El acto de polinización es el acto fundacional del erotismo natural: un espectacular video celebra la coevolución de las flores y sus polinizadores.
Uno de los mecanismos más hermosos que tiene la naturaleza para perpetuarse es la polinización: la danza entre insectos, aves y hasta mamíferos con la eclosión de las plantas. Una relación naturalmente erótica, seducción de los sentidos (colores, aromas, formas y hasta hormonas, una química sutil del amor en el jardín): la planta se desarrolla, con toda su microcósmica magnificiencia, para estimular a su polinizador, quien transporta granos de polen a cambio de libar el néctar (la miel femenina que ofrece la naturaleza).
Inspirado por el preocupante síndrome del colapso de las colonias de abejas, Louie Schwartzberg produjo la película Wings of Life, en la que se hace un homenaje a “la historia de amor que alimenta la Tierra”, es decir la polinización, el vuelo erótico que efectuan con sublime gracia las abejas, las mariposas, los murciélagos y los colibríes, entre otros. ”La belleza y la seducción, creo, son el arma que tiene la naturaleza para sobrevivir, porque protegemos aquello de lo que nos enamoramos”, dice Schwartzberg en su platica de TED.
La polinización generalmente se da dentro de un espectro de mutualismo; muchos de lo animales y las plantas en realidad evolucionaron juntos. Por ejemplo, las flores ornitofílicas que polinizan los colibríes tienen un néctar especialmente equipado para la dieta de estas aves solares, su color sintoniza especialmente con su visión y su forma encaja con su pico. Incluso su florecimiento coincide con la estación reproductiva de los colibríes, una fiesta sincronizada de eros.
En el caso de la polinización una cierta monogamia entre especies parece ser benéfica. Las flores que atraen polinizadores específicos tienen la ventaja de gastar menos polen que aquellas que atraen polinizadores promiscuos. Es una ventaja para el polinizador tener su fuente de comida “privada”, ya que tiene menos competencia.
“La intersección entre el mundo animal y el mundo de las plantas es en verdad un momento místico en el que la vida se regenera una y otra vez”, sugiere Schwartzberg .
FUENTE: PIJAMASURF