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martes, 12 de febrero de 2013

EL ORDEN CRIMINAL DEL MUNDO - DOCUMENTAL

Documental realizado por el programa En Portada, sobre el orden mundial que gobierna el mundo actual.

Pocas veces el título de un programa ha resumido mejor su contenido. Porque el llamado orden mundial no solo es despiadado e injusto, sino criminal. Así lo describen dos de los intelectuales más lúcidos: el escritor uruguayo Eduardo Galeano y el sociólogo suizo Jean Ziegler, apoyados por los testimonios de personalidades que se enfrentan sobre el terreno las consecuencias de ese orden criminal.

Seis años atrás, cuando comenzamos el rodaje de este reportaje de En Portada, nada hacía presagiar las contradicciones del capitalismo que acabarían desencadenando en la crisis financiera más grave desde 1929, cuyos enormes retrocesos sociales estamos sufriendo. Sin embargo, ya entonces resultaba evidente la perversión internacional del sistema económico, y de unas instituciones políticas sometidas a los designios de ese dios cruel, implacable, todopoderoso, que denominamos libre mercado.

Galeano y Ziegler cuestionan ese ordenamiento, que se presenta como el único razonable e indiscutible para construir el mejor de los mundos posibles. La injusticia radical que late en la base del reparto desigual en que se basa la economía mundial ha desarrollado mecanismos amorales de dominio, a partir de una doctrina --por no llamarle ideología-- sin otros valores que los bursátiles, estableciendo un orden internacional que Ziegler define como mortífero y absurdo y, en palabras de Galeano, 'ha convertido al mundo en un manicomio y un matadero'.

LOS JÓVENES ESPAÑOLES Y EL SEXO



  • Experiencias y opiniones de expertos, jóvenes y familias sobre el sexo
  • Los principales problemas derivados del sexo juvenil
  • Las actitudes machistas están aumentando entre los más jóvenes
¿Cómo viven el sexo los jóvenes españoles? ¿Conocen cuántos métodos anticonceptivos hay y cómo se utilizan? ¿Existe el machismo en las relaciones juveniles? Estas son algunas de las preguntas a las que padres, hijos y expertos responderán en 'Sexo juvenil', entrega especial de 'Callejeros' de mayor de duración
“A los 15 años me acosté por primera vez con un chico y todavía jugaba a las Barbies ” , confiesa Carmen, una chica malagueña de 21 años que ya tiene un hijo de cuatro. Según el Instituto Nacional de la Juventud los adolescentes pierden la virginidad a los 16. “Con 14 años, muchas veces lo hacías porque tus amigas también lo hacían, así te sentías más mujer ”, afirma una estudiante que habla tranquilamente de sexo en el campus de una universidad con sus compañeros de clase.

Internet, redes sociales, medios de comunicación… El sexo es cada vez más accesible y las nuevas tecnologías hacen que los jóvenes lo vean como algo natural. César le enseña a sus amigos la foto de una chica desnuda que acaba de recibir en su teléfono móvil: “Es una amiga que cuando se aburre en la biblioteca se va al baño y me manda fotos en pelotas ”, asegura. Esta práctica se conoce como “sexting”, una nueva moda entre jóvenes que consiste en enviar fotografías o vídeos con contenido sexual.

El programa ha hablado también con Margarita Serrano, ginecóloga desde hace 30 años y a cuya consulta acuden muchas adolescentes: “Aquí vienen niñas de 14 y 15 años que delante de sus madres dicen que no han perdido la virginidad y cuando pasan a la sala de exploración reconocen que mantienen relaciones sexuales habitualmente ”, confirma.

Según la ginecóloga, las enfermedades de transmisión sexual han aumentado en este sector de la población: “Muchos chicos no se ponen preservativo sabiendo que pueden recurrir a la píldora del día después, pero no piensan en las enfermedades de transmisión sexual ” advirtiendo que “la promiscuidad, las relaciones sexuales prematuras y no utilizar métodos anticonceptivos son los ingredientes perfectos para contraer una enfermedad ”.

“Callejeros” muestra también el caso de Laila y Cristian, a los que no les funcionó la “marcha atrás” y la joven se quedó embarazada con 16 años. Ahora viven en casa de sus padres y sobreviven con lo que ella gana limpiando casas: “No me arrepiento porque es lo más bonito que tengo en mi vida, pero si volviera a atrás no la tendría ”, asegura.

