CALIGRAMAS QUE COMPONEN CONSTELACIONES CON PALABRAS DE UN MANUAL DE ASTROLOGÍA Y QUE ILUSTRAN POEMAS DE HACE 2,300 AÑOS
El libro conocido como Aratea, es uno de los objetos literarios más bellos. Se trata de una serie de poemas de Arato traducidos del griego al latín por Cicerón, los cuales describen una constelación astronómica. Encima del poema se añade un dibujo de la constelacón compuesto de palabras que describen la constelación provenientes del textos de Higinio Astronomica. Los puntos rojos marcan los nodos de cada estrella que compone la constelación. Abajo: Canis Major con un poema a Sirio.
Esta técnica es también llamada caligrama y fue popularizada por el poeta vanguardista francés Guillaume Apollinaire. El libro en cuestión es un precioso manuscrito creado cerca del año 820 en Francia y actualmente se encuentra en el British Museum. Más fotos en Public Domain Review
PARA ENFRENTAR ESTA SITUACIÓN, LOS ESTOICOS, EN ESPECIAL EL FILÓSOFO EPICTETO SOLÍAN DECIR POR AQUELLA ÉPOCA DEL SIGLO II, EN EL ENTONCES NICOPOLIS –OESTE DE GRECIA–, QUE SÓLO SOMOS RESPONSABLES DE NUESTRAS PALABRAS, CONDUCTAS, ACCIONES, ESFUERZOS, ERRORES, IDEAS Y CONSECUENCIAS DE TODO LO ANTERIOR.
Chismes, ataques gratuitos, despidos, asaltos, rupturas amorosas, son acciones que pueden afectarnos psicoemocionalmente y que, más allá de encargarnos de regular nuestras emociones, no podemos hacer nada para mejorar la situación. Sin embargo, parecería casi imposible no dejar de sentir frustración, enojo e incluso coraje en contra de las personas que están haciéndonos sentir mal con nosotros mismos.
Para enfrentar esta situación, los estoicos, en especial el filósofo Epicteto solían decir por aquella época del siglo II, en el entonces Nicopolis –oeste de Grecia–, que sólo somos responsables de nuestras palabras, conductas, acciones, esfuerzos, errores, ideas y consecuencias de todo lo anterior; lo demás de los demás, no son nuestra responsabilidad y por tanto no estamos obligados a reaccionar al respecto. Según él, es fundamental entender la diferencia entre lo que es y lo que no es responsabilidad de uno y actuar en función de ello, para convertirse en un ser psicológicamente invencible, capaz de sobreponerse ante las altas y bajas de la fortuna.
Esta práctica no se trata de ignorar las acciones de autrui, sino de tomar consciencia de las propias y así sentirnos en dominio de nosotros mismos. En palabras de Epicteto,
Somos responsables de algunas cosas, mientras que de otras no lo somos. Las primeras incluyen nuestro juicio, nuestro impulso, nuestro deseo, aversión y facultades mentales en general; las segundas incluyen el cuerpo, las posesiones materiales, nuestra reputación, estatus –en una palabra, cualquier cosa en la que no poseemos poder para controlarlo. … [S]i tienes la idea correcta sobre lo que realmente te pertenece y lo que no, entonces nunca estarás bajo el yugo de la obligación ni de los obstáculos, nunca serás criticado ni culpado por nadie, y cualquier cosa que hagas será de manera consciente. No tendrás ni un solo rival, nadie te hará daño, porque serás una prueba en contra del daño de cualquier tipo.
Esto quiere decir que una vez que se preste atención hacia las acciones de uno mismo, entonces la dicotomía del control comienza a tener numerosas aplicaciones en el día a día. Pues de alguna manera las metas externas comienzan a convertirse en logros internos a través del esfuerzo, la dedicación, la motivación, la trascendencia.
Por ejemplo, el trabajar diario y mejorar el CV para una posible promoción laboral: si bien la meta es conseguir el nuevo puesto de trabajo, nada ni nadie asegura que lo puedas conseguir, ya que existen variables independiente del esfuerzo realizado –tales como la competencia de entre los empleados o incluso la posibilidad de no caer bien, por la razón que sea, al jefe–. En consecuencia, el convertir la meta externa en objetivo interno nos prepara mentalmente a aceptar cualquier cosa positiva o negativa con ecuanimidad sabiendo que a veces el universo nos favorecerá y otras veces, no. De modo que explotar en ansiedad o enojo a la situación, sería agregar innecesariamente autolesiones emocionales, comprometiendo la felicidad y serenidad de uno mismo.
