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miércoles, 13 de febrero de 2013

LAS INSTALACIONES EN ALASKA DONDE HAARP ESTÁ PRODUCIENDO AURORAS ARTIFICIALES Y MANIPULANDO EL CLIMA

Un recorrido por las instalaciones de HAARP en Anchorage, Alaska, el extremo del mundo que el gobierno estadounidense eligió para experimentar con la atmósfera terrestre, consiguiendo hasta ahora la generación de auroras boreales artificiales (Imágenes vía Wired).


Nick Begich es uno de los investigadores más tenaces sobre los verdaderos propósitos de HAARP y de hecho el primer ciudadano que se enteró de la existencia del programa en la década de los 90. El empeño de Begich se debe sobre todo a que su padre, Nick Begich Sr., desapareció en octubre de 1972cuando viajaba de Anchorage a Juneau, la misma zona de operación de HAARP, como parte de su campaña de relección en la Cámara de Representantes.
(Imagen: João Canziani)



El “domo óptico” desde donde los científicos siguen las evoluciones y el estado de la ionósfera.
(Imagen: João Canziani)



Sin duda buena parte del conspiracionismo en torno a HAARP se debe tanto al secreto con que se manejan sus operaciones, como el aspecto de sus instrumentos, con cierto aire de tecnología alienígena de uso reservado a unos cuantos.
(Imagen: João Canziani)



El centro de control digital, desde donde se operan las ondas radiales de alta frecuencia que producen las auroras artificiales.
(Imagen: João Canziani)



Los canales de HAARP se alimentan de estos generadores eléctricos de 3600 caballos de fuerza, alimentados de diesel.
(Imagen: João Canziani)



HAARP no es un programa de información clasificada, pero la circulación de datos que ahí se generan está sumamente controlada.
(Imagen: João Canziani)



“Detente y escucha el viento entre los cables. Es casi como una experiencia religiosa, tanto como la puedas alcanzar”, dice uno de los investigadores adscritos al programa.
(Imagen: João Canziani)



Aquí una muestra del alcance del programa.
(Imagen: Departamento de la Defensa)




Las siglas significan Programa de Investigación de Auroras Activas de Alta Frecuencia, pues al menos en apariencia su objetivo principal es estudiar la ionosfera —la capa con carga eléctrica de la atmósfera terrestre— generando auroras boreales artificiales.
(Las 182 antenas de plata con que HAARP funciona, de 22 metros de largo y 24 de separación entre sí. Imagen: João Canziani)



HAARP es uno de los programas de la inteligencia estadounidense que más sospecha ha despertado en las últimas décadas, pues se dice que experimentan abiertamente con la manipulación del clima, el control mental y el espionaje a grandes distancias y sutilmente sofisticado.
(La entrada a las instalaciones de HAARP, 300 km al norte de Anchorage, Alaska. Imagen: Noah Shachtman)

FUENTE: PIJAMASURF

LOS BENEFICIOS DE LA MÚSICA PARA TU MENTE

Un breve repaso por algunas de las psicomieles que la música derrama sobre nuestra mente; ojalá sirva esto como invitación a tomar las riendas de tu propio playlist existencial.





Analizando brevemente la historia humana, al menos los últimos cinco mil años, podríamos afirmar que la música ha sido uno de los más estimulantes y nobles acompañantes que hemos tenido. Ya sea para reafirmar nuestra existencia, para ambientar momentos épicos que se entretejen con nuestra cotidianidad, para acariciarnos en los momentos más duros del camino, o como eje de movimientos sociales o patrones culturales, lo cierto es que este exquisito producto de la creatividad humana resulta, invariablemente, una compañía casi inmejorable.

