lunes, 21 de agosto de 2017

LOS OLMECAS

La cultura Olmeca, conocida como la madre de las culturas de Mesoamérica, se desarrolló entre los años 1200 AEC hasta alrededor del año 400 AEC en los actuales estados de Veracruz y Tabasco, México. Los centros culturales de esta civilización se situaron en San Lorenzo, La Venta y Tres Zapotes. 


Yacimientos arqueológicos en el área nuclear olmeca

Pero más allá de donde se situaron, no hay datos ciertos que permitan establecer el origen de su cultura.

De hecho, lo que llevó a los arqueólogos a crear la clasificación de “cultura Olmeca”, como algo diferente del resto de culturas de mesoamérica, fue el descubrimiento de las colosales cabezas olmecas en pleno siglo XIX, ya que hasta ese momento ni se sabía siquiera de su existencia. Lo que llamamos cultura Olmeca es la consecuencia del estilo artístico único de estas esculturas enigmáticas.


Cabeza Olmeca

En esencia se desconoce quiénes fueron realmente los Olmecas, ignorando todo en cuanto a su origen, lengua, y religión e incluso con que nombre se denominaban así mismos, ya que el término “Olmeca” fue acuñado en 1929 por Marshall Saville, director del Museo Indio Americano de NY, y significa en lengua náhuatl (azteca) “gente del país del hule”, dado que en estas zonas se extraía el latex de los arboles.


Señor de las Limas. Tallada y cincelada en un solo bloque de piedra verde, la pieza es doble: un personaje sentado, con las piernas cruzadas, sostiene sobre sus antebrazos un “bebe” extendido.

Los Olmecas constituyen el mayor y más antiguo enigma de Mesoamérica, pero más allá de eso, es indudable la influencia que esta cultura tuvo sobre las demás de Mesoamérica, transmitiendo su culto a las montañas, a las cuevas y a la Serpiente Emplumada.


El Príncipe, Veracruz (1200 a 900 AEC), de 1.30 metros de alto, que muestra a un hombre sentado con las piernas cruzadas

Como la primera de las civilizaciones de Mesoamérica, a los Olmecas se les atribuye y acredita la invención del juego de pelota (ligado a rituales religiosos), sacrificios humanos, y la invención del cero y del calendario mesoamericano, posteriormente adoptado por los Mayas y luego por los Aztecas. Por todo esto es que se considera a la Olmeca, la cultura madre de las mesoamericanas.


“El Luchador”, descubierto en 1933 en Uxpanapa. Se trata de un retrato realista: el personaje usa barba y bigote, tiene el cráneo rasurado y solo lleva un simple taparrabos. No sería un luchador, sino de un jugador de pelota.

Los Olmecas habrían sido asimismo la primer cultura en América en desarrollar un sistema de escritura (jeroglíficos). Se han descubierto símbolos en el año 2002 y en 2006 que fueron datados del 650 AEC y 900 AEC respectivamente, es decir, anteriores a la escritura zapotecas datadas en 500 AEC.

El Bloque de Cascajal, descubierto en 2006 cerca de San Lorenzo, muestra un conjunto de 62 símbolos, 28 de los cuales son únicos, gravados en un bloque de serpentina. La singularidad de esta escritura es que no tiene ninguna semejanza aparente con ninguna otra.


Bloque de Cascajal

Los Olmecas tuvieron especial predilección por lugares inhabitables, donde construyeron sus grandes centros ceremoniales. La región Olmeca es una zona de pantanos y bosques tropicales, lleno de ciénagas y marismas. Parece casi imposible que el hombre pudiera desarrollar esta notable cultura entre tantas plantas parásitas, lianas, barro, lodos y ciénagas. Es un territorio que impide completamente la agricultura y el posible desarrollo de la economía indígena de la época. Sus ciudades, incluso, tenían dificultades de abastecimiento de agua corriente y de depósitos para su almacenamiento.

La Ciudad de La Venta (900 AEC al 400 AEC) fue la principal ciudad sagrada de los Olmecas, y se construyó en un islote perdido entre pantanos cerca de Huimanguillo. Destaca por tratarse de la primera ciudad de América con un trazo arquitectónico planificado, y sobre todo, porque cuenta con la pirámide más antigua de Mesoamérica, un impresionante montículo de arcilla con un diámetro medio de 128 m y una altura de 31,4 m.


