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domingo, 30 de septiembre de 2012
RATONES QUE SE REGENRERAN
Dos especies de los llamados ratones espinosos de África pueden regenerar completamente su piel. El estudio podría ayudar a mejorar tratamientos en personas con quemaduras y amputaciones.
Los del género Acomys kempi y Acomys percivali poseen una piel suave que se rompe con facilidad. Aunque esto pueda parecer una desventaja, de hecho les ayuda a escapar de los depredadores, pues su piel se desprende cuando los atrapan con una mordida, lo que les ayuda a escapar.
El estudio, publicado en Nature, menciona que los ratones comunes de laboratorio (Mus musculus) dejan una cicatriz cuando pierden un poco de piel. Pero los ratones espinosos africanos pueden regenerar los folículos del pelo, glándulas sudoríparas, pelaje e incluso cartílago.
La regeneración de piel no se había visto en mamíferos anteriormente, pues sólo se había encontrado en crustáceos, reptiles, anfibios e insectos. Se sabe que las lagartijas pueden regenerar su cola completamente. Incluso hay salamandras que recuperan extremidades completas.
La líder de la investigación, Ashley Seifert, bióloga de la Universidad de Florida, asegura que el próximo paso es detectar el código genético que interviene en el proceso de regeneración. Se piensa que los genes de regeneración de los reptiles están apagados en los mamíferos, y los ratones espinosos de Africa los habrían activado nuevamente.
Seifert cree que la habilidad podría ser llevada a los humanos: ?Mirando el plano común genético de los vertebrados, esperamos encontrar el gen que podría ser activado en los seres humanos. Sólo necesitamos descubrir la manera para que los mamíferos vuelvan a hacer algo que su sistema ya sabe hacer?.
La idea de regenerar extremidades completas todavía se ve lejana, pero actualmente la medicina regenerativa ha dado grandes avances. Ya se han crecido vejigas y otros órganos, a través de la investigación de los genes compartidos por humanos, moscas, salamandras y ratones.
FUENTE: MUYINTERESANTE
KURT SONNENFELD: EL HOMBRE DETRÁS DE LA CÁMARA
A once años del 11-S presentamos un cortometraje con imágenes, documentos y videos inéditos sobre la vida de Kurt Sonnenfeld y su trabajo en Ground Zero. Agradecemos a los realizadores por la entrega del material y a la familia Sonnenfeld por su irrenunciable compromiso por Verdad y Justicia para todas las víctimas directas o indirectas de aquel fatídico 11 de septiembre de 2001. Agradecemos su difusión.
Contacto: arg911truth@gmail.com
Contacto: arg911truth@gmail.com
"NECESITAMOS UN FALSO ATENTADO PARA INICIAR LA GUERRA CONTRA IRÁN"
Estas "lindezas" salen por la boquita de este sionista:
"Francamente, creo que el proceso de iniciación de crisis es una tarea difícil".
"Y lo veo muy difícil la posibilidad de que el presidente de EE.UU. pueda establecer precedencia para una guerra con Irán".
"Lo que me lleva a la conclusión de que en el evento no puede haber "compromiso", lo que sería de mayor interés para América sería iniciar la guerra de la manera tradicional".
"Algunos creemos que Roosevelt no pudo implicarnos en la Segunda Guerra Mundial, como acaba de decir mi compañero Dave, y como sabemos todos, hasta que hubiera un Pearl Harbor".
"Algunos creemos que Wilson quiso involucrarnos en la Primera Guerra Mundial, y se esperaba a que sucediese el "episodio" de La Lusitania".
"Cuando Johnson quiso desplegar tropas en Vietnam tuvo que esperar el "episodio" del Golfo de Tonkin".
"No fue posible la Guerra con España hasta que se voló el buque Maine".
"Y el Sr. Lincoln no pudo llamar el ejército a armas hasta que fuera atacado el Fuerte Sumpter".
"Por eso Lincoln ordenó al comandante de Fuerte Sumpter a que hiciera precisamente lo necesario para provocar a que las fuerzas de Carolina del Sur atacasen el Fuerte".
"Por lo tanto en el evento no haya "compromiso" con Irán".
"Sería mejor que otro país iniciara la guerra".
"Se puede crear otros medios de presión con embargos".
"Mencioné la explosión del 17 de Agosto".
"Podemos aumentar la presión".
"Miren, submarinos iranies periódicamente se sumergen y algún día tal vez alguno no volverá a la superficie. ¿Quién sabrá por qué?"
"Cantidades de cosas podemos hacer para subir la presión. No lo estoy proponiendo, sino sugiriendo que no se trata de una propuesta de "que sí que no"
"O deben funcionar las sanciones o si no otra cosa. La de utilizar medios encubiertos contra Irán. Podríamos (get nastier) ser "más sucios".
A este zoquete sólo le faltó mencionar un 11-S como pretexto para atacar a Irak
FUENTE: ARUCASBLOG
EL MISTERIO DE LA ISLA DE GAVRINIS
En la zona sur de la isla se encuentra el cairn de Gavrinis. Fue construido hacia el 3500 a.C, una época en la que la isla todavía se encontraba unida al continente. Tiene un diámetro de 50 m y una altura de 8 m. Su edificación es un ejemplo típico de la arquitectura neolítica realizada en albañilería seca: unos muros de contención estructuran la masa de piedras dispuestas a modo de escamas alrededor del dolmen interior, formando un diseño de grandes escalones regulares.
Como todas las construcciones megalíticas, Gavrinis debió estar destinado al culto de los muertos. Está catalogado como monumento histórico de Francia. El cairn cubre un dolmen de cámara única y un corredor de 14 m de largo, 2 de alto y 1,5 m de ancho. Se enmarca en una categoría arquitectónica (dolmen de corredor y cámara simple) muy frecuente en Bretaña entre los años 4500 y 3000 a. C. El suelo del corredor está completamente adoquinado con piedras planas. Termina en una cámara simple, casi cuadrada, de 2,5 m de lado y situada prácticamente en el centro del cairn.
Una piedra a modo de umbral separa la cámara del corredor. La losa que cubre la cámara pesa 17 toneladas y mide 3,7 m de largo, 3,1 m de ancho y 0,8 m de grosor, y su cara superior muestra grabados que representan un gran yugo de 2,8 m y un bóvido de 2 m de longitud. Se ha podido determinar que la losa de cobertura de la Table des Marchand en Locmariaquer, donde también aparece el grabado de un bóvido,está relacionada con la losa de Gavrinis. Igualmente lo está la losa de cobertura del dolmen del túmulo de Er Grah, situado también en Locmariaquer. Las tres losas, si se unieran nuevamente, constituirían un único menhir original con una altura de unos 14 m. Se cree que fue uno de los menhires que antaño se erguían junto al Grand Menhir Brisé (“Gran Menhir Caído”) en Locmariaquer, reutilizado tras desplomarse fortuita o intencionadamente.
23 de las 29 losas verticales que forman las paredes del corredor están decoradas con grabados, en los que se distinguen una gran variedad de figuras: escudos, cruces, hachas, yugos, signos en “U”, serpientes y formas geométricas (arcos, espirales), una síntesis de los elementos utilizados por los artistas del megalitismo bretón. Cada losa decorada está completamente cubierta de grabados, lo que proporciona a las piedras el aspecto de gigantescas huellas digitales.
Las excavaciones han revelado que ciertas losas tienen grabados también en el lado opuesto. Estos espléndidos motivos, así como el gran cuidado y destreza que sus autores aplicaron en la construcción del cairn, hacen que Gavrinis sea considerado uno de los monumentos megalíticos más bellos del mundo. La losa nº 18, en el lado izquierdo de la entrada a la cámara, muestra en su centro una cavidad dividida por dos “anillos” (dando la impresión de ser en realidad tres orificios circulares).
Parece ser una anomalía geológica natural, obra de la erosión, pero trabajada posteriormente por la mano del hombre. Sin embargo, no es posible saber con exactitud si la losa fue escogida precisamente en razón de esa singularidad o no. El cairn de Gavrinis dejó de utilizarse en torno al 3000 a. C. por razones desconocidas. Se tapió el acceso al interior con piedras y posteriormente se cubrió con arena, transformando así la estructura en un montículo cerrado. La isla de Gavrinis es una pequeña isla de Bretaña (Francia), situada a 10 minutos en barco del puerto de la localidad de Larmor-Baden, en el golfo de Morbihan.
http://planetaenigmatico.wordpress.com/
LA LECCIÓN DEL AGUA PARA LA FELICIDAD
El agua siempre sabe llegar a donde va. Sortea los mayores obstáculos, desgasta la resistencia de las piedras, rodea montes, atraviesa sus entrañas, salta desniveles sin dañarse, fluye rápida o lentamente. Se adapta siempre al cauce, por eso llega lejos, nunca se rompe, ni pretende ninguna forma porque significa renunciar a las demás.
El agua siempre cede sin resistencia a los obstáculos insalvables y después busca y encuentra alternativas. En su humildad se sitúa en el más bajo de los niveles y por ello accede a todas las corrientes. Elude el enfrenamiento y persevera.
No se opone a nada y por lo tanto nada se opone a ella. Si se la encierra, se evapora, sube al cielo, se condensa y vuelve después. Se transforma pero acaba siendo lo que es: parte de la vida. Sabe cambiar y adaptarse a las condiciones del entorno, ya sea en su estado líquido, gaseoso o sólido.
Nos enseña a formar parte de la naturaleza.
La vida feliz no es resistencia sino cambio continuo, mejora continua, así se manifiesta en todas sus expresiones. Solo el ser humano en su obstinación va contra la corriente. El agua nos enseña a ser flexibles, a cambiar en lo necesario, ceder ante las dificultades, buscar nuevas alternativas.
El agua siempre cede sin resistencia a los obstáculos insalvables y después busca y encuentra alternativas. En su humildad se sitúa en el más bajo de los niveles y por ello accede a todas las corrientes. Elude el enfrenamiento y persevera.
No se opone a nada y por lo tanto nada se opone a ella. Si se la encierra, se evapora, sube al cielo, se condensa y vuelve después. Se transforma pero acaba siendo lo que es: parte de la vida. Sabe cambiar y adaptarse a las condiciones del entorno, ya sea en su estado líquido, gaseoso o sólido.
Nos enseña a formar parte de la naturaleza.
La vida feliz no es resistencia sino cambio continuo, mejora continua, así se manifiesta en todas sus expresiones. Solo el ser humano en su obstinación va contra la corriente. El agua nos enseña a ser flexibles, a cambiar en lo necesario, ceder ante las dificultades, buscar nuevas alternativas.
FUENTE: ENTRENANDOAPAPAS
sábado, 29 de septiembre de 2012
EL PULSO ELECTROMAGNÉTICO: "PEM"
Esta amenaza es tan real como la vida misma. No solo afectará al suministro eléctrico sino que como consecuencia de ello el suministro de agua también se verá afectado y lo que ello conlleva.
Esta idea ya ha sido planteada por varios grupos terroristas que buscan actuar de esta forma pero todavía no tienen las armas necesarias para ejecutarlo.
Un informe del parlamento británico asegura que una sola detonación nuclear a una distancia de entre 40km y 800km de la Tierra, podría crear un ataque "con el potencial para causar daños tecnológicos severos sobre una amplia región geográfica". La situación es tan seria que el riesgo ya ha sido examinado, dice Avi Schnurr, director del Consejo de Seguridad e Infraestructura Eléctrica, una organización con sede en Estados Unidos.
"Un pulso electromagnético genera una región de destrucción electromagnética y afecta a la red eléctrica y al suministro de agua",asegura Schnurr a la BBC.
No se habla ni de segundos, ni de minutos ni de años. El ataque nuclear puede surgir en cualquier momento por lo que la humanidad debe estar alerta en todo momento.
¿CÓMO SE CREA UN “PEM”?
La radiación electromagnética proviene de una gran explosión nuclear o un campo magnético que fluctúa intensamente causado por la fuerza del “efecto Comptom” (consiste en el aumento de la longitud de onda de un fotón de rayos X cuando choca con un electrón libre y pierde parte de su energía) en electrones y fotoelectrones de los fotones dispersados en los materiales del aparato electrónico o explosivo.
Los campos eléctricos y magnéticos resultantes pueden interferir en sistemas eléctricos y electrónicos provocando picos de tensión que pueden dañarlos. Los efectos no suelen ser importantes más allá del radio de explosión de la bomba a no ser que ésta sea nuclear o esté diseñada específicamente para producir una onda de choque electromagnética.
LOS COMPONENTES
Los 3 componentes del PEM nuclear son llamados E1, E2 y E3.
El componente E1 es un componente muy rápido del PEM nuclear. Este componente genera un campo eléctrico que induce voltajes muy intensos y rápidos en los conductores eléctricos. E1 es el componente que puede destruir ordenadores y equipos de comunicación y es además muy rápido para los protectores habituales contra rayos.
El componente E1 se produce cuando la radiación gamma producida por la detonación nuclear golpea a los electrones de los átomos de las capas superiores de la atmósfera. La velocidad de los electrones se encuentra en las velocidades relativistas (más del 90% la velocidad de la luz). Esencialmente esto produce un gran pulso de corriente eléctrica vertical en las capas altas de la atmósfera sobre todo el área afectada. Esta corriente eléctrica es afectada por los campos magnéticos de la Tierra que produce un pulso electromagnético muy grande, pero muy breve que afecta al área.
El componente E2 tiene mucha similitud con los pulsos electromagnéticos producidos por un rayo de una tormenta. Debido a esta similitud, son los más fáciles de proteger porque los aparatos de protección contra rayos son capaces de asimilar bien este componente.
El componente E3 es muy lento, tardando entre decenas y centenares de segundos, y se provoca por el calor de la detonación, seguida de la restauración del campo magnético a su posición natural. El componente E3 es muy similar a una tormenta geomagnética provocada por una llamarada solar muy extrema.
EL ARMA DE LA DESTRUCCIÓN TOTAL ELECTRÓNICA
Las E-Bombas, como las llamaré coloquialmente, son actualmente dispositivos posibles de crear por personal cualificado. Son el 2º enemigo más peligroso del mundo moderno.
Actualmente se utilizan en ojivas explosivas militares con fines de confrontación no nucleares.
Usadas en operaciones militares para destruir aparatos electrónicos del enemigo y dejarle ciego
Ante ellas la defensa más eficaz es prevenirlas. Pero también se puede introducir los equipos electrónicos en un recinto eléctricamente conductor, llamado “Jaula de Faraday”.
El efecto jaula de Faraday provoca que el campo electromagnético en el interior de un conductor en equilibrio sea nulo, anulando el efecto de los campos externos. Esto se debe a que, cuando el conductor está sujeto a un campo electromagnético externo, se polariza, de manera que queda cargado positivamente en la dirección en que va el campo electromagnético, y cargado negativamente en el sentido contrario.
Dentro de ellas los teléfonos móviles funcionan mal o no lo hacen.
Usado en aviones para protegerles de los rayos y en la protección de equipos electrónicos delicados, repetidores, etc…
Una manera sencilla de crear el citado efecto es rodear cualquier aparato con papel de aluminio o una malla. El aluminio es un conductor eléctrico y provoca el efecto Faraday. Esto reduciría o anularía el PEM sobre el aparato. Todo depende de lo metódico y los medios que uses.
Fuente: [Teinteresa, Wikipedia, Carlo Kopp(Analista defensa)]
FUENTE: LADAGADEAQUILES
HENRY KISSINGER ADMITIÓ QUE LOS DERECHOS HUMANOS Y LA DEMOCRACIA SON UN PRETEXTO UTILIZADO POR LOS ESTADOS UNIDOS PARA LOGRAR SUS INTERESES
El ex secretario de Estado norteamericano, Henry Kissinger, admitió que para Estados Unidos el tema de derechos humanos y el establecimiento de la democracia sirve para obtener sus propios intereses.
Washington sigue los asuntos de DD.HH. y el establecimiento de la democracia hasta que concuerden con sus intereses estratégicos en la región, consideró el político de origen germano en el periódico alemán de Handelsblatt.
Henry Kissinger, quien ejerció como canciller de EE.UU. durante la década 70, explicó que los nuevos líderes en los sistemas recién creados en Oriente Medio deben ser conscientes de que la cantidad de apoyo que les presta Washington, depende de la forma que suministren los intereses norteamericanos.
Asimismo, subrayó la importancia de cambiar el rol que juega Estados Unidos en diferentes países, especialmente en Oriente Medio, tras las revoluciones populares en naciones árabes y del norte de África.
Según el político, las autoridades del país norteamericano en esa importante región deben catalogar un moderado rol entre sus propios intereses estratégicos y objetivos morales que los destacan.
Apuntando la situación que vive Siria, aseguró que Damasco sufre de asuntos más complicados en comparación con Libia, Túnez, Egipto e Irak porque el problema no es el tema de la democracia sino es la cuestión de diferencias religiosas.
Al final, concluyó que de momento Washington se enfrenta una gran contradicción en Siria, de un lado debe perseguir sus propios intereses estratégicos en la región que sea posible a través de debilitar a Irán y alejarlo de Damasco; y por otro lado quiere mostrar que persigue elevados objetivos humanitarios como salvar y establecer la democracia.
FUENTE: HISPANTV
EL GOBIERNO SECRETO QUE DIRIGE LOS ESTADOS UNIDOS
por Red Voltaire, Peter Dale Scott
En un libro que por fin se publica en francés, el profesor Peter Dale Scott recorre la historia del «Estado profundo» en Estados Unidos, o sea la estructura secreta que dirige la política exterior y la política de defensa de ese país más allá de las apariencias democráticas. Este estudio ofrece la ocasión de poner bajo los reflectores al grupo que organizó los atentados del 11 de septiembre y que se financia a través del tráfico mundial de droga. Se trata de un libro de referencia cuya lectura aconsejan ya las academias militares y diplomáticas.
Red Voltaire: Profesor Scott, sabiendo que su trabajo no dispone aún de la notoriedad que debería tener el mundo francófono, ¿pudiera usted comenzar proporcionándonos una definición de qué es la «la Política profunda» (Deep Politics) y explicándonos la diferencia entre lo que usted llama el «Estado profundo» y el «Estado público»?
Peter Dale Scott: La expresión «Estado profundo» viene de Turquía.
Hubo que inventarla en 1996, después del accidente de un auto Mercedes que rodaba a toda velocidad y cuyos pasajeros eran un miembro del parlamento, una reina de belleza, un importante capitán de la policía local y el principal traficante de droga de Turquía, quien dirigía además una organización paramilitar –losLobos Grises– que asesinaba gente. Se hizo entonces evidente que existía en Turquía una relación secreta entre la policía –que oficialmente estaba buscando al hombre que finalmente se encontraba en aquel auto con un jefe de la policía– y aquellos individuos, que cometían crímenes en nombre del Estado.