Es altamente probable que coincidas con las anteriores líneas –me resulta difícil creer que existan seres humanos imposibilitados de acceder a una deliciosa comunión con la música. Pero por si necesitaras algún re-afirmante, tal vez repasar la postura al respecto de algunos de los más ilustres pensadores de nuestra historia podría ayudarte:

Por ejemplo, el escritor Aldous Huxley advertía que “tras el silencio, aquello que mejor puede expresar lo inexpresable es la música”. Mientras que Nietzsche aseguraba que “sin música, la vida sería un error” o que en ella la pasión se auto-complace, y Beethoven anunciaba que la música es una revelación que supera toda filosofía y toda sabiduría. Y no solo podemos encontrar inspiradoras afirmaciones sobre esta gloriosa herramienta, su desbordante esencia también ha servido para dar vida a algunas de las más exquisitas metáforas, como aquella que reza: “tu eres la música mientras esta dura”, cortesía de TS Elliot, o cuando Lao Tzu explicaba que “la música del alma puede ser escuchada por el universo”.
Más allá de celebrar las mieles de la música, en esta ocasión me gustaría llevar su glorificación a un plano distinto, al de la psicología y la neurociencia. A continuación les comparto algunos beneficios, científicamente comprobados, que la música tiene para nosotros:



Reduce el dolor y diluye la ansiedad

Si partimos de la afirmación que el dolor físico es parcialmente subjetivo, entonces alterar la percepción de una persona puede cambiar la forma en la que se experimenta esa sensación. La música puede romper la repetitiva secuencia dolor-estrés-dolor que envía información a nuestro cerebro, y con ello disminuir significativamente la presencia de esta sensación. Pero también se ha comprobado que la música actúa sobre el sistema opiáceo de nuestro cerebro, y cuando una persona escucha música que le es grata, ese estímulo puede activar dicho sistema, lo cual permite combatir la sensación de dolor físico.[1]

Estimula la alegría
A pesar de que esta afirmación resulta obvia para muchos de nosotros, lo cierto es que también existe un fundamento neuronal para explicar este fenómeno. De acuerdo con un estudio de la Universidad McGill, exponerte a música que disfrutas detona la producción de dopamina, neurotransmisor que activa el mismo centro de placer que estimulan las experiencias sexuales o gastronómicas.

Favorece la concentración

Según el psicólogo clínico Jonas Vaag, miembro activo del Nord-Trøndelag Health Trust, en Noruega, cierto tipo de música, particularmente la clásica, y aún más específicamente las piezas barrocas de compositores como Hendel y Bach, auxiliarán a tu mente para concentrarse y organizar información con mayor destreza. Aparentemente sorprender a tu mente estimulándola con un sonido distinto al que espera, pero como parte de una dinámica armónica, ayuda a que se afinen, instantáneamente, las regiones cerebrales encargadas de la atención y la anticipación.

En fin, debo confesar que en lo personal no requería de fundamentos neurocientíficos para consumar mi entrega total respecto a mis hábitos musicales. Pero creo que no deja de resultar emocionante el comprobar que aquellas sublimes sensaciones registradas a lo largo de nuestra vida, en compañía de música, aportan beneficios tangibles, y medibles, al funcionamiento de nuestra mente. Y si consideramos que la ‘realidad’, o al menos una buena porción de ella, se produce en la actitud mental que entretejemos, entonces podemos afirmar que la música, literalmente, puede ayudarnos a construir una mejor existencia. Y por eso los invito a ser los propios Dj’s de su vida, a tomar las riendas de tu propio playlist existencial, a conocer la manera en que tu ánimo reacciona ante específicos estímulos musicales, y a aprovechar , de forma tanto práctica como poética, las múltiples bendiciones sonoras que te rodean. Salud!

Twitter del autor: @paradoxeparadis / Javier Barros del Villar

[1] Bernatzky, G., Presch, M., Anderson, M., & Panksepp, J., 2011. Emotional foundations of music as a non-pharmacological pain management tool in modern medicine. Neuroscience and Biobehavioral Reviews35, 1989-1999.