Pirámide de La Venta

Los olmecas de La Venta, fueron los primeros mesoamericanos en recoger y procesar el petróleo que brotaba de los yacimientos naturales (asfalto o betún) localizados en las cercanías de esta ciudad.

La Venta, ciudad que en su momento de esplendor pudo albergar a unos 18.000 habitantes, fue abandonada hacia el año 400 AEC, al igual que otros centros ancestrales como Gobekli Tepe, Teotihuacán, Caral, Tiahuanaco, Nan Madol, Sanxingdui, entre tantos otros.



Su antecesora, la ciudad de San Lorenzo, corrió la misma suerte o peor, ya que, hacia el 900 AEC, además de ser abandonada, la ciudad fue saqueada y sus monumentos fueron destruidos y laboriosamente enterrados.

Cabezas Olmecas

La herencia escultórica, por excelencia, de la civilización olmeca son las llamadas Cabezas Olmecas. Se trata de enormes esculturas extraordinariamente talladas, de alrededor de 20 toneladas de peso.


Desenterramiento de las Cabezas Olmecas

En cuanto al método constructivo, como no existían aún los metales duros, deben haberlas tallado golpeando piedra contra piedra… Como lograron semejante nivel de detalle, expresionismo y simetría con tan rústicas herramientas?


Cabeza olmeca

Por otro lado, las colosales cabezas fueron esculpidas en grandes piedras de basalto extraídas de la Sierra de los Tuxtlas de Veracruz, a unos 100 Km de distancia. Como los Olmecas no conocían la rueda, deben haber movido los enormes y pesados bloques a pura fuerza, atravesando los terrenos pantanosos de zona de La Venta… Con que medios se valieron para mover piedras brutas de más de 20 toneladas de peso?


Desenterramiento de las cabezas olmecas

Cada cabeza tiene un diseño único, tanto de su rostros como su casco y accesorios. Son cabezas que carecen de cuerpo y representan un tipo de raza negroide, con labios gruesos, nariz ancha y plana con ceño fruncido; y con ojos rasgados en forma de almendra más próximos a las razas orientales.


Sala museo antropologia de Xalapa

Por la presencia del casco de “batalla” en todos los casos, algunos expertos entienden que las cabezas representan a guerreros. Sin embargo, por el esfuerzo que supone tamaña empresa de cortar y trasladar los enormes bloques por 100 kms y atravesando pantanos, como así también el hecho de honrar al homenajeado tallando su rostro en piedra – demostrando una maestría artesanal inigualable – es pensable que no se tratarían de simples guerreros, sino más bien reconocidas personalidades de la sociedad olmeca, como gobernantes o sacerdotes.


Cabeza olmeca

La Cabeza de La Cobata es la cabeza más grande encontrada hasta el momento, con una altura de 3,40 mts. y un peso de 40 toneladas aprox. Tiene los ojos y la boca cerrados, motivo por el cual se cree que puede representar a un gobernante ya fallecido en el momento de su tallado.



Cabeza Colosal Olmeca de la Cobata

Hasta la actualidad, se ha confirmado la existencia de 17 cabezas de piedra, todas dentro del corazón olmeca en la Costa Golfo de México, en los estados de Veracruz y Tabasco.


Cabezas olmecas de San Lorenzo

Si como aseguran los arqueólogos, los africanos jamás colonizaron México ni Centroamérica, en quien se inspiraron entonces los creadores de las cabezas colosales para tallar tipos de rostros que jamás habían visto?


Desenterramiento de las cabezas olmecas

Las cabezas olmecas no pueden ser datadas de un modo preciso, pero sí se pudo determinar que las cabezas de San Lorenzo fueron enterradas alrededor del 900 AEC, indicando que su período de manufacturación fue anterior.


Cabeza olmeca

Arte Olmeca

Las principales formas artísticas de los Olmecas que sobreviven a pesar de los siglos son las monumentales obras líticas y pequeñas obras hechas de piedras preciosas. Mucho del arte olmeca es altamente estilizado y usa una iconografía que refleja un significado religioso.


