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domingo, 29 de noviembre de 2015

DEPREDACIÓN VS SUPERVIVENCIA: ANIMALES EN EL MOMENTO JUSTO EN EL QUE CAPTURAN A SU PRESA (FOTOS)

La vida es un continuum, un tránsito incesante, una violenta oposición de contrarios. La vida sufre (o goza) la doble condena de morir y renacer, de no cesar nunca, de consumirse en medio de las condiciones más sufrientes pero también de resurgir en las más inesperadas. La vida, cambiando el sujeto en las líneas con que Borges finaliza su “Nueva refutación del tiempo”,

es un río que me arrebata, pero yo soy el río;
es un tigre que me destroza, pero yo soy el tigre;
es un fuego que me consume, pero yo soy el fuego.

Las fotografías que presentamos en esta ocasión podrían tomarse como ejemplo de la dialéctica violenta inherente a todo proceso vital. Se trata de escenas que comunes, corrientes en el sentido de cotidianas, pero al mismo tiempo síntesis instantáneas de la pulsión fatídica que, imprescindiblemente, anima la vida.

Depredación versus supervivencia: ¿la dinámica cíclica inevitable para nosotros que estamos vivos?

Si te interesa participar en la conservación de estas y otras especies visita lanaturalezanosllama.com y entérate de todo de los que esta haciendo Telcel para contribuir a la preservación de la biodiversidad. ¡Respondamos el llamado!

[My Modern Met]

Búho y ratón

Águila calva y pato


Halieto (águila pescadora) y pez

Pelícano y pez


Abubilla y oruga


Frailecillo y un puñado de peces



Garcilla india y ratón


Halcón de cola roja y roedor


Serpiente y pez


Oso pardo y salmón


Cocodrilo y pez


Foca leopardo y pingüino papúa

 
Cebra y hienas

FUENTE: PIJAMASURF

FOTÓGRAFO TARDA 6 AÑOS EN OBTENER LA FOTO PERFECTA DEL CLAVADO DE UN MARTÍN PESCADOR (FOTO)

UN MOMENTO NATURAL ÉPICO: EL MARTÍN PESCADOR ENTRA AL ESPEJO DEL AGUA EN PERFECTA SIMETRÍA

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La fotografía de la naturaleza es un arte casi meditativo en el que se necesita mucha paciencia. Un ejemplo extremo de esto es el trabajo de Alan McFayden, un fotógrafo que sostiene que lleva desde el año 2009 cazando la imagen perfecta de un martín pescador entrando al agua. Según McFayden este laborioso proceso tardó más de 4 mil 200 horas e implicó 720 mil fotos. Por suerte vivimos en la época digital; de otra forma, su obsesión le habría salido muy cara.

McFayden define la foto perfecta de un martín pescador como aquella tomada en el instante exacto en el que está penetrando el agua y que a la vez no muestre ningún splash. Además debe tener una composición simétrica; esto significa que no sólo el fotógrafo debe estar en el lugar correcto, sino que el pájaro debe también realizar un clavado perfecto.

La obsesión de este fotógrafo con dichas aves empezó cuando su abuelo lo llevó de niño a observarlas, y desde ese entonces quedó maravillado por su majestuosidad. Ahora puede compartir al mundo esta percepción de la belleza de estos pájaros, también conocidos como alciones, dueños de plumajes brillantes, un gran talento mimético y un altivo porte.

Ve más fotos de esta sesión

FUENTE: PIJAMASURF