De una sola vez se va nuestra vida.
En un día nos vamos, en una noche bajamos
a la región del misterio.
Aquí hemos venido nomás a conocernos.
Sólo estamos de paso en la tierra.
En paz y placer pasemos la vida.
¡Venid y gocemos!
Que no lo hagan los que viven enojados:
ancha es la tierra.
¡Ojalá viviera siempre,
ojalá nunca tuviera que morir!
Mientras vivimos, con el alma rota,
aquí nos acechan, aquí nos espían.
Pero a pesar de las desdichas,
a pesar de las heridas del alma,
¡no hay que vivir en vano!
¡Ojalá viviera siempre,
ojalá nunca tuviera que morir!
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