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sábado, 8 de julio de 2017

HUMOR GRÀFICO - QUINO

¿QUIÈN SABE? (GUY DE MAUPASSANT) POR ALBERTO LAISECA

5 VERDADES DE LA VIDA DIFÍCILES DE ACEPTAR (PERO LIBERADORAS CUANDO POR FIN LAS ENTIENDES)



VIVIR PUEDE PARECER UN MISTERIO, PERO SÓLO PORQUE DEJAMOS DE TOMAR CONCIENCIA DE NUESTRA PROPIA VIDA



La vida no es sencilla, entre otras razones, por la multitud de circunstancias que determinan su estado. En cierta forma, todo influye para encontrarnos en este presente, y no sólo desde el primer instante de nuestra existencia, sino quizá podría decirse que incluso con muchísima antelación al minuto de nuestro nacimiento. Y así con todo y con todos. La existencia es esa conjunción preciosa de probabilidades que nos trajo hasta este momento –de ahí, entre otras razones, su complejidad.


Con todo, existe un puñado de verdades que hace, si no más sencilla la existencia, sí al menos más comprensible. Vivir puede parecer un misterio, pero sólo porque dejamos de tomar conciencia de nuestra propia vida. Ignoramos de dónde provenimos, el punto adonde queremos llegar, las circunstancias que potencian u obstaculizan nuestros esfuerzos…

A continuación compartimos cinco situaciones que vale la pena tener en cuenta para vivir, no para hacerlo todo más sencillo, pero quizá sí más significativo.



· Las personas se van
Toda persona tiene su propio camino. A veces, por ventura, coincidimos con algunas con quienes encontramos amor, afecto, compañía, felicidad, apoyo… y aunque el lazo tejido con ellas puede llegar a ser muy fuerte, eso no significa que, en cierto momento, esos mismos caminos no se aparten. Las personas se van, cambian de residencia, a veces pasa que su tiempo está tomado por otras ocupaciones… las personas mueren.

“Dejar ir” a una persona es quizá uno de los aprendizajes más arduos de la vida, pero cuando entendemos que así es, que ninguna relación es para siempre, entonces, paradójicamente, podemos amar mejor, disfrutar más del amor, sin angustias ni preocupaciones vanas, entregados de lleno a los frutos de nuestro tiempo con los otros.






· Tienes que aprender a cuidarte: nadie más lo hará por ti
Entre los muchos efectos que la infancia deja en nuestra formación como personas, sin duda uno de los más extendidos es el de la poca conciencia que tenemos del “cuidado de sí”. La fuerte influencia del cuidado familiar dejó a muchas personas con cierta dificultad para cuidarse a sí mismas o, dicho de otro modo, con el hábito mental y conductual de esperar que alguien más cuide de ellos. Tu cuerpo, tu futuro, tu integridad, el estado de tu vida: todo ello es tu responsabilidad, inalienable e intransferible. Nadie más que tú puede tomar la decisión de comer saludablemente, de ahorrar dinero, de acudir al médico cuando es necesario, de no tomar decisiones capaces de dañar el curso de tu existencia, de cultivar tu mente y cuidar de tu bienestar psíquico. Nadie más que tú puede cuidar de tu propia vida.






· No hay recompensa sin esfuerzo
Especialmente en nuestra época, existe cierta inclinación a creer en los logros inmediatos y avasalladores. Hasta hace unos años, por ejemplo, parecían comunes las historias de personas a quienes les había bastado desarrollar una app para volverse millonarias. Lo cierto, sin embargo, es que en prácticamente todo el curso de la historia sólo el esfuerzo sostenido, persistente, conduce a la consecución de nuestros objetivos. La planta que estaba a nuestro cuidado y que abandonamos, termina por morir: así también con los proyectos que emprendemos y no sostenemos con el esfuerzo de la continuidad.



