado interesada en este pueblo, aunque realmente el primero de los objetivos fuera el de conocer para colonizar mejor. Julio Caro Baroja, en 1955, fue enviado por las autoridades coloniales españolas para hacer trabajo de campo como mejor sabía hacer: recopilando y detallando, creencias, remedios, métodos de subsistencia... “los fosfatos que para el colonizador europeo son de enorme interés, para el nómada camellero y pastoril del Sahara no significan nada o casi nada, o, por lo menos, significan otra cosa. En cambio, una hierba minúscula que nosotros contemplamos indiferentes, es para él de gran importancia”
También líneas genealógicas, donde la unidad social en el Sahara occidental es la cabila. En opinión de Julio Caro Baroja, "cada una tiene un fundador, y cada miembro debe saber el nombre de siete antepasados suyos, uno tras otro. El que no sabe estos –dicen– es tratado de asno por los alfaquíes. La razón de esta obligación, estriba en que el grado de parentesco desde el séptimo abuelo para acá establece más solidaridad agnática”




"La sociedad nómada saharaui se proyecta en el tiempo más que en el espacio" explica sobre esto la antropóloga Sophie Caratini, que con veintipocos años, se internó en lo más profundo del Sáhara para estudiar a esos “hijos del pasto estacional y de la nube portadora de lluvia”, especialmente a los Erguibat.

"Así fue como partí en búsqueda de los camelleros erguibat... y me encontré con los jóvenes combatientes del Polisario, con sus uniformes de campaña y sus kalachnikovs..."

Ella, cuaderno en mano, comenzó por vía directa:


"-¿Quienes son los Erguibat?"

"-¡¿Que quienes son los Erguibat?! ¿Cómo? ¿no lo sabes?, pues, claro, son Chorfa! (descendientes del profeta Mohammed) Sid Ahmed Erguibi era un hombre muy santo y tenía la Baraka, la bendición divina. Hacía milagros: podía curar enfermedades incurables, devolver la fecundidad a las mujeres estériles y sanar la locura. Hasta podía transformar la arena en oro.
- ¡La arena en oro!


- Sí, así fue como compró la tierra de los Erguibat.

Para conmemorar aquel día, los erguibit nunca utilizan el oro para adornarse. En sus casas no encontrarás joyas ni objetos de oro. Si por descuido un erguibit se monta en en un camello, aunque sólo fuera con un trocito minúsculo de oro, el camello se desplomaría."




Pero no toda la población respondía encantada a sus preguntas etnográficas sobre las tribus. En realidad, el contexto histórico requería tener pies de gato en ese asunto.

- ¡Pero es que aún no te has dado cuenta de que la época de las tribus ya ha pasado! Ningún saharaui te responderá a una pregunta así. No te olvides de que esos que ves aquí son señores feudales y que sus discursos son mentiras. Todos los que perpetúan el tribalismo, refiriéndose continuamente a sus antepasados, son como ellos.- Le espetó un joven.

El primer y radical paso que dieron para unirse por la rebelión, fue el silencio sobre el "tribalismo", pero sin olvidar una historia de largas traiciones hacia su pueblo. Un saharaui le explicó:

- "Cuando los españoles llegaron a las costas del Sáhara hacia 1900-1905, (...) se instalaron en la costa a cambio de un alquiler que los habitantes consideraron como un tributo, crearon mercados y favorecieron el comercio, sobre todo el de armas. Cuando las tribus del conjunto del Sahara se unieron para resistir el avance francés que amenazaba el sur y luego el norte, los españoles se comportaron en apariencia como auténticos aliados. Hasta 1934, prohibieron a los franceses y a sus tropas franquear la frontera (...). Pero cuando los franceses ocuparon el conjunto del Sahara argelino, todo Marruecos y toda Mauritania, España empezó por su lado a conquistar el interior de las tierras del Sáhara y los habitantes descubrieron que habían sido engañados."

"Al principio era casi imperceptible, pero después se dieron cuenta de que estaban colonizando todo el país. Distribuyeron mucho dinero para comprar a los notables y los nómadas terminaron convirtiéndose en asistidos. Entonces acabaron perdiendo poco a poco su territorio y el control de su economía."




"Franceses, españoles y hasta el sultán de Marruecos, en febrero de 1958, organizaron una operación militar para aplastar cruentamente la resistencia de los habitantes. La llamaron Operación Escobillón. A continuación, los países del Magreb y de África Occidental obtuvieron la independencia: Marruecos, Túnez, Mauritania, Senegal, Mali, Argelia, todos menos el Sáhara Español. Claro que España hizo todo lo posible para no llamar la atención, porque había descubierto fosfatos. Para conformar a los saharauis gastó aún más dinero. Halagaron a los notables con dinero, enviaron a sus hijos a la Universidad de Madrid y a las universidades árabes de los países del Magreb. Casi todos volvieron con la intención de luchar por la independencia, pero los españoles no querían escuchar y además los jóvenes no podían tomar la palabra en las reuniones de los notables. Entonces crearon el Frente Polisario, que declaró la lucha armada el 20 de mayo de 1973."