Por su parte, Miren Larrazábal, presidenta de la Federación de Sociedades de Sexología, afirma que los profesionales están preocupados por el aumento de las actitudes machistas entre los más jóvenes. “ Las chicas son cada vez más golfillas ” o “ Si un chico se acuesta con muchas es una máquina, pero si es una chica, es una guarra ” son frases que están en boca de muchos jóvenes.

El equipo de “Callejeros” visita también a una familia en un barrio acomodado de Madrid. Pablo, de 21 años, mantiene una conversación sobre sexo con su madre y sus hermanos, de 20 y 19 años: “Yo no busco lo mismo en una niña de una noche que en una novia”. La hija pequeña, sin embargo, tiene clara su ilusión: quiere llegar virgen al matrimonio. Sus hermanos no opinan así, pero según su madre “los niños y las niñas no son iguales en estos temas”.

FOTOS:











VÍDEO:


FUENTE: CUATRO

DESCUBREN JOYAS Y CERÁMICAS DE RICOS CACIQUES EN BENI, BOLIVIA

Se cree que pertenecieron al Imperio de los Moxos que ocupaban el territorio antes de la llegada de españoles

 Los Moxos eran habitantes de origen arahuaco, provenientes de Surinam
Los Moxos eran habitantes de origen arahuaco, provenientes de Surinam. (Flickr)

Descubren joyas y cerámicas de ricos caciques en Beni, Bolivia. (Guayamerin.com)

Descubren joyas y cerámicas de ricos caciques en Beni, Bolivia. (Guayamerin.com)

 Los Moxos eran habitantes de origen arahuaco, provenientes de Surinam

Los Moxos eran habitantes de origen arahuaco, provenientes de Surinam

Restos arqueológicos que se cree pertenecieron a ricos caciques se encontraron en las inmediaciones del río Yata, en la localidad de Rosario de Yata, en Bolivia, mientras realizaban trabajos viales para unir las ciudades de Riberalta y Guayaramerín en Beni, informó Erbol.

Los trabajadores de la Administradora Boliviana de Carreteras encontraron cerámicas como tinajas, platos y joyas que se cree datan entre 1200 a 1300 años d.C.

No es la primera vez que se encuentran objetos de antiguas culturas en esta zona, el cual podrían pertenecer al “Imperio de los Moxos”, según el gobierno local.

El año pasado el Gobierno de Guayaramerín inició un proyecto para el rescate de este patrimonio cultural.

El lugar arqueológico del que se habló inicialmente se encuentra ubicado en las inmediaciones de la comunidad de Rosario del Yata, a 40 Kilómetros aproximadamente en dirección a Guayaramerín.

En su análisis, los arqueólogos informaron que se encontraron accesorios de uso doméstico, característicos de personas de alto rango.

Se cree que existía un comercio con los habitantes de Trinidad donde se encontraron cerámicas similares.

Los Moxos eran habitantes de origen arahuaco, provenientes de Surinam. Cuando ésta tribu, los arawak abandonaron sus tierras, por razones desconocidas, algunos migraron y se quedaron en las zonas de Beni formando terrazas de cultivo y canales de regadío en los lugares en que se establecieron, según reportes históricos.

Sus tierras recibieron la llegada de los jesuitas en el siglo XVII, los cuales fueron expulsados en el siglo XVIII por los españoles.

El resto de los arahuacos migraron al norte y poblaron las islas del Caribe, Cuba y Santo Domingo.

FUENTE: LAGRANEPOCA

EMBARAZO ADOLESCENTE - MEJOR HABLAR DE CIERTAS COSAS (CANAL ENCUENTRO)


En la Argentina, cada cinco minutos una adolescente da a luz. En función de ese sorprendente dato, recopilamos diversos testimonios, entre ellos el de Yamila Orona, de 16 años, a quien acompañamos durante todo su embarazo y posterior parto.





SEGUIMOS CONSTRUYENDO LA DESTRUCCIÓN DEL FUTURO - QUINO (HUMOR)

AULA VIRTUAL - GATURRO (HUMOR)

EL MUNDO DE HOY: LA PERSONA EN CRISIS Y LA DICTADURA DEL CUERPO

"La desigualdad del mundo es también y ante todo una desigualdad de los cuerpos."


