Como si las flores crecieran al revés, con raíces en el cielo, y uno pudiera moverse entre la sutileza embriagante de los aromas y la explosión radiante de los colores… Un colectivo de artistas japoneses ha creado una instalación en la que los usuarios pueden experimentar este paraíso de la imaginación materializada en el Museo Nacional de la Ciencia y la Innovación en Tokio.
El jardín de orquídeas cuelga del techo en un espacio que parece ser como el template vacío, de potencialidad pura, de los sueños. Como el mundo de Morfeo, pero habitado por deliciosos seres que se entreveran con los pasos de los asistentes a la instalación. El uso de las orquídeas, además de su elegante belleza, tiene que ver con que son capaces de absorber nutrientes sin estar ancladas a la tierra.
La idea fue realizada por teamLab bajo el nombre Jardín de flores flotante: Las flores y yo somos de la misma raíz, el jardín y yo somos uno. Las 2 mil 200 flores de este jardín son controladas por un sistema cibernético que permite subirlas y bajarlas, como si fueran una versión animada de los Jardines Colgantes de Babilonia, una de las siete grandes maravillas de la Antigüedad, consagrados a Venus. Estas nuevas flores flotantes cumplen en eso también, son una invitación a experimentar la belleza, que es el camino hacia lo divino.
FUENTE: PIJAMASURF
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