El Estado para el que se cometen crímenes no es un Estado que puede mostrar su propia mano al público. Es un Estado escondido, una estructura secreta.
En Turquía lo llamaron el «Estado profundo» [1], y yo mismo venía hablando desde hace tiempo de «Política profunda», así que utilicé esa expresión en mi libro «La Route vers le Nouveau Désordre Mondial» [En español, El Camino hacia el Nuevo Desorden Mundial. NdT.].
Yo definí la política profunda como el conjunto de prácticas y de disposiciones políticas, intencionales o no, habitualmente criticadas o no mencionadas en el discurso público, además de no reconocidas. O sea que la expresión «Estado profundo» –concebida en Turquía– no es cosa mía. Se refiere a un gobierno paralelo secreto organizado por los aparatos militares y de inteligencia, financiado por la droga, que se implica en acciones de violencia de carácter ilícito para proteger el estatus y los intereses del ejército de las amenazas que representan los intelectuales, los religiosos y en ocasiones el gobierno constitucional.
En en libro El Camino hacia el Nuevo Desorden Mundial, yo adapto un poco esa expresión para referirme a la más amplia conexión que existe, en Estados Unidos, entre el Estado público constitucionalmente establecido, por un lado, y las fuerzas profundas que se mueven en segundo plano de ese Estado: las fuerzas de la riqueza, del poder y de la violencia que están fuera del gobierno.
Esa conexión podríamos llamarla la «puerta trasera» del Estado público, [puerta] que sirve de acceso a fuerzas oscuras situadas fuera del marco legal.
La analogía con Turquía no es perfecta ya que lo que actualmente hemos podido observar en Estados Unidos no es tanto una estructura paralela si no más bien una amplia zona o ambiente de contactos entre el Estado público y fuerzas oscuras invisibles. Pero esa conexión es considerable, y se necesita una apelación como «Estado profundo» para describirla.
Red Voltaire: Usted escribió su libro, El Camino hacia el Nuevo Desorden Mundial, en momentos en que el régimen de Bush se hallaba en el poder y después lo reactualizó con vistas a la traducción al francés. ¿Piensa usted que el Estado profundo se ha debilitado, lo cual favorecería al Estado público, como resultado de la elección de Barack Obama? ¿O, por el contrario, se ha reforzado con la crisis y con la actual administración?
Peter Dale Scott: Después de 2 años de presidencia de Obama, tengo que llegar tristemente a la conclusión que la influencia del Estado profundo, o más exactamente de lo que yo llamo en mi último libro «La Máquina de Guerra estadounidense» (American War Machine), ha seguido extendiéndose, como lo ha hecho bajo cada presidente de Estados Unidos desde la época de Kennedy.
Un importante síntoma de ello es la manera en que Obama, a pesar de su retórica de campaña, ha seguido ampliando el campo de aplicación del secreto dentro del gobierno de Estados Unidos y como ha seguido castigando a quienes lanzan llamados de alerta: su campaña contra Wikileaks y contra Julian Assange, quien ni siquiera ha sido inculpado aún por el menor crimen, no tiene precedentes en la historia de Estados Unidos. Yo sospecho que el miedo a la publicidad que se percibe en Washington viene de que existe la conciencia de que las políticas de guerra de Estados Unidos están cada vez más desvinculadas de la realidad.
En Afganistán, Obama parece haber capitulado ante los esfuerzos del general Petraeus y de otros generales que querían garantizar que las tropas estadounidenses no comenzaran a retirarse de las zonas de combates en 2011, como había adelantado Obama cuando autorizó un aumento del número de soldados en 2009. El último libro de Bob Woodward, que se titulaObama’s Wars (Las guerras de Obama), reporta que durante aquel largo combate que se produjo dentro de la administración para determinar si había que decidir una escalada militar en Afganistán, Leon Panetta, el director de la CIA, le aconsejó a Obama que «ningún presidente democrático puede ir en contra de los consejos del ejército… Así que hágalo. Haga lo que ellos le dicen.» Obama dijo recientemente a soldados estadounidenses en Afganistán: «Ustedes cumplen sus objetivos, ustedes tendrán éxito en su misión». Este eco de testimonios anteriores –tontamente optimistas– de Petraeus muestra por qué no se hizo en la Casa Blanca una evaluación realista del desarrollo de la guerra en diciembre de 2010, a pesar del mandato recibido inicialmente.
Al igual que Lyndon Johnson antes que él, el presidente está atrapado ahora en un cenagal que no se atreve a perder, y que amenaza con extenderse a Pakistán así como a Yemen, si no más lejos aún. Yo sospecho que las fuerzas profundas que dominan los dos partidos políticos son ahora tan poderosas, tan coincidentes, y por sobre todo están tan interesadas en las ganancias que la guerra genera, que un presidente está más lejos que nunca de oponerse a ese poder, ni siquiera ahora cuando se hace cada vez más evidente que la era de dominación mundial de Estados Unidos, al igual que sucedió en su tiempo con la de Gran Bretaña, está a punto de terminar.
En ese contexto, Obama –sin debate ni revisión– ha prolongado el estado de urgencia interna proclamado después del 11 de septiembre, con las drásticas limitaciones de los derechos civiles que ello implica. Por ejemplo, en septiembre de 2010 el FBI tomó por asalto las oficinas de pacíficos defensores de los derechos humanos en Minneapolis y en Chicago basándose en una decisión reciente de la Corte Suprema según la cual la libertad de expresión y el activismo no violentos reconocidos en la Primera Enmienda se convierten en crímenes si están «coordinados con» o «bajo la dirección» de un grupo extranjero designado como «terrorista». Es importante señalar que en 9 años el Congreso no se ha reunido ni una sola vez para discutir el estado de urgencia decretado por George W. Bushdespués del 11 de septiembre, estado de urgencia que por lo tanto permanece en vigor hoy en día.
En 2009, el ex congresista Dan Hamburg y yo lanzamos una exhortación pública al presidente Obama para que pusiera fin al estado de urgencia y llamamos al Congreso a que realizara las audiencias que su responsabilidad requiere. Pero el 10 de septiembre de 2009, Obama, sin la menor discusión, prolongó nuevamente el estado de urgencia del 11 de septiembre y lo hizo de nuevo al año siguiente. Mientras tanto, el Congreso ha seguido ignorando las obligaciones que le impone su propio estatuto.
Un congresista explicó a uno de sus electores que lo previsto en la National Emergencies Act se ha hecho inoperante por causa de la COG (Continuity of Government) [En español, Continuidad del Gobierno. NdT.], un programa ultrasecreto destinado a organizar la dirección del Estado en caso de situación de urgencia nacional. El programa de la COG fue parcialmente aplicado el 11 de septiembre por Dick Cheney, uno de los principales arquitectos de ese programa desarrollado dentro de un comité que opera fuera del gobierno regular desde 1981 [Ver a continuación más detalles sobre la COG. NdT de inglés]. De ser cierto que las disposiciones de la National Emergencies Act se han hecho inoperantes por causa de la COG, ello indicaría que el sistema constitucional de contrapoderes ya no se aplica en Estados Unidos, y que los decretos secretos predominan ahora sobre la legislación pública.
Red Voltaire: En ese contexto, ¿por qué el Congreso de Estados Unidos no desempeña su papel en la limitación de los poderes secretos que se instauró después del Watergate? ¿Qué consecuencias tuvieron entonces la expulsión de Nixon y el fortalecimiento de la supervisión del Congreso sobre las operaciones secretas de los servicios de inteligencia estadounidenses?
Peter Dale Scott: La estrategia de Nixon para Vietnam consistió en tratar de obtener el apoyo del bando opuesto llegando a acuerdos estratégicos tanto con la Unión Soviética como con China. Esto encontró una violenta oposición tanto de parte de los «halcones» como de parte de las «palomas» en el seno de una nación profundamente dividida, y yo creo que los «halcones» provenientes tanto de la CIA como del Pentágono fueron partícipes de la crisis fabricada del Watergate, que dio lugar a la dimisión forzosa de Nixon.
Después del Watergate, las «palomas» del Congreso –al que se aplicó por entonces el sobrenombre de «McGovernite»– de 1974 implantaron cierto número de reformas en nombre de políticas más abiertas y públicas, aboliendo un estado de urgencia que se había mantenido desde la época de la guerra de Corea y estableciendo las restricciones jurídicas y legislativas sobre la CIA y sobre otros aspectos del gobierno secreto. Esas reformas tuvieron como respuesta una movilización concertada tendiente a revertirlas y a restablecer el statu quo ante.
Aquel debate político implicaba la existencia, en el seno de la dirección del país, de un desacuerdo entre los llamados «negociantes» y los «prusianos» y la cuestión era saber si,después del fiasco de Vietnam, Estados Unidos debía esforzarse por volver a su anterior papel de nación prominentemente comerciante o si debía responder a la derrota de Vietnam con un aumento suplementario de sus fuerzas armadas.
Aquella lucha burocrática e ideológica fue a la vez una lucha por el control del Partido Republicano. Aquello terminó provocando la caída de Nixon y el gradual redireccionamiento –durante la presidencia de Ford– de la política exterior de Estados Unidos de coexistencia pacífica con la Unión Soviética hacia planes tendientes a debilitar y posteriormente a destruir –bajo la administración Reagan– lo que este último llamó «el Imperio del Mal». Fue así como, en octubre de 1975, la implicación muy probable de Dick Cheney y de Donald Rumsfeld en la revolución palaciega que los historiadores designan con el nombre de «Masacre de Halloween» significó la derrota del republicanismo moderado de Nelson Rockefeller. Aquello significó esencialmente la reorganización del equipo de Ford, preparando así el fin de la distensión.
Dick Cheney y Donald Rumsfeld, que por entonces dirigían el equipo de la Casa Blanca del presidente Gerald Ford, y controlaban el Departamento de Defensa, desempeñaron un papel decisivo en el triunfo final de los prusianos, al alejar a Henry Kissinger y nombrar como director de la CIA a George H. W. Bush, quien elaboró desde allí un nuevo estimado, más alarmista, de la amenaza soviética, dando así lugar a la correspondiente explosión de los presupuestos de defensa y al sabotaje de la política de distensión. Desde entonces, hemos podido observar en la economía estadounidense una influencia cada vez más importante de lo que Dwight D. Eisenhower había llamado, en el histórico discurso de fin de mandato que pronunció el 17 de enero de 1961, el «complejo militaro-industrial».
Hoy en día nos encontramos sometidos a un nuevo estado de urgencia ampliado, y la supervisión del Congreso sobre las operaciones secretas del Estado profundo de Estados Unidos se ha hecho casi inexistente. Por ejemplo, la supervisión con mandato jurídico del Congreso sobre las operaciones secretas de la CIA se ha evitado con éxito gracias a la creación, en 1981, del Joint Special Operations Command (JSOC) en el Pentágono, al igual que la supervisión sobre las operaciones que dirigió el general Stanley McChrystal antes de su nombramiento como comandante de las tropas de la OTAN en Afganistán.
Red Voltaire: En su anterior respuesta usted mencionó brevemente el importante papel de George Bush padre en el sabotaje de la política de distensión que había implementado Kissinger. Fue sin embargo muy breve el periodo de Bush a la cabeza de la CIA. ¿El reemplazo de George H. W. Bush por el almirante Stanfield Turner, más moderado, a la cabeza de esa agencia incrementó el control de las operaciones secretas de los diferentes elementos del Estado profundo de Estados Unidos?
Peter Dale Scott: No, en lo absoluto. Sucedió lo contrario ya que ciertos actores claves de lo que acabo de explicar, ya excluidos de la CIA como consecuencia de la nominación del almirante Turner, se buscaron una nueva «casa» trabajando para el llamado Safari Club. El Safari Club era una organización secreta fuera de todo control que reunía a los directores de los servicios de inteligencia de numerosos países –como Francia, Egipto, Arabia Saudita e Irán. Estimulada esencialmente por el entonces director del espionaje francés, el difunto Alexandre de Marenches, aquella organización tenía como objetivo completar secretamente las acciones de la CIA mediante la realización de otras operaciones anticomunistas en África, Asia Central y Medio Oriente –operaciones que escapaban a todo control del Congreso estadounidense.
Después, en 1978, Zbigniew Brzezinski –que no era miembro del Safari Club– implementó una forma de escapar al control del almirante Turner mediante la creación de una unidad especial de la Casa Blanca con Robert Gates, el actual secretario de Defensa, que era por aquel entonces un joven agente operacional de la CIA. Bajo la dirección de Brzezinski, oficiales de la CIA se aliaron a la agencia de inteligencia de Irán, la SAVAK, para enviar agentes islamistas a Afganistán, desestabilizando así aquel país de manera tal que aquello condujo a la invasión de Afganistán por parte de la Unión Soviética en 1980.
La siguiente década, que se caracterizó por la implicación secreta de la CIA en Afganistán, fue determinante en la transformación de aquel país en un vivero de cultivo de la amapola del opio, del tráfico de heroína y del islamismo yihadista.
Hay muy buenos libros sobre ese tema publicados hace algunos años–uno por Tim Weiner, el otro por John Prados. Pero, como se dirigieron a oficiales de la CIA que les mostraron sólo algunos documentos que acababan de ser desclasificados, esos autores no hablan de la droga en sus libros.
La conexión de los narcóticos es tan profunda que no se menciona en los documentos de la CIA que se han hecho públicos. Pera la cooperación de la CIA, dirigida por William Casey desde 1981, con el banco de la droga llamado Bank of Credit and Commerce International (BCCI) estimuló la creación en Afganistán de una inmensa narcoeconomía, cuyas consecuencias desestabilizadoras ayudan a explicar por qué hay soldados de la OTAN, afganos y pakistaníes muriendo diariamente en esos lugares [2].
El BCCI fue un enorme banco de lavado de fondos provenientes de la droga. Corrompía, con sus presupuestos y sus recursos, a políticos de primer plano en el mundo entero… presidentes, primeros ministros… Y una parte de ese dinero sucio –de eso no se habla mucho, pero es la realidad– llegaba a políticos en Estados Unidos, a políticos de los dos partidos, y esa es una de las principales razones que explican por qué nunca logramos que el Congreso abriera una investigación contra el BCCI. Hubo de hecho un informe del Senado, que fue publicado, firmado por un republicano, Hank Brown, y por un demócrata, John Kerry. Y Brown felicitó a Kerry por haber tenido el coraje de escribir aquel informe cuando tantas personas de su partido estaban vinculadas al BCCI.
Este banco fue un factor primordial en la creación de conexiones con gente como Gulbuddin Hekmatyar, probablemente el principal traficante de heroína del mundo entero en los años 1980. Se convirtió [Hekmatyar] en el principal beneficiario de la generosidad de la CIA, que se completó con una suma similar de dinero proveniente de Arabia Saudita. ¡Hay algo terriblemente nefasto en este tipo de situación!
Red Voltaire: En 1976, Jimmy Carter fue electo en base a un programa de reducción de los gastos militares y de distensión con la Unión Soviética, lo que en realidad no se concretó en los 4 años de su mandato. ¿Puede usted explicarnos por qué? ¿Será que su consejero de Seguridad Nacional, Zbigniew Brzezinski –a quien usted mencionó en su anterior respuesta– desempeñó algún papel en aquella política exterior, sensiblemente más agresiva que lo que se esperaba?
Peter Dale Scott: Los medios de difusión presentaban a Carter como un candidato populista, como un granjero sureño cultivador de maní. Pero la realidad profunda era que Carter había sido preparado para la presidencia por Wall Street, particularmente por la Comisión Trilateral, financiada a su vez por David Rockefeller y dirigida por Zbigniew Brzezinski.
Brzezinski, un polaco furiosamente antisoviético, se convirtió entonces en el consejero de Seguridad Nacional de Carter. Y desde el principio de aquel mandato [Brzezinski] interfirió continuamente al secretario de Estado Cyrus Vance para mantener una política una política exterior más vigorosamente antisoviética. En ese aspecto, Brzezinski actuó en contra de los objetivos planteados de la Comisión Trilateral, de la que el presidente Carter había sido miembro.
La idea subyacente de la Comisión Trilateral era una imagen más bien atrayente de un mundo multipolar en el que Estados Unidos hubiese desempeñado un papel de mediador entre el Segundo Mundo, o sea el bloque soviético, y el Tercer Mundo, que era lo que en aquel momento se designaba como los países subdesarrollados o menos desarrollados… Entre paréntesis, yo detesto esa expresión, porque viví en Tailandia y, en ciertos aspectos, ¡ellos están mucho más desarrollados que nosotros!
En resumen, al ser electo, Carter nombro como secretario de Estado a un verdadero trilateralista, Cyrus Vance, y tenía como consejero de Seguridad Nacional a Zbigniew Brzezinski, quien estaba decidido a utilizar el Estado profundo para hacerle a la Unión Soviética tanto daño como le fuera posible. Y la mayor parte de lo que se interpretó como los «éxitos» del régimen deReagan claramente se inició en la época de Brzezinski.
Fue una renuncia total de aquello a lo que se había comprometido la Comisión Trilateral. El pobre Carter fue electo porque había prometido cortes en el presupuesto de Defensa y, antes de su salida [de la Casa Blanca], había metido al Departamento de Defensa en masivos aumentos presupuestarios que, una vez más, fueron asociados a Reagan aunque en realidad habían comenzado antes.
Por consiguiente, una masiva campaña tendiente a un aumento de los presupuestos de defensa –campaña discretamente realizada por ricos industriales del aparato militar que actuaban a través del Comité sobre el Peligro Presente– llevó la opinión pública estadounidense a fortalecer el esfuerzo de Brzezinski a favor de una presencia y de una política exterior estadounidenses más militantes, sobre todo en el Océano Índico.
Red Voltaire: Después de haber sido un hombre muy influyente con el presidente Gerald Ford, Dick Cheney –junto a su mentor Donald Rumsfeld y junto al vicepresidente George H. W. Bush– fue, a partir de la presidencia de Reagan, uno de los hombres claves del programa ultrasecreto de «Continuidad del Gobierno» (Continuity of Government, COG). ¿Puede usted explicarnos en qué consiste ese programa? ¿Ya se ha aplicado, aunque sea parcialmente?
Peter Dale Scott: Desde el comienzo de la presidencia de Reagan, en 1981, se creó un grupo secreto, fuera del gobierno regular, para trabajar sobre la llamada Continuidad del Gobierno («Continuity of Government» o COG) o, dicho de otra manera, en planes de la COG destinados a organizar la gestión del Estado en caso de urgencia nacional. Ese programa era inicialmente una extensión de planes preexistentes destinados a responder a un ataque nuclear que decapitara la dirección de Estados Unidos. Pero, antes del fin del mandato de Reagan, su orden ejecutiva número 12686 de 1988 modificó los términos [de dichos planes] para que cubrieran cualquier tipo de urgencia.
