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viernes, 10 de marzo de 2017

ETNOMATEMÀTICAS: LAS MATEMÀTICAS CÒMO CONSTRUCCIÒN CULTURAL



"Decimos que nuestros números, nuestra aritmética, nuestra matemática son "puras" "por la misma razón que ciertos animales lo son para los llamados salvajes: son puros porque no deben tocarse, pues forman parte de ese sustrato de creencias fundamentales que nos constituyen y sin las cuales se desfondaría el orden social" Emmánuel Lizcano.

Las etnomatemáticas es el estudio de la relación entre las matemáticas y la cultura. La forma en que entendemos las matemáticas influye en nuestra cultura y cómo vemos el mundo, mientras que nuestra cultura influye en cómo entendemos las matemáticas.

Sí, ese sistema de conocimientos objetivos, exactos, y rigurosos no es un modelo único. Las matemáticas también son productos culturales, y cambian, no solo de un lugar geográfico a otro, sino también de un momento histórico a otro. Contamos, medimos, calculamos, lo calculamos y diseñamos de manera diferente, y esto es algo bueno: responde a las necesidades que la sociedad impone. La etnomatemática invita a visibilizar el saber matemático presente en todas las culturas, como una forma de suscitar reflexiones críticas que permitan reconocer los propios saberes matemáticos.


"¿Qué ocurre si invertimos la mirada?" se pregunta Emmánuel Lizcano, matemático, filósofo y sociólogo. "¿Qué vemos si, en lugar de mirar las prácticas populares desde ‘la matemática’, miramos la matemática desde las prácticas populares? ¿Qué vería un algebrista chino, de ésos que despreciaban los primeros misioneros jesuitas, al observar las prácticas matemáticas que desarrollaban los Galileo, Descartes o Vieta que vivían en las ciudades centroeuropeas de la época? Vería, ciertamente, una gente muy torpe en el manejo de las ecuaciones algebraicas. Una gente en la que nuestro chino encontraría ‘rastros’ de ciertos conceptos, como los de zheng, fu y wu. Conceptos a los que esos exóticos europeos llamaban, respectivamente, ‘número positivo’, ‘número negativo’ y ‘cero’, aunque el empleo que de ellos hacían era aún muy primitivo. Vería que todavía en el s. XVIII de su era, la cristiana, el pensador al que ellos más apreciaban y llamaban Emmanuel Kant, aún discutía si "fu" debía considerarse o no un número, al que denominaba ‘negativo’, como si le faltara algo o fuera algo malo. Vería también ‘embriones’ de ciertas operaciones, como la operación "xiang xiao" (o ‘destrucción mutua’), mediante la cual sus antepasados chinos habían desarrollado un método con el que resolvían, desde tiempo inmemorial, sistemas de ecuaciones lineales con varias incógnitas. Y seguramente se indignaría al enterarse de que ese método fue objeto de piratería matemática y llegó a estudiarse en Europa como el método de Gauss, borrando toda huella de su origen.
Pero si nuestro algebrista chino fuera también antropólogo, (...) se  explicaría,  por  ejemplo,  las  dificultades  europeas  para  manejar  el  concepto  de  "wu",  que  en ocasiones  intuían  bajo  el  nombre  de  ‘cero’,  poniéndolas  en  relación  con  el  obsesivo  horror  al  vacío  que experimentaba  esa  cultura.  Un  horror  al  vacío  que  llevaba  también  a  sus  físicos  a    llenar  el  espacio  de fluidos misteriosos (como ése que llaman éter) y forzaba a sus pintores a llenar los cuadros de pintura, sin dejar que nada del lienzo vacío (wu) original quedara a la vista al finalizar la obra. ¿Cómo iban a moverse a gusto con los números positivos y negativos si carecían de los conceptos de yang y de yin? ¿Cómo no iban a considerar que sólo eran números naturales, los números positivos, si para ellos sólo existía lo que estaba lleno, lo que tenía entidad, y el resto eran sólo puras fantasías de la imaginación, como decía aquel tal  Descartes  para  referirse  a  esos  números  que,  por  eso,  llamó  números  imaginarios?  ¿Cómo  no  iba  aparecerles  absurda  una  operación  como  el  xiang  xiao  (o  ‘destrucción  mutua’)  cuyo  objetivo  era  obtener ceros  en  una  matriz  de  números,  es  decir,  construir  voluntariamente  esos  vacíos  que  tanto  horror  les producían? 