En otras palabras, esto no significa dejar de esforzarse o tener objetivos a corto, mediano y largo plazo. Sino de continuar realizando actividades que nos provean estabilidad, mejoría y trascendencia, reduciendo las expectativas y las desilusiones. Pues se trata realmente de enfocar la atención hacia lo que uno realmente es capaz de realizar, como en dedicar un entrenamiento riguroso a cualquier pasatiempo o estudios, desarrollar alternativas para mostrar el cariño y afecto hacia un vínculo cercano, poner en práctica herramientas de meditación y ejercicio, etcétera. Los resultados de estas acciones no están bajo nuestro control, pero sí nuestra actitud ecuánime en relación con las altas y bajas de la vida. Después de todo, dicen por ahí, una vez que uno aprende a estar en dominio de uno mismo, es capaz de controlar sus reacciones y así, a su vez, estar en dominio del medio ambiente.
En su libro La revolución de la pareja, el psicoterapeuta Rubén González Vera habla sobre la importancia de educarse a nivel emocional para desarrollar una relación de pareja saludable, y dedicarse a ella con el mismo desempeño e inversión que se realiza en la educación profesional. De lo contrario existe un alto riesgo de caer en falsas premisas del amor, resultando en muchos malinterpretaciones, traumas, inseguridades, rencores… Y pese a lo que siempre nuestros padres y películas dijeron, que el amor todo lo puede, la realidad es que no es así: uno termina envuelto en una relación de pareja tóxica que, a la larga, merma la esencia y el bienestar tanto de uno como de una familia entera.
En las últimas décadas, especialistas en la salud emocional y relacionan consideran que existen conductas y premisas culturales que fomentan relaciones cargadas de celos excesivos, insultos, negligencia emocional, humillaciones, sumisión, violencia física, entre otros. Desgraciadamente tienden a normalizarse en la relación al tildarse de “conductas románticas” porque “es una manera de demostrar el amor.”
Una manera de descubrir que una persona está en una relación tóxica es ser sincero con uno mismo y observar si alguno de estos síntomas forman parte de la vida en pareja:
– Hay un “Pero tú lo has hecho también/peor” Se trata de un fenómeno en el que ambos miembros continúan reclamando y culpando los errores que el otro cometió semanas, meses o años atrás. Por ejemplo, puede que A reclame semanalmente una conducta seductora que B realizó años atrás, y B le reclame a A sobre la manera de relacionarse con algún compañero de trabajo. Ambos actúan con la intención de remover su “derecho a estar celosos.” Sin embargo, esta dinámica posee su base en el abuso de poder, en donde uno pretender tener el control sobre el otro mediante la manipulación y el sentido de culpa o vergüenza. En el caso que se prolongue durante mucho tiempo, la pareja no sólo vivirá en una sensación de desgaste energético y emocional, cualquier mínimo error o malinterpretación será pretexto de cualquier debacle.
En su lugar, los terapeutas de pareja recomiendan que cada persona aprenda a elaborar y regular aquella acción que los lastimó de manera individual. Es decir que si hubo una conducta de A que lastimó a B, el último puede esforzarse para remediar el daño y el primero, para superar el dolor lo más pronto posible.
– Tener conductas pasivoagresivas Es decir, en vez de ser directos y claros con aquello que puede estar molestando, uno de los miembros de la pareja puede hacer comentarios –a veces bajo la excusa de ser broma– que nos hagan sentir humillados, insultados o culpen de alguna conducta. Los terapeutas de pareja recomiendan hablar de manera abierta acerca de los sentimientos y sus deseos, recalcando que la otra persona no es responsable ni está obligada a cumplirlos, sólo puede apoyar con su amor y esfuerzo hacia el bienestar mayor de la relación.
– Hay amenazas de ruptura o de vida Ante el menor roce, crítica o queja, surge la amenaza de terminar la relación. Por ejemplo, cuando A siente que B está siendo frío, en vez de comentar “Siento que a veces eres frío”, expresan “No puedo salir con alguien que es frío conmigo todo el tiempo.” Este tipo de comentarios no sólo fomentan chantaje emocional, también cantidad desbordante de estrés, crisis, inseguridad y manipulación.
Es normal y saludable molestarse con la pareja, pues se trata de la interacción entre dos seres humanos. Por ello es indispensable aprender a comunicar esos pensamientos y sentimientos negativos sin la intención de lastimar ni lastimarse más; y mucho más, el poder comprender que el compromiso con una persona es diferente a verse obligado a disfrutar cada parte de la pareja. Es decir, uno puede estar eternamente devoto a alguien y enojarse con la misma persona en ocasiones.
– Culpar a la pareja de las emociones y reacciones de uno Supongamos que uno pasó un mal día en el trabajo y la pareja no se encuentra tampoco en el mejor de los estados. Es común resentir el trato de la otra persona como insensible, y por tanto actuar en función de esa interpretación. Sin embargo, el culpar a las parejas de las acciones y sentimientos de uno tiene a ser un “tira y afloje” hasta derivar en una pelea. Uno sólo es responsable de las emociones y acciones de uno. Eso incluye el ser capaces de pedir verbalmente deseos, necesidades y cuidados; de esa manera uno se puede volver responsable de las propias emociones y así notar la diferencia entre apoyar y verse obligado a apoyar a la pareja. De lo contrario, se tiene el riesgo de caer en un circuito de codependencia, cargado de resentimiento y expectativas sin cumplir.