La COG es otra de las cosas que se asocian a Reagan, pero aquellos planes en realidad comenzaron en la época de Carter, aunque es posible que este último nunca haya estado al corriente de ello. En efecto, Carter creó la FEMA [la Agencia Federal de Manejo de Situaciones de Urgencia, siglas en inglés.], que históricamente siempre fue la estructura de planificación de la COG.
Lo que resulta bastante chocante es que aunque los planes de la COG son planes extremos, el Congreso no estaba al corriente de ellos en los años 1980. Sólo un pequeño grupo –en el que se encontraban Oliver North, Dick Cheney y Donald Rumsfeld– estaba encargado de trabajar en esos planes en virtud de una orden ejecutiva altamente secreta de Reagan emitida en 1981, como ya expliqué anteriormente.
La cuestión de la COG se mencionó públicamente por primera vez en 1987, durante las audiencias sobre el escándalo Irán-Contras, cuando un miembro del Congreso nombrado Jack Brooks le preguntó a Oliver North: «Coronel North, en el marco de su trabajo en el Consejo de Seguridad Nacional, ¿no le asignaron a usted en un momento dado la planificación de la continuidad del gobierno en caso de un desastre de envergadura?» Agregó el congresista Brooks: «Yo estaba particularmente preocupado, señor presidente, porque leí en varios diarios de Miami y en algunos más que había un plan elaborado, por esta misma agencia, un plan de contingencia en caso de urgencia que suspendería la Constitución de los Estados Unidos. Aquello me inquietó mucho y me pregunté si era un aspecto en el cual había trabajado él. Yo creo que así es y quería tener esa confirmación.»
El senador Inouye, director de aquella comisión investigadora del Congreso, le respondió con un poco de nerviosismo: «Con todo respeto, ¿puedo pedirle que no se toque ese tema en este momento? Si queremos abordarlo, estoy seguro que pueden hacerse arreglos para una sesión ejecutiva.» Está claro que las preguntas del congresista Brooks eran sobre la «Continuidad del Gobierno», y aquellos arreglos para la realización de una sesión ejecutiva nunca tuvieron lugar.
Cheney y Rumsfeld –dos figuras claves del programa de la COG– siguieron participando en esos planes y ejercicios, muy onerosos, a lo largo de dos décadas sucesivas, incluso en momentos en que, hacia fines de los años 1990, los dos eran directores de empresas privadas que nada tenían que ver con el gobierno. Se ha dicho que el nuevo blanco que sustituyó a la Unión Soviética fue el terrorismo, pero algunos periodistas han mencionado que desde principios de los años 1980 había importantes planes destinados a hacer frente al tipo de manifestaciones que, según la mentalidad de Oliver North y de otros como él, habían llevado a la derrota de Estados Unidos en Vietnam.
Nadie duda que los planes de la COG se hayan aplicado parcialmente durante el 11 de septiembre, paralelamente a un estado de urgencia proclamado oficialmente. Este último sigue aún en vigor al cabo de 9 años, a pesar de una ley posterior al Watergate que exige ya sea una aprobación o un cese de una urgencia nacional por parte del Congreso cada 6 meses. Los planes de la COG son un secreto celosamente guardado, pero en los años 1980 hubo informes que señalan que esos planes implicaban medidas de vigilancia y detenciones sin mandato, así como una militarización permanente del gobierno. En cierta medida, esos cambios claramente se aplicaron después del 11 de septiembre.
No hay manera de determinar cuántos cambios constitucionales ocurridos desde del 11 de septiembre pueden tener su origen en la planificación de la COG.
Sabemos, sin embargo, que nuevas medidas de aplicación de la COG fueron instauradas nuevamente en 2007, cuando el presidente Bush emitió la National Security Presidential Directive 51 (Directiva Presidencial de Seguridad Nacionale, o NSPD-51/HSPD-20). Esa directiva estipulaba lo que la FEMA posteriormente llamó «una nueva visión para garantizar la continuidad de nuestro gobierno», y fue seguida posteriormente por un nuevo National Continuity Policy Implementation Plan (Plan de Implementación de la Política de Continuidad Nacionale).
La NSPD-51 invalidó también la PDD 67, que era la directiva de la COG del decenio anterior elaborada por Richard Clarke, quien era por aquel entonces el «zar» del contraterrorismo en Estados Unidos desde la época de Clinton. En fin, la NSPD-51 hizo referencia a nuevos «anexos clasificados sobre la continuidad», señalando que deben «ser protegidos contra toda divulgación no autorizada».
Bajo la presión de algunos de sus electores que se habían movilizado a favor de la apertura de una verdadera investigación sobre el 11 de septiembre, el congresista Peter DeFazio, miembro de la Comisión sobre la Seguridad Interior, presentó dos pedidos para consultar esos anexos.
Su primer pedido fue rechazado. DeFazio presentó entonces un segundo pedido, mediante una carta firmada por el presidente de su Comisión. El pedido fue rechazado de nuevo. Una vez más, como ya dije en mi respuesta a la segunda pregunta de esta entrevista, esto parece indicar que el sistema constitucional de contrapoderes ya no se aplica en Estados Unidos y que los decretos secretos están ahora por encima de la legislación pública.
Red Voltaire: En La Route vers le Nouveau Désordre Mondial, usted afirma que la Comisión Nacional Investigadora sobre el 11 de septiembre –cuyos miembros fueron nombrados por el gabinete de George W. Bush y cuyo Informe Final fue redactado por el equipo del director ejecutivo Philip Zelikov– incurrió en repetidos engaños sobre el tema del 11 de septiembre, sobre todo en lo tocante a las actividades de Dick Cheney en aquella mañana. ¿Puede usted explicar a nuestros lectores ese aspecto en particular?
Peter Dale Scott: Inicialmente, George W. Bush se resistió a toda investigación sobre el 11 de septiembre, hasta que el Congreso impuso una Comisión Investigadora, en respuesta a una eficaz campaña de las familias de las victimas [3] Thomas Kean y Lee Hamilton, los dos directores de la Comisión, prometieron públicamente guiarse por las preguntas sin respuestas de las familias de las víctimas, como por ejemplo: saber quiénes eran realmente los presuntos secuestradores de los aviones y cómo fue que se derrumbaron 3 edificios del World Trade Center, cuando uno de ellos ni siquiera llegó a recibir el impacto de un avión.
Finalmente, esas preguntas, al igual que otras muchas interrogantes, ni siquiera llegaron a mencionarse. Asimismo, la Comisión recogió gran cantidad de testimonios contradictorios y, en muchas ocasiones, reescribió ciertos relatos. Bajo la estrecha supervisión de Philip Zelikow, el director de aquella Comisiónquien por mucho tiempo había sido empleado del gobierno en cuestiones de seguridad nacional, el Informe de la Comisión sobre el 11 de Septiembre ignoró ciertas contradicciones y corrigió otras de una forma que fue cuestionada por numerosos críticos.
El Informe atribuyó la ausencia de respuestas [de la defensa estadounidense] de aquel día a un caos y a una ruptura sistémica, ignorando así otros testimonios de Cheney, según los cuales él desempeñó aquel día un papel preponderante. La Comisión ignoró igualmente importantes contradicciones y dudas sobre el testimonio que había prestado Cheney. Un tema crucial que la Comisión no investigó de manera explícita fue la aplicación de los planes de la COG [durante los hechos] el 11 de septiembre (p.555, nota 9).
Tampoco mencionó la comisión de estudios sobre el terrorismo de Cheney –reunida por decreto de Bush en mayo de 2001– que fue citada como fuente de origen de una orden del Comité de Jefes del Estado Mayor Conjunto [el JCS, según sus siglas en inglés] que databa del 1º de junio de 2001. Aquella orden modificó [u obstaculizó, haciéndolas inoperantes] las condiciones de intercepción de los aviones secuestrados por parte de la fuerzas aérea.
Para lograr su recuento restringido sobre la responsabilidad de Cheney [en lo sucedido] aquel día, la Comisión también restó importancia –y de manera flagrante– a varios recuentos de testigos oculares [que estaban] en completo desacuerdo con la cronología de la propia Comisión, particularmente los del director del contraterrorismo Richard Clarke y del secretario de Transportes Norman Norman Mineta.
Red Voltaire: Gran parte de La Route vers le Nouveau Désordre Mondial –un libro verdaderamente muy rico debido a la cantidad e importancia de los temas que aborda– trata sobre la geopolítica del petróleo, de la droga y del armamento y la manera como el Estado profundo estadounidense la maneja en Asia Central y en el Medio Oriente desde la época del presidente Carter. Sabiendo que la «guerra contra el terrorismo» perdura y se extiende hoy en más de 60 países –principalmente a través de operaciones secretas–, ¿cuáles son en su opinión los verdaderos orígenes y objetivos de esta?
Peter Dale Scott: Al principio de la «guerra contra el terrorismo» estaba muy claro que los consejeros estratégicos de los dos partidos, al igual que los grupos de reflexión (think tanks, en español tanques pensantes, son centros o institutos de propaganda y/o difusión de ideas políticas ) como el Council on Foreign Relations, estaban preocupados por la necesidad que según ellos tenía Estados Unidos de preservar su dominio histórico sobre los mercados petroleros mundiales. Produjeron documentos que apoyaban la idea de un incremento de la fuerza militar de Estados Unidos en la región del Golfo Pérsico, así como la idea de adoptar planes militares destinados, en particular, a ocuparse de Sadam Husein.
Hoy en día, la «guerra contra el terrorismo» ha seguido extendiéndose, y nos dicen que los militantes salafistas se han desplazado –como era de esperar– hacia nuevas regiones del mundo, sobre todo hacia Somalia y Yemen, para preparar sus represalias. La «guerra contra el terrorismo» se ha convertido por lo tanto en un ensayo para la actual doctrina estratégica de Estados Unidos tendiente a implantar un «dominio total» [«Full-spectrum dominance»], como fue definida en el importante informe del Pentágono titulado Joint Vision 2020, llamando entonces a garantizar «la capacidad de las fuerzas estadounidenses, operando solas o con el apoyo de los aliados, para derrotar a cualquier enemigo y controlar cualquier situación mediante la gama de operaciones militares [disponibles]».
Desde la Segunda Guerra Mundial cada una de esas escaladas ha sido conducida por un lobby de la Defensa financiado originalmente por el complejo militaro-industrial y actualmente por media docena de fundaciones de derecha que disponen de fondos ilimitados. Con el tiempo, su personal ha ido emigrando de grupo en grupo –el American Security Council, el Comité sobre el Peligro Presente, el Proyecto para el Nuevo Siglo Americano y, actualmente, el Center for Security Policy (CSP) [4]. Pero sus objetivos han ido ampliándose con el paso de los años yendo así de maximizar la presencia estadounidense hasta restringir las libertades individuales para impedir la reaparición de cualquier tipo de movimiento antiguerra en Estados Unidos. Yo abordo la expansión de esta facción del sector de la defensa en mi más reciente libro, American War Machine.
Esa agenda incluye cada vez más el maccarthysmo, por no decir el fascismo. Cierto número de grupos están alimentando una histeria islamófoba que recuerda la histeria anticomunista de los años 1950, llamando a una guerra aparentemente sin fin contra el Islam. Por ejemplo, el CSP [Centro para la Política de Seguridad, siglas en inglés. Ndt.] publicó recientemente un documento titulado Shariah, The Threat to America [5], en el que proclama que la sharia es «la amenaza totalitaria de nuestra época», con advertencias alarmistas sobre una «yihad infiltrada» y una «yihad demográfica».
Red Voltaire: Esa «guerra contra el terrorismo», cuyos verdaderos fundamentos y objetivos están lejos de ser expuestos explícitamente por los gobiernos de los países miembros de la OTAN, comenzó en Afganistán, en 2001. En ese Estado, poderosos señores de la guerra aliados a Estados Unidos en los años 1980 –en la época en que los muyahidines combatían a las tropas soviéticas– son actualmente destacados actores del conflicto en «AfPak», la entidad geopolítica que abarca Afganistán y Pakistán. Tomemos como ejemplo simbólico el caso de Gulbuddin Hekmatyar. La opinión pública de los diferentes países de la OTAN no parece darse realmente cuenta de quién es este señor Hekmatyar. ¿Puede usted proporcionarnos información sobre él? En su opinión, ¿cómo simboliza [Hekmatyar] el peligro que representa una política exterior estadounidense que, por falta de control legislativo y de visibilidad pública, ha provocado la explosión del tráfico de droga a nivel global?
Peter Dale Scott: Al disponer de pocos agentes leales en Afganistán, Estados Unidos decidió realizar su Operación Ciclón a través de los que estaban a la disposición de la Inter-Services Intelligence (ISI, los servicios secretos pakistaníes). Pakistán, temiendo a su vez a los reclamos de los verdaderos nacionalistas afganos que reivindican sus propios territorios fronterizos, dirigió el volumen de las ayudas provenientes de Estados Unidos y de Arabia Saudita hacia dos extremistas cuya base de apoyo en Afganistán era muy restringida: Abdul Rasul Sayyaf y Gulbuddin Hekmatyar.
Este último, miembro de la etnia pashtún y de la tribu Ghilzai, originario de norte no pashtún, fue entrenado inicialmente para la resistencia violenta bajo la dirección de los pakistaníes. Fue al parecer el único líder afgano que reconoció explícitamente la línea Durand que define la frontera entre Afganistán y Pakistán. Para compensar el apoyo que no tenían entre la población local, Sayyaf y Hekmatyar cultivaron y exportaron opiáceos de forma masiva en los años 1980, también con apoyo del ISI.
Fue por esa misma razón que los dos colaboraron con los muyahidines extranjeros –o sea, con los iniciadores de lo que hoy se ha dado en llamar al-Qaeda– que por entonces afluían hacia Afganistán, y Hekmatyar en particular parece haber desarrollado una estrecha relación con Osama Ben Laden. Aquella afluencia de fundamentalistas wahabitas y deobanditas trajo como importante consecuencia el debilitamiento de la versión tradicional sufista del Islam local.
Durante la campaña antisoviética, las fuerzas de Hekmatyar mataron cierta cantidad de personas que apoyaban a Ahmed Shah Masud, la principal amenaza para los planes de Hekmatyar –planes que contaban además con el apoyo del ISI– que consistían en dominar el Afganistán postsoviético. Después de la retirada de estos últimos, la CIA –actuando en contra de las recomendaciones del Departamento de Estado– utilizó también a Hekmatyar para impedir la constitución de un gobierno de reconciliación nacional, lo cual condujo a una guerra civil que provocó la muerte de miles de personas en los años 1990.
Desde la invasión de Estados Unidos contra Afganistán en 2001, Hekmatyar ha dirigido su propia facción de combatientes para obtener una retirada de las tropas de la OTAN, aunque parece más abierto que los talibanes en cuanto a integrarse a un gobierno de coalición dirigido por el actual presidente Hamid Karzai. En Washington, importantes funcionarios de la defensa –como Michael Vickers– todavía se refieren a la Operación Ciclón como «la acción clandestina más exitosa» en la historia de la CIA.
No parecen preocupados por el hecho que ese programa de la CIA haya contribuido a generar y a desencadenar algo como al-Qaeda –la nueva justificación postsoviética para los aumentos sin precedentes de los presupuestos de defensa– ni tampoco por haber conferido a Afganistán su actual papel de principal fuente mundial de heroína y hachís.
Red Voltaire: En conclusión, ante la situación financiera, económica, política, social e incluso moral existente en Estados Unidos, así como en numerosos países a través del mundo, ¿tiene usted confianza en el futuro? ¿Ve usted indicios estimulantes de una mayor influencia de lo que usted llama la «voluntad prevaleciente de los pueblos» en la toma de decisiones políticas, un proceso que es hoy por hoy más oligárquico que nunca?
Peter Dale Scott: Se dice que deberíamos ver cada crisis como una oportunidad. La crisis de Estados Unidos, que es también la del mundo, pudiera ser ciertamente la ocasión de introducir reformas de gran envergadura en los procesos del capitalismo de mercado que engendraron diferencias tan grandes entre los muy ricos y los muy pobres. Desgraciadamente, debido a esos procesos, las políticas tradicionales y los métodos de movilización se han hecho más ineficaces aún de lo que ya eran anteriormente.
En mi libro «La Route vers le Nouveau Désordre Mondial», yo defiendo el hecho que importantes cambios sociales son posibles cuando la opresión da lugar a la formación de una opinión pública unida –o de lo que yo llamo «la voluntad prevaleciente de los pueblos»– en oposición a esa opresión. Hago referencia a ejemplos como el movimiento por los derechos cívicos en el sur de Estados Unidos, o el movimiento polaco Solidarnosc.
Desarrollos tecnológicos como Internet han facilitado más que nunca la unión de las personas, tanto a nivel nacional como a nivel internacional. Pero la tecnología ha perfeccionado también los instrumentos autoritarios de vigilancia y represión, haciendo la movilización activista más difícil que antes. Por consiguiente, el futuro es muy incierto. Pudiera decirse que el sistema global actual está más inestable que nunca y que es posible que algún tipo de prueba de fuerza logre cambiarlo.
En todo caso, yo estoy convencido de que estamos viviendo un periodo particularmente estimulante. La juventud debe continuar uniéndose como siempre lo ha hecho a movimientos que aspiran al cambio social, y a crear nuevos espacios propicios al intercambio global. Y, por sobre todo, no hay ninguna excusa para la desesperación.
Red Voltaire: Le agradecemos sus esclarecedoras respuestas, profesor Scott. Le deseamos que su primer libro traducido al francés encuentre entre el público francófono el gran éxito que merece.
Red Voltaire
Peter Dale Scott
FUENTE: VOLTAIRENET
En un libro que por fin se publica en francés, el profesor Peter Dale Scott recorre la historia del «Estado profundo» en Estados Unidos, o sea la estructura secreta que dirige la política exterior y la política de defensa de ese país más allá de las apariencias democráticas. Este estudio ofrece la ocasión de poner bajo los reflectores al grupo que organizó los atentados del 11 de septiembre y que se financia a través del tráfico mundial de droga. Se trata de un libro de referencia cuya lectura aconsejan ya las academias militares y diplomáticas.
Red Voltaire: Profesor Scott, sabiendo que su trabajo no dispone aún de la notoriedad que debería tener el mundo francófono, ¿pudiera usted comenzar proporcionándonos una definición de qué es la «la Política profunda» (Deep Politics) y explicándonos la diferencia entre lo que usted llama el «Estado profundo» y el «Estado público»?
Peter Dale Scott: La expresión «Estado profundo» viene de Turquía.