El etnólogo Marcel Granet advertía que en China: "Los  números  no  tienen  como  función  la  de  expresar magnitudes: sirven para ajustar las dimensiones concretas a las proporciones del Universo (...) En vez de servir  para  medir,  sirven  para  oponer  y  para  asimilar.  Las  cosas,  en  efecto,  no  se  miden.  Ellas  mismas tienen  sus  propias  medidas.  Ellas  son  sus  medidas”. “Los números  no  son  más  que  emblemas:  los  chinos  se  cuidan  mucho  de  ver  en  ellos  signos  arbitrarios  que expresan  forzosamente  la  cantidad”.

"El  número  chino" explica Lizcano,  "más  que  medir,  clasifica,  tiene  una  función principalmente  protocolaria.  Así,  el  ‘uno’  es  el  ‘entero’,  expresa  el  hueco  o  pivote  (que  también  se  dice como "tao") sobre el que gira la rueda, desencadenando las alternancias, las oposiciones y trans-fusiones de los  opuestos  entre  sí.  Estas  oposiciones  son  las  que  se  dicen  en  el  ‘dos’,  que  nada  tiene  que  ver  con  la suma de ‘uno’ más ‘uno’: ‘dos’ es la Pareja en la que alternan, distinguiéndose y confundiéndose, el yin y  el  yang.  La  serie  de  los  números  no  comienza,  pues,  sino  con  el  ‘tres’.  A  partir  del  ‘tres’,  primer número, los restantes números son etiquetas de ‘lo numeroso’, de lo cual el ‘tres’ es la síntesis: de ahí que en  él  se  exprese  la unanimidad.


"Los números yoruba no son adjetivos  o  adjetivos  sustantivizados,  como  los  nuestros  (hijos  del  sustancialismo  griego),  sino  verbos. Verbos  cuya  actividad  proyecta  lo  comunitario  sobre  los  objetos  a  contar.  Así,  su  sistema  numeral tampoco  comienza  por  el  uno,  pero  por  razones  bien  distintas  a  las  chinas  o  las  platónicas.  Su  sistema numeral  comienza  con  agregados,  en  los  que  sólo  después,  por  un  proceso  de  desagregación  o sustracción, se van produciendo fracturas, mediante el uso concurrente de las bases veinte, diez y cinco."

"Los  que,  desde  pequeños,  hemos  llamado  ‘números  naturales’  son tan poco naturales como el individuo, el mercado o la evidente "salida" del sol cada mañana. Es decir, su naturalidad es el refinado producto de una construcción social muy determinada."


Se  desconoce que el objeto matemático más antiguo de la humanidad  (35.000 años a.C.) el hueso de Lebombo, fue encontrado en Suazilandia (África del Sur). Se trata de un fragmento de hueso de mandril marcado con 29 muescas que servía para contar, calcular y llevar el tiempo, para controlar dos ciclos muy importantes para el ser humano, el lunar y el menstrual. Un calendario todavía  usado por algunos grupos khoisan en Namibia. Después, otro hueso llamado de Ishango, de hace 20.000, aparece en la ciudad de Leopoldville (hoy Kinshasa). Es una complejidad mucho mayor que el hueso de Lebombo. La columna central tiene 48 muescas, pero están agrupadas de manera significativa. Comienza con un grupo de 3 y luego otro de 6 (el doble); sigue un grupo de 4 marcas y otro de 8 (otra vez el doble); y luego aparece un grupo de 10 y otro de 5 (la mitad), para terminar con un grupo de 5 y otro de 7. Desde luego, no parecen fruto del azar o la arbitrariedad y revelan un cierto conocimiento de cálculos complejos, como la multiplicación y la división.

Pero las dos columnas laterales son aún más sorprendentes. En la izquierda, las muescas están agrupadas formando cuatro números, 19, 17, 13 y 11, es decir, todos los números primos comprendidos entre el 10 y el 20. Por su parte, en la columna de la derecha los números representados son el 11 (10+1), el 21 (20+1), el 19 (20-1) y el 9 (10-1).



Todos los números de las dos columnas laterales son impares y, además, en cada una de las dos columnas laterales se cuentan 60 muescas. La columna del centro tiene 48 marcas. Tanto el 60 como el 48 son múltiplos de 12 y esto no es una cuestión menor, ya que los pueblos africanos antiguos usaban la base 12 para contar y no la base 10 que es la aceptada hoy universalmente. Teniendo esto en cuenta, los números de la columna central cobran un nuevo significado: 3+6 (9, es decir, 12-3); 4+8 (12); 10+5 (15, es decir, 12+3) y 5+7 (12).