"Queremos construir una sociedad justa, igualitaria. Nuestras tradiciones prueban que somos capaces de ello. Los habitantes del desierto siempre practicaron la solidaridad, la ayuda mutua y el sentido del honor. Entre nosotros, no hay clases explotadoras, ni reyes, ni emires. Queremos recuperar el concepto de propiedad compartida de la antigua sociedad nómada. Somos un pueblo libre y orgulloso, y en nosotros tenemos con qué construir una sociedad moderna mucho más democrática que la vuestra."




Sophie Caratini continuó el estudio de esta lucha que la consideró justa, y en su libro "La República de las arenas" estudió como, a partir de la revolución social, "los saharauis de los campos de refugiados han creado, sin duda, una nueva sociedad y una nueva identidad. En el plano social, se han igualado las diferencias de condición entre los grupos y los individuos; la esclavitud, en particular, ha desaparecido por completo, y el protagonismo social y político de la mujer se ha multiplicado. La práctica de la escisión ha desaparecido completamente, y el montante de la dote, inscrito en los preceptos religiosos del islam, se redujo a un dinar simbólico. La escolarización de todos los niños –chicos y chicas— es completa, lo que significa que toda una generación, y en este momento ya casi dos, han sido escolarizadas a un nivel nunca alcanzado por ningún otro país africano"



"En la actualidad, el matrimonio es libre, ningún saharaui obliga a su hija a casarse con un hombre que no haya escogido, y el matrimonio entre jóvenes de tribus diferentes es algo habitual, lo que no sucedía en el pasado." Pero, aclara Caratini "Las mujeres saharauis no corren el peligro de que vuelvan a mandarlas “al hogar”, como sucedió con las mujeres argelinas después de la revolución." "Los grandes nómadas, es decir, los camelleros que recorren cada año enormes distancias concedían un lugar importante a la mujer, pues a menudo los hombres se ausentaban de los campamentos y ya entonces eran las mujeres las que se ocupaban de la vida cotidiana e incluso recibían a forasteros bajo la tienda, en ausencia de sus esposos, padres y hermanos. Además, entre los guerreros, la religión no era omnipresente, y la mujer disfrutaba de una libertad de comportamiento y también de lenguaje mayor que en las tribus “morabíticas” de la sociedad mora."




Quizás por esa libertad, la sociedad saharaui pasó de ser de patrilocal a matrilocal. "Cuando la dote era simbólica, y los hombres, siempre en armas, solo volvían a su tienda 15 días cada seis meses, las uniones duraban poco. Como consecuencia de ello, las mujeres se encontraban al cargo de hijos de padres diferentes y, consiguientemente, con diferentes suegras. Como en la sociedad nómada el hijo pertenece al linaje del padre, la mujer se va a vivir con su marido y levanta su tienda en el campamento del esposo. Pero en la situación de los campamentos de refugiados, la situación fue haciéndose cada vez más difícil y dolorosa, y, poco a poco, las mujeres fueron adoptando la costumbre de permanecer con su madre, ya que, como no les quedaba más remedio que vivir sin hombres, más valía vivir con la madre y las hermanas que no con la suegra y las cuñadas, sobre todo cuando se tienen hijos nacidos de uniones anteriores que la nueva familia va a tratar como a extraños. Además, las mujeres casadas han adoptado la costumbre de construir junto a su tienda una pieza de tierra batida que les proporciona un poco más de confort, pese a lo costoso de su construcción. Por lo tanto, una vez instalada, a la mujer ya no le apetece mudarse. No hay que olvidar que en los campamentos ya solo quedaban las mujeres con los viejos y los niños. A una situación fuera de lo normal correspondió una respuesta fuera de lo habitual. Probablemente, los cambios no se detengan ahí y sigan produciéndose cuando los saharauis de los campos accedan a verdaderas casas y pasen definitivamente de una sociedad nómada a otra sedentaria. De momento se encuentran a mitad de camino entre una y otra."




Fuentes: 
"Los hijos de las nubes", Sophie Caratini. 
http://sophiecaratinienespagnol.blogspot.com.es/2009/03/hijos-de-las-nubes-entrevista-en-el.html 
http://manueldelgadoruiz.blogspot.com.es/2012/02/los-hijos-de-la-nube-resena-de-estudios.html

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