Marc Augé. Antropólogo. Fragmentos del libro "Por qué vivimos"



En la actualidad el cuerpo es, ante todo, una imagen o, mejor dicho,millares o millones de imágenes que acosan, que fascinan, imágenes de las que se impregna el ojo de cada individuo. Las imágenes difundidas a través de los medios de comunicación -sobre todo la televisión, pero también el cine, los periódicos, la publicidad- son de diverso tipo, pero todas pertenecen a lo que podríamos denominar «nuestra nueva cosmología», una cosmología con vocación o pretensiones planetarias, que interviene en la moda, los deportes y las series televisivas cuyos personajes son más conocidos que los actores. Se nos presentan cuerpos esculturales que actúan -corren, saltan, marcan goles, ejecutan un revés que cae justo en la línea- o figuran a diario en situaciones que les imponen el ritmo de un desfile de moda. En las mansiones de Beverly Hills o en las playas de California que muestra la pantalla, los cuerpos están bronceados, los cabellos brillan y el decorado (casas, jardines, coches, playas) no es sino el joyero suntuoso donde se solazan los personajes.


El procedimiento de la cámara lenta permite, de cuando en cuando, contemplar el vuelo de un cuerpo que salta para atrapar el balón lanzado de un cabezazo, o el de otro que logra efectuar sobre la pértiga el último giro que le impulsa por encima de la barra, cuerpos que eluden, por un instante, la fuerza de la gravedad, al igual que las top model en los desfiles de moda, cuando se reproduce artificialmente, paso a paso, su coreografía. Este cuerpo liberado de todas las constricciones es el de los dioses de numerosas mitologías, incluida la religión cristiana, que evoca el cuerpo «glorioso» de Cristo después de su resurrección. Estas imágenes serían sólo simples imágenes si determinados eslóganes y realidades no las aproximasen a nosotros.

En primer lugar, circulan a la velocidad de la luz, y su omnipresencia en el mundo -por ejemplo, en la pantalla de los televisores instalados en los aeropuertos o los aviones- indica que son una expresión del empequeñecimiento del espacio y la aceleración del tiempo, rasgos que caracterizan nuestra época. Desde este punto de vista poseen un valor emblemático: son imágenes de nuestro tiempo y, por tanto, implícitamente normativas. Además, las recibimos (iba a decir: «las consumimos») en la soledad del espectador pasivo, ante nuestra pantalla o mientras hojeamos una revista de modo más o menos ocioso. Se dirigen específicamente a nosotros y, en ese sentido, nos incitan a encoger el abdomen o a fingir la distensión que precede a la actuación.


Por último, desde todo tipo de instancias se nos invita explícitamente a no fumar, a no beber, a controlar nuestra alimentación. Se trata únicamente de nuestra salud, pero numerosos anuncios (de agua mineral, de productos adelgazantes, etcétera) nos ofrecen también traducciones estéticas de estos regímenes saludables: los cuerpos esbeltos y ligeros como burbujas de aire que nos presentan establecen un vínculo entre nuestra miserable gravedad terrestre y los héroes de la pequeña pantalla. El cuerpo «glorioso» se convierte en el idealpara los que no quieren adentrarse en el terreno de los más pobres o en el de los descuidados.


Ante la imposibilidad de conseguir un cuerpo glorioso, insensible a la gravedad y a las restricciones espaciales, los individuos que pueden recurren a la ayuda de las tecnologías.
Las tecnologías cumplen un papel importante en la mejora del rendimiento y en el dominio especializado del deporte: los esquíes, el calzado, los trajes de competición -en atletismo y natación- ayudan a ganar décimas de segundo.


El teléfono móvil, que en el futuro será un auténtico ordenador, permite, en principio, comunicarse desde cualquier lugar y con cualquier persona; los microordenadores portátiles incrementan aún más estas posibilidades y amplían el campo de la comunicación individual al mundo entero.




