La taba, juego practicado por los criollos de varios países de América del Sur, no es un simple entretenimiento de azar. Además del factor suerte, requiere mucha destreza y por eso se dice que la taba no es para cualquiera. Y como hay también una apuesta de por medio, a la hora de jugar a la taba la amistad queda de lado, el orgullo y el egoísmo afloran, y los participantes quieren ganarles a sus rivales de cualquier manera.
Justamente, hay una historia que tiene que ver con los límites increíbles a los que son capaces de llegar las personas cuando practican este juego. Sucedió hace años en Durazno, Uruguay, y es muy conocida por los habitantes del departamento. Aquella vez, un brasilero y un uruguayo se enfrentaron en una partida de taba. Dicen que eran los mejores, pero sólo uno podía ser el ganador. Así que para defender su honor se desafiaron, dieron lo mejor de sí y no dudaron en arriesgarlo todo con tal de conseguir la victoria.
Justamente, hay una historia que tiene que ver con los límites increíbles a los que son capaces de llegar las personas cuando practican este juego. Sucedió hace años en Durazno, Uruguay, y es muy conocida por los habitantes del departamento. Aquella vez, un brasilero y un uruguayo se enfrentaron en una partida de taba. Dicen que eran los mejores, pero sólo uno podía ser el ganador. Así que para defender su honor se desafiaron, dieron lo mejor de sí y no dudaron en arriesgarlo todo con tal de conseguir la victoria.
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