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martes, 15 de abril de 2014

SANTA COCA Y SAN PEYOTE: KOGUIS Y HUICHOLES


“Ustedes pueden ir a vivir al espacio exterior, está bien, pero no parecen capaces de volver al entendimiento de cómo vivir en armonía con la tierra. Eso es algo que olvidaron. Cuando entiendes eso, empiezas a entenderte mejor”. Jacinto Zarabata, kogui.

“No damos clases de esto, no lo platicamos en una escuela, con Tatewarí, que es el fuego, ahí es donde nosotros adquirimos conocimiento.”
Santos, Huichol.


KOGUI



"Como podríamos despreciar las milenarias tradiciones de los kogui. Un texto mítico recogido en las sierras nevadas de Santa Marta nos debe infundir el mismo respeto, la misma admiración por el vuelo del espíritu humano que un texto en sánscrito o un texto en latin o griego. ¿No es uno, el género humano?" Gerardo Reichel-Dolmatoff, antropólogo.

El antropólogo Gerardo Reichel-Dolmatoff demostró el parentesco de los kogi con los antiguos taírona. Los koguis, o jaguares, se hacen llamar los “hermanos mayores”, mientras todos los demás somos los “hermanos menores”. La diferencia entre los dos reside el conocimiento sobre la naturaleza.

“En occidente se le da privilegio al uso de las cosas en lugar de a su fuente. Ese es el error intelectual. Al final, todo es naturaleza”, afirma el líder Kogui, Jacinto Zarabata.



Tal vez ya ni 2.000 koguis son los que resisten de un pueblo que resistió todos los embates: la conquista española, los colonos que les quitaron sus tierras, los marimberos o traficantes de marihuana... Hoy sus enemigos son las enfermedades. La enfermedad para los kogui es una transgresión de la ley de equilibrio del universo: tiene que haber una mala conducta para que sobrevenga el mal físico. Tiene que haber una ruptura del dualismo con el que los kogui entienden el mundo: el sol y la noche, el bien y el mal, el hombre y la mujer.

Son de por si altivos y huraños como pocos. Así, han sabido preservar su cultura antigua a menos de 100 km del Caribe.

Los koguis se mueven incesantemente por Sierra Nevada, de casa en casa y de


finca en finca. Con su parca alimentación, si no fuera por la coca, no resistirían. El gran rito kogui es elmascar coca. Extraen de su mochila un puñado de hojas de coca, luego chupan cal con el palillo de su poporo (calabaza) Es un símbolo, dice Dolmatoff, de su dualismo sexual: el palillo lo masculino, la calabaza o poporo lo femenino. Pueden pasarse mucho rato frotando el palillo en el poporo: es algo que les relaja.

Todo cuanto es cóncavo, se asocia en seguida con las cabidades femeninas: la mochila, por ejemplo. Y también todo lo que es hueco, incluída la casa. A los ápices de sus casas, los llaman mauku-akula, de mauku, vagina, y akula, rama. Los hermanos mayores han sabido que es la materia y la realidad desde siempre. Dicen los Kogui “Nada existe sin el pensamiento”. lo que nosotros llamaríamos física cuántica.




Aunque son las mujeres las únicas que pueden cosechar la coca, y la tuestan (metiendo una piedra al rojo vivo en la mochila y agitándola), tienen prohibido la participación en el rito, ni mascar coca, ni el poporo o calabacito de cal. El hombre kogui piensa que el calor que la mujer desprende al dormir le hace daño, por lo que no duermen juntos. En realidad, teme que la mujer les haga olvidar lo que sabe.

La coca es su cultura, su entrada en el tiempo de los antiguos, su manera de ser koguis, hombres sobre la tierra. El problema es que no solo mascan coca, sino que en la introducción de productos exteriores, beben, lo que ayuda a un uso inmoderado de la coca.

Los mascadores de coca ven disminuidos su apetito sexual, pero no les importa, porque siempre han pensado que lo mejor de la vida es hablar de los misterios del mundo, y el comer y el sexo son incluso actividades molestas. Por eso, han pasado de 6000 hace 30 años a 2000, y han muerto un 40% de los niños.