En la columna lateral derecha, sin embargo, parece que se utiliza la base 10, mientras que en la columna izquierda aparecen los números primos. Este hecho ha llevado a la conclusión a algunos matemáticos de que estamos ante una especie de herramienta que servía para hacer conteos usando las dos bases.

En otros yacimientos africanos, como Shankeinab (Sudán) y Nagoda (Egipto), se han encontrado petroglifos con incisiones similares a las de Ishango que también utilizan la base 12. Sin embargo, en todos los casos son posteriores, lo que apunta a que este lugar situado junto al lago Eduardo fue un auténtico centro de irradiación de cultura y conocimiento de la antigüedad.

Fuentes:
http://guinguinbali.com/index.php?lang=es&mod=news&task=view_news&cat=2&id=708
http://www.unavarra.es/puresoc/pdfs/c_salaconfe/0-Lizcano-03-1.pdf
http://www.redacademica.edu.co/archivos/redacademica/proyectos/pecc/centro_documentacion/caja_de_herramientas/serie_2_metodologias/etnomatematica_africana.pdf

MITRA Y ZOROASTRO: SOBRE DEVDAS Y ANGARAS


El desarrollo de las creencias religiosas está también relacionado con nuestra capacidad de contarnos historias orales y de crear historias a través de múltiples vínculos humanos a lo largo de la historia. Todos los libros sagrados son también una amalgama de diferentes versiones de diferentes historias que provienen de diferentes culturas en diferentes contextos históricos, políticos...

En general, las sociedades humanas no tendían a poner en duda las historias que escuchaban y que provenían de otros lugares, sino que simplemente las añadían a su bagaje cultural para ampliar su mirada al mundo. Eran sociedades en las que sus opciones de movilidad eran mucho más reducidas que la que disponemos ahora, y por lo tanto todas las noticias que volaban de boca en boca trascendiendo tiempos y fronteras eran realmente un tesoro.


Existen numerosas analogías entre los textos sumerios y egipcios y algunos de los libros de la Biblia. Ya lo expliqué en una anterior entrada:

El mitraísmo es una religión de origen persa de la que ha tenido mucha influencia el cristianismo. Convivieron durante un largo periodo de tiempo. Por eso es que estas dos religiones tienen muchas cosas en común. Es una religión "mistérica", como también lo son las religiones de Isis, Démeter, Cibeles. Las religiones mistéricas tienen en común que suelen dar, en rasgos generales, más importancia a las experiencias generales que a las normas o a las regulaciones. Se encarga más de los ritos de paso, de las ceremonias, de la congregación de la comunidad, inmiscuyéndose más en la vida de sus creyentes, que de las jerarquías y las reglas como institución religiosa. 

Mitra es el Dios del Sol, pero realmente significa "amistad" o "contrato". Simboliza el indiscutible valor de las relaciones sociales para la vida humana: la lealtad, la justicia y la verdad que van a ellas unidas. Mitra nace de una cueva, del vientre de Anahita, que significa "sin mancha" o "Inmaculada". Era virgen y patrona de las aguas puras. 



Mitra, como Dios Sol, es parte del lema "Sol Invictus" de Roma, que tanto gustaba a los soldados de aquel imperio, ya que el Sol se mostraba mucho más poderoso e inmortal que un profeta como Jesús. 

Todo lo que nos ha llegado de esta religión no proviene de lo que dejaron escrito los propios creyentes, sino de gente que había escuchado hablar de ella. Además, se han hallado muy pocos restos arqueológicos, ya que se basaba más en cultos que en doctrinas. Pero se cree que los mitraistas empapaban la cabeza de las personas bautizadas con sangre de un toro sacrificado, como el cristianismo utiliza el agua. Las misas se realizaban en domingo (de aquí que la palabra en inglés para domingo, "sunday", signifique "día del sol) a través de ceremonias y simbolizando la unión con el pan en forma de sol (de aquí que la hostia cristiana, la que el sacerdote católico consagra durante la misa y da a los fieles en la comunión, sea redonda) y bebían agua o vino. Los sacerdotes vestían de colores rojo y morado, utilizaban un anillo y una vara, haciéndose llamar "padre". En cuanto a las festividades, la más conocida es la del nacimiento de Mitra, el 21 de Diciembre. En Irán, hoy por hoy continúan celebrando una festividad estrechamente vinculada con el mitraísmo. 