· No hay vida sin dolor
La muerte, la enfermedad, la decepción, la tristeza, el desamor, la pérdida: todo ello es parte de la vida, y quien afirme lo contrario está mintiendo, y de la peor manera. Son realidades que, tarde o temprano, se presentan en toda existencia, imposibles de eludir. Nuestros seres más queridos morirán, nosotros mismos enfermaremos, habrá quien deje de amarnos… y eso a su vez nos causará dolor, pena, sufrimiento. ¿Y podría ser de otra manera? ¿De verdad quisiéramos que fuera de otra manera? En cierta forma, el dolor es necesario para depurar la quintaesencia de la vida, su sustancia más preciosa. El secreto, en todo caso, es no sufrir vanamente, no sufrir sin razón ni a lo tonto. No sufrir porque sí.



· La vida tiene un difícil punto de equilibrio entre permanecer y dejar fluir
Como sabemos, la vida es cambio. Esa es su esencia. “En el cosmos no hay lugar que esté a salvo del cambio”, escribió alguna vez Carl Sagan. Por otro lado, no obstante, parte importante de la naturaleza del hombre está basada en la permanencia, en la voluntad de pausar por un instante esa transformación que no cesa. Vivir, en cierto sentido, implica encontrar el equilibrio en esa contradicción: entender que nada de lo que creemos saber sobre la realidad es permanente, pero, por otro lado, conocer eso dentro de nosotros mismos que define lo que somos y la manera en que vivimos. Navegar el río de la vida, pero atentos siempre al cauce por donde transitamos.

¿Qué te parece? ¿Cuál agregarías tú? No dejes de compartirnos tu opinión en la sección de comentarios de esta nota o a través de nuestras redes sociales.

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Imágenes: Yeaaah! Studio

FUENTE: PIJAMASURF

LOS CUERVOS NO PERDONAN (LECCIONES DE AVES NEGRAS)



LOS CUERVOS SON ÁVIDOS PRACTICANTES DE LAS ARTES DEL DISCERNIMIENTO, LA INTUICIÓN, EL CASTIGO Y EL AGRADECIMIENTO




Say 'Nevermore'", said Shadow.

"Fuck You", said the Raven.

Neil Gaiman

En alguna tradición, aunque no descarto que imaginaria, se dice que cuando uno anda sobre el camino y de pronto duda, ante una bifurcación, qué sendero elegir, hay que mirar al cielo en busca de un cuervo para que éste, con su vuelo, nos indique la dirección correcta. Tal vez esto se deba a que los cuervos saben a dónde van, tal vez a su inteligencia –que destaca por un filo casi sensorial– o a su afición por anidar en las alturas para gozar con holgura del panorama.

Además de presumir un fecundo simbolismo dentro de muchas tradiciones, en otro plano son seres que ejercen una suerte de pragmatismo trascendental: difícilmente se equivocan y llevan las artes intuitivas a las proximidades de la impecabilidad. Por eso pareciera que una de sus muchas cualidades, recién comprobada, resulta particularmente didáctica: su capacidad de discernir entre benefactores y agresores, de premiar a unos y castigar a otros –como Condes de Montecristo.

Un estudio
publicado hace poco en la revista especializada Animal Behavior, advierte que los cuervos no perdonan. Dicho de forma menos categórica, los cuervos determinan cuando una persona es o no su aliada, y este juicio queda impreso en su memoria.

Investigadores experimentaron con nueve cuervos, todos criados en cautiverio por ellos mismos y por lo tanto familiarizados entre sí. Los cuervos fueron entrenados para recibir un trozo de pan de uno de los investigadores, luego llevarlo a manos del otro y recibir, a manera de premio, un pedazo de queso. Sin embargo, en ejercicios posteriores el entrenador que en un principio intercambiaba el pan por el queso, en lugar de recompensarlos procedía a comerse el queso.

Un par de días después las aves fueron presentadas con tres entrenadores: el que les daba el pan, el que comía el queso frente a ellos en lugar de dárselos, y un tercero neutral que no había participado en el ejercicio anterior. Seis de las siete aves fueron a jugar con el primero, el justo, una con el neutral, y al “traidor” simplemente lo ignoraron. 1 mes después se organizó una dinámica similar, con igual resultado. Es decir, los cuervos simplemente no perdonaron a aquel que los engañó.