– Hacer escenas de celos Los celos, en exceso, siempre son tóxicos. Las pláticas, flirteos, tocamientos, llamadas, textos, salidas, pueden ser causa de celos. Sin embargo, al hablar sobre celos surgen preguntas como: ¿acaso la pareja no tiene un pasado y la misma libertad de uno para vincularse con distintas personas?, ¿acaso no confiamos en que la elección que uno mismo hizo es la adecuada, y por tanto elegimos a una persona leal a la relación?, entre otros.
– Comprar las soluciones a los problemas de pareja Es común que ante una serie de conflictos, la pareja decida casarse o tener un hijo. Si bien la excitación del principio puede generar adrenalina, el evento no desaparecerá mágicamente el problema y en su lugar brindará precedentes insalubres en la relación de pareja. Por ello es siempre recomendable comunicarse para resolver un problema; y si, por ejemplo, la confianza se rompió, se puede volver a construir con acciones de intimidad, comunicación y aprecio.
CUANDO EN MÉXICO SE ESCUCHA DECIR “AHORITA LLEGO”, SIGNIFICA “ESTARÉ AHÍ DENTRO DE UN INDETERMINADO TIEMPO” (PORQUE PROBABLEMENTE APENAS SE ESTÁ SALIENDO DE CASA).
Se le ha llamado “Efecto ahorita” a la manera que los mexicanos tienen de manipular el tiempo a su antojo, de adaptar la lengua a su cosmología casi ancestral en la actualidad. Ahorita puede resultar en 15 minutos, una hora, una tarde o quizá nunca. Sin embargo, eso es algo que sólo un mexicano puede descifrar.
Múltiples extranjeros muestran su exasperación cuando entran en contacto con el ahorita mexicano. Anécdotas llueven, como el esperar toda una tarde para que técnicos de cualquier servicio y que, al último minuto, digan que mejor al día siguiente; como realizar una acción inmediatamente cuando su interlocutor mexicano lo esperaba dentro de un rato; como preguntar “Ahorita, ¿cuándo?” después de haber dejado pasar dos horas desde el primer ahorita. Al principio, pueden tildar esta actitud como insegura o laxa; después, cuando han estado en contacto constante con la cultura mexicana, la asumen con gracia e incluso hasta con una sorprendente ligereza transmitida mediante la expresión “Ya será”.
Para laDoctora Concepción Company, lingüista e investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México, “Cuando un mexicano dice ‘ahorita’, puede significar mañana, dentro de una hora, cinco años o nunca.” Es decir que cuando en México se escucha decir “Ahorita llego”, significa “Estaré ahí dentro de un indeterminado tiempo” (porque probablemente apenas está saliendo de casa); o “Ahorita regreso”, “Volveré pero no sé a qué hora precisa”. Incluso, “Ahorita” puede ser utilizado como una manera cordial de rechazar una oferta; como por ejemplo, “¿Quieres un café, té o agua?” / “Ahorita, gracias.”
Pero entonces, ¿cuándo es ahorita con un ahorita? Existe una tendencia evidente de los mexicanos en hacer un uso extenso del diminutivo. Y si bien “ahorita” goza de la cualidad de ser diminutivo para indicar inmediatez, los mexicanos la usan como una manera de romper el espacio entre el emisor y el receptor para disminuir la formalidad, seriedad o angustia del momento. Según Dr. Company, al agregar el diminutivo reduce la urgencia en vez de incrementarla –como en otros países hispanohablantes–.
La especialista en el lenguaje agrega que si, por un lado, la “i” del ahorita se arrastra –suena durante más tiempo–, la acción a la que se está refiriendo puede tardar mucho más de lo esperado o deseado; y si, por otro lado, se desea una acción en el momento, es preferible hacer alusión a ahoritita, pues “el sonido es corto, y los sonidos duros representan la idea de que las cosas se necesitan hacer de inmediato.”
Es verdad, no todos se acostumbran a “este vago concepto de conseguir un objetivo en un punto indeterminado en el futuro”. Sin embargo, la ruptura del código ahorita comienza en el momento de aprehender la premisa de vida de los mexicanos, en la cual hay permiso para las sorpresas, la relajación, la vida libre de prisas. Porque, según la especialista, la actitud hacia el tiempo en México se vuelve despreocupada: no importa si se empieza a tiempo un evento, porque el ahorita permite vivir en el aquí y en el ahora de la vida.