FUENTE: PIJAMASURF

EL CODEX GIGAS O BIBLIA DEL DIABLO












El Codex Gigas (o la Biblia del Diablo) es un manuscrito con muchos misterios. Lo constituyen 624 páginas y pesa 75 kilos; mide 92x50.5x22 cm. Contiene a la Biblia, historias antiguas y cosas extrañas, como un dibujo de satanás (un personaje mitad hombre y mitad monstruo con cuernos y una lengua bífida, que levanta los brazos).

No se sabe quién lo escribió ni el porqué, ni si sus autores fueron más de uno, pero se cree que se terminó de escribir en 1230, con tinta de animales sobre 160 pieles de becerro en lugar de pergaminos.

Su escritura habría tardado, según los cálculos de expertos en letras, unos 20 años. Hay quienes señalan que su autor pudo haber sido un monje que tenía relación con los exorcismos, porque en la página 290 hay conjuros para curar enfermedades peligrosas.

Pero además sobre este libro ronda una leyenda: en 1230, en una fría celda de un monasterio, bajo la oscuridad de la noche, un monje negro (sus túnicas simbolizan la muerte terrenal) espera la muerte porque ha violado una grave regla monástica, y a la mañana siguiente será emparedado, aprisionado ladrillo tras ladrillo. Desesperado y para que lo perdonaran, había prometido a sus verdugos que en esa sola noche escribiría un libro, el más grande, que contendría la Biblia y toda la sabiduría humana. Así, su destino estaba entre el libro y la muerte. Entonces, comenzó a escribir página por páginas hasta que la mano con que lo hacía se entumeció. El tiempo transcurría. Imaginándose muerto, decidió pedir la ayuda de satanás, quien atendió a sus súplicas. Por eso se dice que el Codex Gigas fue guiado por la mano del diablo, de ahí que también se le llame la Biblia del Diablo.

Contenido 


El Codex contiene completa la versión «Vulgata» de la Biblia, a excepción de los Hechos de los Apóstoles y el Apocalipsis. También incluye una serie de enciclopedias, como las Etimologías de Isidoro de Sevilla, las Antigüedades judías de Flavio Josefo, la Chronica Boemorum (Crónica de los checos, redactada en latín en el siglo XII) de Cosmas de Praga y varios tratados de historia, etimología, fisiología, además de un almanaque con necrológicas y la lista de los hermanos del monasterio, fórmulas mágicas y otras noticias locales. 

Historia 

La leyenda señala que el autor del Codex Gigas fue condenado a ser emparedado vivo por un grave crimen y, para que la pena le fuera condonada, el monje propuso crear la obra en una sola noche, para gloria de su monasterio. 
Pero, para cumplir su promesa, tuvo que pedir ayuda al diablo. Una vez terminado su trabajo, el monje, como reconocimiento, incluyó disimuladamente un retrato de su "auxiliar" en el manuscrito. 
En Praga, el manuscrito, protegido por una tapa de madera, será expuesto al mismo tiempo que otros documentos relacionados con la Edad Media. 
Al final de la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), la Biblia del diablo fue tomada como botín de guerra por las tropas del general sueco Konigsmark, junto a otros objetos de arte de la célebre Kunstkammer de Prague del emperador Rodolfo II de Habsburgo (1552-1612). 
Se llevaron lo más valioso que había, dijo Hejnova. 
Los soldados también se llevaron el Codex Argenteus, compuesto de letras de plata y oro y creado hacia el año 750, y que actualmente se encuentra en Uppsala (centro de Suecia). Desde el siglo XVII, el Codex Gigas salió del territorio sueco en dos ocasiones, para ir al Metropolitan Museum de Nueva York en 1970, y a Berlín hace ocho años. 
En 1594, el emperador Rodolfo II rescató el manuscrito gigante de la oscura celda monacal de Broumov, incorporándolo a sus espléndidas colecciones de objetos raros. 
Cuando las tropas protestantes suecas tomaron en 1648 el Castillo de Praga, se apoderaron de las colecciones rudolfinas. Desde ese mismo año la Biblia está depositada en la Biblioteca Real de Estocolmo.

FUENTE: MUYINTERESANTE; TARINGA