Su territorio está lleno de puentes construídos por ellos y sus antepasados que 
son maravillas arquitecturas indígenas. 


El líder kogui Jacinto Zarabata aclara que “cada cosa que nos rodea es una construcción de recursos naturales y lo que los kogui ven es la fuente de esos recursos y no la cosa”.
Lamenta que el mundo occidental gire en torno a “la ambición por tener más”.


Lo que todos tienen yo también tengo que tenerlo, de otra manera los demás tienen poder sobre mí. Las consecuencias son evidentes, pero no parecen evidentes para ustedes”, indica.


“Ustedes pueden ir a vivir al espacio exterior, está bien, pero no parecen capaces de volver al entendimiento de cómo vivir en armonía con la tierra. Eso es algo que olvidaron. Cuando entiendes eso, empiezas a entenderte mejor”.



HUICHOL




Existe una tribu que todavía sigue comiendo y adorando a un cactus: los huicholes.

Bajo el signo del peyote, los huicholes de la Sierra Madre, perseveran en sus costumbres y ritos ancestrales. hacen peregrinaciones a una viricuta, el lugar sagrado donde buscan ese cactus que les eleva de su áspera realidad hacia su complejo y rico mundo sobrenatural, después de que el chamán bendiga con su mubieri, su cetro de plumas de águila, y el bufón o payaso se cuelgue su gato salvaje disecado y un ritual arco para que mate simbólicamente al dios venado, reencarnación del peyote. Cuando alguien encuentra al peyote, marca el lugar con plumas de gavilán.

El peyote les arrancará de la pesadez de la tierra y les abrirá, como escribió Aldous Huxley, "las puertas de la percepción" con sus 55 diferentes sustancias alcaloides.

El chamán construye un altar improvisado con el peyote, maíz y los cuernos de Tamatz Kauyumari, el venado.

“Fue Tamatz Kauyumari, el venado, que llego hasta allá para darle empuje a nuestro padre Sol que emergió de Reuunar. Cada peregrino que viene tiene que hacer el mismo recorrido que hizo Tamatz Kauyumari."



En Santa Bárbara, en la Sierra Madre, viven en rancherías y separados a lo largo del territorio. Su ritmo de vida es plácido y dedicado a lo social, a los tejidos y a sus fiestas. Sus tejidos representan la polícroma visión de su mundo tan influido por las visiones del peyote. En los trajes, sagrados, despliegan su simbolismo colectivo, son re-expresiones de sus representaciones colectivas. Una forma constante de identificarse como pueblo. Con la pintura amarilla urra se pintan soles en las mejillas como homenaje a tayau, el padre sol. El nombre tayau, dicen, proviene de la onomatopeya del sonido que hace el pavo al saludar al sol.

"Es extraordinaria la participación mística de los huicholes en su propia cultura." decía el antropólogo Lévy-Bruhl.

 

“No damos clases de esto, no lo platicamos en una escuela, con Tatewarí, que es el fuego, ahí es donde nosotros adquirimos conocimiento.” afirma Santos.

El hecho de que los huicholes se designen a sí mismos como "doctores", wixárika, indica la importancia que adquieren las cuestiones relacionadas con la religión, el ritual y la salud, si bien ésta no se refiere exclusivamente al cuerpo. El mara'akame, como se le llama al chamán huichol, no se dedica exclusivamente a curar a la gente sino que tiene otras funciones, en algunos casos más importantes, como la de ser guía espiritual del grupo, depositario de la memoria histórica y mítica, sacerdote o "funcionario" religioso y, en ocasiones, actúa como autoridad representativa.

El panteón huichol está compuesto por más de treinta dioses que se dividen de acuerdo a dos ciclos fundamentales: la temporada de lluvia y la temporada seca, la noche y el día cósmicos, la oscuridad y la luz, lo femenino y lo masculino. Entre las diosas de la temporada húmeda tenemos a la abuela crecimiento, takutsi nakawé; la madre tierra; la diosa del maíz, uteanaka; la que protege los partos, tuluviakame, etcétera. En cuanto a los dioses o personajes de la temporada seca sobresalen tatewarí nuestro abuelo fuego, tayau nuestro padre sol, akaitewarí el viento, paritzika deidad de la caza y de los venados, y otros muchos. La relación entre los dos bandos es lo que mantiene al mundo en movimiento, y todo ritual y relación con los dioses está encaminado a mantener ese equilibrio cósmico.