Yalda también conocido como Shab-e Cheleh en persa, se ​​celebra en la víspera
del primer día del invierno (21 de diciembre) en el calendario iraní y cuarenta días antes de la próxima gran fiesta iraní "Jashn-e Sadeh (fuego del festival)". 
La víspera de Yalda (Shab-e Yalda) es también un punto de inflexión, ya que los días se alargan. Simboliza el triunfo de la luz y la bondad sobre los poderes de Oscuridad. Hay hogueras toda la noche para asegurar la derrota de las fuerzas de Ahriman, fiestas, actos de caridad y una serie de oraciones para garantizar la victoria total de sol, que es esencial para la protección de los cultivos de invierno.

¿Y quién es Ahrimán? 

De Zaratustra o Zoroastro, nos viene la dicotomía entre el bien y el mal: existe un príncipe del bien que se llama Ahura mazda, u Ormoz; y del mal: Ângra Maynu o Ahrimán. 


También creían en los ángeles, espíritus de luz. Nuestra palabra "ángel" viene del griego "angelos" que a su vez viene de la palabra persa "angara". Curiosamente, esta palabra, angara, viene del nombre del espíritu del mal "Ângra Maynu". 

Los ángeles o apóstoles alados del zoroastrismo son muchos, y podían ser mensajeros de mensajes con buenas o con malas noticias. Los ángeles del bien tienen nombres que nos recuerdan tanto a los valores que difunde el cristianismo como el "espíritu santo", "del pensamiento virtuoso", de "la rectitud", o de "la prosperidad". Los ángeles malos se describían como los de la negligencia, concupiscencia, envenenador, el que produce el veneno, y "del reinado opresor". 



Los yazidíes son la principal minoría étnica en Armenia. Rezan al Ángel Pavo
Real llamado "Melek Taus", y al sol, que es al astro al que parece que cantan los pavos al levantar su cuello. Los yazidíes, por su parte, todas las mañanas, tradicionalmente, besan aquel trozo de tierra que ha sido besado por los primeros rayos de sol de la mañana. Melek Taus es el Ángel Caído de otras religiones: Satanás, Lucifer. Malek significa ángel, rey, mensajero o enviado en árabe, y Tâwus, pavo. Pero aunque a los medios les encante remarcarlo, los yazidíes no son satánicos, simplemente porque no lo interpretan de la misma manera y no es tanto veneración como temor. Probablemente, el vocablo Tâwus proceda del antiguo dios del sol en Mesopotamia, Tamuz.


Los Devdas eran los demonios y los Asura o ahura, los dioses o seres benevolente. En la religión hindú, actualmente, los asura son las deidades demoníacas, y los devdas son los dioses benevolentes.

Nuestra palabra Dios o divinidad, de hecho, viene de esta palabra: "devdas".

FUENTE: UNAANTROPOLOGAENLALUNA

DÉJATE IMPACTAR POR LA ABISMAL NEGRURA DE ESTE GALLO (FOTOS)

MASCOTA GOTH: TANTO EL CUERPO COMO LOS ÓRGANOS INTERNOS DE ESTE ANIMAL SON ABSOLUTAMENTE NEGROS




Existe un animal en la Tierra cuyo cuerpo, tanto exterior como interior, es absolutamente negro. Cada pixel de esta peculiar raza, incluidos sus órganos internos y plumas, sus ojos y párpados, sus garras y cresta, está inmerso en una abismal negrura. Si consideramos que en diversas tradiciones el gallo es un animal asociado a sombríos rituales o que incluso se le liga a Satanás y combinamos esta impronta cultural con la ennegrecida constitución de esta raza, entonces podríamos entender por qué nos genera tal impacto contemplar a uno de sus ejemplares.

Ayam Cemani es el nombre de esta raza, cuyo origen se ubica en Indonesia, en la isla de Java. Su negrura la debe a una mutación genética llamada fibromelanosis que provoca que secrete un exceso de melanina, el cual se derrama en su tejido y termina imprimiéndose en todo el organismo. Este fenómeno ocurre durante la etapa embrionaria, y dicha condición le ha valido formar parte del folclor javanés desde el siglo XII y ser considerado en las tradiciones místicas y rituales de la población.





