Aunque existen muchas bromas y chistes al respecto, ningún órgano es tan importante como el señorcerebro. Hoy, prácticamente podemos sustituir cualquier otro en nuestro organismo, ya sea mediante un trasplante, o hasta con uno construido en un laboratorio, pero no así el cerebro. Por eso, es sumamente importante para las ciencias y es objeto de innumerables estudios e investigaciones en extremo complejas. Sin embargo, aún queda muchísimo por descubrir de este misterioso órgano y por ende, también son innumerables los mitos y las falsas conjeturas elaboradas sobre el mismo. Échale un vistazo a estos 8 mitos sobre el cerebro tirados abajo por las ciencias, como debe de ser.
Escuchar a Mozart lo hace más inteligente
Aunque, por supuesto, escuchar a Mozart es casi una experiencia sobrenatural, el mito de que escuchar música clásica te vuelve más inteligente es falso. El mito sobre que hacerlo puede aumentar tus capacidades intelectuales (lo que se llama “el efecto Mozart”) surgió en el año 1990, cuando un experimento sugirió que los estudiantes que escuchaban a Mozart mientras estudiaban y hasta 10 minutos antes de una prueba, conseguían mejores calificaciones. Todo tipo de productos, desde libros a discos compactos sobre el tema se lanzaron al mercado, pero lo cierto es que ninguna otra prueba se llevó a cabo, el hecho parece funcionar pero sólo en determinadas partes del cerebro. Funciona con zonas referidas al rendimiento de ciertas áreas temporales, lo cual es diferente a decir que te vuelves más inteligente.
Se arruga un poco más con cada nuevo conocimiento adquirido
Falso. El cerebro no es completamente gris como se lo muestra en la televisión, también tiene tintes blancos, rojos y en ocasiones, negros. La gente se refiere a menudo al cerebro y le da un color grisáceo, por ejemplo, el detective Poirot de las historias de la famosa escritora británica Agatha Christie, quien siempre habló de las “pequeñas células grises” en alusión a lamateria gris del cerebro. Las historias de misterio de la señora Agatha son sensacionales, pero lo cierto es que la materia gris, que está en el cerebro y en la médula espinal, no es la única de color allí. El cerebro también tiene materia blanca, con fibras nerviosas que la conectan a la gris, sangre, que le da un tono rojizo y la llamada “substantia nigra” que en latín (sí, claro, adivinaste) significa “sustancia negra”. Ésta sustancia es negra porque contiene neuromelanina, que le da pigmentos a la piel, el cabello y demás, todo eso le da diferentes tonos al cerebro.
Los mensajes subliminales entran al inconsciente
Ay si! ¡Ay si! El gobierno, las corporaciones y los medios están diciéndome qué hacer y qué comprar con mensajes subliminales...no, si eres un tonto, es tu culpa. Los mensajes subliminales existen, son una palabra, una frase o incluso una imagen que se incrusta en otras imágenes o en sonidos para que entren al subconsciente e influyan en nuestro comportamiento. En 1957, Vicary, un investigador de mercado, aseguró utilizar este método y lo llamó “mensajes subliminales”, colocó un mensaje en una propaganda en 1/3000 th de segundo y las cifras parecían demostrar que daba resultado, por lo cual se prohibió en muchísimas partes. Lo cierto es que años después se descubrió que en realidad Vicary había mentido y que nada de esto era cierto. El célebre y patético caso en el que juzgaron a los gigantes del metal de Judas Priest volvió a hacer resurgir la cuestión, pero el juez determinó que no existía prueba científica alguna capaz de demostrar que lo que los padres de los niños suicidas decían era cierto.
El de los humanos es el más grande que existe
¡Y lo hiciste otra vez humano egoísta! Déjame decirte algo: no, tu cerebro no es exáctamente el más grande que existe. Aunque los científicos no se ponen de acuerdo al 100% sobre cuál es la definición única de lo que hace que una persona sea inteligente, sí están todos de acuerdo en que los seres humanos son los seres más inteligentes del planeta. Bien, pero con la idea de que “cuanto más grande, mejor”, que tanto le gusta a nuestras sociedades, entonces, no les resulta muy difícil razonar que los seres humanos deben tener los cerebros más grandes entre todos los animales. Pero no, no exactamente. El cerebro promedio humano tiene un peso de 1.360 kg., exáctamente igual al de los delfines, por otro lado, los cachalotes (considerados para nada inteligentes) tienen un cerebro que en promedio pesa 7.800 kg. Mientras que el cerebro de un animal tan inteligente como el de un orangután no pesa más de 370 grs. y el del un ave como el gorrión apenas 1 gr.. Las relaciones de tamaño existen, claro, somos la especie más inteligente, si, pero no tenemos el cerebro más grande.
La escena me encanta. Ya sabes, colocan al tipo maniatado en la guillotina, bajan el frío y filoso acero de golpe y ¡pam! Cae la cabeza, que sigue parpadeando y mirando a su alrededor unos cuantos segundos más como desesperado, aún con vida, aún pensante. El concepto se desarrolló durante la Revolución Francesa, cuando varios perdieron la cabeza en la guillotina. Según se relataba en las historias, Charlotte Corday fue enviada a la guillotina después de asesinar a Marat en 1793, pero cuando su cabeza se desprendió del cuerpo y hasta 30 segundos después de rodar por el suelo, cuando el verdugo tocó su mejilla, los ojos desorbitados de la mujer se lanzaron hacia él y su rostro entero tomó horribles rasgos de resignación. Muchas otras historias similares se conocen, pero lo cierto es que ésto no ocurre, en realidad son espasmos musculares, inconscientes y para nada deliberados. Pero hay algo de verdad en el mito y hoy los expertos aseguran que el cerebro entra en estado de inconsciencia 3 segundos después de desprenderse del cuerpo.
Se puede agujerear con el consumo de drogas
Sólo utilizamos el 10% del cerebro
Muy interesante, ¿verdad? ¿Ya habías escuchado estos mitos? ¿Conoces algún otro?
FUENTE: OJOCIENTIFICO
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