Hubo que inventarla en 1996, después del accidente de un auto Mercedes que rodaba a toda velocidad y cuyos pasajeros eran un miembro del parlamento, una reina de belleza, un importante capitán de la policía local y el principal traficante de droga de Turquía, quien dirigía además una organización paramilitar –losLobos Grises– que asesinaba gente. Se hizo entonces evidente que existía en Turquía una relación secreta entre la policía –que oficialmente estaba buscando al hombre que finalmente se encontraba en aquel auto con un jefe de la policía– y aquellos individuos, que cometían crímenes en nombre del Estado.
El Estado para el que se cometen crímenes no es un Estado que puede mostrar su propia mano al público. Es un Estado escondido, una estructura secreta.
En Turquía lo llamaron el «Estado profundo» [1], y yo mismo venía hablando desde hace tiempo de «Política profunda», así que utilicé esa expresión en mi libro «La Route vers le Nouveau Désordre Mondial» [En español, El Camino hacia el Nuevo Desorden Mundial. NdT.].
Yo definí la política profunda como el conjunto de prácticas y de disposiciones políticas, intencionales o no, habitualmente criticadas o no mencionadas en el discurso público, además de no reconocidas. O sea que la expresión «Estado profundo» –concebida en Turquía– no es cosa mía. Se refiere a un gobierno paralelo secreto organizado por los aparatos militares y de inteligencia, financiado por la droga, que se implica en acciones de violencia de carácter ilícito para proteger el estatus y los intereses del ejército de las amenazas que representan los intelectuales, los religiosos y en ocasiones el gobierno constitucional.
En en libro El Camino hacia el Nuevo Desorden Mundial, yo adapto un poco esa expresión para referirme a la más amplia conexión que existe, en Estados Unidos, entre el Estado público constitucionalmente establecido, por un lado, y las fuerzas profundas que se mueven en segundo plano de ese Estado: las fuerzas de la riqueza, del poder y de la violencia que están fuera del gobierno.
Esa conexión podríamos llamarla la «puerta trasera» del Estado público, [puerta] que sirve de acceso a fuerzas oscuras situadas fuera del marco legal.
La analogía con Turquía no es perfecta ya que lo que actualmente hemos podido observar en Estados Unidos no es tanto una estructura paralela si no más bien una amplia zona o ambiente de contactos entre el Estado público y fuerzas oscuras invisibles. Pero esa conexión es considerable, y se necesita una apelación como «Estado profundo» para describirla.
Red Voltaire: Usted escribió su libro, El Camino hacia el Nuevo Desorden Mundial, en momentos en que el régimen de Bush se hallaba en el poder y después lo reactualizó con vistas a la traducción al francés. ¿Piensa usted que el Estado profundo se ha debilitado, lo cual favorecería al Estado público, como resultado de la elección de Barack Obama? ¿O, por el contrario, se ha reforzado con la crisis y con la actual administración?
Peter Dale Scott: Después de 2 años de presidencia de Obama, tengo que llegar tristemente a la conclusión que la influencia del Estado profundo, o más exactamente de lo que yo llamo en mi último libro «La Máquina de Guerra estadounidense» (American War Machine), ha seguido extendiéndose, como lo ha hecho bajo cada presidente de Estados Unidos desde la época de Kennedy.
Un importante síntoma de ello es la manera en que Obama, a pesar de su retórica de campaña, ha seguido ampliando el campo de aplicación del secreto dentro del gobierno de Estados Unidos y como ha seguido castigando a quienes lanzan llamados de alerta: su campaña contra Wikileaks y contra Julian Assange, quien ni siquiera ha sido inculpado aún por el menor crimen, no tiene precedentes en la historia de Estados Unidos. Yo sospecho que el miedo a la publicidad que se percibe en Washington viene de que existe la conciencia de que las políticas de guerra de Estados Unidos están cada vez más desvinculadas de la realidad.
En Afganistán, Obama parece haber capitulado ante los esfuerzos del general Petraeus y de otros generales que querían garantizar que las tropas estadounidenses no comenzaran a retirarse de las zonas de combates en 2011, como había adelantado Obama cuando autorizó un aumento del número de soldados en 2009. El último libro de Bob Woodward, que se titulaObama’s Wars (Las guerras de Obama), reporta que durante aquel largo combate que se produjo dentro de la administración para determinar si había que decidir una escalada militar en Afganistán, Leon Panetta, el director de la CIA, le aconsejó a Obama que «ningún presidente democrático puede ir en contra de los consejos del ejército… Así que hágalo. Haga lo que ellos le dicen.» Obama dijo recientemente a soldados estadounidenses en Afganistán: «Ustedes cumplen sus objetivos, ustedes tendrán éxito en su misión». Este eco de testimonios anteriores –tontamente optimistas– de Petraeus muestra por qué no se hizo en la Casa Blanca una evaluación realista del desarrollo de la guerra en diciembre de 2010, a pesar del mandato recibido inicialmente.
Al igual que Lyndon Johnson antes que él, el presidente está atrapado ahora en un cenagal que no se atreve a perder, y que amenaza con extenderse a Pakistán así como a Yemen, si no más lejos aún. Yo sospecho que las fuerzas profundas que dominan los dos partidos políticos son ahora tan poderosas, tan coincidentes, y por sobre todo están tan interesadas en las ganancias que la guerra genera, que un presidente está más lejos que nunca de oponerse a ese poder, ni siquiera ahora cuando se hace cada vez más evidente que la era de dominación mundial de Estados Unidos, al igual que sucedió en su tiempo con la de Gran Bretaña, está a punto de terminar.
En ese contexto, Obama –sin debate ni revisión– ha prolongado el estado de urgencia interna proclamado después del 11 de septiembre, con las drásticas limitaciones de los derechos civiles que ello implica. Por ejemplo, en septiembre de 2010 el FBI tomó por asalto las oficinas de pacíficos defensores de los derechos humanos en Minneapolis y en Chicago basándose en una decisión reciente de la Corte Suprema según la cual la libertad de expresión y el activismo no violentos reconocidos en la Primera Enmienda se convierten en crímenes si están «coordinados con» o «bajo la dirección» de un grupo extranjero designado como «terrorista». Es importante señalar que en 9 años el Congreso no se ha reunido ni una sola vez para discutir el estado de urgencia decretado por George W. Bushdespués del 11 de septiembre, estado de urgencia que por lo tanto permanece en vigor hoy en día.
En 2009, el ex congresista Dan Hamburg y yo lanzamos una exhortación pública al presidente Obama para que pusiera fin al estado de urgencia y llamamos al Congreso a que realizara las audiencias que su responsabilidad requiere. Pero el 10 de septiembre de 2009, Obama, sin la menor discusión, prolongó nuevamente el estado de urgencia del 11 de septiembre y lo hizo de nuevo al año siguiente. Mientras tanto, el Congreso ha seguido ignorando las obligaciones que le impone su propio estatuto.
Un congresista explicó a uno de sus electores que lo previsto en la National Emergencies Act se ha hecho inoperante por causa de la COG (Continuity of Government) [En español, Continuidad del Gobierno. NdT.], un programa ultrasecreto destinado a organizar la dirección del Estado en caso de situación de urgencia nacional. El programa de la COG fue parcialmente aplicado el 11 de septiembre por Dick Cheney, uno de los principales arquitectos de ese programa desarrollado dentro de un comité que opera fuera del gobierno regular desde 1981 [Ver a continuación más detalles sobre la COG. NdT de inglés]. De ser cierto que las disposiciones de la National Emergencies Act se han hecho inoperantes por causa de la COG, ello indicaría que el sistema constitucional de contrapoderes ya no se aplica en Estados Unidos, y que los decretos secretos predominan ahora sobre la legislación pública.
Red Voltaire: En ese contexto, ¿por qué el Congreso de Estados Unidos no desempeña su papel en la limitación de los poderes secretos que se instauró después del Watergate? ¿Qué consecuencias tuvieron entonces la expulsión de Nixon y el fortalecimiento de la supervisión del Congreso sobre las operaciones secretas de los servicios de inteligencia estadounidenses?
Peter Dale Scott: La estrategia de Nixon para Vietnam consistió en tratar de obtener el apoyo del bando opuesto llegando a acuerdos estratégicos tanto con la Unión Soviética como con China. Esto encontró una violenta oposición tanto de parte de los «halcones» como de parte de las «palomas» en el seno de una nación profundamente dividida, y yo creo que los «halcones» provenientes tanto de la CIA como del Pentágono fueron partícipes de la crisis fabricada del Watergate, que dio lugar a la dimisión forzosa de Nixon.
Después del Watergate, las «palomas» del Congreso –al que se aplicó por entonces el sobrenombre de «McGovernite»– de 1974 implantaron cierto número de reformas en nombre de políticas más abiertas y públicas, aboliendo un estado de urgencia que se había mantenido desde la época de la guerra de Corea y estableciendo las restricciones jurídicas y legislativas sobre la CIA y sobre otros aspectos del gobierno secreto. Esas reformas tuvieron como respuesta una movilización concertada tendiente a revertirlas y a restablecer el statu quo ante.
Aquel debate político implicaba la existencia, en el seno de la dirección del país, de un desacuerdo entre los llamados «negociantes» y los «prusianos» y la cuestión era saber si,después del fiasco de Vietnam, Estados Unidos debía esforzarse por volver a su anterior papel de nación prominentemente comerciante o si debía responder a la derrota de Vietnam con un aumento suplementario de sus fuerzas armadas.
Aquella lucha burocrática e ideológica fue a la vez una lucha por el control del Partido Republicano. Aquello terminó provocando la caída de Nixon y el gradual redireccionamiento –durante la presidencia de Ford– de la política exterior de Estados Unidos de coexistencia pacífica con la Unión Soviética hacia planes tendientes a debilitar y posteriormente a destruir –bajo la administración Reagan– lo que este último llamó «el Imperio del Mal». Fue así como, en octubre de 1975, la implicación muy probable de Dick Cheney y de Donald Rumsfeld en la revolución palaciega que los historiadores designan con el nombre de «Masacre de Halloween» significó la derrota del republicanismo moderado de Nelson Rockefeller. Aquello significó esencialmente la reorganización del equipo de Ford, preparando así el fin de la distensión.
Dick Cheney y Donald Rumsfeld, que por entonces dirigían el equipo de la Casa Blanca del presidente Gerald Ford, y controlaban el Departamento de Defensa, desempeñaron un papel decisivo en el triunfo final de los prusianos, al alejar a Henry Kissinger y nombrar como director de la CIA a George H. W. Bush, quien elaboró desde allí un nuevo estimado, más alarmista, de la amenaza soviética, dando así lugar a la correspondiente explosión de los presupuestos de defensa y al sabotaje de la política de distensión. Desde entonces, hemos podido observar en la economía estadounidense una influencia cada vez más importante de lo que Dwight D. Eisenhower había llamado, en el histórico discurso de fin de mandato que pronunció el 17 de enero de 1961, el «complejo militaro-industrial».
Hoy en día nos encontramos sometidos a un nuevo estado de urgencia ampliado, y la supervisión del Congreso sobre las operaciones secretas del Estado profundo de Estados Unidos se ha hecho casi inexistente. Por ejemplo, la supervisión con mandato jurídico del Congreso sobre las operaciones secretas de la CIA se ha evitado con éxito gracias a la creación, en 1981, del Joint Special Operations Command (JSOC) en el Pentágono, al igual que la supervisión sobre las operaciones que dirigió el general Stanley McChrystal antes de su nombramiento como comandante de las tropas de la OTAN en Afganistán.
Red Voltaire: En su anterior respuesta usted mencionó brevemente el importante papel de George Bush padre en el sabotaje de la política de distensión que había implementado Kissinger. Fue sin embargo muy breve el periodo de Bush a la cabeza de la CIA. ¿El reemplazo de George H. W. Bush por el almirante Stanfield Turner, más moderado, a la cabeza de esa agencia incrementó el control de las operaciones secretas de los diferentes elementos del Estado profundo de Estados Unidos?
Peter Dale Scott: No, en lo absoluto. Sucedió lo contrario ya que ciertos actores claves de lo que acabo de explicar, ya excluidos de la CIA como consecuencia de la nominación del almirante Turner, se buscaron una nueva «casa» trabajando para el llamado Safari Club. El Safari Club era una organización secreta fuera de todo control que reunía a los directores de los servicios de inteligencia de numerosos países –como Francia, Egipto, Arabia Saudita e Irán. Estimulada esencialmente por el entonces director del espionaje francés, el difunto Alexandre de Marenches, aquella organización tenía como objetivo completar secretamente las acciones de la CIA mediante la realización de otras operaciones anticomunistas en África, Asia Central y Medio Oriente –operaciones que escapaban a todo control del Congreso estadounidense.
Después, en 1978, Zbigniew Brzezinski –que no era miembro del Safari Club– implementó una forma de escapar al control del almirante Turner mediante la creación de una unidad especial de la Casa Blanca con Robert Gates, el actual secretario de Defensa, que era por aquel entonces un joven agente operacional de la CIA. Bajo la dirección de Brzezinski, oficiales de la CIA se aliaron a la agencia de inteligencia de Irán, la SAVAK, para enviar agentes islamistas a Afganistán, desestabilizando así aquel país de manera tal que aquello condujo a la invasión de Afganistán por parte de la Unión Soviética en 1980.
La siguiente década, que se caracterizó por la implicación secreta de la CIA en Afganistán, fue determinante en la transformación de aquel país en un vivero de cultivo de la amapola del opio, del tráfico de heroína y del islamismo yihadista.
Hay muy buenos libros sobre ese tema publicados hace algunos años–uno por Tim Weiner, el otro por John Prados. Pero, como se dirigieron a oficiales de la CIA que les mostraron sólo algunos documentos que acababan de ser desclasificados, esos autores no hablan de la droga en sus libros.
La conexión de los narcóticos es tan profunda que no se menciona en los documentos de la CIA que se han hecho públicos. Pera la cooperación de la CIA, dirigida por William Casey desde 1981, con el banco de la droga llamado Bank of Credit and Commerce International (BCCI) estimuló la creación en Afganistán de una inmensa narcoeconomía, cuyas consecuencias desestabilizadoras ayudan a explicar por qué hay soldados de la OTAN, afganos y pakistaníes muriendo diariamente en esos lugares [2].
El BCCI fue un enorme banco de lavado de fondos provenientes de la droga. Corrompía, con sus presupuestos y sus recursos, a políticos de primer plano en el mundo entero… presidentes, primeros ministros… Y una parte de ese dinero sucio –de eso no se habla mucho, pero es la realidad– llegaba a políticos en Estados Unidos, a políticos de los dos partidos, y esa es una de las principales razones que explican por qué nunca logramos que el Congreso abriera una investigación contra el BCCI. Hubo de hecho un informe del Senado, que fue publicado, firmado por un republicano, Hank Brown, y por un demócrata, John Kerry. Y Brown felicitó a Kerry por haber tenido el coraje de escribir aquel informe cuando tantas personas de su partido estaban vinculadas al BCCI.
Este banco fue un factor primordial en la creación de conexiones con gente como Gulbuddin Hekmatyar, probablemente el principal traficante de heroína del mundo entero en los años 1980. Se convirtió [Hekmatyar] en el principal beneficiario de la generosidad de la CIA, que se completó con una suma similar de dinero proveniente de Arabia Saudita. ¡Hay algo terriblemente nefasto en este tipo de situación!
Nacido en Montreal en 1929, Peter Dale Scott es un ex diplomático, poeta y autor canadiense. Es también profesor emérito de Literatura Inglesa en la Universidad de Berkeley, estado de California. Es conocido por sus posiciones contra la guerra y por sus críticas sobre la política exterior de Estados Unidos. Peter Dale Scott es además un autor y analista político reconocido tanto por la crítica como por sus colegas, entre los que se encuentra su amigo Daniel Ellsberg, reconocido a su vez como «el hombre que hizo caer a Nixon».
Red Voltaire: En 1976, Jimmy Carter fue electo en base a un programa de reducción de los gastos militares y de distensión con la Unión Soviética, lo que en realidad no se concretó en los 4 años de su mandato. ¿Puede usted explicarnos por qué? ¿Será que su consejero de Seguridad Nacional, Zbigniew Brzezinski –a quien usted mencionó en su anterior respuesta– desempeñó algún papel en aquella política exterior, sensiblemente más agresiva que lo que se esperaba?
Peter Dale Scott: Los medios de difusión presentaban a Carter como un candidato populista, como un granjero sureño cultivador de maní. Pero la realidad profunda era que Carter había sido preparado para la presidencia por Wall Street, particularmente por la Comisión Trilateral, financiada a su vez por David Rockefeller y dirigida por Zbigniew Brzezinski.
Brzezinski, un polaco furiosamente antisoviético, se convirtió entonces en el consejero de Seguridad Nacional de Carter. Y desde el principio de aquel mandato [Brzezinski] interfirió continuamente al secretario de Estado Cyrus Vance para mantener una política una política exterior más vigorosamente antisoviética. En ese aspecto, Brzezinski actuó en contra de los objetivos planteados de la Comisión Trilateral, de la que el presidente Carter había sido miembro.
La idea subyacente de la Comisión Trilateral era una imagen más bien atrayente de un mundo multipolar en el que Estados Unidos hubiese desempeñado un papel de mediador entre el Segundo Mundo, o sea el bloque soviético, y el Tercer Mundo, que era lo que en aquel momento se designaba como los países subdesarrollados o menos desarrollados… Entre paréntesis, yo detesto esa expresión, porque viví en Tailandia y, en ciertos aspectos, ¡ellos están mucho más desarrollados que nosotros!
En resumen, al ser electo, Carter nombro como secretario de Estado a un verdadero trilateralista, Cyrus Vance, y tenía como consejero de Seguridad Nacional a Zbigniew Brzezinski, quien estaba decidido a utilizar el Estado profundo para hacerle a la Unión Soviética tanto daño como le fuera posible. Y la mayor parte de lo que se interpretó como los «éxitos» del régimen deReagan claramente se inició en la época de Brzezinski.
Fue una renuncia total de aquello a lo que se había comprometido la Comisión Trilateral. El pobre Carter fue electo porque había prometido cortes en el presupuesto de Defensa y, antes de su salida [de la Casa Blanca], había metido al Departamento de Defensa en masivos aumentos presupuestarios que, una vez más, fueron asociados a Reagan aunque en realidad habían comenzado antes.
Por consiguiente, una masiva campaña tendiente a un aumento de los presupuestos de defensa –campaña discretamente realizada por ricos industriales del aparato militar que actuaban a través del Comité sobre el Peligro Presente– llevó la opinión pública estadounidense a fortalecer el esfuerzo de Brzezinski a favor de una presencia y de una política exterior estadounidenses más militantes, sobre todo en el Océano Índico.