Máscara Olmeca. Preclásico medio (800-400 A.C.) Estado de Guerrero. Piedra verde con vetas y manchas oscuras. 10.7 x 9 cm. Museo Nacional de Antropología, Ciudad de México.

Sin embargo, algunas de las obras de arte de los olmecas son sorprendentemente naturalistas, exhibiendo una relativa precisión a la anatomía humana, probablemente solo apenas igualada por el arte mesoamericano de la cultura Maya.


Arte olmeca

Resulta ciertamente desestabilizante encontrar representaciones de tipos raciales que supuestamente nunca han estado en contacto con los olmecas. Tal es el caso de las Cabezas Colosales con los rasgos negroides, el caso de “El Luchador” con rasgos claramente caucásicos, y las representaciones de personas con tipología asiática.

Como se explica que sin conocer estas razas, sin jamás haber visto sus características físicas, puedan haberlas imaginado y luego representado con semejante exactitud?


Niño calvo – Estatuilla olmeca

Cosmovisión

Las creencias religiosas de los olmecas estaban sustentadas en el politeísmo, con un gran número de dioses relacionados con la agricultura y otros elementos como el sol, el agua, los volcanes, etc. Es una religión compleja, que no se ha conseguido descifrar aún. Hay muchos animales considerados dioses, como el caimán, sapos, reptiles, todos animales de la zona.


Deidad serpiente/jaguar

El Dragón Olmeca: Es el dios de la cultura olmeca tenía los rasgos de la serpiente, aves y jaguares y es el más visto en objetos como las hachas de jade.


El dragón olmeca es un dios con fuertes rasgos de las serpientes, aves y jaguares.

Resulta interesante notar que una representación de Gobekli Tepe (Turquía, 9.000 AEC) consiste en un felino con un aspecto muy similar al jaguar olmeca.


Gobekli Tepe

Serpiente Emplumada: Se cree que la representación mitológica de la serpiente que se puede encontrar constantemente en Mesoamérica, tuvo su origen entre los olmecas. En tradiciones posteriores, Quetzalcoatl fue conocido como el inventor de los libros y calendarios, el dador del maíz a la humanidad, y algunas veces como símbolo de muerte y resurrección, frecuentemente asociado al planeta Venus. Los Mayas le conocían como Kukulkán; los quiché como Gukumatz. Los Toltecasretrataban a la serpiente emplumada como Quetzalcóatl, el rival de Tezcatlipoca. El arte y la iconografía demuestran claramente la importancia de la deidad de la serpiente emplumada en la cronología mesoamericana, así como en el arte olmeca.


Quetzalcoatl

El Jaguar: Existe un mito olmeca que dice que un jaguar copuló con una hembra humana y así dio nacimiento a estos “hombres-jaguar”, representados como niños jóvenes y adultos masculinos. En la mitología maya, se creía que los Bacabob eran dioses jaguares. Estos eran los cuatro hijos de los dioses, Itzamná e Ixchel. Los Bacabs sostuvieron el cielo en cada una de las cuatro direcciones.
Sobre la meditación

Es llamativo el hallazgo de estatuillas dentro del área de influencia olmeca, representando situaciones similares a la meditación y el Despertar del Tercer Ojo.

Otra obra, denominada “El Acróbata”, perteneciente a la cultura de Tlatilco (la cual estuvo dominada e influida por los olmecas) remite directamente a la práctica de yoga.


El Acróbata

Las estatuas de los “Dignatarios” gemelos parecerían estar haciendo alusión al punto de la frente del Tercer Ojo.


Estatuas de dignatarios olmecas

El detalle del tocado de la cabeza tiene un extraño parecido a los de los faraones egipcios, quienes también resaltaban el punto en la frente del Tercer Ojo.


Tutankamón con cobra Uraeus

La estatua del Gobernador tiene un accesorio en la cabeza similar al de los “Dignatarios” pero además parece estar en una pose tipo Flor de Loto.


El Gobernador

Paralelismos

Existe una escultura en La Venta, que contiene a un personaje con un “casco”, que representa las fauces de un jaguar, y que por su espina dorsal parecería ascender una serpiente como la energía Kundalini. Este personaje tiene además, un cubo o balde en su mano.


