La Crucifixión Fue Un Fraude
Miles de millones de cristianos creen que Cristo fue crucificado, sepultado y luego resucitó nuevamente.
Esta es la base para la fe cristiana. ¿Qué pasaría si Jesús hubiera sobrevivido a la crucifixión? ¿Sería esto una blasfemia pura o hay una razón detrás de este supuesto? Hay evidencia en los evangelios mismos, que dicen que Cristo pudo haber sobrevivido la crucifixión y que la crucifixión, para decirlo sin rodeos, fue un “fraude”.
El escritor e investigador Michael Baigent, autor de la Sagrada Sangre – Santo Grial (Holy Blood-Holy Grail), y otros estudiosos creen que los evangelios son sospechosas a la teoría de la supervivencia de Cristo. Él dice que sus teorías no tienen la intención de ofender, pero hay que mantener una clara distinción entre el Jesús de la historia y el Jesús de la teología, a pesar de que el Jesús de la teología se basa en el Jesús histórico.
Sólo se puede encontrar la figura del Jesús de la historia hurgando en varios documentos históricos, uno de los cuales es el Nuevo Testamento.
En la teoría de la supervivencia de Jesús, hay una serie de pistas que ayudan a apoyar esto, pero hay dos pistas principales que son las más fuertes.
La primera está en la propia crucifixión. Cuando una persona era crucificada no moría rápidamente, sino más bien era una lenta y dolorosa muerte, mórbida que hubiera tomado dos o tres días, posiblemente incluso una semana. Jesús murió supuestamente en el plazo de dos a tres horas. José de Arimethea fue donde Pilatos a pedir el cuerpo de Jesús, que era contrario a la ley romana, de todos modos, y cuando Pilatos oyó que Jesús ya estaba muerto, estaba tan sorprendido al oír que Jesús había muerto tan rápidamente que envió a un centurión comprobar.
La segunda rareza es que la crucifixión tuvo lugar en lo que parecía ser un jardín privado y una tumba propiedad de José de Arimethea. La importancia de esta observación es que si hubo alguna fraudulencia asociada con la crucifixión, entonces el público podría ser mantenido alejado, en un jardín privado, y Jesús podría ser quitado, revivido, cuidado y ministrado en privado.
Si Jesús no murió en la cruz habría sido obligado a huir de la Tierra Santa.
Si las autoridades hubieran descubierto que Jesús todavía estaba vivo, habría sido nuevamente sancionado. Entonces, ¿dónde se habrá ido?
¡Los parientes consanguíneos de Jesús pudieran todavía vivir entre nosotros!
Rennes le Château se encuentra al pie de las montañas Peraniese en el sur de Francia. Este pequeño pueblo está en el centro de un ciclón religioso e histórico. La historia comienza con un joven sacerdote parroquial con el nombre de Bérenger Saunière.
Bérenger Saunière fue asignado primero a Rennes le Château en 1885, a la edad de 33 años. Comenzó las renovaciones de la iglesia y encontró una pieza sospechosa santificada en el altar, cuando fue separada. Dentro de la pieza santa encontró cuatro pergaminos, que comenzaron el misterio.
Dos de los pergaminos estaban escritos en código que él no pudo descifrar.
Saunière llevó los pergaminos a París para buscar ayuda de expertos en códigos militares y sistemas de cifrado. Se cree que él encontró la clave para abrir el misterio de los documentos. También se cree que alguien le dio dinero a Saunière para saber qué información fue obtenida en los pergaminos, o tal vez para que los secretos de Rennes le Château se mantuvieran lejos del público. Cuando Bérenger Saunière fue a su casa, él comenzó una renovación total de la iglesia. Encontró nuevos detalles en las ilustraciones de la iglesia, que él creyó que eran pistas a la información contenida en los pergaminos.
¿Es posible que los documentos codificados le revelaron a Bérenger Saunière que Cristo había sobrevivido a la crucifixión?
En una representación en catorce etapas de la cruz (click en la imagen a la derecha), que son normalmente el cuerpo de Cristo siendo llevando a la tumba, Saunière mostró que la luna ya se había levantado en el cielo, con lo que la Pascua ya había comenzado.
Ningún judío se ocuparía de un cuerpo muerto después del inicio de la Pascua.
Saunière estaba mostrando, ya sea que:
El cuerpo no estaba muerto
Estaban sacando el cuerpo de la tumba y no metiéndolo
Después de la renovación de la iglesia, Saunière todavía tenía algo de dinero sobrante, por lo que continuó en Rennes le Château y construyó una casa, jardín y una torre que él llamó en honor a María Magdala (Magdalena).
La figura de María Magdalena pudiera resultar clave para las leyendas históricas, que María Magdalena viajó al sur de Francia, además de que algunos eruditos creen que pudo haber sido la esposa de Jesús.
Una serie de documentos hablaron de las relaciones entre María Magdalena y Jesús, que sólo podrían ser descritas como cercanas. Por ejemplo, fue atestiguado de que Jesús la besaba a menudo en los labios hasta el punto que los otros discípulos se quejaron, tal vez se sintieron celos. Jesús fue un maestro religioso. Era muy inusual que un maestro religioso judío fuera soltero, de hecho, un mandamiento de Dios era que fueran fecundos y que se multiplicaran.