Red Voltaire: Después de haber sido un hombre muy influyente con el presidente Gerald Ford, Dick Cheney –junto a su mentor Donald Rumsfeld y junto al vicepresidente George H. W. Bush– fue, a partir de la presidencia de Reagan, uno de los hombres claves del programa ultrasecreto de «Continuidad del Gobierno» (Continuity of Government, COG). ¿Puede usted explicarnos en qué consiste ese programa? ¿Ya se ha aplicado, aunque sea parcialmente?
Peter Dale Scott: Desde el comienzo de la presidencia de Reagan, en 1981, se creó un grupo secreto, fuera del gobierno regular, para trabajar sobre la llamada Continuidad del Gobierno («Continuity of Government» o COG) o, dicho de otra manera, en planes de la COG destinados a organizar la gestión del Estado en caso de urgencia nacional. Ese programa era inicialmente una extensión de planes preexistentes destinados a responder a un ataque nuclear que decapitara la dirección de Estados Unidos. Pero, antes del fin del mandato de Reagan, su orden ejecutiva número 12686 de 1988 modificó los términos [de dichos planes] para que cubrieran cualquier tipo de urgencia.
La COG es otra de las cosas que se asocian a Reagan, pero aquellos planes en realidad comenzaron en la época de Carter, aunque es posible que este último nunca haya estado al corriente de ello. En efecto, Carter creó la FEMA [la Agencia Federal de Manejo de Situaciones de Urgencia, siglas en inglés.], que históricamente siempre fue la estructura de planificación de la COG.
Lo que resulta bastante chocante es que aunque los planes de la COG son planes extremos, el Congreso no estaba al corriente de ellos en los años 1980. Sólo un pequeño grupo –en el que se encontraban Oliver North, Dick Cheney y Donald Rumsfeld– estaba encargado de trabajar en esos planes en virtud de una orden ejecutiva altamente secreta de Reagan emitida en 1981, como ya expliqué anteriormente.
La cuestión de la COG se mencionó públicamente por primera vez en 1987, durante las audiencias sobre el escándalo Irán-Contras, cuando un miembro del Congreso nombrado Jack Brooks le preguntó a Oliver North: «Coronel North, en el marco de su trabajo en el Consejo de Seguridad Nacional, ¿no le asignaron a usted en un momento dado la planificación de la continuidad del gobierno en caso de un desastre de envergadura?» Agregó el congresista Brooks: «Yo estaba particularmente preocupado, señor presidente, porque leí en varios diarios de Miami y en algunos más que había un plan elaborado, por esta misma agencia, un plan de contingencia en caso de urgencia que suspendería la Constitución de los Estados Unidos. Aquello me inquietó mucho y me pregunté si era un aspecto en el cual había trabajado él. Yo creo que así es y quería tener esa confirmación.»
El senador Inouye, director de aquella comisión investigadora del Congreso, le respondió con un poco de nerviosismo: «Con todo respeto, ¿puedo pedirle que no se toque ese tema en este momento? Si queremos abordarlo, estoy seguro que pueden hacerse arreglos para una sesión ejecutiva.» Está claro que las preguntas del congresista Brooks eran sobre la «Continuidad del Gobierno», y aquellos arreglos para la realización de una sesión ejecutiva nunca tuvieron lugar.
Cheney y Rumsfeld –dos figuras claves del programa de la COG– siguieron participando en esos planes y ejercicios, muy onerosos, a lo largo de dos décadas sucesivas, incluso en momentos en que, hacia fines de los años 1990, los dos eran directores de empresas privadas que nada tenían que ver con el gobierno. Se ha dicho que el nuevo blanco que sustituyó a la Unión Soviética fue el terrorismo, pero algunos periodistas han mencionado que desde principios de los años 1980 había importantes planes destinados a hacer frente al tipo de manifestaciones que, según la mentalidad de Oliver North y de otros como él, habían llevado a la derrota de Estados Unidos en Vietnam.
Nadie duda que los planes de la COG se hayan aplicado parcialmente durante el 11 de septiembre, paralelamente a un estado de urgencia proclamado oficialmente. Este último sigue aún en vigor al cabo de 9 años, a pesar de una ley posterior al Watergate que exige ya sea una aprobación o un cese de una urgencia nacional por parte del Congreso cada 6 meses. Los planes de la COG son un secreto celosamente guardado, pero en los años 1980 hubo informes que señalan que esos planes implicaban medidas de vigilancia y detenciones sin mandato, así como una militarización permanente del gobierno. En cierta medida, esos cambios claramente se aplicaron después del 11 de septiembre.
No hay manera de determinar cuántos cambios constitucionales ocurridos desde del 11 de septiembre pueden tener su origen en la planificación de la COG.
Sabemos, sin embargo, que nuevas medidas de aplicación de la COG fueron instauradas nuevamente en 2007, cuando el presidente Bush emitió la National Security Presidential Directive 51 (Directiva Presidencial de Seguridad Nacionale, o NSPD-51/HSPD-20). Esa directiva estipulaba lo que la FEMA posteriormente llamó «una nueva visión para garantizar la continuidad de nuestro gobierno», y fue seguida posteriormente por un nuevo National Continuity Policy Implementation Plan (Plan de Implementación de la Política de Continuidad Nacionale).
La NSPD-51 invalidó también la PDD 67, que era la directiva de la COG del decenio anterior elaborada por Richard Clarke, quien era por aquel entonces el «zar» del contraterrorismo en Estados Unidos desde la época de Clinton. En fin, la NSPD-51 hizo referencia a nuevos «anexos clasificados sobre la continuidad», señalando que deben «ser protegidos contra toda divulgación no autorizada».
Bajo la presión de algunos de sus electores que se habían movilizado a favor de la apertura de una verdadera investigación sobre el 11 de septiembre, el congresista Peter DeFazio, miembro de la Comisión sobre la Seguridad Interior, presentó dos pedidos para consultar esos anexos.
Su primer pedido fue rechazado. DeFazio presentó entonces un segundo pedido, mediante una carta firmada por el presidente de su Comisión. El pedido fue rechazado de nuevo. Una vez más, como ya dije en mi respuesta a la segunda pregunta de esta entrevista, esto parece indicar que el sistema constitucional de contrapoderes ya no se aplica en Estados Unidos y que los decretos secretos están ahora por encima de la legislación pública.
Red Voltaire: En La Route vers le Nouveau Désordre Mondial, usted afirma que la Comisión Nacional Investigadora sobre el 11 de septiembre –cuyos miembros fueron nombrados por el gabinete de George W. Bush y cuyo Informe Final fue redactado por el equipo del director ejecutivo Philip Zelikov– incurrió en repetidos engaños sobre el tema del 11 de septiembre, sobre todo en lo tocante a las actividades de Dick Cheney en aquella mañana. ¿Puede usted explicar a nuestros lectores ese aspecto en particular?
Peter Dale Scott: Inicialmente, George W. Bush se resistió a toda investigación sobre el 11 de septiembre, hasta que el Congreso impuso una Comisión Investigadora, en respuesta a una eficaz campaña de las familias de las victimas [3] Thomas Kean y Lee Hamilton, los dos directores de la Comisión, prometieron públicamente guiarse por las preguntas sin respuestas de las familias de las víctimas, como por ejemplo: saber quiénes eran realmente los presuntos secuestradores de los aviones y cómo fue que se derrumbaron 3 edificios del World Trade Center, cuando uno de ellos ni siquiera llegó a recibir el impacto de un avión.
Finalmente, esas preguntas, al igual que otras muchas interrogantes, ni siquiera llegaron a mencionarse. Asimismo, la Comisión recogió gran cantidad de testimonios contradictorios y, en muchas ocasiones, reescribió ciertos relatos. Bajo la estrecha supervisión de Philip Zelikow, el director de aquella Comisiónquien por mucho tiempo había sido empleado del gobierno en cuestiones de seguridad nacional, el Informe de la Comisión sobre el 11 de Septiembre ignoró ciertas contradicciones y corrigió otras de una forma que fue cuestionada por numerosos críticos.
El Informe atribuyó la ausencia de respuestas [de la defensa estadounidense] de aquel día a un caos y a una ruptura sistémica, ignorando así otros testimonios de Cheney, según los cuales él desempeñó aquel día un papel preponderante. La Comisión ignoró igualmente importantes contradicciones y dudas sobre el testimonio que había prestado Cheney. Un tema crucial que la Comisión no investigó de manera explícita fue la aplicación de los planes de la COG [durante los hechos] el 11 de septiembre (p.555, nota 9).
Tampoco mencionó la comisión de estudios sobre el terrorismo de Cheney –reunida por decreto de Bush en mayo de 2001– que fue citada como fuente de origen de una orden del Comité de Jefes del Estado Mayor Conjunto [el JCS, según sus siglas en inglés] que databa del 1º de junio de 2001. Aquella orden modificó [u obstaculizó, haciéndolas inoperantes] las condiciones de intercepción de los aviones secuestrados por parte de la fuerzas aérea.
Para lograr su recuento restringido sobre la responsabilidad de Cheney [en lo sucedido] aquel día, la Comisión también restó importancia –y de manera flagrante– a varios recuentos de testigos oculares [que estaban] en completo desacuerdo con la cronología de la propia Comisión, particularmente los del director del contraterrorismo Richard Clarke y del secretario de Transportes Norman Norman Mineta.
Red Voltaire: Gran parte de La Route vers le Nouveau Désordre Mondial –un libro verdaderamente muy rico debido a la cantidad e importancia de los temas que aborda– trata sobre la geopolítica del petróleo, de la droga y del armamento y la manera como el Estado profundo estadounidense la maneja en Asia Central y en el Medio Oriente desde la época del presidente Carter. Sabiendo que la «guerra contra el terrorismo» perdura y se extiende hoy en más de 60 países –principalmente a través de operaciones secretas–, ¿cuáles son en su opinión los verdaderos orígenes y objetivos de esta?
Peter Dale Scott: Al principio de la «guerra contra el terrorismo» estaba muy claro que los consejeros estratégicos de los dos partidos, al igual que los grupos de reflexión (think tanks, en español tanques pensantes, son centros o institutos de propaganda y/o difusión de ideas políticas ) como el Council on Foreign Relations, estaban preocupados por la necesidad que según ellos tenía Estados Unidos de preservar su dominio histórico sobre los mercados petroleros mundiales. Produjeron documentos que apoyaban la idea de un incremento de la fuerza militar de Estados Unidos en la región del Golfo Pérsico, así como la idea de adoptar planes militares destinados, en particular, a ocuparse de Sadam Husein.
Hoy en día, la «guerra contra el terrorismo» ha seguido extendiéndose, y nos dicen que los militantes salafistas se han desplazado –como era de esperar– hacia nuevas regiones del mundo, sobre todo hacia Somalia y Yemen, para preparar sus represalias. La «guerra contra el terrorismo» se ha convertido por lo tanto en un ensayo para la actual doctrina estratégica de Estados Unidos tendiente a implantar un «dominio total» [«Full-spectrum dominance»], como fue definida en el importante informe del Pentágono titulado Joint Vision 2020, llamando entonces a garantizar «la capacidad de las fuerzas estadounidenses, operando solas o con el apoyo de los aliados, para derrotar a cualquier enemigo y controlar cualquier situación mediante la gama de operaciones militares [disponibles]».
Desde la Segunda Guerra Mundial cada una de esas escaladas ha sido conducida por un lobby de la Defensa financiado originalmente por el complejo militaro-industrial y actualmente por media docena de fundaciones de derecha que disponen de fondos ilimitados. Con el tiempo, su personal ha ido emigrando de grupo en grupo –el American Security Council, el Comité sobre el Peligro Presente, el Proyecto para el Nuevo Siglo Americano y, actualmente, el Center for Security Policy (CSP) [4]. Pero sus objetivos han ido ampliándose con el paso de los años yendo así de maximizar la presencia estadounidense hasta restringir las libertades individuales para impedir la reaparición de cualquier tipo de movimiento antiguerra en Estados Unidos. Yo abordo la expansión de esta facción del sector de la defensa en mi más reciente libro, American War Machine.
Esa agenda incluye cada vez más el maccarthysmo, por no decir el fascismo. Cierto número de grupos están alimentando una histeria islamófoba que recuerda la histeria anticomunista de los años 1950, llamando a una guerra aparentemente sin fin contra el Islam. Por ejemplo, el CSP [Centro para la Política de Seguridad, siglas en inglés. Ndt.] publicó recientemente un documento titulado Shariah, The Threat to America [5], en el que proclama que la sharia es «la amenaza totalitaria de nuestra época», con advertencias alarmistas sobre una «yihad infiltrada» y una «yihad demográfica».
Red Voltaire: Esa «guerra contra el terrorismo», cuyos verdaderos fundamentos y objetivos están lejos de ser expuestos explícitamente por los gobiernos de los países miembros de la OTAN, comenzó en Afganistán, en 2001. En ese Estado, poderosos señores de la guerra aliados a Estados Unidos en los años 1980 –en la época en que los muyahidines combatían a las tropas soviéticas– son actualmente destacados actores del conflicto en «AfPak», la entidad geopolítica que abarca Afganistán y Pakistán. Tomemos como ejemplo simbólico el caso de Gulbuddin Hekmatyar. La opinión pública de los diferentes países de la OTAN no parece darse realmente cuenta de quién es este señor Hekmatyar. ¿Puede usted proporcionarnos información sobre él? En su opinión, ¿cómo simboliza [Hekmatyar] el peligro que representa una política exterior estadounidense que, por falta de control legislativo y de visibilidad pública, ha provocado la explosión del tráfico de droga a nivel global?
Peter Dale Scott: Al disponer de pocos agentes leales en Afganistán, Estados Unidos decidió realizar su Operación Ciclón a través de los que estaban a la disposición de la Inter-Services Intelligence (ISI, los servicios secretos pakistaníes). Pakistán, temiendo a su vez a los reclamos de los verdaderos nacionalistas afganos que reivindican sus propios territorios fronterizos, dirigió el volumen de las ayudas provenientes de Estados Unidos y de Arabia Saudita hacia dos extremistas cuya base de apoyo en Afganistán era muy restringida: Abdul Rasul Sayyaf y Gulbuddin Hekmatyar.
Este último, miembro de la etnia pashtún y de la tribu Ghilzai, originario de norte no pashtún, fue entrenado inicialmente para la resistencia violenta bajo la dirección de los pakistaníes. Fue al parecer el único líder afgano que reconoció explícitamente la línea Durand que define la frontera entre Afganistán y Pakistán. Para compensar el apoyo que no tenían entre la población local, Sayyaf y Hekmatyar cultivaron y exportaron opiáceos de forma masiva en los años 1980, también con apoyo del ISI.
Fue por esa misma razón que los dos colaboraron con los muyahidines extranjeros –o sea, con los iniciadores de lo que hoy se ha dado en llamar al-Qaeda– que por entonces afluían hacia Afganistán, y Hekmatyar en particular parece haber desarrollado una estrecha relación con Osama Ben Laden. Aquella afluencia de fundamentalistas wahabitas y deobanditas trajo como importante consecuencia el debilitamiento de la versión tradicional sufista del Islam local.
Durante la campaña antisoviética, las fuerzas de Hekmatyar mataron cierta cantidad de personas que apoyaban a Ahmed Shah Masud, la principal amenaza para los planes de Hekmatyar –planes que contaban además con el apoyo del ISI– que consistían en dominar el Afganistán postsoviético. Después de la retirada de estos últimos, la CIA –actuando en contra de las recomendaciones del Departamento de Estado– utilizó también a Hekmatyar para impedir la constitución de un gobierno de reconciliación nacional, lo cual condujo a una guerra civil que provocó la muerte de miles de personas en los años 1990.
Desde la invasión de Estados Unidos contra Afganistán en 2001, Hekmatyar ha dirigido su propia facción de combatientes para obtener una retirada de las tropas de la OTAN, aunque parece más abierto que los talibanes en cuanto a integrarse a un gobierno de coalición dirigido por el actual presidente Hamid Karzai. En Washington, importantes funcionarios de la defensa –como Michael Vickers– todavía se refieren a la Operación Ciclón como «la acción clandestina más exitosa» en la historia de la CIA.
No parecen preocupados por el hecho que ese programa de la CIA haya contribuido a generar y a desencadenar algo como al-Qaeda –la nueva justificación postsoviética para los aumentos sin precedentes de los presupuestos de defensa– ni tampoco por haber conferido a Afganistán su actual papel de principal fuente mundial de heroína y hachís.
Red Voltaire: En conclusión, ante la situación financiera, económica, política, social e incluso moral existente en Estados Unidos, así como en numerosos países a través del mundo, ¿tiene usted confianza en el futuro? ¿Ve usted indicios estimulantes de una mayor influencia de lo que usted llama la «voluntad prevaleciente de los pueblos» en la toma de decisiones políticas, un proceso que es hoy por hoy más oligárquico que nunca?
Peter Dale Scott: Se dice que deberíamos ver cada crisis como una oportunidad. La crisis de Estados Unidos, que es también la del mundo, pudiera ser ciertamente la ocasión de introducir reformas de gran envergadura en los procesos del capitalismo de mercado que engendraron diferencias tan grandes entre los muy ricos y los muy pobres. Desgraciadamente, debido a esos procesos, las políticas tradicionales y los métodos de movilización se han hecho más ineficaces aún de lo que ya eran anteriormente.
En mi libro «La Route vers le Nouveau Désordre Mondial», yo defiendo el hecho que importantes cambios sociales son posibles cuando la opresión da lugar a la formación de una opinión pública unida –o de lo que yo llamo «la voluntad prevaleciente de los pueblos»– en oposición a esa opresión. Hago referencia a ejemplos como el movimiento por los derechos cívicos en el sur de Estados Unidos, o el movimiento polaco Solidarnosc.
Desarrollos tecnológicos como Internet han facilitado más que nunca la unión de las personas, tanto a nivel nacional como a nivel internacional. Pero la tecnología ha perfeccionado también los instrumentos autoritarios de vigilancia y represión, haciendo la movilización activista más difícil que antes. Por consiguiente, el futuro es muy incierto. Pudiera decirse que el sistema global actual está más inestable que nunca y que es posible que algún tipo de prueba de fuerza logre cambiarlo.
En todo caso, yo estoy convencido de que estamos viviendo un periodo particularmente estimulante. La juventud debe continuar uniéndose como siempre lo ha hecho a movimientos que aspiran al cambio social, y a crear nuevos espacios propicios al intercambio global. Y, por sobre todo, no hay ninguna excusa para la desesperación.
Red Voltaire: Le agradecemos sus esclarecedoras respuestas, profesor Scott. Le deseamos que su primer libro traducido al francés encuentre entre el público francófono el gran éxito que merece.