"El significado del peyote en la cultura huichol, a mi modesto entender, es el de un sacramento. Es una especie de comunión con la madre tierra, el padre sol y con el espíritu de la vida."
Paul Adams, etnólogo.

"Nosotros como wixraritari , le estamos pidiendo a nuestras deidades que el mundo siga existiendo y que nosotros podamos seguir existiendo.
Básicamente...
...aquí le estamos apostando la vida”
aclara el huichol Santos.



Fuentes:
http://www.ugr.es/~pwlac/G19_07Eugeni_Porras_Carrillo.html
http://www.masacalli.com/2012/02/guerra-florida-en-wirikuta.html
http://www.rtve.es/alacarta/videos/otros-pueblos/otros-pueblos-huicholes/1971334/
http://www.rtve.es/alacarta/videos/otros-pueblos/otros-pueblos-sierra-nevada-coca/2006426/
http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/geografia/geoco4v3/sierra.htm
http://revistamasacalli.blogspot.com.es/2012/09/hikuri-neirra-ii.html

HABITANTES DEL DESIERTO: TUAREGS Y BEDUINOS


TUAREGS


Repartidos por los territorios del Sahara occidental, las 300.000 personas que integran la población tuareg están repartidas entre Argelia, el sureste de Marruecos, Libia, Malí y Níger. Las diversas tribus, o kel, hablan variantes de la lengua tamacheq, de ascendencia bereber, y conservan una forma propia de escritura, tifinagh.


"Tuareg significa "abandonados", porque somos un viejo pueblo nómada del desierto, solitario, orgulloso: "Señores del Desierto", nos llaman. Nuestra etnia es la amazigh (bereber), y nuestro alfabeto, el tifinagh."



"A los tuareg nos llamaban los hombres azules por esto: la tela destiñe algo y nuestra piel toma tintes azulados.
Es el color dominante: el del cielo, el techo de nuestra casa."

explica Moussa Ag Assarid.


La tradición de esconder el rostro tiene un origen antiguo y poco claro: algunos investigadores la relacionan con elreparo de mostrar la boca ante los extraños y las mujeres, regla que todavía está vigente entre muchos pueblos saharianos. Su uso, dicen, también se puede deber al miedo a inhalar espíritus malignos.
Por lo que respecta a los tuaregs, sólo es respetada por los hombres. Las mujeres, en cambio, van con la cara descubierta, aún perteneciendo a la religión musulmana, y gozan de cierta libertad de movimientos y de una importancia notable en el interior de la comunidad, siendo la única depositaria de las tradiciones orales. La mujer es libre de escoger marido, y el matrimonio es monogámico. La estructura familiar es matrilineal, y esto es un legado de los ascendentes bereberes.



"Pastoreamos rebaños de camellos, cabras, corderos, vacas y asnos en un reino de infinito y de silencio. Si estás a solas en aquel silencio, oyes el latido de tu propio corazón. No hay mejor lugar para hallarse a uno mismo."