Escultura de La Venta (650 AEC)

Este cubo es asombrosamente similar a aquellos representados en los relieves asirios, cultura en la que se los denominaba banduddû. Este cubo contendría una suerte de “agua bendita”, representando el “Agua de la Vida”, el “Caldo de Cultivo” primigenio, y sería utilizado en ritos de purificación. Este “Agua de la Vida” sería parte de la ofrenda ritual para el despertar de la conciencia, permitiendo al hombre recuperar su conocimiento inicial el cual habría sido tomado por los dioses luego de crear al “hombre de maíz”, según el Popol Vuh.


Cubo Agua de la Vida: comparativa entre escultura de La Venta y representaciones asirias.

En el yacimiento arqueológico de Jiroft (en la actual Irán) se han encontrado gran cantidad de objetos artesanales, muchos de ellos representando al jaguar y la serpiente, pero particularmente, se han hallado varios cubos como el de los relieves y la escultura de La Venta.


Cubos Jiroft. Principal: cubo con ave apresando a serpientes

Y acaso el cubo también se encuentre representado en este pilar de Gobekli Tepe


Pilar con relieves zoomorfos. Nótese que en cada supuesto cubo parecen representarse figuras zoomorfas, en el mismo lugar en que el cubo de Jiroft tiene tallado el jaguar.

El culto principal de la civilización Jiroft era a la serpiente y al jaguar, tal como en el territorio de Veracruz y Tabasco, y luego, extendido a todo Mesoamérica. 


Artesanías de Jiroft

Pero volviendo a la imagen del cubo con el ave apresando a las serpientes, la misma nos remite a la historia de los Mexicas (Aztecas) y a la fundación de Tenochtitlan. Según su mitología, Huitzilopochtli ordenó a su pueblo que sólo fundarían su reino donde vieran un “águila parada sobre un nopal devorando una serpiente“.


Aguila con la serpiente en las garras

Por esto es que, en la actualidad, el escudo de México presenta un águila y una serpiente:


Evolución Escudos de México

Hipótesis heterodoxa

Habría un libro (que no pude hallar) llamado “Los Olmecas La Civilizacion Sagrada Que Llego Por Mar” el cual propone como alternativa a la visión oficial que los llamados Olmecas habrían llegado por mar a Mesoamérica, hace más de cinco mil años, provenientes de Mesopotamia, Medio Oriente. Por más imaginativa que parezca esta idea, no deja de tener algunos puntos atendibles.

La versión sintetizada de esta hipótesis plantea que la historia de los llamados Olmeca se remonta al año 8,000 AEC, como el grupo dominante de su ciudad de origen, Tell Halaf (sede de la Cultura Halaf, en lo que actualmente es Irak y Siria), ciudad a la que llamarían de “los que fueron hechos para adorar”. La Cultura Halaf es la antecesora de la cultura de El Obeid, la cual es considerada como el primer estadio de la civilización sumeria.


Mapa de Mesopotamia

Estos Olmecas originarios, al igual que los posteriores sumerios, se habrían llamado a sí mismos “el pueblo de cabezas negras” (sag–giga), lo que podría explicar la creación de las Colosales Cabezas Olmecas de rasgos negroides en territorio tabasqueño y veracruzano, con el propósito de inmortalizar su raza y orígenes. Un sector opositor a los “Cabezas Negras” habría iniciado una revolución tomando el poder de Tell Halaf. Ese nuevo grupo gobernante habría sido el origen de la cultura de El Obeid, que evolucionaría luego en la civilización sumeria.

Expulsados de su territorio, los “Olmecas/Cabezas Negra” habrían vagado por el desierto hasta que, en una región de lo que hoy es Irán, iniciaron una nueva ciudad que en los textos sumerios sería Aratta, y actualmente sería justamente la Civilización de Jiroft, en la que se encontraron las artesanías con motivos de serpientes y jaguares.


Vaso de Jiroft

Posteriormente y probablemente perseguidos, los Olmecas habrían dejado las tierras de Jiroft para embarcarse en una travesía mayor, viajando por mar hasta las costas del actual territorio de México, a donde llevarían todos sus conocimientos, creencias y organización, y la traspasarían a las civilizaciones que la sucederían como la Maya.

