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sábado, 26 de abril de 2014

DESCOLONIZANDO EL SABER, REINVENTANDO EL PODER: EL EPISTEMICIDIO

"Se ha realizado un epistemicidio masivo en los últimos cinco siglos, por el que una inmensa riqueza de experiencias cognitivas ha sido perdida."  Boaventura de Souza Santos, sociólogo.

"Únicamente el 6% de la humanidad produce en todo el planeta, toda la teoría crítica, la teoría científica, la filosofía, la historia, etc., para entender todo el mundo." Ramón Grosfoguel, sociólogo.

"Se piensa como Descartes: "Pienso, luego existo". Pero no es así. El hombre, antes que un sujeto de actos psíquicos, es un ser en el mundo." Enrique Dussel, filósofo e historiador.

"Para abordar el tema", afirma Ramón Grosfoguel, "es necesario comenzar por plantearse el “pienso, luego existo” cartesiano como fundamento del conocimiento."

Y continúa en su conferencia:

"Y para plantear el problema hay que remontarse a Al Andaluz. En ese territorio dominaba un sultanato que reconocía en sus códigos jurídicos una multiplicidad de identidades y espiritualidades. 


Rafael Marchante

Un mito vigente se basa en la falsa idea de la invasión musulmana en España. España no existía en el siglo VIII, de modo que los musulmanes no la invadieron. En realidad lo que hubo fue una conquista por parte de la monarquía católica de un territorio donde habían convivido judíos, musulmanes y cristianos. 

Consumada esa conquista, la monarquía planteó a la población musulmana y judía tres opciones: convertirse al cristianismo, ser aniquilados o ser expulsados. Buena parte de la población judía y  musulmana que se libró del exterminio se fue al norte de África, región dominada por musulmanes y donde los judíos tenían plenos derechos. (Y en este punto cabe destacar otro gran mito que tiene historia. Solemos creer que judíos y árabes han estado en lucha eternamente. Nada más falso.) 



El discurso de la monarquía cristiana no era todavía racista, sino proto-racista: La humanidad del “otro” no se ponía en cuestión, lo que se cuestionaba era su religión.

Aquí surge el plan de Cristóbal Colón llamado “Empresa de las Indias”, presentado a los reyes católicos. (Aquí, de nuevo, hay que lidiar con el mito de que Colón se habría lanzado al vacío, sin saber exactamente qué encontraría. Mentira. Colón contaba con mapas chinos. En esos mapas, lo que después serían las Américas aparecían como una extensión o península de Asia).

Los reyes católicos adoptaron con mucho interés el proyecto de Colón. Pocos días después de la caída de Granada, el 11 de enero de 1492, le autorizan el viaje.

Colón llega el 12 de octubre de 1492 a la isla que denominó “La Española”. Y tiempo después pondría en sus diarios: “estos son pueblos sin religión”. A fines del siglo XV, en el imaginario europeo todos los seres humanos tenían religión y, por tanto, alma. De no tener alma, esos seres podían equipararse a bueyes o burros. Y así fueron tratados. Fueron sometidos a la esclavización. 

En realidad, las Américas no vivían en aislamiento respecto de las del resto del mundo. Musulmanes, chinos, vikingos, africanos habían llegado anteriormente y los indígenas tenían comercio –en sentido amplio- con el mundo, en momentos en los que Europa era no más que una aldea oscurantista medieval. Colón no llegó a un lugar aislado, ni lo descubrió primero que nadie. 

Los métodos que se usaron para conquistar a los moros –la espada y la Biblia- fueron los que se reprodujeron en América. En ambos casos se produjo genocidio y epistemicidio: ¡se quemaron bibliotecas enormes en Al Andaluz! Cuando la monarquía católica no tenía más que diez libros... En América, se quemaron códices, y el problema no era ya solo de religión, sino de raza. 

El concepto de epistemicidio es de Boaventura de Souza Santos. Es la aniquilación, la extirpación, el exterminio de toda forma de saber que no sea la de quienes detentan el poder hegemónico. 



Mónica Jover

Por cuanto al debate sobre el alma, esa resolución es la que se produjo a partir del juicio de Valladolid, de 1552, en el que se enfrentaron las posiciones de Sepúlveda y Las Casas. 

Para Sepúlveda, la población indígena americana no tenía alma. Una prueba de ello era que carecía de sentido de la propiedad privada y de sentido del mercado. Aquí se ve que racismo y capitalismo llegaron juntos. No es que el racismo forme parte de la superestructura del sistema capitalista; el racismo y el sexismo son principios intrínsecos de esta economía política. 



