Seguidores

viernes, 2 de enero de 2015

FOTOGRAFÍAS SURREALISTAS DE LA FIESTA "ILLUMINATI" ORGANIZADA POR LA FAMILIA ROTHSCHILD EN 1972

La experiencia onírica ya había sido contada por el mismo Dalí quién quedó maravillado por la imaginación de la anfitriona Marie Hélène de Rosthschild, conocida por su constante búsqueda de talentos en el mundo de la literatura, la danza y las altas costuras. No es muy común que se revelen fotografías de este tipo de fiestas, sin embargo aparecieron en la web, y afortunadamente se trata de una de las reuniones más importantes en la historia: Diner de Têtes Surrealistes.

La noche del 12 de Diciembre de 1972, una fiesta extraordinaria y lúgubre se llevó a cabo por la familia Rothschild, icónica dinastía de banqueros (Iluminati) que llegó a poseer la fortuna más grande en la historia del mundo moderno. La temática rayaba en la locura total: trajes negros sofisticados y opulentos vestidos largos acompañados de máscaras y cabezas surrealistas.

Los invitados selectos, de entre los que destaca Salvador Dalí y Audrey Hepburn, recibieron una invitación con las palabras impresas sobre un cielo azul nublado, inspirado en las obras de Magritte. El mensaje estaba escrito al revés para que pudiera ser descifrado mirándose a través de un espejo. El punto de encuentro fue el castillo Château de Ferrières de los Rothschild en París, mismo que cubrieron de luces rojizas en movimiento para simular que estaba en llamas. Ya adentro de esta especie de xendra luminoso, la escalera que transportaba al salón principal estaba invadida por gatos humanos (sirvientes disfrazados) que tomaban posiciones de estatuas felinas durmiendo. La fiesta no comenzaba sin antes haber cruzado por un laberinto de hebras negras marañosas que simulaban telarañas. Algunos invitados se perdían y eran rescatados por los sirvientes gatunos. El próximo viaje aterrizaba en el salón de bordado, donde los huéspedes eran recibidos por los mismos anfitriones: un hombre con sombrero de plato de naturaleza muerta y Marie Hélène, usando una gran cabeza de ciervo que lloraba lágrimas de diamantes. Finalmente eran encaminados hasta la sala de lujo que los esperaba con una variedad de elementos surrealistas: simulaciones de obras de arte como la de figura de Mae West de Dalí, maniquíes exhibidos sobre un gran plato de rosas y las mesas ostentosas para la cena, que lucían platos negros, muñecos desmembrados y cadáveres ficticios acompañados de velas románticas. Probablemente el menú fue ordenado desde el planeta Duku o las pleyades.



Tetes Surrealiste


Rothschild party Diner de Tetes surrealistes


Rothschild party Diner de Tetes surrealistes



Château de Ferrières


Tetes Surrealistes


Tetes Surrealistes


Tetes Surrealistes


Daí Tetes Surrealistes


Tetes Surrealistes



Diner de Tetes Surrealistes


Diner de Tetes Surrealistes


Tetes Surrealistes


Tetes Surrealistes


Tetes Surrealistes


Tetes Surrealistes


Tetes Surrealistes



Tetes Surrealistes



Tetes Surrealistes


Tetes Surrealistes


Tetes Surrealistes


Tetes Surrealistes



Tetes Surrealistes


Tetes Surrealistes

FUENTE: PIJAMASURF

HUMOR GRÁFICO - QUINO

PREGÚNTALE A LOS MUERTOS

Un venerable monje budista vivía prácticamente apartado del mundanal ruido, meditando y contemplando los dorados atardeceres. Sólo rompía su rutina para impartir sus enseñanzas místicas a un joven alumno. En una de estas sesiones le ordenó lo siguiente: “Querido mío, acércate al cementerio y grita toda clase de halagos a los muertos”. Eso hizo, antes de regresar ante el maestro.
¿Qué te respondieron los muertos?”, le preguntó el monje. “Nada”, dijo el muchacho.
Siendo así, tendrías que volver al cementerio y, una vez allí, insultar a los muertos”, continuó el maestro. Obediente, aunque sin entender ni el motivo ni la razón de lo que pedía, se dirigió de nuevo hasta el camposanto y, de pie en medio de las numerosas tumbas, soltó todo tipo de imporperios. ” ¿Qué te respondieron los muertos?”, volvió a preguntar el anciano monje. A lo que el alumno respondió con un lacónico “¡nada!
El maestro concluyó: “Así debes ser tú: indiferente como un muerto a los halagos y a los insultos de los demás. Quien hoy te elogia mañana te puede insultar y al revés. No seas como una hoja a merced del viento de los halagos e insultos y sé siempre fiel a ti mismo”.

 FUENTE: PENSAMIENTOCRITICO