Con el desierto ante ti, no digas: ¡Qué silencio!
Dí: No oigo.
Con el desierto ante ti, no digas: ¡ qué aridez !
Di: ¡ qué extraña belleza
Con el desierto ante ti, no digas : ¡ qué inmensidad !
Di: ¿por dónde comienzo?
Con el desierto ante ti, no digas: ¡ qué pobreza !
Di: ¿qué más necesita mi pensamiento?
Con el desierto ante ti, no digas: ¡ qué soledad !
Di: soy lo que conmigo llevo 
Con el desierto ante ti, no digas: ¡ qué oscuridad !
Di: no veo, pero lo siento
Con el desierto ante ti, no digas: ¡ qué sed !
Di: ¿cuánto preciso beber? 
Con el desierto ante ti, no digas: ¡ imposible vivir !
Di: la vida es lo que he de aprender
Con el desierto ante ti, no digas: ¡ qué cansancio !
Di: ¡ cuánto camino por recorrer ¡ 
Con el desierto ante ti, no digas: ¡ no puedo más !
Di: si las dunas avanzan, yo también
Con el desierto ante ti, no digas: me doy por vencido
Di: seguiré, aunque quizás no llegue a mi destino Con el desierto ante ti, no digas: ¡ no hay nadie más !
Di: todos tenemos desiertos que atravesar y desiertos que coincidir
Con el desierto ante ti, no digas: la arena me abrasa
Di: con la arena se construyen casas 
Con el desierto ante ti no digas: estoy perdido
Di: tiene que haber algún camino
Con el desierto ante ti, no digas: jamás saldré
Di: lo que tiene comienzo tiene su fin.
Cuando estés ante tu desierto, piensa, que es uno de los paisajes más bellos de la tierra: no temas, en él está tu sustento
Di: allí aprendí lo más cierto.
Cuando estés ante el desierto no digas: ¡ qué silencio !
Di: no oigo.
(Anónimo touareg)



Para recordar todas las travesías por el desierto, transportando oro, sal, dátiles a cambio de mijo, cereales, telas... en largas caravanas de dromedarios, se mantiene el rito del té que se tomaba la noche en la que se establecía el campamento, y que se servía tres veces: una por el huesped, otra por uno mismo, y una tercera por Alá. Hoy en día, a los tres hervores se les proporciona tres grados diferentes de dulzor, que a su vez están asociados con tres grandes emociones: el primero, fuerte como el amor; el segundo, amargo como la vida; y el tercero, dulce como la muerte.
En el Teneré nigeriano, camina a una velocidad media de 38 kilómetros, desde las 6 a.m hasta las 22 p.m, la caravana de sal, la azalai. Las tentativas de sedentarización de los tuaregs han sido difíciles, debido a la intolerancia a que se les imponga cualquier restricción en sus desplazamientos.



"A los siete años ya te dejan alejarte del campamento, para lo que te enseñan las cosas importantes: a olisquear el aire, escuchar, aguzar la vista, orientarte por el sol y las estrellas. Y a dejarte llevar por el camello, si te pierdes: te llevará a donde hay agua.Allí todo es simple y profundo. Hay muy pocas cosas, ¡y cada una tiene enorme valor! Allí, cada pequeña cosa proporciona felicidad. Cada roce es valioso. ¡Sentimos una enorme alegría por el simple hecho de tocarnos, de estar juntos! Allí nadie sueña con llegar a ser, ¡porque cada uno ya es!


Lo que más me chocó en mi primer viaje a Europa fue que vi correr a la gente por el aeropuerto. ¡En el desierto sólo se corre si viene una tormenta de arena! Me asusté, claro. También vi carteles de chicas desnudas: ¿por qué esa falta de respeto hacia la mujer? me pregunté. Después, en el hotel Ibis, vi el primer grifo de mi vida. Vi correr el agua y sentí ganas de llorar. ¡Todos los días de mi vida habían consistido en buscar agua! Cuando veo las fuentes de adorno aquí y allá, aún sigo sintiendo dentro un dolor tan inmenso...


Ah, lo que más añoro aquí es la leche de camella y el fuego de leña. Y caminar descalzo sobre la arena cálida. Y las estrellas; allí las miramos cada noche, y cada estrella es distinta de otra, como es distinta cada cabra. Aquí, por la noche, miráis la tele...





Tenéis de todo, pero no os basta. Os quejáis. ¡En Francia se pasan la vida quejándose! Os encadenáis de por vida a un banco, y hay ansia de poseer, frenesí, prisa. En el desierto no hay atascos, ¿y sabe por qué? ¡Porque allí nadie quiere adelantar a nadie!"