En contraste, para Las Casas los indígenas americanos tenían alma, pero constituían pueblos “bárbaros” que debían ser cristianizados. (Ayer había que cristianizarlos; hoy hay que civilizarlos. En el fondo, lo mismo.)

El vencedor a largo plazo sería Las Casas, y por ello surgió la esclavitud de africanos traídos a América. (Sigue vigente el mito de que los africanos traídos a América ya eran esclavos en África. No, no lo eran. Era población libre.)



En esa misma época, en el siglo XVI, se produce un quinto genocidio/ epistemicidio: el de las mujeres sabias y transmisoras de antiguos conocimientos indígenas de Europa, llamadas brujas. Millones de mujeres fueron quemadas vivas. Pero en ese caso los libros eran ellas mismas. Con ellas murió su saber.

Y es precisamente en ese marco de genocidio/ epistemicidio donde surge Descartes con su “pienso, luego existo”.




Descartes reemplaza a Dios con un “yo” cognoscente, un yo que es capaz de producir conocimiento verdadero al margen de toda particularidad y corporeidad.

El “pienso, luego existo” cartesiano está montado sobre la idea de un universalismo: el conocimiento se produce más allá de cualquier particularidad y de cualquier situación específica, de cualquier marco social. (De aquí la palabra "UNIversidad") Y ésta es la base para descalificar e inferiorizar cualquier otra forma de pensamiento “situado”, que camufla y oculta al sujeto particular y situado, osea, cualquier otro conocimiento fuera del hombre (varón) occidental.

Enrique Dussell la describe como “conquisto, luego existo”.
Añádase a ello que Descartes, siendo francés, trabaja en Amsterdam, el nuevo centro del sistema- mundo después de la hegemonía del Imperio español. 

Así pues, ese “yo” cognoscente, universal e imperial se monta sobre los cinco genocidios/ epistemicidios: judíos, musulmanes, indígenas, africanos y “brujas”; y es el fundamento mismo de toda la ciencia moderna con sus pretensiones de objetividad y neutralidad, que niega cualquier otra vía de conocimiento.




"Un ejemplo lo ilustrará"- argumenta el sociólogo Boaventura de Souza Santos- "El filósofo ghanés Kwasi Wiredu clama que en la cultura y el lenguaje de los Akan, el grupo étnico al cual pertenece, no es posible traducir el precepto cartesiano "cogito ergo sum", "pienso, luego existo". Esto es porque no existen palabras que puedan expresar esta idea. «Pensar», en Akan, significa «medir algo», lo cual no tiene sentido para esta frase. El «ser» de «sum» resulta también muy dificultoso para explicar, porque el equivalente más próximo es algo como «Yo estoy ahí», que tampoco tendría sentido en esta frase. (...) Esto significa que es posible desarrollar argumentos autónomos con base en la filosofía africana,(...) muchas ideas alternativas que ella puede expresar y que la filosofía occidental no puede hacerlo."

El sujeto cognoscente de otro filósofo, Kant, también es únicamente un hombre varón blanco. Para Kant las mujeres no tienen uso de razón, como no lo tienen los "amarillos" o los "negros" (como los llama él) Se trata de una epistemología que sólo cubre la experiencia masculina de cinco países –es decir, la experiencia del 6% de la humanidad-.

El llamado es, entonces, a decolonizar las ciencias sociales y la universidad occidentalizada. Nosotros, los latinos, negros, asiáticos, decimos: “No queremos ser objeto de estudio, sino espacio de crítica radical al conocimiento que se produce y transmite en la universidad blanca”. 

Hay universidades indígenas en América que ya se llaman “PLURIversidad”. Las hay en Quito, Nicaragua, Bolivia… Son espacios propios de producción de conocimiento. Lo que se propone es reorganizar las ciencias sociales no a partir de disciplinas, sino de problemas."




Luc Gnago



Fuentes:
“Para una descolonización epistemológica del paradigma moderno del conocimiento” Conferencia. https://www.youtube.com/watch?v=DYks4qCoZEo
"Descolonizar el saber, reiventar el poder."  Boaventura de Souza Santos. http://www.boaventuradesousasantos.pt/media/Descolonizar%20el%20saber_final%20-%20C%C3%B3pia.pdf
"Introducción a la filosofía de la liberación" Enrique Dussel. http://www.ifil.org/dussel/textos/14/03pp84-108.pdf


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