Sin embargo, en el mundo de la movilidad, los cuerpos suelen estar adscritos a un lugar de residencia. Mediante Internet, un periodista puede trabajar empleando bancos de datos e informaciones recopiladas por grupos especializados. El teletrabajo es una realidad. El cuerpo sedentario, adscrito a un lugar de residencia, está cada vez más alejado de los cuerpos gloriosos que muestra ocasionalmente la pantalla. Por tanto, el cuerpo asistido está condenado a cierto grado de frustración, pues sólo constituye un elemento dentro de un sistema. Su adscripción a un lugar de residencia o el hecho de que se pueda contactar con él en cualquier momento o lugar lo presentan como un cuerpo esclavizado, cuyas capacidades son utilizadas por otros.

Enfrentados de nuevo a las realidades del cuerpo, cabe preguntarse cómo se perciben en la actualidad.


Un antropólogo debe prestar atención a un hecho: casi todos los acontecimientos del cuerpo tienen una expresión social, porque afectan, o ponen en tela de juicio, a otros cuerpos y otros individuos. En los pueblos africanos donde trabajé, la observación del cuerpo desempeñaba una función esencial, pues se concebía como un emisor de signos. La relación con el otro está siempre presente en el cuerpo individual. 



¿Qué ha sido hoy del cuerpo?
Todos los avances de la medicina y de las técnicas tienden a la desaparición del cuerpo acontecimiento. Son incontables las técnicas disponibles para conjurar la aparición de la vejez y ayudar al cuerpo a disimular sus enfermedades o su decrepitud. Las lentes de contacto mejoran la vista y a la vez cambian el brillo o el color de los ojos; la porcelana garantiza a la sonrisa una eterna juventud. La piel puede estirarse para evitar las arrugas. El nacimiento es más seguro, el parto menos doloroso, menos peligroso; quizá no estamos muy lejos de la posibilidad de que las mujeres sean liberadas de la carga del embarazo, que podrá confiarse a un útero artificial. La técnica del trasplante ha progresado de manera espectacular; la clonación ofrece perspectivas vertiginosas e inquietantes en ciertos aspectos; tal vez algún día será utilizada para paliar las deficiencias del cuerpo y proveerle piezas de recambio. La exploración genética pretende favorecer la medicina predictiva y eliminar los riesgos de enfermedades hereditarias. Seguimos sufriendo, seguimos muriendo, pero las técnicas sanitarias limitan el sufrimiento y retrasan la muerte, si bien, claro está, sólo en las zonas tecnológicamente mejor equipadas del planeta.


El ideal de las sociedades contemporáneas parece ser, por tanto, conjurar el acontecimiento, controlarlo, controlar el cuerpo para controlar el acontecimiento. Podemos medir la importancia de dicho ideal a contrario a partir del pánico que suscitan en cada uno de nosotros las nuevas formas de epidemia. Desde este punto de vista, el sida ha suscitado un cambio de sensibilidad (desde el momento en que parecía desmoronarse nuestra capacidad de luchar contra los agentes infecciosos, en este caso un retrovirus). Pero aún más revelador es, sin duda, el miedo más reciente a las vacas locas. Es como si nos costase aceptar la idea de que no tenemos un control total de nuestra salud, ni un control total del acontecimiento o del cuerpo. Es como si, ante la evidencia de esta ausencia de control total, buscásemos en el acontecimiento aciago no sólo causas, sino también responsables, como ocurría en las antiguas sociedades africanas rurales. El historial médico adquiere un rango de asunto judicial. Pero la paradoja se expresa también en el deporte, tan importante en nuestra sociedad de imágenes cuando el cuerpo que más se acerca al ideal de cuerpo glorioso, el cuerpo del atleta de rendimiento inimaginable, se revela deudor de los productos que lo dopan.Este cuerpo que produce el acontecimiento es, en última instancia, el más medicado, el cuerpo objeto por excelencia, pero no lo es por su supervivencia ni por la de los demás (al contrario, los tratamientos que soporta representan una amenaza para él), sino por la ilusión compartida de eludir la gravedad y la tierra, es decir -última paradoja- el cuerpo en sí. El deporte, después de los nuevos miedos que nos asaltan, es sin duda la gran desilusión del mañana.

