Científicos de la Universidad de Iowa encabezan una investigación financiada por la NASA que los detectó y ahora analizan como funcionan.
Los podemos llamar los puntos X o regiones de difusión de electrones. Son lugares donde el campo magnético de la Tierra se conecta con el campo magnético del Sol, creando una zona que conecta a nuestro planeta con la atmósfera del Sol a 93 millones de millas lejos", explicó el físico Jack Scudder un comunicado de la agencia espacial estadounidense.
Gracias a los datos de las sondas THEMIS de la NASA y la de la agencia espacial europea Cluster se supo que estos portales se abren y cierran decenas de veces en un día y se encuentran a miles de kilómetros de la superficie terrestre en el campo electromagnético que entra en contacto con el viento solar.
Algunos de los puntos X son pequeños y desaparecen al poco tiempo de formarse, pero otros son enormes y contienen toneladas de partículas energéticas que al abrirse calientan la atmósfera superior de la Tierra y disparan tormentas geomagnéticas que forman las auroras.
Lo que viene
Ahora la NASA planea el lanzamiento en 2014 de la misión MMS, acrónimo de Magnetospheric Multiscale Mission o misión de la magnetósfera a multiescala para estudiar el fenómeno.
La sonda contará con detectores de partículas energéticas y sensores magnéticos para recorrer el campo magnético de nuestro planeta y descubrir más de los portales.
El problema será que los portales son invisibles, inestables y elusivos, abren y cierran sin ninguna advertencia, por lo que no hay señales para guiarse.
El único antecedente que tienen fue la misión de la nave Polar de los 90, que permaneció algunos años en la magnetósfera y detecto algunas de estas zonas difusas de electrones.
La NASA espera que si equipa lo suficientemente bien a la MMS podrá alertar a los científicos al encontrar algún portal, que ahora sabemos sí existen.
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