Se planteó la cuestión, ¿que podría ser tan importante acerca de esta relación que podría causar tal misterio?
Michael Baigent cree que aquí convergen dos historias.
¿Podría el Santo Grial, el legendario tesoro ilusorio y mito ser la clave para desentrañar este misterio? Parece no estar relacionado con Jesús y María, pero pudiera se la pista más importante de todas. El Santo Grial fue pensado como el cáliz del que Cristo bebió en la Última Cena, y que pudiera haber contenido su sangre después de la crucifixión.
¿Podría el santo grial tener otro significado? Un sentido oculto en las palabras francesas de Santo Grial:
SAN GREAL = Santo Grial, si se rompe de manera diferente a
SANG REAL = Sangre Real, el linaje real (la línea de sangre real)
Durante la investigación se encontró pruebas históricas de que la línea de David, la línea de sangre de Jesús, existió en Europa durante la Edad Media. Según Bérenger Saunière, cuando el caballero encuentra el Grial, no encuentra el cáliz de oro, sino que la prueba de que Jesús sobrevivió a la crucifixión.
En 1917, cuando Saunière estaba muriendo, pidió a un sacerdote para que escuchara sus confesiones. Cuando el sacerdote lo hizo, huyó de la habitación en estado de shock, nunca volviendo a sonreír. Tal vez Saunière le impartió a él un secreto, un secreto que ha sido suprimido durante 2.000 años.
Un secreto de que Jesús había sobrevivido a la crucifixión. Un secreto que Jesús tuvo una relación con María Magdalena, una relación que produjo los hijos. Y que estos hijos se dirigieron a Francia, donde el linaje de Cristo, la línea de sangre de la línea real de David, de hecho, continúa hasta nuestros días.
Usted está viendo la diferencia entre el Jesús de la teología y el Jesús de la historia.
El Jesús de la teología es un Dios, el Jesús de la historia es un hombre como todos los demás hombres.
La Vida secreta de Jesús
¿SENTADO A LA DERECHA DEL PADRE?
Jesús fue crucificado un viernes hacia el mediodía. Antes de caer la noche, ya muerto fue bajado de la cruz y depositado su cadáver en la gruta funeraria de José de Arimatea, cuya entrada fue taponada con una roca. El domingo siguiente, el cuerpo de Jesús había desaparecido inexplicablemente del interior de la gruta. Se había cumplido la profecía bíblica: había resucitado de entre los muertos. Tras una breve estancia en la Tierra, durante la cual sus discípulos entraron en contacto con él, Jesús ascendió al Cielo, donde está sentado a la derecha del Padre.
Esto es dogma de fe para la religión cristiana.
Pero, por otra parte, en el sector Khanyar de la ciudad de Srinagar, capital de Cachemira, está enterrado el cuerpo de Jesús en la cripta conocida por el nombre de “rozabal“.
¿Cómo explicar que Jesús esté sentado en el cielo y que al mismo tiempo yazca muerto en Cachemira? Algo no cuadra, a partir del hecho cierto de la crucifixión.
En tela de juicio están la muerte de Jesús en la cruz, su resurrección, y su ascensión al Cielo.
Porque no hay datos históricos que avalen su muerte en la Cruz. Tampoco nadie presenció la resurrección.
En cambio, hay indicios históricos de un hombre de ideas y filosofías idénticas, que a partir de aquellos años marcha hacia el Este, dejando testimonio de su vida y de sus actos. Un hombre que se encamina hacia Cachemira, se establece en ese país y muere en él. Su tumba se está venerando hoy en día en Srinagar, capital de Cachemira.
Leyendas, tradiciones y textos antiguos nos refieren esta segunda vida de Jesús al Norte de la India. Por esos documentos sabemos que Jesús tuvo hijos en Cachemira, y que de resultas de esta unión con una mujer, un hombre, Basharat Saleem, puede afirmar hoy ser el descendiente vivo de Jesús.
En la misma ciudad en que este descendiente por vía directa de Jesús conserva el árbol genealógico de su familia que, arrancando de Jesús llega íntegro y sin lagunas hasta su misma persona, un destacado arqueólogo, el Profesor Hassnain, director de los Archivos, Bibliotecas y Monumentos del Gobierno de Cachemira, está investigando intensamente las posibilidades para esta hipótesis de una segunda vida de Jesús.
Así, una realidad que es sabida a nivel de investigación y a nivel sectario por unas cuantas personas repartidas por todo el mundo, es sin embargo desconocida para la inmensa mayoría del público, que creo es ya hora de que sea informado de que el pilar sobre el que se asienta el Credo cristiano, Jesús, posiblemente no haya muerto en la cruz, sino que después de vivir una segunda etapa de su vida en tierras lejanas, muriera a edad muy avanzada, de muerte natural. Con ello, y sólo así, habría completado la misión para la que fue enviado a la Tierra, misión que incluía el encontrar y el predicar a las tribus perdidas de Israel, a los hijos de Israel.