El culto a la juventud corporal, tan vigente en la actualidad, es objeto de diversas críticas. La primera resalta la situación desigual de los humanos y es irrefutable: una parte del mundo se esfuerza en permanecer joven el mayor tiempo posible, mientras que la otra parte se plantea la cuestión de la supervivencia, la desnutrición, la hambruna y la mortalidad infantil. 

Marc Augé - Por qué vivimos.



LA MUERTE DE BIN LADEN O COMO COMERSE A UN CANIBAL

En una entrevista, en Roma, un periodista trataba de poner en aprietos a Jorge Luis Borges. Como no lo lograba, finalmente probó con algo que le pareció más provocativo: "¿En su país todavía hay caníbales?" —Ya no —contestó Borges—, nos los comimos a todos. 

¿Matar a un asesino como Bin Laden no es, como decía Borges, como comerse a un caníbal?


¿Por qué el presidente de Estados Unidos, el hombre más poderoso del mundo, en lugar de obligar al planeta entero a luchar contra los terroristas, no ha alentado un desarme promoviendo el diálogo? Es la pregunta que se hizo Fatema Mernissi (socióloga) en su libro "Un libro para la Paz. Lo escribió, según sus propias palabras, “como un ejercicio de psicoterapia para no caer en el abismo de la depresión en que me sumían los recientes bombardeos estadounidenses sobre Iraq” Y ahora que vuelve a resurgir los miedos del terrorismo y el sentimiento de impotencia ante una globalización frágil y susceptible, este pequeño libro sigue siendo actual. ¿Quien es el culpable? Estados Unidos, el Islam, las poblaciones, los gobernantes?

“Matar al adversario o dialogar con él y convertirlo en aliado es el eterno dilema de los responsables políticos […] nadie ha encontrado una tercera alternativa” le responde un profesor sufí amigo suyo. Y añade: "Los estadounidenses no siempre han usado la fuerza contra los forasteros (...) Esto no tiene que ver con la raza ni con la cultura, sino con los pragmáticos cálculos económicos de los gobernantes"  "Si te pones a buscar criminales, te estás saliendo de la senda racional y te embarcas en una irracional caza de brujas"



Pero es dificil no sentir miedo o angustia , y sobre todo rabia, mucha rabia, ante estas noticias de venganza, amenazas, terrorismo...que ahora parecen tan cercanas. ¿Es esto la globalización? ¿Por qué nos quieren dar una imagen constante de que los extraños son peligrosos, amenazantes, terroristas?

Según Mary Douglas, antropóloga: "El universo se divide en fuerzas enfrentadas del bien y del mal (...). La frontera de grupo es el principal elemento que define los derechos: las personas quedan clasificadas como miembros del grupo o extrañas a él. El peligro está asociado con la frontera. El mal es un peligro extranjero"

El caso es que el profesor sufí amigo de Mernissi tenía razón. Tanto en la cultura estadounidense como en la árabe, pudieron enfrentar grandes globalizaciones de una manera pacífica e integradora.


En el caso estadounidense, Mernissi recurre a un libro "De la democracia en América" de Alexis de Tocqueville. En 1830, América era un paraíso para los extranjeros "Entre los emigrantes que acudían a establecerse en las riberas de la nueva Inglaterra reinaba una gran igualdad. Jamás llegó a esta parte el germen propio de la aristocracia"

Sherezade


En el caso de los árabes, un buen ejemplo es el de la dinastía Abásida:
Los siete primeros califas de la dinastía Abásida que gobernaron el imperio musulmán invirtieron en la información como estrategia para ganarse el apoyo de las recién conquistadas naciones. Así, tradujeron libros de matemáticas y astronomía, construyeron observatorios y abrieron fábricas de papel para ofrecer a las masas libros para leer.

 “El Islam significó la primera globalización del mundo debido a que destruyó las fronteras comerciales que había entre el Mediterráneo y el océano Índico […] y a que garantizó la seguridad de las personas, de modo que pudiesen trasladarse de un lugar a otro sin sufrir daños.”

La globalización lograda por el Islam (unieron Egipto a Persia e India política, administrativa y económicamente) se debió a la adopción de la escritura árabe. La fórmula bélica más devastadora del Islam fué hacer la guerra desde la poesía y se creía profundamente que las palabras eran más potentes que las flechas. 