Un ejemplo de esta importación de creencias y objetos de oriente podría ser el cubo de la escultura de La Venta, idéntico al de las representaciones asirias (herederos de la cultura sumeria), o también los tocados de la cabeza similares a los egipcios.

Los Mormones y los Olmecas

Otra linea de pensamiento, en algún punto similar a la anterior pero incompatible con la misma, propone que el relato de los Mormones (Santos de los Últimos Días o LDS) se basa en la civilización Olmeca.

Su fundador, Joseph Smith, habría tenido una serie de visiones (en la década de 1820) en las cuales se le indicó donde encontrar unos antiguos registros escritos sobre planchas de oro, que contenían un compendio histórico de la “América antigua”. En tal documento se afirmaba que un profeta llamado Mormón había trascrito, hacia el año 344, los registros de los descendientes de un grupo de inmigrantes provenientes de Israel que habían llegado navegando hasta América 600 años AEC y que habían dado origen en todo o en parte a los pobladores amerindios encontrados allí por los colonizadores posteriores.

Más allá de la cuestión de fe, de creer o no en las visiones de Smith, el punto es que efectivamente se han encontrado en América objetos originarios de distintas regiones de Asia, incluidas placas en hebreo.


Piedra de Los Lunas, (Hidden Mountain, New Mexico, USA) con inscripciones en una suerte de hebreo antiguo de lo que se cree es una versión abreviada de los 10 mandamientos.


También se han hallado en la Cueva de los Tayos (Ecuador), láminas metálicas escritas en lenguas indescifrables.


Coleccion Crespi – láminas con simil jeroglíficos

En la misma Cueva de los Tayos se han encontrado cientos de fabulosas piezas arqueológicas de varias regiones de Mesopotamia, incluida una representación del Apkallu asirio con el “cubo de la vida”:


Colección Crespi

Por otra parte, se ha hallado en territorio boliviano una vasija, actualmente llamada “Fuente Magna“, que en la parte exterior contiene algunos bajorrelieves zoomorfos (de origen tihuanacoide), mientras que en el interior, además de una figura antropomorfa, hay incisos dos tipos de escritura: una es quellca, idioma de la civilización Pukara, antesesora de Tiwanaku, y la otra proto-sumeria.


Fuente Magna – Detalle Interior

El Libro de Mormón describe tres civilizaciones densamente pobladas, semialfabetizadas y tecnológicamente avanzadas. El documento describe principalmente a los nefitas y los lamanitas que estuvieron en el continente americano desde el 600 AEC hasta el 400. También describe el ascenso y la caída de la nación jaredita, que existió en América desde la época de la Torre de Babel (que muchos eruditos estrictos de la Biblia datan entre el 3100 AEC y el 2200 AEC) hasta el 400 AEC. Esto llevó a pensar que civilizaciones mesoamericanas como los olmecas, mayas y zapotecas, que florecieron aproximadamente durante el periodo de tiempo cubierto por Libro de Mormón, pudieron haber sido los pueblos mencionados en dichas obras, siendo los Olmecas el equivalente de los Jareditas.

Los Jareditas fueron descendientes de Jared, su hermano, y otros integrantes justos de su familia. La cronología de su historia es: 2700 AEC Jared, su familia y amigos viajan a las Américas; 2630 AEC Se establece la ciudad de Morón; 2430 AEC La población de Morón es diezmada por causa de las guerras, treinta sobreviven; 2290 AEC Se construyen ciudades; 2160 AEC La sequía disminuye la población; 1070 AEC Una guerra civil divide el reino; 1010 AEC Guerras, hambruna, pestes; 740 AEC Guerra civil; ~600 AEC Batalla final, Éter y Coriántumr únicos sobrevivientes.

Después de la batalla final de los Jareditas, tan sólo dos hombres sobreviven, el profeta Éter y el líder militar Coriántumr. Éter registró la historia de su pueblo y escribió sobre su eventual destrucción. No existe registro de su muerte. Coriántumr, seriamente herido, sobrevivió a la batalla final, y permaneció con el pueblo de Zarahemla por “nueve lunas”.