Se establecen así puentes lógicos sobre unos vacíos en modo alguno claros, que ofrece el texto bíblico.
Debo señalar que los nombres Yusu, Yusuf, Yusaasaf, Yuz Asaf, Yuz-Asaph, Issa, Issana, Isa, que aparecen en textos, leyendas y recuerdos cachemires, son todos ellos traducciones del nombre de Jesús. Por lo tanto, cuando hablo de Jesús en las páginas que siguen, me puedo estar refiriendo a cualquiera de las traducciones de su nombre en las lenguas cachemir, árabe o urdú. También se refieren al nombre de Jesús prefijos toponímicos tales como Yus-, Ish- o Aish-.
“YO SOY INOCENTE DE ESTA SANGRE”
Antes de entrar en los detalles que me inducen a creer que Jesús no murió en la Cruz, creo conveniente dejar bien sentada la simpatía que Pilato, procurador romano de Judea que se vio forzado a decretar la muerte de Jesús, sentía por éste.
Leemos en el Evangelio de Juan (19,12):
..”Desde este momento Pilato intentó liberarlo (a Jesús); pero los judíos gritaban: ‘si lo dejas ir, no eres amigo del César; todo aquel que se declara rey se declara en contra del César’”.
Y continúa Mateo (27,24):
..”Viendo Pilato que no conseguía nada, sino que el tumulto aún crecía, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo diciendo: yo soy inocente de esta sangre; vosotros mismos.”
Evidentemente, Pilato no deseaba la muerte de Jesús. Pero los judíos declararon a Jesús un rebelde, que deseaba llegar a ser rey. Advirtieron a Pilato que si le dejaba libre sería él el desleal al César. A Pilato, que no se podía jugar su alto cargo, y al que no convenía en modo alguno la enemistad del César, sólo le quedaba la opción de ajusticiar a Jesús de tal forma que, aparentemente muerto, pudiera sin embargo seguir con vida. Así fijó en primer lugar la crucifixión en un viernes, a pocas horas de la puesta del sol, y a punto de caer la noche del gran Sabbath. Especulaba Pilato con que, de acuerdo con las leyes judías, el cuerpo de Jesús no podía permanecer en la cruz después del anochecer. También en el instante preciso, aparece en escena un hombre llamado José, declarado amigo de Pilato y persona notable de la localidad, discípulo secreto de Jesús. Este hombre se lleva el cuerpo de Jesús a un lugar en el que los judíos no tenían nada que buscar.
JESÚS NO MURIÓ EN LA CRUZ
En primer lugar hay que considerar que Jesús no permaneció muchas horas crucificado. Fue bajado de la cruz en la tarde del mismo día en que le fue dictada y ejecutada la sentencia.
Jesús fue crucificado en un viernes.
El sábado es el Sabbath judío.
Esta circunstancia obligaba a bajar el cuerpo de Jesús antes de la caída de la noche, ya que el dí judío comenzaba con la entrada de la noche, o sea que el sábado comenzaba a contar a partir de la noche del viernes.
Estaba prohibido, según las leyes judías, dejar colgado en la cruz a un ajusticiado durante el día sagrado del Sabbath
Insisto en que Jesús sólo permaneció en la cruz durante algunas horas, porque se podía vivir durante varios días en esta horrible condición. El verdadero objeto de la crucifixión no era la muerte inmediata, sino que era una tortura que se prolongaba a lo largo de 3 ó 4 días. Conviene tener presente que si a un crucificado se le bajaba de la cruz a tiempo y se le trataba cuidadosamente, generalmente se recobraba y sobrevivía.
Considérese ahora que Jesús fue crucificado junto con dos malhechores. Los tres, por lo tanto, están sufriendo un mismo suplicio, como leemos en Lucas (23,40) que un ladrón le dice al otro: “¿Tú tampoco temes a Dios, tú que te hallas en un mismo suplicio?”. Pero resulta que en el momento de bajarlos de la cruz al mismo tiempo que a Jesús, los dos ladrones siguen con vida, por lo cual los soldados romanos les quiebran las piernas para que acaben de morir. Es improbable que Jesús, habiendo sufrido el mismo suplicio, hubiera muerto ya.
Además Pilato, persona que conocía por experiencia lo que tarda una persona en morir en la cruz, se extrañó de que Jesús hubiera muerto ya. Cuando José de Arimatea fue a ver a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús, leemos textualmente en Marco (15,44): “Pilato se extrañó de que hubiera ya muerto”.
También es harto conocido el hecho de que cuando el centurión romano prueba si Jesús está muerto hiriéndole con su lanza en un costado, de la herida fluye agua y sangre. Pero de un cuerpo muerto brotan únicamente algunas gotas de sangre espesa. Llegados a este punto nos interesa recordar que el llamado “sudario de Turín” ha quedado recientemente demostrado ser el auténtico lienzo con el que fuera envuelto el cuerpo de Jesús una vez bajado de la cruz, y que de su análisis se desprende que este cuerpo seguía con vida en aquellos momentos.