Una mujer de Australia les quita el maquillaje a las muñecas y les cambia la ropa para modificar el modelo “sexista y fashionista”. Considera que las figuras perfectas puede afectar el autoestima de las niñas.
Una científica y artista australiana decidió cambiar la forma de las barbies con las que jugaba su hija, dándoles un aspecto menos “fashionista” y más “natural”.
Sonia Singh era una amante de las muñecas de niña y ahora recicla barbies en desuso y las transforma en muñecas con características más parecidas al común de las mujeres y niñas.
Les quita la pintura de la cara con quitaesmalte y les dibuja ojos más redondeados, les pone ropa similar a las que usan las niñas y quedan con un aspecto menos “sexista y fashionista” según relata ella misma.
CAMBIO TOTAL. Sonia hace que el aspecto de las muñecas se vuelva más natural y menos fashionista (Captura de vídeo)
CAMBIO TOTAL. Sonia hace que el aspecto de las muñecas se vuelva más natural y menos fashionista (Captura de vídeo)
CAMBIO TOTAL. Sonia hace que el aspecto de las muñecas se vuelva más natural y menos fashionista (Captura de vídeo)
CAMBIO TOTAL. Sonia hace que el aspecto de las muñecas se vuelva más natural y menos fashionista (Captura de vídeo)
Una científica y artista australiana decidió cambiar la forma de las barbies con las que jugaba su hija, dándoles un aspecto menos “fashionista” y más “natural”.
Sonia Singh era una amante de las muñecas de niña y ahora recicla barbies en desuso y las transforma en muñecas con características más parecidas al común de las mujeres y niñas.
Les quita la pintura de la cara con quitaesmalte y les dibuja ojos más redondeados, les pone ropa similar a las que usan las niñas y quedan con un aspecto menos “sexista y fashionista” según relata ella misma.
“De chica me gustaba mucho jugar con muñecas pero mi madre no me dejara jugar con las barbies. Yo no entendía hasta que fui mayor”, cuenta Sonia en una entrevista.
La científica considera que este tipo de muñecas con ojos muy pintados y curvas perfectas siempre han recibido mucha controversia. “Sus cuerpos idealizados pueden afectar en gran medida la forma en que las jóvenes se perciben a sí mismas”, dijo.
Sonia sostiene que las mamás de todo el mundo a menudo luchan con esta situación. Ellas quieren que sus hijas tengan juguetes impresionantes, pero desde luego no quieren que tengan problemas de autoestima.
“La solución es difícil, pero una madre es encontrar la manera de navegar por el mundo de las muñecas y las imágenes hiper-sexualizada”, concluye.
FUENTE: LAVOZ
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