Al parecer, esta estricta política corvina es proporcional al agradecimiento que profesan con sus benefactores. Y aquí viene a la memoria el caso de Gabi Mann, la niña que a sus 8 años, y tras 4 de alimentar diariamente a un grupo de cuervos salvajes, un día comenzó a recibir aves regalo de ellos. Pero no sólo eso: la mayoría de estas ofrendas eran objetos brillantes, los cuales ejercen una una fascinación entre estas aves, que incluso acostumbran atesorarlos, y por lo tanto estos obsequios representaban sus más valiosos hallazgos.

En resumen, los cuervos eligen bien a las personas de quienes se rodean, difícilmente perdonan y practican un profundo agradecimiento. Contemplarlos podría aportarnos enseñanzas mucho más útiles, y naturales, que perseguir lecciones fáciles en notas de Internet (incluida esta). Así que si quieres “autosuperarte”, busca cuervos y obsérvalos.

Twitter del autor:
@ParadoxeParadis

FUENTE: PIJAMASURF

SOBRE LOS BENEFICIOS DE TENER UNA PERSONALIDAD ABIERTA A LAS EXPERIENCIAS



LA APERTURA A LAS EXPERIENCIAS BRINDA UNA MEJOR IMPLEMENTACIÓN DE HERRAMIENTAS ADAPTATIVAS ANTE CUALQUIER CIRCUNSTANCIA Y, POR TANTO, UN CADA VEZ MÁS FUERTE EMPODERAMIENTO FRENTE A LA VIDA

 

Cuando el empirismo surgió, esta corriente que considera que la experiencia facilita el conocimiento se mostró como un atentado en contra del racionalismo; sin embargo, luego del paso de los siglos y los estudios, la investigadora Anna Antinori ha demostrado que la apertura a las experiencias tiene un impacto positivo en varios aspectos del ser humano.

La apertura, menciona Antinori en el Journal of Research in Personality, se correlaciona con la inteligencia a nivel neuronal y cognitiva y con la reducción de los efectos dañinos de la demencia. Tras el análisis de 134 estudiantes se encontró que, de hecho, este rasgo de personalidad afecta a cada aspecto básico de la percepción visual, resultando en una concepción más segura del mundo y el entorno.

Mediante una serie de preguntas y unos binoculares con dos diferentes imágenes para cada ojo, los investigadores pidieron a los alumnos describir su percepción sobre esta experiencia. Dado que el cerebro usualmente se enfrenta a ese golpe al suprimir alternativamente las imágenes, se esperaba que los estudiantes desarrollaran una experiencia subjetiva de ver una imagen más que la otra o ambas al mismo tiempo, y a partir de ahí retomaran la receptividad a las nuevas experiencias. Sorprendentemente, los participantes con una personalidad con necesidades más creativas experimentaron una percepción mezclada en un menor tiempo que los individuos con un menor rango de apertura a la experiencia.

Los investigadores no consideran que una respuesta simple, como decir que las imágenes están mezcladas, represente completamente la apertura a la experiencia; por ello, en una experimento final, se indujo a los participantes a un estado de ánimo positivo mediante una herramienta de imaginación y música, lo cual incrementó la intensidad de la experiencia perceptual en estudiantes con mayor rango de apertura: “Ofrecimos la primera evidencia de que los individuos con mayor apertura a la experiencia puedan también tener niveles característicamente diferentes de las experiencias perceptuales visuales”.

Esto quiere decir que el proceso neuronal de una mayor experiencia diverge en la manera de percibir el mundo y, por lo tanto, de desarrollar las habilidades cognitivas. En otras palabras, la apertura a la experiencia brinda una mejor implementación de herramientas adaptativas ante cualquier circunstancia y, en consecuencia, un cada vez más fuerte empoderamiento frente a la vida. Podría tratarse tan sólo de seguir y creer en el precepto griego del Panta rei o “Todo fluye”.

FUENTE: PIJAMASURF