Red Voltaire
Peter Dale Scott
FUENTE: VOLTAIRENET
LA DIMENSIÓN FEMENINA EN LAS RELIGIONES DEL LIBRO (EL JUDAISMO, EL CRISTIANISMO Y EL ISLAM)
“Si la bondad fuese una persona ésta sería Fátima, e incluso ella es superior
Introducción
Muchos trabajos han abordado el tema de la mujer y su papel en el surgimiento y desarrollo de las diversas religiones; el Islam no es la excepción. Sin embargo cabe destacar el hecho de que el 90% de dichos trabajos se concentra en argumentar los derechos a los cuales la mujer debe acceder y las ventajas con las que la misma se ha beneficiado. Podemos decir que prácticamente la exposición de estos trabajos se basa en una defensa o en una demostración constante de los privilegios que el Islam, como doctrina celestial, ha legado a la mujer.
Desde los trabajos del gran sabio Murtada Mutahari hasta los pequeños tratados de los divulgadores modernos el estilo no varía. Obviamente esto en un sentido responde a un orden muy elemental de necesidades, pero en el sentido profundo pone en un segundo lugar aspectos que no deben ser pasados por alto y que sin dudas nos pueden llevar a una verdadera revolución interior que alcance definitivamente tanto a hombres como a mujeres.
Es obvio que un tema de tanta urgencia solo puede ser tratado con tal intensidad por una mujer, al menos si queremos trascender las fronteras de su papel en el ámbito social, dejando a un lado sus querellas y reclamos de igualdad con el hombre. El tipo de “visión” al cual este trabajo se refiere y con el cual me siento profundamente comprometido está relacionado con la búsqueda de la esencia femenina, presente en cada rincón del Universo, a veces manifiesta y otras veces oculta. Tal visión se halla opuesta a la admiración ilusoria de la “hembra”, relacionada con perfumes, flores y espejos; pues si bien el hombre perdió su lado angelical al reconocerse o pensarse “macho”, la mujer lo siguió en su caída al aceptarse como “hembra”.
Créanme, lo importante de este resumido trabajo consiste en su ligera insinuación a la sutileza de los mitos, tradiciones o versos sagrados, generalmente poco aprovechados por los creyentes quizás ávidos de lecturas más inmediatas y prometedoras de rápidos estados de felicidad o garantías de qué comer en el presente. Estas sutilezas han pasado de cierta manera a nuestras sociedades, formando parte de los proverbios populares que de alguna forma mal entendidos justifican actitudes negativas en contra de la mujer.
Por desgracia el noventa por ciento de los reclamos femeninos descansa sobre aspectos externos. Claro está, excluyo a los justos pedidos de libertad de las mujeres en donde viven en total opresión, sociedades donde apenas pueden terminar estudios primarios o derechos tan elementales como obtener una licencia de conducir puede ser comparado a un sueño lejano. Estas actitudes solo pueden ser analizadas en el terreno de las patologías mentales y no en la fenomenología religiosa.
Sin embargo, mucho podemos avanzar si rompemos nuestros moldes limitantes y trascendemos nuestra naturaleza masculina o femenina pues como se verá uno de los temas principales de los mitos posteriores y en especial de los griegos fue la reducción de la mujer de “seres sagrados a enseres”. Los mitógrafos mal entendieron el tema de la costilla de Adán (P) asociando la palabra “stela” a costilla o tropezón cuando muy significativamente, en el Zohar libro básico de la Cábala hebrea se indica además que la palabra “costado” es de hecho “el lado” que significa también “camino.”
El accionar lógico y espiritual dará solidez a la búsqueda y demandas de la mujer en todo lugar donde fuese oprimida, su estado de comprensión será semejante a un árbol de grandes raíces. Pero ante todo debemos tener bien claro que: “No defendemos los derechos de la mujer en un sentido compasivo”, es una batalla de todos porque al reconocer su dimensión espiritual salvaguardamos la perfección, emancipación y mejoramiento de la raza humana. Espero que en ese día textos como estos no sean necesarios, sino que tan solo con mirar a la mujer “en el sentido más bello y profundo de la palabra”, todas las puertas de la comprensión ahora cerradas nos sean abiertas.
La Dimensión Femenina en las religiones del Libro
Parte I: Panorama religioso y términos a conceptos a tener en cuenta
Bajo esta manera de apreciar la vida, los misioneros se empeñaron en difundir el carácter “macho” de Dios y su indiscutible “paternidad” del Universo. Tal concepción intentaría imponerse en civilizaciones como la India o Japón, sobre las complejas sociedades americanas o en los pueblos nórdicos con su naturismo primordial.
En aquellos días el mundo no podía ser resumido en enciclopedias o sintetizado en DVDs, el conocimiento del otro implicaba grandes travesías a recorrer y por ende establecer convivencias con las comunidades para llegar de esta manera a un estado de opinión acertado. Esta relación obviamente enriquecía a todas las partes, puesto que cada grupo humano había desarrollado una comunicación particular con la tierra (lo cual también puede ser asumido como “entorno”), llevando a la práctica formas de conocimientos que le permitía sobrevivir en un mundo desconocido y a veces hostil al cual, en el sentido más sagrado, se respetaba
Los términos “macho o hembra” no habían sido configurados, lo que indicaba que muchos de los males sociales modernos no podían asomar su cabeza, la relación de paridad entre hombres y mujeres permitía un desarrollo equilibrado. Día y noche, sol y luna, agua dulce o salada eran complementos de un mismo aspecto sin que dichos pares causaran dificultad en la mente de los primeros pobladores para asimilar tales ideas; el símbolo era comprendido en toda la extensión de la palabra y su peso o responsabilidad espiritual se constituía en un resorte para los seres humanos con el cual podían alcanzar diversos estados de conciencia, de una sutileza tal que raramente puede ser usada en estos tiempos.
Por esto la religión de aquellos días no podía ser catalogada como un mecanismo tan solo de cohesión social, era una expresión del ser y a su vez forma de conocimiento. Toda la Visión de la espiritualidad y los métodos para alcanzarla se determinaron a partir del concepto de lo Sagrado o de lo que se concebía como “santo”.
Para adentrarnos en el tema, sería provechoso antes detenernos en el comentario de esta singular palabra, la cual sin una debida comprensión de la misma nuestras reflexiones nos pueden llevar a resultados impredecibles. Entre los griegos antiguos esta palabra era conocida como “Hagia” y entre los clanes hebreos como “qdsh” cuya etimología incierta está- según algunos, relacionada con “separar”, según otros, con “brillo”. De los varios términos griegos, tanto el Antiguo Testamento redactado en ese idioma (Septuaginta) como el Nuevo Testamento prefieren tratar con uno poco usado en el griego clásico (hagios), aunque a veces se emplean hosios que significa “recto”, “santo”, en oposición a lo torcido o contaminado. Está comúnmente asociado con la rectitud. Se utiliza aplicado a lo “de Dios” en (Ap 15.4; 16.5), y traducido “santas” en 2 Ti 3.15 o “Sagradas Letras”) y en otros lugares se prefiere “hieros”, apropiado al carácter sagrado, “reverente” (jieros: sagrado, prepes: ser apropiado). Con el sentido de Jieros se referían los antiguos a las sacerdotisas o Hieródulas, personalidades santas que podían encarnar la facultad de oráculo.
El término Santo tuvo su evolución específicamente con el asentamiento de las sociedades y por ende de sus respectivos cultos. Claro está, en la medida que el hombre se desligaba de su medio natural, su visión de lo Santo se reduciría a una sombra de las realidades divinas o sencillamente sería algo asociado a Dios o referente a su culto (lo cual es recreado en el mito babilónico del Gilgamesh, tratado más adelante). Lo “santo” perdería su misterio y al igual que la Naturaleza y sus leyes serían cuestiones totalmente predecibles, lo que gradualmente polarizó aspectos básicos de la existencia definiéndola en categorías reductoras. La pérdida de la tradición oral marcó la “Era de la Condensación” o más bien de la cristalización del espíritu. Por eso hubo culturas ancestrales que se abstenían de darle forma escrita a sus doctrinas o definir el carácter divino, puesto que eso significaba mancillarlas o restarle su carácter sacro.
Las investigaciones sobre el pensamiento mítico en Occidente, comenzaron por el lado sociológico con Lévy Brühl, con el estudio de la mentalidad pre- lógica en los primitivos. En la psicología se ocupó del tema Karl Jung y en la historia de las religiones el impresionante trabajo del Schmidt y la escuela etnográfica de Viena todavía son considerados como materiales de consulta indispensables. Por el lado estrictamente filosófico tras la arcaica “Introducción a la Filosofía de la Mitología” de Schelling, se han publicado libros de interés: “Mito y Metafísica” (Georges Gusdorf), “Mito y Existencia” (Ludwig Schajowiz) así como “Filosofía de las formas simbólicas” y la “Forma del concepto en el pensamiento mítico” y ”Antropología filosófica” de Ernest Cassirer; es bueno resaltar el sorprendente desarrollo del método estructural y su aplicación en el estudio de los mitos por Lévy Strauss. Mircea Eliáde centra su interés en otra dimensión del mito a la mantenida por la antropología, analiza su contenido en lo que se pudiera llamar: “la búsqueda del sentido.”
Los diccionarios de lengua griega dan hasta 15 usos diferentes del vocablo Mitos. De entre ellos “discurso”, “mensaje” o “narración” son los que de alguna manera se han mantenido presentes o vigentes. “Mito” significa primeramente “habla”, “conversación”, según el Diccionario Griego Expositivo de palabras del Nuevo Testamento por W. E. Vine. La primera sílaba procede de una raíz mu–, que significa cerrar, mantener secreto, estar callado; de ahí derivan muo, cerrar (ojos, boca) y musterion, secreto, misterio; de ahí, narración, fábula, ficción (castellano, mito). Se usa este término para definir en el N. T a las doctrinas gnósticas y a las fábulas judaicas y profanas y de las genealogías (1 Ti 1.4; 2 Ti 4.4); generalmente cuando se hablaban de historias ficticias. Quizás bajo esta influencia la Iglesia derivó su actual uso peyorativo. Muthos debe ser contrastado con aletheia: verdad, y con logos: historia, narración que se propone exponer hechos acaecidos Ej., Mt 28.15: “dicho”; esto es, un relato, historia, en la que en realidad se pretende que haya una falsificación de los hechos; Lc 5.15: “fama”). Se debe observar también el término diegesis traducido como “historia” en Lc 1.1, denota “relato”; relacionado con diegeomai, exponer detalladamente,relatar, describir.
Habitualmente se ha entendido por Mito toda narración ficticia acontecida en un tiempo pasado no localizable. Un mito se refiere siempre- dice Lévy Strauss- a acontecimientos pasados, antes de la creación del mundo o durante las primeras edades o “hace mucho tiempo”. Pero el valor del mito proviene en que estos acontecimientos que se suponen ocurridos hace mucho tiempo forman parte de una estructura permanente. Ella se refiere simultáneamente al pasado, presente y al futuro, siendo en sí mismo el mito una clave para comprender un hecho verídico en su esencia más profunda e interior. De ahí la sacralidad inherente de la narración mítica. Mircea Eliáde, en un ensayo de definición del mito lo caracteriza como una “historia sagrada” que relata un evento que ha tenido lugar en el tiempo primordial, el tiempo fabuloso de los comienzos, donde los dioses representan fuerzas cósmicas etc.
Como insinuábamos anteriormente la definición del mito en ciertos sectores está marcada en su mayor parte a la posición mantenida por la Iglesia cristiana en torno a esta temática a partir de su toma de poder (algo posterior al siglo IV). Pues en su avance evangélico a través de los pueblos ejerciendo su dominio, fue catalogando de falso a los diversos sistemas de creencias encontrados y asociando a sus historias creativas y relatos epopéyicos con fábulas inconsistentes, carentes de verdad. Este estado de opinión permanece hasta la actualidad, ya que en los medios de comunicación general, de una manera u otra, los estereotipos impuestos por esa modalidad conquistadora se nos ofrecen sobre otras miradas alternativas como única lectura fiable de las realidades desconociendo sus intrincados orígenes.
Sin embargo una guía interesante que nos puede servir para introducirnos a la comprensión de este tópico la podemos encontrar en la Biblia la cual recoge en la historia de los dos hermanos una hermosa síntesis: “Abel y Caín”, recogida en el libro de Génesis o Bereshit (Cap. 4). En el mundo simbólico de la Biblia, Caín es representado ante todo como “agricultor” (lo que da peso a una antigua tradición hebrea que nos cuenta que Caín se levantó tan pronto como nació, salió corriendo y volvió con una espiga de trigo que entregó a Eva, quien inmediatamente le llamó “Caín” que significa “tallo”), Abel como “pastor” (sobre este antes de nacer se comenta en las tradiciones que Eva tuvo un sueño en el que vio a Caín bebiendo de la sangre de su futuro hermano a lo que Adán aconsejó que vivieran separados el uno del otro, lo que vaticinaba el antagonismo de ambas sociedades), y son así los tipos de las dos sociedades que han existido desde los orígenes de la presente humanidad, o al menos desde que se ha producido en ella una primera diferenciación: “la sociedad sedentaria”, dedicada a la cultura de la tierra; “los nómadas”, al pastoreo de los rebaños. René Guenon abordando este asunto nos dice:
Se podría agregar que, puesto que Caín es designado como el primogénito, la agricultura parece tener por eso una cierta anterioridad, y, de hecho, Adán (P) mismo, desde antes de la “caída”, es representado teniendo como función “cultivar el jardín”, lo que se refiere propiamente al predominio del simbolismo vegetal en la figuración del comienzo del ciclo (de donde una “agricultura” simbólica e incluso iniciática, aquella misma que Saturno, en los latinos, se dice que había enseñado también a los hombres en la edad de oro); pero, sea como sea, no vamos a considerar aquí más que el estado simbolizado por la oposición (que es al mismo tiempo un complementarismo) de Caín y Abel, es decir, aquel en el que la distinción de los pueblos en agricultores y pastores es ya un hecho cumplido.(El Reino de la cantidad y los signos de los tiempos”)
La forma de vida de los nómadas los asocia con el reino animal, móvil como ellos sujetos a continuas peregrinaciones; la de los sedentarios por el contrario apunta hacia el vegetal y el mineral dos reinos fijos por naturaleza. De esta manera podemos entender por qué razón el sacrificio de Abel es agradable ante los ojos de Yahveh y el de Caín no es mirado con agrado. Como Abel ha vertido la sangre de los animales, su sangre es vertida por Caín; en eso establece la una ley de compensación, en lo cual consiste en el fondo toda manifestación, ya que todo se basa en el equilibrio. Sin embargo es necesario decir que el relato del Bereshit admite o reconoce la validez del sacrificio vegetal, tal es el caso del sacrificio de Melquisedech (P), consistente en la ofrenda esencialmente vegetal del pan y del fruto de la vid. La aceptación del sacrificio cruento de Abel y el rechazo que generará todo el drama de Caín son figurados a veces bajo una forma simbólica bastante curiosa: el humo del primero se eleva verticalmente hacia el cielo, mientras que el del segundo se extiende horizontalmente a la superficie de la tierra; trazan así respectivamente la altura y la base de un triángulo que representa el dominio de la manifestación humana. (René Guenon. Ibíd.) Como detalle adicional resulta interesante observar que las denominaciones de Irán y de Turan, de las que se ha querido hacer designaciones de razas, representan en realidad respectivamente los pueblos sedentarios y los pueblos nómadas; Iran o Airyana vienen de la palabra âria (de donde âria por alargamiento), que significa “labrador” (derivado de la raíz ar, que se reencuentra en el latín arare, arator, y también en arvum, “campo”); y el empleo de la palabra ârya como designación honorífica (para las castas superiores) es, por consiguiente, característico de la tradición de los pueblos agricultores. En hebreo Abel significa “prado” o “valle”. Por ejemplo, Abel-sitim (Nm 33.49), Abel-mehola (Jue 7.22), Abel-bet-maaca (1 R 15.20), Abel-main (2 Cr 16.4), Abel-mizraim (Gn 50.11). Se usa como voz independiente en 2 S 20.18. Por lo cual a pesar de ser pastor su nombre evoca su función de comulgar con la tierra y extender su presencia sobre ella, en contradicción con el concepto de Caín que se concentra, establece fronteras y la explota.
Una vez que Abel muere a manos de su hermano, Caín habita la tierra de Nod y establece la primera ciudad, donde se fortalece la sociedad sedentaria. Allí los hombres (descendientes directos de Caín) iniciarían la conquista de las artes y los misterios: Jabal (maestro de todos los que habitan tiendas y crían ganado), Jubal (maestro de los que tocan el arpa y la flauta) y Tubal Caín (maestro de todos los que trabajan el bronce y el hierro. Véase Gn 4. 21). De esta manera el sedentarismo de esta fase es mucho más completo que un sedentarismo asociado con el mundo vegetal, lo que significa que se hallaba en armonía con el reino mineral de ahí la casta metalúrgica liderada por Tubal Caín. El instinto primario del hombre al experimentar “la caída” le instó a vestirse con hojas de palmera (o sea acogerse al estado agricultor o sedentario desde sus inicios) sin embargo el designio de Yahveh fue otorgarles pieles para abrigarse, destacando el estado cazador y natural. Este antagonismo o mística contradicción encarnaría el drama de las dos tendencias encontradas en el sendero espiritual.
Todas estas construcciones no accidentales de historias y personajes llevaban en sí mismas la importancia de las sociedades en la concepción de lo sagrado. El pecado de los hombres en Babel ha sido reducido en los medios teológicos al levantamiento de un gran Centro de Astronomía (Mundial ¿?), donde el Hombre en oposición al decreto de Yahveh leería sin su necesidad el curso de las estrellas. Sin embargo el texto bíblico a penas se detiene en este detalle astrológico fabricado maliciosamente por los exegetas cristianos; más bien se recrea en el deseo de los hombres a concentrarse en un solo lugar y forjar una comunidad déspota (despoth: despote) Maestro de muchos discípulos, otras variantes admisibles amo, gobernador. En su sentido más estricto y literal “dueño”. Esta palabra dio lugar a la castellana “déspota” usada aquí con ese sentido). Por esta causa el castigo no podía ser otro que el surgimiento de los diversos idiomas. Babel, más que “confusión” apunta hacia “puerta de Dios” (aún mantenido así en lenguas arameas así como en el árabe).
A través del sedentarismo la Humanidad modificó la idea de lo sagrado y el credo de los hombres de conocimiento quedó usurpado por la jerarquía sacerdotal. Los antiguos santuarios y lugares de iniciación fueron emplazados por suntuosos templos en donde se reciclaban todas las expresiones populares de devoción. La religión de los sacerdotes se impuso. Sustituyeron la “experiencia” por la “creencia” y desarrollaron dogmas haciendo una “alianza mercantil” con la sociedad y convirtiéndose en sus dominadores. Finalmente las fuerzas naturales quedaron convertidas en un panteón de múltiples dioses a lo que seguidamente se le agregó la idea del Dios Padre, desligando a la mujer de su participación en lo espiritual; legándole como reino las labores del hogar, fronteras que tan solo hace menos de un siglo les fueron ampliadas por razones exclusivamente económicas y relacionadas con el avance del capitalismo (como sustituto del ya caduco feudalismo) pues para ese entonces más que una sirviente del macho pasaba a ser una herramienta eficiente en el desarrollo industrial (como lo evidencia expansión de las fábricas textileras en la naciente Inglaterra capitalista).