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FUENTE: PIJAMASURF

RECORRIDOS VIRTUALES POR LAS GRANDES CIUDADES DE LA ANTIGÜEDAD (VIDEO)

CUANDO LAS TECNOLOGÍAS DE VANGUARDIA SE ASOCIAN AL CONOCIMIENTO DE LA HISTORIA OCURREN COSAS INCREÍBLES




La realidad virtual (VR) es una tecnología que si bien cada vez tenemos más cerca, aún falta por realmente explotar. Sin embargo, una nueva era de realidad virtual está ya muy próxima, y su influencia en nuestra experiencia vital será mayor de lo que la mayoría imaginamos. La simple posibilidad de sumergirnos literalmente en situaciones, épocas o lugares que de otra manera nos son inaccesibles y que, con un poco de perfeccionamiento, estos entornos o vivencias logren tal nitidez que engañen a nuestros sentidos y nuestra mente, tiene un potencial descomunal.

En el campo de la educación, la realidad virtual tiene mucho que aportar. Tomemos por ejemplo la historia, una rama que por definición trata hechos distantes, o por lo menos ajenos, a nuestra temporalidad. Con un poco de VR la gente podrá no sólo estudiar la historia sino vivirla, "presenciar" sucesos históricos y viajar en el tiempo.

A propósito de esto, diversas compañías alrededor del mundo (entre ellas Hiverlab y Lithodomos) están abocadas a diseñar tours de realidad virtual a, por ejemplo, la antigua Roma, una iglesia medieval en Chipre o para visitar el Domus Aurea construido por Nerón en el siglo I. Y mientras termina de consolidare esta tendencia y se nos abre la puerta a viajar visualmente a otras épocas de la historia, ya podemos disfrutar de la visita que Lithodomos VR creó de la antigua Jerusalén:




FUENTE: PIJAMASURF

FE EN SÁNSCRITO: LA BELLÍSIMA ETIMOLOGÍA DE DOS PALABRAS EN LA LENGUA SAGRADA DE LA INDIA

2 PALABRAS SÁNSCRITAS PARA DECIR "FE" QUE NOS HACEN COMPRENDER LA NATURALEZA DE ESTA FORMA DE HACER APARECER LA REALIDAD DIVINA, ENTRANDO EN CONSONANCIA CON PRINCIPIOS ATEMPORALES




El sánscrito es una de las lenguas indoeuropeas más viejas y, como tal, una de las fuentes primordiales de muchas de las lenguas que más se hablan hoy en día. Literalmente sánscrito significa la "lengua perfecta" (o bien construida) y por siglos fue únicamente recitada oralmente como la lengua litúrgica de los Vedas. Es, por supuesto, la lengua de los mantras, esos fonemas numinosos de origen inmemorial que capturan lo divino y que son capaces de modificar el mundo, según las creencias de las grandes religiones de la India. En el sánscrito está cifrada buena parte de la sabiduría místico-religiosa de la humanidad.

En el sánscrito se encuentran preciosos tesoros, palabras con campos semánticos vastos pero que en su origen nos acercan a la magia de las palabras que captura una sabiduría milenaria. Como ejemplo tememos dos palabras que se utilizan en sánscrito para referirse a lo que en español conocemos como "fe" (hay que recordar que el sánscrito es una lengua de devoción y de investigación de la conciencia, así tenemos múltiples palabras para "fe" y para "conciencia"). En las dos palabras que analizaremos a continuación se hace una muy interesante conexión entre la fe y una forma de percibir o sentir y guiar a la conciencia a través del cuerpo. La fe está en el corazón y en la respiración. Cada acto, cada percepción puede transformarse en una oración.

La primera de estas palabras es "viśvāsa" विश्वास, la cual suele traducirse como "fe o confianza", pero que encierra una perla mani de entendimiento. En el diccionario de Monier-Williams de sánscrito esta palabra es definida como "respirar libremente" algo de lo que quizás se deriva la noción de confianza. Cuando estamos en un estado de confianza, cuando tenemos fe, respiramos tranquila y libremente. Comparte esta palabra la raíz (dhatu) svas con svast (salud) y svastika (auspicioso).

Un artículo en el sitio del doctor Robert Svoboda, uno de los grandes expertos en ayurveda en Occidente, sugiere que la palabra significa literalmente "una forma especializada de respiración". "La respiración ordinaria resarce nuestro prana varias veces por minuto y la 'respiración especializada' mueve el prana resarcido en la dirección de aquello a lo que le tenemos fe". Prana significa "energía vital" o "aliento" y en este caso se sugiere que la fe conduce el prana y de aquí el poder medicinal de la fe, capaz de convertir cualquier placebo en poderosa medicina, justamente dirigiendo concentradamente el prana.