"Si un enfermo no se cura con alquitrán, trago o sauna, se va a morir." Proverbio finés.
Finlandia es el primer país del mundo en publicar su propio paquete de emojistemáticos, que simbolizan sentimientos, palabras y costumbres finlandesas difíciles de describir de otro modo. https://finland.fi/es/emoji/
Un buen ejemplo es la palabra "Kalsarikännit", en finés, describe la situación en la que alguien tiene muchas ganas de tomar alcohol en su casa, sólo o en intimidad, vistiendo ropa cómoda o interior y sin pretensiones de volver a salir a la calle después del trago.
"Perkele", es la madre de todas las palabrotas, y literalmente significa "demonio", pero tiene un significado mucho más grosero. "Para hacer que el palabro suene más potente y eficaz, proceda a hacer vibrar la “r”. ¡Vamos, con convicción!", explican.
"Sisu" explica lo que dice el dicho finés. “Los finlandeses atravesamos hasta una roca”. La naturaleza ártica les ha dado agallas, o “sisu”, como lo llaman. De hecho, Finlandia ha inventado un montón de productos irrompibles y perdurables, como el viejo teléfono Nokia 3310, que es famoso por ser, en fin… ¡Indestructible! Y también inventó el coctel molotov, conocido en finés como Polttopullo o también por Molotovin koktaili. Molotov no inventó el cóctel que lleva su nombre. Los finlandeses lo bautizaron así como un insulto hacia él. La historia empieza en 1939, cuando Molotov autorizó la invasión ilegal de Finlandia, semanas después del estallido de la segunda guerra mundial. Declaró en comunicados radiofónicos que las bombas que lanzaban los aviones soviéticos eran, en realidad, paquetes con alimentos para la hambrienta población finlandesa. Los finlandeses mostraron resistencia con estos explosivos y los llamaron "cócteles Molotov" como un chiste: eran la bebida que acompañaba a los paquetes de comida. La Guerra de Invierno contra los rusos la ganaron con mucho "sisu", muchas cargas explosivas y esas “granadas de los pobres".
"Sauna", por supuesto, también está, y es una palabra finlandesa. El 99% de los finlandeses van a la sauna por lo menos una vez por semana y mucho más cuando visitan su casa de verano en el campo. Este ritual del baño se ha repetido en Finlandia por miles de años. La sauna proporcionaba alivio para limpiar y calmar los músculos doloridos de las tareas del campo. Incluso las mujeres daban a luz en las saunas tradicionales, pues las paredes estaban cubiertas de hollín, naturalmente resistente a las bacterias, por lo que era considerada la habitación más limpia en la casa. Las saunas también fueron, además, el lugar para los rituales de purificación antes del matrimonio y los cuerpos de los muertos eran lavados y preparados para el entierro en esos bancos de madera. Los finlandeses dicen que la sauna es la farmacia de una persona pobre. "Si un enfermo no se cura con alquitrán, trago o sauna, se va a morir", dice un proverbio (el alquitrán se utilizó históricamente como un antiséptico). Además, es un genial antiestrés: el Parlamento finlandés tiene su propia sauna para que los diputados debatan dentro de ella, desnudos. El expresidente y Nobel de la Paz, Martti Ahtisaari, utilizó la sauna para avanzar negociaciones desde Tanzania a Indonesia.
"Torilla tavataan" significa "nos vemos en la plaza del mercado". La plaza es el lugar de los grandes eventos de celebración, como victorias del campeonato del mundo de hockey sobre hielo. Aunque exista el mito de que no son mucho de hablar, el IRC lo inventaron ellos. Fue el primer protocolo para chatear en internet. Ya no existe, pero siguen viéndose en la plaza del mercado.
Un trineo que reemplaza a una mochila para cuando hay que moverse por la nieve, es el"pulk".
“Kaamos” en finés es la temporada sin sol. Los inviernos finlandeses son oscuros e interminables. En Laponia, el sol brilla por su ausencia entre diciembre y enero. No tiene porqué tener relación ninguna, pero de media, una persona finlandesa consume doce kilos de café cada año.
Las "Noches Blancas" son esos días en los que que hace sol cuando te levantas y hace sol cuando te acuestas. Los días son interminables y la luz es blanca. El amor anda suelto en esta época del año: la mayoría de los niños finlandeses nacen nueve meses después de la Noche de San Juan, la fiesta del solsticio de verano.
"Kokko" es la hoguera finlandesa. Y dicen:
"– Kokoo koko kokko kokoon! – Koko kokkoko? – Koko kokko."
Significa: "construyamos juntos la hoguera de San Juan! - Toda la hoguera de San Juan? - Sí, el conjunto hoguera de San Juan."
El finés, además, es una lengua que es capaz de decir en una sola palabra "Me pregunto si debería correr sin rumbo?'' '' Juoksentelisinkohan? "