La explicación de las Reglas de la Libertad y de la Realización del Ideal espiritual fue el eje central en la doctrina de Jesús (P) en oposición al mensaje del Templo, ocupado por la jerarquía sacerdotal; de ahí la frase: “No se adorará ni aquí ni en el Templo” (Jn 4. 21). La explicación la dará el Maestro inmediatamente: “En Espíritu y en Verdad” (Jn 4. 22). La idea de lo sagrado en sus inicios no hacia dualidad entre sueño y vigilia, materia y energía, hombre o mujer. La enseñanza iba dirigida al individuo y no a una masa sin nombre dividida por hombres y mujeres (a su vez en clases sociales, étnicas o raciales). Poco a poco, con el sedentarismo, se crea la dualidad y con ella aparecen los supuestos valores morales, la realidad se interpreta como un sustrato absoluto, ofreciendo la enseñanza sagrada, como decíamos antes, para la masa y no el individuo.
Libros Consultados para el presente trabajo.
• Antropología filosófica. Ernest Cassirer. Fondo de Cultura -
Económica, México.• Diccionario Griego Expositivo de palabras del Nuevo Testamento .W.
E. Vine. Editora CLIE México.
• El Reino de la cantidad y los signos de los tiempos. René Guenon
.Editorial Kier, Argentina.
• El Zohar .Editorial Obelisco, Argentina.
• Ensayos sobre la Naturaleza del Avatar. Rubén Lombida y Frank Díaz
www.templotolteca.com/sp/articulos/androgino.html
• Evangelio de Tomás, Editora Obelisco, Argentina.
• Filosofía de las formas simbólicas. Ernest Cassirer Fondo de Cultura
- Económica, México.
• Fátimah: Un Camino para el despertar interior. Hasan Félix Águila Cárdenas.
• Forma del concepto en el pensamiento mítico. Lévy Brühl. Editora
Siglo XXI, España.
• Introducción a la Filosofía de la Mitología. F. Schelling. Editora
Siruela, España.
• Mitológicas, lo crudo y lo cocido. Lévy Strauss. Fondo de Cultura
- Económica, México.
• Mitos y Símbolos .Mircea Eliades. Editora Planeta Agustini. España.
• Mito y Existencia. Ludwig Schajowiz. Editora Antropos, España.
• Mitos Griegos .Robert Graves. Editora Alianza, España.
• Mitos Hebreos. Robert Graves. Editora Alianza, España.
• Mito y Metafísica .Georges Gusdorf. Editora Alianza, España.
• Nahy Al Balagha .Imam ‘Alî . Fundación Imam ‘Alî , Líbano.
• Popol Vuh .Anónimo . Edición Casa de las Américas, Cuba.
• Sagrada Biblia. (Versiones Nacar-Colunga y Jerusalén) Biblioteca de
Autores Cristianos, España.
• Sagrado Corán .Fundación Cultural Oriente, Irán.
“La mujer en el islam y en el judeocristianismo: mito y realidad”
Narró Al-Jwarizmî de Ibn ‘Abbâs: Dijo el Mensajero de Dios (s.a.w.): “Si la bondad fuese una persona ésta sería Fátima, e incluso ella es superior".(Maqtal Al-Husain, t.1, p.60)
Introducción
Muchos trabajos han abordado el tema de la mujer y su papel en el surgimiento y desarrollo de las diversas religiones; el Islam no es la excepción. Sin embargo cabe destacar el hecho de que el 90% de dichos trabajos se concentra en argumentar los derechos a los cuales la mujer debe acceder y las ventajas con las que la misma se ha beneficiado. Podemos decir que prácticamente la exposición de estos trabajos se basa en una defensa o en una demostración constante de los privilegios que el Islam, como doctrina celestial, ha legado a la mujer.
Desde los trabajos del gran sabio Murtada Mutahari hasta los pequeños tratados de los divulgadores modernos el estilo no varía. Obviamente esto en un sentido responde a un orden muy elemental de necesidades, pero en el sentido profundo pone en un segundo lugar aspectos que no deben ser pasados por alto y que sin dudas nos pueden llevar a una verdadera revolución interior que alcance definitivamente tanto a hombres como a mujeres.
Es obvio que un tema de tanta urgencia solo puede ser tratado con tal intensidad por una mujer, al menos si queremos trascender las fronteras de su papel en el ámbito social, dejando a un lado sus querellas y reclamos de igualdad con el hombre. El tipo de “visión” al cual este trabajo se refiere y con el cual me siento profundamente comprometido está relacionado con la búsqueda de la esencia femenina, presente en cada rincón del Universo, a veces manifiesta y otras veces oculta. Tal visión se halla opuesta a la admiración ilusoria de la “hembra”, relacionada con perfumes, flores y espejos; pues si bien el hombre perdió su lado angelical al reconocerse o pensarse “macho”, la mujer lo siguió en su caída al aceptarse como “hembra”.
Créanme, lo importante de este resumido trabajo consiste en su ligera insinuación a la sutileza de los mitos, tradiciones o versos sagrados, generalmente poco aprovechados por los creyentes quizás ávidos de lecturas más inmediatas y prometedoras de rápidos estados de felicidad o garantías de qué comer en el presente. Estas sutilezas han pasado de cierta manera a nuestras sociedades, formando parte de los proverbios populares que de alguna forma mal entendidos justifican actitudes negativas en contra de la mujer.
Por desgracia el noventa por ciento de los reclamos femeninos descansa sobre aspectos externos. Claro está, excluyo a los justos pedidos de libertad de las mujeres en donde viven en total opresión, sociedades donde apenas pueden terminar estudios primarios o derechos tan elementales como obtener una licencia de conducir puede ser comparado a un sueño lejano. Estas actitudes solo pueden ser analizadas en el terreno de las patologías mentales y no en la fenomenología religiosa.
Sin embargo, mucho podemos avanzar si rompemos nuestros moldes limitantes y trascendemos nuestra naturaleza masculina o femenina pues como se verá uno de los temas principales de los mitos posteriores y en especial de los griegos fue la reducción de la mujer de “seres sagrados a enseres”. Los mitógrafos mal entendieron el tema de la costilla de Adán (P) asociando la palabra “stela” a costilla o tropezón cuando muy significativamente, en el Zohar libro básico de la Cábala hebrea se indica además que la palabra “costado” es de hecho “el lado” que significa también “camino.”
El accionar lógico y espiritual dará solidez a la búsqueda y demandas de la mujer en todo lugar donde fuese oprimida, su estado de comprensión será semejante a un árbol de grandes raíces. Pero ante todo debemos tener bien claro que: “No defendemos los derechos de la mujer en un sentido compasivo”, es una batalla de todos porque al reconocer su dimensión espiritual salvaguardamos la perfección, emancipación y mejoramiento de la raza humana. Espero que en ese día textos como estos no sean necesarios, sino que tan solo con mirar a la mujer “en el sentido más bello y profundo de la palabra”, todas las puertas de la comprensión ahora cerradas nos sean abiertas.
Hasan Félix Manuel Águila Cárdenas
Ciudad de Qom
Ciudad de Qom
La Dimensión Femenina en las religiones del Libro
La cristianización de Roma y con esto la consolidación del dominio papal, trajeron aparejados la expansión de las ideas judeo-cristianas y el triunfo de una sociedad patriarcal. La figura del hombre como centro del mundo se entronizó, dejando a un lado, no solo a la mujer, sino también el carácter femenino de la Existencia.
Parte I: Panorama religioso y términos a conceptos a tener en cuenta
Bajo esta manera de apreciar la vida, los misioneros se empeñaron en difundir el carácter “macho” de Dios y su indiscutible “paternidad” del Universo. Tal concepción intentaría imponerse en civilizaciones como la India o Japón, sobre las complejas sociedades americanas o en los pueblos nórdicos con su naturismo primordial.
En aquellos días el mundo no podía ser resumido en enciclopedias o sintetizado en DVDs, el conocimiento del otro implicaba grandes travesías a recorrer y por ende establecer convivencias con las comunidades para llegar de esta manera a un estado de opinión acertado. Esta relación obviamente enriquecía a todas las partes, puesto que cada grupo humano había desarrollado una comunicación particular con la tierra (lo cual también puede ser asumido como “entorno”), llevando a la práctica formas de conocimientos que le permitía sobrevivir en un mundo desconocido y a veces hostil al cual, en el sentido más sagrado, se respetaba
Los términos “macho o hembra” no habían sido configurados, lo que indicaba que muchos de los males sociales modernos no podían asomar su cabeza, la relación de paridad entre hombres y mujeres permitía un desarrollo equilibrado. Día y noche, sol y luna, agua dulce o salada eran complementos de un mismo aspecto sin que dichos pares causaran dificultad en la mente de los primeros pobladores para asimilar tales ideas; el símbolo era comprendido en toda la extensión de la palabra y su peso o responsabilidad espiritual se constituía en un resorte para los seres humanos con el cual podían alcanzar diversos estados de conciencia, de una sutileza tal que raramente puede ser usada en estos tiempos.
Por esto la religión de aquellos días no podía ser catalogada como un mecanismo tan solo de cohesión social, era una expresión del ser y a su vez forma de conocimiento. Toda la Visión de la espiritualidad y los métodos para alcanzarla se determinaron a partir del concepto de lo Sagrado o de lo que se concebía como “santo”.
Para adentrarnos en el tema, sería provechoso antes detenernos en el comentario de esta singular palabra, la cual sin una debida comprensión de la misma nuestras reflexiones nos pueden llevar a resultados impredecibles. Entre los griegos antiguos esta palabra era conocida como “Hagia” y entre los clanes hebreos como “qdsh” cuya etimología incierta está- según algunos, relacionada con “separar”, según otros, con “brillo”. De los varios términos griegos, tanto el Antiguo Testamento redactado en ese idioma (Septuaginta) como el Nuevo Testamento prefieren tratar con uno poco usado en el griego clásico (hagios), aunque a veces se emplean hosios que significa “recto”, “santo”, en oposición a lo torcido o contaminado. Está comúnmente asociado con la rectitud. Se utiliza aplicado a lo “de Dios” en (Ap 15.4; 16.5), y traducido “santas” en 2 Ti 3.15 o “Sagradas Letras”) y en otros lugares se prefiere “hieros”, apropiado al carácter sagrado, “reverente” (jieros: sagrado, prepes: ser apropiado). Con el sentido de Jieros se referían los antiguos a las sacerdotisas o Hieródulas, personalidades santas que podían encarnar la facultad de oráculo.
El término Santo tuvo su evolución específicamente con el asentamiento de las sociedades y por ende de sus respectivos cultos. Claro está, en la medida que el hombre se desligaba de su medio natural, su visión de lo Santo se reduciría a una sombra de las realidades divinas o sencillamente sería algo asociado a Dios o referente a su culto (lo cual es recreado en el mito babilónico del Gilgamesh, tratado más adelante). Lo “santo” perdería su misterio y al igual que la Naturaleza y sus leyes serían cuestiones totalmente predecibles, lo que gradualmente polarizó aspectos básicos de la existencia definiéndola en categorías reductoras. La pérdida de la tradición oral marcó la “Era de la Condensación” o más bien de la cristalización del espíritu. Por eso hubo culturas ancestrales que se abstenían de darle forma escrita a sus doctrinas o definir el carácter divino, puesto que eso significaba mancillarlas o restarle su carácter sacro.
Las investigaciones sobre el pensamiento mítico en Occidente, comenzaron por el lado sociológico con Lévy Brühl, con el estudio de la mentalidad pre- lógica en los primitivos. En la psicología se ocupó del tema Karl Jung y en la historia de las religiones el impresionante trabajo del Schmidt y la escuela etnográfica de Viena todavía son considerados como materiales de consulta indispensables. Por el lado estrictamente filosófico tras la arcaica “Introducción a la Filosofía de la Mitología” de Schelling, se han publicado libros de interés: “Mito y Metafísica” (Georges Gusdorf), “Mito y Existencia” (Ludwig Schajowiz) así como “Filosofía de las formas simbólicas” y la “Forma del concepto en el pensamiento mítico” y ”Antropología filosófica” de Ernest Cassirer; es bueno resaltar el sorprendente desarrollo del método estructural y su aplicación en el estudio de los mitos por Lévy Strauss. Mircea Eliáde centra su interés en otra dimensión del mito a la mantenida por la antropología, analiza su contenido en lo que se pudiera llamar: “la búsqueda del sentido.”
Los diccionarios de lengua griega dan hasta 15 usos diferentes del vocablo Mitos. De entre ellos “discurso”, “mensaje” o “narración” son los que de alguna manera se han mantenido presentes o vigentes. “Mito” significa primeramente “habla”, “conversación”, según el Diccionario Griego Expositivo de palabras del Nuevo Testamento por W. E. Vine. La primera sílaba procede de una raíz mu–, que significa cerrar, mantener secreto, estar callado; de ahí derivan muo, cerrar (ojos, boca) y musterion, secreto, misterio; de ahí, narración, fábula, ficción (castellano, mito). Se usa este término para definir en el N. T a las doctrinas gnósticas y a las fábulas judaicas y profanas y de las genealogías (1 Ti 1.4; 2 Ti 4.4); generalmente cuando se hablaban de historias ficticias. Quizás bajo esta influencia la Iglesia derivó su actual uso peyorativo. Muthos debe ser contrastado con aletheia: verdad, y con logos: historia, narración que se propone exponer hechos acaecidos Ej., Mt 28.15: “dicho”; esto es, un relato, historia, en la que en realidad se pretende que haya una falsificación de los hechos; Lc 5.15: “fama”). Se debe observar también el término diegesis traducido como “historia” en Lc 1.1, denota “relato”; relacionado con diegeomai, exponer detalladamente,relatar, describir.
Habitualmente se ha entendido por Mito toda narración ficticia acontecida en un tiempo pasado no localizable. Un mito se refiere siempre- dice Lévy Strauss- a acontecimientos pasados, antes de la creación del mundo o durante las primeras edades o “hace mucho tiempo”. Pero el valor del mito proviene en que estos acontecimientos que se suponen ocurridos hace mucho tiempo forman parte de una estructura permanente. Ella se refiere simultáneamente al pasado, presente y al futuro, siendo en sí mismo el mito una clave para comprender un hecho verídico en su esencia más profunda e interior. De ahí la sacralidad inherente de la narración mítica. Mircea Eliáde, en un ensayo de definición del mito lo caracteriza como una “historia sagrada” que relata un evento que ha tenido lugar en el tiempo primordial, el tiempo fabuloso de los comienzos, donde los dioses representan fuerzas cósmicas etc.
Como insinuábamos anteriormente la definición del mito en ciertos sectores está marcada en su mayor parte a la posición mantenida por la Iglesia cristiana en torno a esta temática a partir de su toma de poder (algo posterior al siglo IV). Pues en su avance evangélico a través de los pueblos ejerciendo su dominio, fue catalogando de falso a los diversos sistemas de creencias encontrados y asociando a sus historias creativas y relatos epopéyicos con fábulas inconsistentes, carentes de verdad. Este estado de opinión permanece hasta la actualidad, ya que en los medios de comunicación general, de una manera u otra, los estereotipos impuestos por esa modalidad conquistadora se nos ofrecen sobre otras miradas alternativas como única lectura fiable de las realidades desconociendo sus intrincados orígenes.
Sin embargo una guía interesante que nos puede servir para introducirnos a la comprensión de este tópico la podemos encontrar en la Biblia la cual recoge en la historia de los dos hermanos una hermosa síntesis: “Abel y Caín”, recogida en el libro de Génesis o Bereshit (Cap. 4). En el mundo simbólico de la Biblia, Caín es representado ante todo como “agricultor” (lo que da peso a una antigua tradición hebrea que nos cuenta que Caín se levantó tan pronto como nació, salió corriendo y volvió con una espiga de trigo que entregó a Eva, quien inmediatamente le llamó “Caín” que significa “tallo”), Abel como “pastor” (sobre este antes de nacer se comenta en las tradiciones que Eva tuvo un sueño en el que vio a Caín bebiendo de la sangre de su futuro hermano a lo que Adán aconsejó que vivieran separados el uno del otro, lo que vaticinaba el antagonismo de ambas sociedades), y son así los tipos de las dos sociedades que han existido desde los orígenes de la presente humanidad, o al menos desde que se ha producido en ella una primera diferenciación: “la sociedad sedentaria”, dedicada a la cultura de la tierra; “los nómadas”, al pastoreo de los rebaños. René Guenon abordando este asunto nos dice:
Se podría agregar que, puesto que Caín es designado como el primogénito, la agricultura parece tener por eso una cierta anterioridad, y, de hecho, Adán (P) mismo, desde antes de la “caída”, es representado teniendo como función “cultivar el jardín”, lo que se refiere propiamente al predominio del simbolismo vegetal en la figuración del comienzo del ciclo (de donde una “agricultura” simbólica e incluso iniciática, aquella misma que Saturno, en los latinos, se dice que había enseñado también a los hombres en la edad de oro); pero, sea como sea, no vamos a considerar aquí más que el estado simbolizado por la oposición (que es al mismo tiempo un complementarismo) de Caín y Abel, es decir, aquel en el que la distinción de los pueblos en agricultores y pastores es ya un hecho cumplido.(El Reino de la cantidad y los signos de los tiempos”)
La forma de vida de los nómadas los asocia con el reino animal, móvil como ellos sujetos a continuas peregrinaciones; la de los sedentarios por el contrario apunta hacia el vegetal y el mineral dos reinos fijos por naturaleza. De esta manera podemos entender por qué razón el sacrificio de Abel es agradable ante los ojos de Yahveh y el de Caín no es mirado con agrado. Como Abel ha vertido la sangre de los animales, su sangre es vertida por Caín; en eso establece la una ley de compensación, en lo cual consiste en el fondo toda manifestación, ya que todo se basa en el equilibrio. Sin embargo es necesario decir que el relato del Bereshit admite o reconoce la validez del sacrificio vegetal, tal es el caso del sacrificio de Melquisedech (P), consistente en la ofrenda esencialmente vegetal del pan y del fruto de la vid. La aceptación del sacrificio cruento de Abel y el rechazo que generará todo el drama de Caín son figurados a veces bajo una forma simbólica bastante curiosa: el humo del primero se eleva verticalmente hacia el cielo, mientras que el del segundo se extiende horizontalmente a la superficie de la tierra; trazan así respectivamente la altura y la base de un triángulo que representa el dominio de la manifestación humana. (René Guenon. Ibíd.) Como detalle adicional resulta interesante observar que las denominaciones de Irán y de Turan, de las que se ha querido hacer designaciones de razas, representan en realidad respectivamente los pueblos sedentarios y los pueblos nómadas; Iran o Airyana vienen de la palabra âria (de donde âria por alargamiento), que significa “labrador” (derivado de la raíz ar, que se reencuentra en el latín arare, arator, y también en arvum, “campo”); y el empleo de la palabra ârya como designación honorífica (para las castas superiores) es, por consiguiente, característico de la tradición de los pueblos agricultores. En hebreo Abel significa “prado” o “valle”. Por ejemplo, Abel-sitim (Nm 33.49), Abel-mehola (Jue 7.22), Abel-bet-maaca (1 R 15.20), Abel-main (2 Cr 16.4), Abel-mizraim (Gn 50.11). Se usa como voz independiente en 2 S 20.18. Por lo cual a pesar de ser pastor su nombre evoca su función de comulgar con la tierra y extender su presencia sobre ella, en contradicción con el concepto de Caín que se concentra, establece fronteras y la explota.