La otra palabra es "Śraddhā" (श्रद्धा), el término más usado en la literatura religiosa, particularmente en el budismo, para significar lo que nosotros llamamos "fe". Esta palabra contiene la misma raíz, "hrd", que la palabra para corazón, hrdaya, de esta raíz se deriva la palabra heart y también el griego kardia (*krd-ei-). Así entonces tenemos la palabra latina para fe, "credo", que proviene de esta misma raíz y significa literalmente "poner tu corazón" en algo. El poder de la fe, entonces, debe de ser un poder que viene del corazón. Actuar o mirar desde el corazón hace que aparezca en el mundo eso a lo que le tenemos fe. Según el traductor George Feuerstein:

En las tradiciones espirituales de la India, como en otras, el “corazón” se refiere no tanto a un órgano físico como a una estructura psicoespiritual correspondiente al músculo del corazón en el plano material. Este corazón espiritual es celebrado por yogins y místicos como el asiento del Ser trascendental. Se le llama “hrid”, “hridaya” o “hrit padma” (loto corazón). Usualmente se refiere a él como la cueva secreta (guha) en la que el yogin debe someter su mente. En algunas escuelas, como en el shivaísmo de Cachemira, la palabra hridaya aplica también a la Realidad Última.

El sánscrito, siendo un lenguaje legendariamente descubierto por videntes, admite todo tipo de interpretaciones etimológicas filosóficas y poéticas. Todo puede estar henchido de significado, cualquier cosa puede ser un emblema de la totalidad, un resabio de lo divino. El poeta y estudioso de la cultura oriental Harold Stewart escribe que en el caso de śraddhā tenemos también la presencia de la raíz verbal "dha", la cual significa poner en un lugar, sostener, mantener (es de esta raíz que se deriva la palabra "dharma"). Sostiene además que śraddhā, cuya raíz es srat, es un cognado del término sat, del cual viene la palabra satya (verdad) y que significa también ser (como en sattva o en el famoso mantra Sat Cit Ananda). Stewart agrega que el término śraddhā en el budismo mahayana tiene la connotación de la "tranquilidad, luminosidad y purificación" que resultan de la práctica del dharma. "Śraddhā es el precursor de la gnosis trascendente (jnana) y del entendimiento (prajna) de la Realidad".

Tenemos aquí una fiesta etimológica y podemos decir, con esta licencia poética que hemos evocado antes, que para el devoto la fe se revela como una especie de ojo del corazón que permite ver la realidad (o verdad). Es un apoyarse en el corazón, que es una especie de rescoldo de la pureza divina (si bien ésta pureza debe acabar de des-cubrirse con el dharma), una especie de sol en el hombre que permite ver la naturaleza verdadera. La fe genuina nunca es ciega sino todo lo contrario. Es la fe lo que nos acerca --lo que abastece nuestra imaginación de posibilidad ilimitada-- a entrar en comunión con lo que ya es, con lo que siempre ha sido, pero que debe actualizarse en nosotros. El sentido verdadero de la religión es producir una experiencia cotidiana de lo divino y transformar al individuo (re-ligarlo a su divinidad o a la realidad); es por ello que es indispensable alguna forma de visión, de teofanía. Como sugiere Henry Corbin escribiendo sobre el gran místico sufí Ibn Arabi, al orar el devoto de alguna manera crea al dios que lo creó. "Porque la oración no es una petición de algo: es la expresión de un modo de ser, un medio de existencia y de causar que exista, esto es, un medio de causar al Dios que se revela Él Mismo, de hacerlo aparecer, de verlo [...]". Esto nos indica que la fe es una forma de imaginación creativa. La fe también es una forma de entrar en el orden divino, de supremo ratio. "La fe no es sólo la voluntad de aceptar una verdad dinámica, sino que es esta misma verdad dinámica tomando control de nuestras actitudes e imponiéndose sobre las dudas, eliminándolas una a una", dice Manly P. Hall. Y también: "El misticismo afirma que la verdad no puede ser poseída siquiera por la mente. Por una virtud peculiar a sí mismo, sin embargo, el corazón puede ser poseído por la verdad". La verdad es un fruto del corazón, que es a su vez, en toda ley, un fruto viviente de la verdad.