Un grupo de Nefitas encontró el registro de Éter de los Jareditas y lo guardó con los registros del pueblo Nefita. Más tarde, el último de los profetas Nefitas, Moroni, recogió el registro del pueblo Jaredita y lo incluyó en su registro. Cientos de años después, Joseph Smith dijo que fue visitado por el ángel Moroni quien le indicó dónde encontrar estos registros. Joseph encontró estos registros y los tradujo en lo que en la actualidad, es conocido como El Libro de Mormón.

Las similitudes que algunos encuentran entre las civilizaciones Jareditas y la civilización que los arqueólogos llaman Los Olmecas, son:
Hasta aproximadamente el año 2000 AEC los Jareditas lucharon por establecer su supervivencia. Descubrimientos arqueológicos sostienen que los Olmecas hasta ese momento eran sencillos.
Desde el año 2000 AEC hasta el año l500 AEC los Jareditas hicieron adelantos significativos, construyeron muchas ciudades y una ciudad capital en las montañas llamada Morón. Existe una ciudad con características similares en el valle de Oaxaca y la arqueología ha encontrado restos de alfarería, áreas de agricultura y villas establecidas correspondientes a este período.
En el año 1500 AEC los Jareditas construyeron una ciudad llamada Lib. Hallazgos arqueológicos Olmecas han descubierto una ciudad cerca de San Lorenzo que se inicia en el mismo período, con la misma organización social y la hechura de monumentos que coinciden con lo registrado en el Libro de Mormón.
En el año l070 AEC ocurrió una Guerra civil en el tiempo de Com mencionada en el Libro de Mormón. Esto coincide exactamente con una guerra civil a la que los arqueólogos atribuyen la destrucción de la ciudad de San Lorenzo.
Los siguientes años de la cultura Jaredita fueron decadentes y de iniquidad. Los Olmecas durante este período desarrollaron una cultura enfocada en riquezas y fortunas. Ellos esclavizaron a mucha gente para construir monumentos gigantescos.
Por el año 600 AEC la cultura Jaredita fue destruida en una última batalla. Los arqueólogos situaron la destrucción del pueblo Olmeca en el año 601 AEC.
Se detalla que la última batalla del pueblo Jaredita ocurrió en una montaña. La última batalla del pueblo Olmeca ocurrió en el Cerro Vigía y tiene mucha consistencia con la descripción del lugar dada en el Libro de Mormón.

La pista China

Para sumar una hipótesis más al tema, según varios autores incluyendo al profesor de estudios chinos de la Texas Christian University, Mike Xu, los Olmecas provienen nada menos que de la antigua China.

Según esta corriente, algunos años después de la caída de la dinastía Shang de China (1766 AEC – 1122 AEC), cuando los Zhou derrocaron a los Shang, el hijo del emperador condujo a 25 mil adeptos hacia el Océano oriental. Según Mike Xu, los primeros Olmecas pudieron llegar a la costa americana gracias al curso marítimo natural llamada Corriente Negra. La idea no suena tan descabellada si se tiene en cuenta que la flota marina china era la mas avanzada en aquella época.

Este argumento se apoya en los indicios escritos dejados por los Olmecas en objetos decorativos como jarrones, alfarería y estatuas. Mike Xu encontró que ciertas palabras eran exactas a las usadas en la dinastía Shang tales como “sol, montaña, artesano, agua, lluvia, sacrificio, salud, plantas, riqueza y tierra”.



La mayoría de los 146 caracteres usados por los Olmecas son exactamente los mismos a los usados en la escritura china primitiva. De hecho, cuando Xu mostró a algunos estudiantes universitarios que analizaban la primitiva cultura china, los artefactos Olmecas, estos pensaron que era escritura antigua china convencional.

Otro indicio es el hacha hallada en un sitio de ofrendas Olmeca de La Venta, en México. Esta contiene tallados los nombres de varios ancestros de los Shang y de los últimos doce emperadores que gobernaron desde su capital dinástica de Anyang de la ultima época Shang.

Esta hipótesis, que expone el descubrimiento de América 2.500 años antes de Cristóbal Colón, no descarta tampoco la llegada de los vikingos a las costas norteamericanas en el año 1000, ni la llegada de una inmensa flota china lideradas por el capitán Zheng He a las costas americanas en 1421 (70 años antes que Colón).

Fuente: deorienteaoccidente.wordpress.com/olmecas-chinos

FUENTE: REYDEKISH

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