Una vez que Abel muere a manos de su hermano, Caín habita la tierra de Nod y establece la primera ciudad, donde se fortalece la sociedad sedentaria. Allí los hombres (descendientes directos de Caín) iniciarían la conquista de las artes y los misterios: Jabal (maestro de todos los que habitan tiendas y crían ganado), Jubal (maestro de los que tocan el arpa y la flauta) y Tubal Caín (maestro de todos los que trabajan el bronce y el hierro. Véase Gn 4. 21). De esta manera el sedentarismo de esta fase es mucho más completo que un sedentarismo asociado con el mundo vegetal, lo que significa que se hallaba en armonía con el reino mineral de ahí la casta metalúrgica liderada por Tubal Caín. El instinto primario del hombre al experimentar “la caída” le instó a vestirse con hojas de palmera (o sea acogerse al estado agricultor o sedentario desde sus inicios) sin embargo el designio de Yahveh fue otorgarles pieles para abrigarse, destacando el estado cazador y natural. Este antagonismo o mística contradicción encarnaría el drama de las dos tendencias encontradas en el sendero espiritual.
Todas estas construcciones no accidentales de historias y personajes llevaban en sí mismas la importancia de las sociedades en la concepción de lo sagrado. El pecado de los hombres en Babel ha sido reducido en los medios teológicos al levantamiento de un gran Centro de Astronomía (Mundial ¿?), donde el Hombre en oposición al decreto de Yahveh leería sin su necesidad el curso de las estrellas. Sin embargo el texto bíblico a penas se detiene en este detalle astrológico fabricado maliciosamente por los exegetas cristianos; más bien se recrea en el deseo de los hombres a concentrarse en un solo lugar y forjar una comunidad déspota (despoth: despote) Maestro de muchos discípulos, otras variantes admisibles amo, gobernador. En su sentido más estricto y literal “dueño”. Esta palabra dio lugar a la castellana “déspota” usada aquí con ese sentido). Por esta causa el castigo no podía ser otro que el surgimiento de los diversos idiomas. Babel, más que “confusión” apunta hacia “puerta de Dios” (aún mantenido así en lenguas arameas así como en el árabe).
A través del sedentarismo la Humanidad modificó la idea de lo sagrado y el credo de los hombres de conocimiento quedó usurpado por la jerarquía sacerdotal. Los antiguos santuarios y lugares de iniciación fueron emplazados por suntuosos templos en donde se reciclaban todas las expresiones populares de devoción. La religión de los sacerdotes se impuso. Sustituyeron la “experiencia” por la “creencia” y desarrollaron dogmas haciendo una “alianza mercantil” con la sociedad y convirtiéndose en sus dominadores. Finalmente las fuerzas naturales quedaron convertidas en un panteón de múltiples dioses a lo que seguidamente se le agregó la idea del Dios Padre, desligando a la mujer de su participación en lo espiritual; legándole como reino las labores del hogar, fronteras que tan solo hace menos de un siglo les fueron ampliadas por razones exclusivamente económicas y relacionadas con el avance del capitalismo (como sustituto del ya caduco feudalismo) pues para ese entonces más que una sirviente del macho pasaba a ser una herramienta eficiente en el desarrollo industrial (como lo evidencia expansión de las fábricas textileras en la naciente Inglaterra capitalista).
La explicación de las Reglas de la Libertad y de la Realización del Ideal espiritual fue el eje central en la doctrina de Jesús (P) en oposición al mensaje del Templo, ocupado por la jerarquía sacerdotal; de ahí la frase: “No se adorará ni aquí ni en el Templo” (Jn 4. 21). La explicación la dará el Maestro inmediatamente: “En Espíritu y en Verdad” (Jn 4. 22). La idea de lo sagrado en sus inicios no hacia dualidad entre sueño y vigilia, materia y energía, hombre o mujer. La enseñanza iba dirigida al individuo y no a una masa sin nombre dividida por hombres y mujeres (a su vez en clases sociales, étnicas o raciales). Poco a poco, con el sedentarismo, se crea la dualidad y con ella aparecen los supuestos valores morales, la realidad se interpreta como un sustrato absoluto, ofreciendo la enseñanza sagrada, como decíamos antes, para la masa y no el individuo.
Parte II: Aproximación al pensamiento hebreo
Sin embargo, en toda la extensión de la Torah (Ley Mosaica), el Yahveh bíblico no es llamado “Padre” ni tan solo una vez, y de hecho, si basamos nuestra reflexión en la antropología moderna veremos como la visión femenina del Factor Creador antecede al concepto patriarcal. Muchos investigadores observan huellas de este cambio en una serie de mitos edénicos recogidos fundamentalmente en el “Libro de Bereshit” o Génesis.
La exégesis rabínica se basaba principalmente en los métodos conocidos como “pesat”, o sentido literal del texto bíblico, y “derás”, que consistía en derivar del texto normas de conducta y enseñanzas teológicas. Los judíos españoles pusieron, además, sus conocimientos gramaticales y filosóficos al servicio de la exégesis bíblica. La escuela exegética hispano hebrea llegó a su máximo desarrollo con Abraham ibn Ezra (1093-1167)1cuya obra obtuvo una gran difusión entre las comunidades de Francia, Italia e Inglaterra. Pero el más influyente entre los exégetas españoles es Maimones2(1135-1204), que, aunque no escribió obras exegéticas propiamente dichas, en la mayor parte de sus escritos recoge gran cantidad de material exegético, y cuyo método filosófico racionalista fue seguido por muchos de sus contemporáneos, como David Kimji (1160-1235), que introdujo la exégesis filosófica en sus comentarios.
Bajo este sistema muchas de las interpretaciones exegéticas ofrecen grandes luces. Por ejemplo sobre la narración edénica de la fruta, mucho se ha comentado; sin embargo es bueno- de inicio- descartar a “la manzana”. Las Escrituras bíblicas no mencionan al fruto por su nombre; fue para el Medioevo, aproximadamente, que la cristiandad introdujo esta idea, quizás inspirada en los frescos de la época. Para los judíos el fruto prohibido– según narraciones talmúdicas– estaba asociado al “Higo”, teniendo en cuenta que en los oasis las serpientes acostumbran a descansar sobre las “higueras”, mordiendo los frutos de la misma para sentir frescor en medio de las altas temperaturas… de ahí la relación bíblica “higuera– serpiente” así como el carácter venenoso del mismo. Otros judíos lo asocian al trigo, tesis que la Descendencia de Muhammad (BPD) le confirió valor, aunque si seguimos el modelo de interpretación legado por Ahlul Bait (P) se comprende según una narración transmitida por Ya’afar As Sadiq (P) que la externalidad de las frutas del Paraíso son pura ilusión, pues en su esencia pueden ser cosas muy distintas a lo que aparentan. El “trigo” de por sí está relacionado con la cosecha, fertilidad, de donde viene la figura de la virgen o la relación con la diosa con cornamenta, que evidentemente en las religiones mistéricas representa al hongo o la conciencia. Por esto, existe una relación entre el “higo envenenado” y la espiga. Aún más, para el Medioevo el almacenamiento de las espigas en los Graneros europeos sirvió de base para el crecimiento de un hongo altamente alucinógeno usado en la elaboración de fermentos sagrados propios de la religión de los bosques. Tan es así que muchas veces los panes contaminados con el “cornezuelo del centeno” 3hicieron sentir sus efectos en aldeas completas, de donde surgió toda suerte de tradiciones de brujas, licántropos o historias de demonios vampiros.
Aunque muy posterior, la recreación de la manzana y su incorporación como fruto prohibido, apunta el sentido anteriormente citado. Esta situación se repite en los mitos griegos, a Pandora le corresponde abrir el fruto- la caja de los dioses– sin embargo la última semilla en aflorar es la esperanza falsa, lo que lleva Pandora y a su esposo al suicidio (Robert Graves. Mitos Griegos); entiéndase esta muerte como distorsión de la realidad. Tal caída es traducida en América como la embriaguez de Quetzalcóatl. Hasta donde sabemos, esta peculiar simbología estaba directamente relacionada con las plantas de poder o bebidas sagradas, postulados manejados por la moderna etnobotánica. Por ejemplo, investigadores como Escohotado o Jack Gerer plantean que la incorporación de enteógenos a su dieta fue un factor determinante en el despertar de la conciencia del homo sapiens. La importancia de la etnobotánica en estos asuntos es crucial pues nunca analizamos a las plantas en la perspectiva religiosa a partir de sus relaciones profundas con cada colectividad humana.
La dimensión femenina de la Divinidad siempre estuvo asociada a conceptos favorables a la fertilidad, ritos relacionados con las cosechas. De aquí se ve como el culto de agricultores -los Adam vestidos con hojas de higuera (Gn 3. 7) evidentemente matriarcal es sustituido por otro diferente, los Adam de las pieles (Gn 3. 21). El culto de los agricultores, propio de la sociedad de Caín (recuérdese que era labrador), centro su visión de lo divino en una concepción femenina, al menos en una fase incipiente, sin embargo las sociedades anteriores (Abel) no habían configurado en conceptos a la Naturaleza Divina, de ahí la idea de un Monoteísmo anterior, Primordial. La idea de un Dios Padre no respondía a un equilibrio con lo femenino, sino más bien a la victoria social del Macho sobre la Hembra. Por ende, el sacerdocio y con esto, la enseñanza, serían responsabilidades absolutas del hombre, paradósis (tradición) que San Pablo relata con detalle en su Epístola a los Corintios (1 Cor 14. 34) y en su Carta a Timoteo (1 Ti 2. 11).
Es menester declarar que la Torá necesitó de herramientas en cuyo interior se pudieran abordar los problemas y cuestiones que abordaran asuntos de alta complejidad, una tradición sutil que los sabios tanto de la ley oral como de la ley escrita, estaban autorizados y cualificados para transmitirla a otros. La misma Torá advierte específicamente de la necesidad de un conocimiento más “especializado” y profundo y la cuestión de la mujer no escapa a esta consideración... (ver la continuación en archivo pdf)
Sin embargo, en toda la extensión de la Torah (Ley Mosaica), el Yahveh bíblico no es llamado “Padre” ni tan solo una vez, y de hecho, si basamos nuestra reflexión en la antropología moderna veremos como la visión femenina del Factor Creador antecede al concepto patriarcal. Muchos investigadores observan huellas de este cambio en una serie de mitos edénicos recogidos fundamentalmente en el “Libro de Bereshit” o Génesis.
La exégesis rabínica se basaba principalmente en los métodos conocidos como “pesat”, o sentido literal del texto bíblico, y “derás”, que consistía en derivar del texto normas de conducta y enseñanzas teológicas. Los judíos españoles pusieron, además, sus conocimientos gramaticales y filosóficos al servicio de la exégesis bíblica. La escuela exegética hispano hebrea llegó a su máximo desarrollo con Abraham ibn Ezra (1093-1167)1cuya obra obtuvo una gran difusión entre las comunidades de Francia, Italia e Inglaterra. Pero el más influyente entre los exégetas españoles es Maimones2(1135-1204), que, aunque no escribió obras exegéticas propiamente dichas, en la mayor parte de sus escritos recoge gran cantidad de material exegético, y cuyo método filosófico racionalista fue seguido por muchos de sus contemporáneos, como David Kimji (1160-1235), que introdujo la exégesis filosófica en sus comentarios.
Bajo este sistema muchas de las interpretaciones exegéticas ofrecen grandes luces. Por ejemplo sobre la narración edénica de la fruta, mucho se ha comentado; sin embargo es bueno- de inicio- descartar a “la manzana”. Las Escrituras bíblicas no mencionan al fruto por su nombre; fue para el Medioevo, aproximadamente, que la cristiandad introdujo esta idea, quizás inspirada en los frescos de la época. Para los judíos el fruto prohibido– según narraciones talmúdicas– estaba asociado al “Higo”, teniendo en cuenta que en los oasis las serpientes acostumbran a descansar sobre las “higueras”, mordiendo los frutos de la misma para sentir frescor en medio de las altas temperaturas… de ahí la relación bíblica “higuera– serpiente” así como el carácter venenoso del mismo. Otros judíos lo asocian al trigo, tesis que la Descendencia de Muhammad (BPD) le confirió valor, aunque si seguimos el modelo de interpretación legado por Ahlul Bait (P) se comprende según una narración transmitida por Ya’afar As Sadiq (P) que la externalidad de las frutas del Paraíso son pura ilusión, pues en su esencia pueden ser cosas muy distintas a lo que aparentan. El “trigo” de por sí está relacionado con la cosecha, fertilidad, de donde viene la figura de la virgen o la relación con la diosa con cornamenta, que evidentemente en las religiones mistéricas representa al hongo o la conciencia. Por esto, existe una relación entre el “higo envenenado” y la espiga. Aún más, para el Medioevo el almacenamiento de las espigas en los Graneros europeos sirvió de base para el crecimiento de un hongo altamente alucinógeno usado en la elaboración de fermentos sagrados propios de la religión de los bosques. Tan es así que muchas veces los panes contaminados con el “cornezuelo del centeno” 3hicieron sentir sus efectos en aldeas completas, de donde surgió toda suerte de tradiciones de brujas, licántropos o historias de demonios vampiros.
Aunque muy posterior, la recreación de la manzana y su incorporación como fruto prohibido, apunta el sentido anteriormente citado. Esta situación se repite en los mitos griegos, a Pandora le corresponde abrir el fruto- la caja de los dioses– sin embargo la última semilla en aflorar es la esperanza falsa, lo que lleva Pandora y a su esposo al suicidio (Robert Graves. Mitos Griegos); entiéndase esta muerte como distorsión de la realidad. Tal caída es traducida en América como la embriaguez de Quetzalcóatl. Hasta donde sabemos, esta peculiar simbología estaba directamente relacionada con las plantas de poder o bebidas sagradas, postulados manejados por la moderna etnobotánica. Por ejemplo, investigadores como Escohotado o Jack Gerer plantean que la incorporación de enteógenos a su dieta fue un factor determinante en el despertar de la conciencia del homo sapiens. La importancia de la etnobotánica en estos asuntos es crucial pues nunca analizamos a las plantas en la perspectiva religiosa a partir de sus relaciones profundas con cada colectividad humana.
La dimensión femenina de la Divinidad siempre estuvo asociada a conceptos favorables a la fertilidad, ritos relacionados con las cosechas. De aquí se ve como el culto de agricultores -los Adam vestidos con hojas de higuera (Gn 3. 7) evidentemente matriarcal es sustituido por otro diferente, los Adam de las pieles (Gn 3. 21). El culto de los agricultores, propio de la sociedad de Caín (recuérdese que era labrador), centro su visión de lo divino en una concepción femenina, al menos en una fase incipiente, sin embargo las sociedades anteriores (Abel) no habían configurado en conceptos a la Naturaleza Divina, de ahí la idea de un Monoteísmo anterior, Primordial. La idea de un Dios Padre no respondía a un equilibrio con lo femenino, sino más bien a la victoria social del Macho sobre la Hembra. Por ende, el sacerdocio y con esto, la enseñanza, serían responsabilidades absolutas del hombre, paradósis (tradición) que San Pablo relata con detalle en su Epístola a los Corintios (1 Cor 14. 34) y en su Carta a Timoteo (1 Ti 2. 11).
Es menester declarar que la Torá necesitó de herramientas en cuyo interior se pudieran abordar los problemas y cuestiones que abordaran asuntos de alta complejidad, una tradición sutil que los sabios tanto de la ley oral como de la ley escrita, estaban autorizados y cualificados para transmitirla a otros. La misma Torá advierte específicamente de la necesidad de un conocimiento más “especializado” y profundo y la cuestión de la mujer no escapa a esta consideración... (ver la continuación en archivo pdf)
Libros Consultados para el presente trabajo.
• Antropología filosófica. Ernest Cassirer. Fondo de Cultura -
Económica, México.• Diccionario Griego Expositivo de palabras del Nuevo Testamento .W.
E. Vine. Editora CLIE México.
• El Reino de la cantidad y los signos de los tiempos. René Guenon
.Editorial Kier, Argentina.
• El Zohar .Editorial Obelisco, Argentina.
• Ensayos sobre la Naturaleza del Avatar. Rubén Lombida y Frank Díaz
www.templotolteca.com/sp/articulos/androgino.html
• Evangelio de Tomás, Editora Obelisco, Argentina.
• Filosofía de las formas simbólicas. Ernest Cassirer Fondo de Cultura
- Económica, México.
• Fátimah: Un Camino para el despertar interior. Hasan Félix Águila Cárdenas.
• Forma del concepto en el pensamiento mítico. Lévy Brühl. Editora
Siglo XXI, España.
• Introducción a la Filosofía de la Mitología. F. Schelling. Editora
Siruela, España.
• Mitológicas, lo crudo y lo cocido. Lévy Strauss. Fondo de Cultura
- Económica, México.
• Mitos y Símbolos .Mircea Eliades. Editora Planeta Agustini. España.
• Mito y Existencia. Ludwig Schajowiz. Editora Antropos, España.
• Mitos Griegos .Robert Graves. Editora Alianza, España.
• Mitos Hebreos. Robert Graves. Editora Alianza, España.
• Mito y Metafísica .Georges Gusdorf. Editora Alianza, España.
• Nahy Al Balagha .Imam ‘Alî . Fundación Imam ‘Alî , Líbano.
• Popol Vuh .Anónimo . Edición Casa de las Américas, Cuba.
• Sagrada Biblia. (Versiones Nacar-Colunga y Jerusalén) Biblioteca de
Autores Cristianos, España.
• Sagrado Corán .Fundación Cultural Oriente, Irán.
FUENTE: WEBISLAM
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