BEDUINOS


  


"Habitante del desierto" es el significado badawi, palabra árabe que dió lugar al término beduino, ya que habitan en los desiertos de Arabia Saudita, Siria, Jordania, Irak e Israel.
Existen dos clases bien diferenciadas entre los beduinos: algunos pastores nómadas, se dedican al comercio. Se desplazan continuamente con la manada de dromedarios (excepto en los meses veraniegos) siguiendo un itinerario concreto dentro de un territorio tribal, o dirrah, que comprende pozo, oasis y pastos. La segunda clase, los fellahin son agricultores y se han hecho sedentarios; viven al borde del desierto. Las tribus dedicadas a la cría de cabras y ovejas, practican un seminomadismo trashumante en la búsqueda de agua y pastos.



"El desierto es el lugar natural para el beduino", dice Eid Jahalin "pero el gobierno no lo permite. Encierra a los beduinos como si fueran personas en una caja."


"En Nueva York no sé exactamente dónde estoy, pero si me encuentro en el desierto lo sé todo. Como vivo en el desierto, es fácil para mí afrontar los cambios, no como le pasa a la gente de las ciudades o aldeas.


El planeta es una pelota pequeña. Si alguien crea un problema o daña algo de un lado, se sentirá en otro, así que tenemos que protegerlo."



Al igual que los conflictos, que son resueltos teniendo en cuenta la responsabilidad colectiva: todo el grupo es responsable de las acciones cometidas por cada uno de sus miembros. Un jefe o shaikh, elegido por su valentía, generosidad y sabiduría, es el que se ocupa de estas cuestiones relativas a la justicia.


La tribu beduina cabila incluye grupos parentales de familias muy extensas, unidas por un antepasado y por fuertes lazos según un código de honor y lealtad, basado en la generosidad, obediencia y, sobre todo, hospitalidad.


"Todo el sector beduino se perjudicó con la transición de una vida nómada a un lugar fijo, pero los más perjudicados resultaron la mujer y los niños." afirma
Jadra Alsena.


"Antes de la transición, la mujer era la columna vertebral de la casa. Era creativa; era la que había edificado la casa con sus propias manos, cocinaba la comida, preparaba las verduras para el invierno y el verano, elaboraba todos los tipos de queso de la leche de los rebaños, las mantas, los vestidos, las almohadas. Todo lo que hay en la casa, lo hacía la mujer con sus propias manos. El hombre trabajaba la tierra y pastoreaba los rebaños. La ayudaba saliendo a buscar aceite de Gaza y de Jevrón, o de otros lugares.
Con la transición a una vivienda fija, se debilitó el estatus de la mujer; su anterior condición le fue quitada. Su marido sale a trabajar, y ella no hace nada. Su tarea básica consiste en criar a los hijos. Y también esto, sin que ella pueda enseñarles el mundo exterior. Ella no conoce todo lo que hay en el entorno. Su hijo va a la escuela y aprende cosas, y cuando le hace preguntas, ella no sabe contestarle, y eso le da la sensación de que ella no es importante. Y cuando su estatus desciende, asciende el del marido; ella se vuelve dependiente de él más y más, y él la domina.
Hasta que nosotras, yo y mujeres jóvenes como yo, decidimos que era necesario hacer algo que nos hiciera más llevadera la vida a nosotras y a nuestras hijas”.



El poblado de Laki´ia fue creado en 1990 con el propósito de persuadir a los beduinos de que abandonaran sus tiendas y se establecieran en poblaciones permanentes. Aún con todo, es conocido gracias a la gran fábrica de tejidos que hay en él, la cual produce alfombras y otros artículos tradicionales beduinos. La fábrica es una iniciativa de mujeres y fruto del trabajo de ellas. Pero en realidad, en el mundo beduino, la producción de tejidos siempre ha sido función femenina...




Fuentes:
"El planeta vivo. pueblos de la tierra." Mirella Ferrera, Gian Giussepe Filippi, Marco Ceresa.
http://www.lavozylaopinion.com.ar/cgi-bin/medios/vernota.cgi?medio=lavoz&numero=Abril%202007&nota=Abril%202007-9
http://www.ipsnoticias.net/2013/06/israel-trata-a-los-beduinos-como-gente-en-una-caja/
http://www.ilusionporviajar.es/index.php/entrevista-a-un-tuareg.html

ALQUIMIA: EL LEGADO CIENTÍFICO DEL MUNDO ÁRABE