En el budismo mahayana, la fe esta ligada al cultivo del bodhicitta, la mente del despertar o mente búdica; el budismo sostiene que la perspectiva correcta de la realidad conduce a la iluminación y por sí misma esta perspectiva nos transforma como si fuera una energía. La fe --en el Buda, en la sangha, pero sobre todo en el dharma-- es parte esencial de la perspectiva y hace que el practicante pase de una relación intelectual con la doctrina a que comulgue con la verdad, de la cual el bodhisattva se vuelve una encarnación. En uno de los sutras del Prajnaparamita el Buda dice: "Śariputra, la verdad última es alcanzada exclusivamente a través de la fe". En la gran colección cósmica de budismo mahayana que es el Sutra de la Guirnalda, se dice que la fe es la "joya que concede todos los deseos". En un mundo ilusorio (compuesto por la misma sustancia que los sueños), en el que todo es precedido por la mente, como el que sostiene el budismo, la fe es omnipotencia pura. Tener fe es una demostración del entendimiento y la asimilación de la visión filosófica.

Pero no sólo en la religión la fe juega un papel importante; aunque parezca contradictorio, la fe es central también en la ciencia y en general para el logro de cualquier tarea compleja. Uno debe tener fe en que puede realizarla, y si se tiene fe se aprenderá siempre más rápido. El psicólogo de la Universidad de Harvard, William James, dijo: "la fe no sólo es lícita y pertinente, sino esencial e indispensable... tales verdades no se vuelven verdaderas hasta que nuestra fe las ha hecho así". James sostenía que se utilizaba una "escalara de la fe" para "unirse y adherirse a nuestras visiones" y al pensar que algo "podría ser verdadero en alguna parte" uno entonces realiza una operación del intelecto para investigarlo y ver si es verdad "aquí y ahora". Recordemos que las teorías científicas de Newton o Einstein primero emergen en la imaginación, como visión, y luego son comprobadas matemáticamente. No es casualidad que gran parte de los descubrimientos científicos de la historia han sido hechos por científicos que buscaban probar las creencias religiosas en las que tenían fe o que eran impulsados por una visión religiosa. Evidentemente esto ha empezado a cambiar en el último siglo, pero no significa que la fe haya dejado de ser importante en la ciencia, ya que existe fe que no es necesariamente religiosa o que no está ligada a este o aquel dios.
Científicos como Einstein tienen fe en el orden, la belleza y la inteligencia del universo (y aunque esto no sea algo de lo que se hable mucho, ciertamente es el motor de su interrogación científica; nadie existe en un vacío ideológico). Es una fe basada en el conocimiento de la realidad, que dice: "si esto es así, esto otro debe ser así, imaginemos que lo es y probemos". Este tipo de fe nace de la observación del universo físico; la fe religiosa del budismo o del vedanta, en cambio, nace de la observación de la mente.

Twitter del autor:
@alepholo

FUENTE: PIJAMASURF

IMÁGENES DE LANIAKEA, EL SUPERCÚMULO GALÁCTICO AL QUE PERTENECEMOS

CIENTÍFICOS HAN DESCUBIERTO QUE NUESTRA GALAXIA PERTENECE A UN SUPERCÚMULO QUE SE EXTIENDE 50 MILLONES DE AÑOS LUZ Y ALBERGA A 100 MIL GALAXIAS




Hasta hace relativamente poco los científicos creían que la Vía Láctea existía dentro del supercúmulo de Virgo. Actualmente se sabe que el supercúmulo de Virgo es apenas una pequeña parte dentro del supercúmulo que se ha bautizado como Laniakea.

En este supercúmulo en el que vivimos yacen más de 100 mil galaxias (en cada una hay miles de millones de estrellas) y tiene una extensión de 50 millones de años luz. Laniakea es apenas uno de múltiples supercúmulos en nuestro universo.

El nombre Laniakea significa "cielo inmenso" en hawaiano y fue acuñado por el profesor Nawa'a Napoleon. En el siguiente video realizado por R. Brent Tully y comisionado por Nature se muestra uno de los mapas más grandes del universo, justamente las dimensiones de Laniakea.

Este tipo de descubrimientos recuerdan lo que había sugerido Carl Sagan, que la ciencia puede ser un camino de asombro espiritual.




FUENTE: PIJAMASURF

SILENCIO DE AGUAS PROFUNDAS - ALAS