El banco de origen inglés HSBC se encuentra envuelto en un polémico escándalo al encontrarse que prestó su ayuda para lavar dinero, sobre todo a grandes capos del narcotráfico, terroristas y líderes políticos de gobiernos corruptos.
HSBC se encuentra envuelto en uno de los escándalos bancarios más sonoros de los últimos años (durante los cuales, por cierto, la reputación de casi todas las instituciones financieras ha ido en franco declive hacia el desprestigio). De acuerdo con una investigación del Senado estadounidense, este banco de origen inglés ha ayudado en el lavado de dinero de grandes narcotraficantes, terroristas y políticos ligados con la corrupción en sus respectivos países.
Según la información, HSBC, por medio de sus subsidiarias locales, transportó miles de millones de dólares en efectivo y en cheques de viajero en vehículos blindados, ambos de origen sospechoso, y permitió que capos mexicanos de la droga compraran aviones con dinero lavado en cuentas bancarias con sede en las Islas Caimán.
Asimismo, se realizaron otras transacciones caudalosas en países sancionados por el gobierno de Estados Unidos como Irán, Siria, y se prestó ayuda a un banco saudí vinculado con la organización terrorista Al-Qaeda para trasladar dinero a territorio estadounidense.
Ante estos resultados obtenidos en casi una década de investigaciones a instancias del Departamento de Justicia de Estados Unidos, directivos de HSBC se disculparon por los errores y aseguraron que estos serían corregidos.
Paul Thurston, director ejecutivo de la firma, se dijo horrorizado ante lo sucedido. Para el caso mexicano, sin embargo, Thurston refirió las condiciones extremas que se viven en el país, donde los empleados enfrentan riesgos de extorsión, soborno y secuestro.
En años recientes HSBC trasladó hasta 7 mil millones de dólares de México a bancos estadounidenses, dinero que en buena parte fue producto de operaciones ilícitas relacionadas con el narcotráfico. Según testimonio de Leopoldo Barroso, ex director de HSBC contra el lavado de dinero, entre 6 y 7 de cada 10 quejas sobre esta práctica proceden de México.
Sea como fuere, la colaboración de HSBC con los capos del narcotráfico no se limita al transporte de su dinero, pues se sabe que cuentas tenidas en sucursales de las Islas Caimán (conocido paraíso de los evasores fiscales) se utilizaron por traficantes de droga para comprar aviones.
Pero esto es apenas el inicio de un asunto que se adivina mucho más profundo y que, de entrada, revela el importante y todavía ignorado papel que tienen los bancos tanto en el narcotráfico en particular como en otros problemas de corrupción en general.
HSBC se encuentra envuelto en uno de los escándalos bancarios más sonoros de los últimos años (durante los cuales, por cierto, la reputación de casi todas las instituciones financieras ha ido en franco declive hacia el desprestigio). De acuerdo con una investigación del Senado estadounidense, este banco de origen inglés ha ayudado en el lavado de dinero de grandes narcotraficantes, terroristas y políticos ligados con la corrupción en sus respectivos países.
Según la información, HSBC, por medio de sus subsidiarias locales, transportó miles de millones de dólares en efectivo y en cheques de viajero en vehículos blindados, ambos de origen sospechoso, y permitió que capos mexicanos de la droga compraran aviones con dinero lavado en cuentas bancarias con sede en las Islas Caimán.
Asimismo, se realizaron otras transacciones caudalosas en países sancionados por el gobierno de Estados Unidos como Irán, Siria, y se prestó ayuda a un banco saudí vinculado con la organización terrorista Al-Qaeda para trasladar dinero a territorio estadounidense.
Ante estos resultados obtenidos en casi una década de investigaciones a instancias del Departamento de Justicia de Estados Unidos, directivos de HSBC se disculparon por los errores y aseguraron que estos serían corregidos.
Paul Thurston, director ejecutivo de la firma, se dijo horrorizado ante lo sucedido. Para el caso mexicano, sin embargo, Thurston refirió las condiciones extremas que se viven en el país, donde los empleados enfrentan riesgos de extorsión, soborno y secuestro.
En años recientes HSBC trasladó hasta 7 mil millones de dólares de México a bancos estadounidenses, dinero que en buena parte fue producto de operaciones ilícitas relacionadas con el narcotráfico. Según testimonio de Leopoldo Barroso, ex director de HSBC contra el lavado de dinero, entre 6 y 7 de cada 10 quejas sobre esta práctica proceden de México.
Sea como fuere, la colaboración de HSBC con los capos del narcotráfico no se limita al transporte de su dinero, pues se sabe que cuentas tenidas en sucursales de las Islas Caimán (conocido paraíso de los evasores fiscales) se utilizaron por traficantes de droga para comprar aviones.
Pero esto es apenas el inicio de un asunto que se adivina mucho más profundo y que, de entrada, revela el importante y todavía ignorado papel que tienen los bancos tanto en el narcotráfico en particular como en otros problemas de corrupción en general.
FUENTE: PIJAMASURF
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