Los árabes comprendieron que “…no podemos comunicarnos y dominar al mismo tiempo. Si se quiere usar la comunicación como estrategia de poder, hay que asumir el hecho de que se puede perder. Utilizar el lenguaje para dominar el mundo no funcionaría por sí solo: la comunicación debía ser un proceso de ida y vuelta” Nadie entabla conversación con el adversario para hacer alardes o demostrar su superioridad porque se arriesga a perder lo esencial: leer la mente de la persona que tiene adelante. Así es que esta globalización no significó la pérdida de ninguna identidad cultural ya que los árabes no impusieron a los conquistados a hablar su lengua ni seguir sus normas, sino que trataron de conocer todo lo posible de su cultura.  Así, el Islam fué una religión igualitaria en una sociedad igualitaria. En el siglo IX, los árabes intentaban comprender la manera de pensar de sus adversarios y controlarlos mediante el diálogo.

Por eso, los judíos radanitas, que hablaban árabe, persa, rumia (la lengua de los romanos), francés, andalusí y eslavo, viajaban del este al oeste y del oeste al este por tierra y por mar, comerciando, desde Francia, pasando por Antaki, hasta llegar a Bagdad, para bajar por el Tigris hasta Omán, a India y finalmente a China, y todos estos sitios estaban conectados entre sí sin la menor interrupción.

Un imán sufí del siglo XI, Qushairi, predicaba que sin conocer nunca a un extranjero, jamás descubriremos quienes somos: "El viaje (safar) consiste en descubrir los valores éticos internos de uno mismo" "Hay un viaje que implica solamente el cuerpo. Uno se mueve de un lugar a otro. Y hay otro tipo que implica el espíritu (qalb)". En este segundo tipo de viaje, se termina convertido en un ser diferente "Te gradúas de una cualidad a la siguiente"



Bagdad por Hulagu Khan, 1258

La decadencia de los árabes comenzó cuando empezaron a descuidar el arte de la comunicación, de la discusión, de las palabras para convencer al adversario y enriquecer la visión racional y científica del mundo. El siguiente califa, Al Mutadid, era un mal comunicador que ni siquiera sabía hacer un sermón correcto los viernes, el día de la semana en que los califas aparecían públicamente ante la comunidad para demostrar que sabían utilizar tanto la pluma o la palabra (qalam) como la espada (sayf) Los poetas hacían bromas sobre él y los eruditos opinaban "el imán no sabe hablar, no ha sido capaz de explicar claramente lo que está prohibido y lo que está permitido" Ese año, el pregonero anunció a la población de La Paz (que es como se conocía a Bagdad) que los cuentistas, los propagandistas de sectas, los astrólogos y agentes similares no podían actuar en las mezquitas ni en las calles. También quedaba prohibido vender o intercambiar libros sobre retórica, filosofía griega o el arte del diálogo y la discusión. Hasta que en 1258 apareció un monstruo en la frontera de Bagdad, el hijo de Gengis Khan, que saqueó Bagdad de una manera terrorífica. No hubo pluma, ni palabra, sólo muerte.

Hoy, la historia se repite, y continúa.

Mientras, Washington confunde comunicación con manipulación y jadal, el verdadero diálogo, con propaganda. En vez de invertir dinero en la traducción de libros o de los debates televisados de los canales árabes para saber cómo funciona la mente y la emociones árabes para seducirlos y reducir el sentimiento antiamericano, invirtió quinientos millones de dólares en una emisora de televisión, en idioma árabe, financiada por Estados Unidos y diseñada para ganarse el corazón y la mente del mundo musulmán.
La decadencia de los estadounidenses quizás se podría resumir así:


“A no ser que el concepto de comunicación signifique jadal, es decir, el diálogo enardecido y apasionado en el que uno se abre genuinamente al otro con el fin de hallar juntos una posibilidad de colaboración y de construcción en común” 

"Solamente el diálogo nos ayuda a tender puentes, no sólo con nuestros vecinos y con los lejanos y misteriosos chinos, sino también dentro de nuestro propio interior atormentado. Según el psicólogo infantil Bruno Bettelheim, el extranjero va dentro de nosotros mismos."

"Menos mal que el mundo arde siempre por otro lado!!"

Fuentes: MERNISSI, Fátima (2004) Un libro para la Paz.